Fecha: 17 de marzo del año XXXX.
Han pasado aproximadamente doce años desde lo que se creyó era el apocalipsis. Y la aparición de las masmorras en el mundo, junto al despertar de los cazadores.
Y Kim Hajin , lleva esos mismos doce malditos años viviendo lo más parecido al infierno.
"¡Despeja el área! ¡Evacualos a todos!"
A vivido doce terribles años guardando un secreto del cual nadie se a enterado aún, y ahora a descubierto una absurda verdad.
"¡Maldición! ¡Este demonio, ¿Por qué su fuerza es tan absurdamente terrible?!"
El secreto es que...
"¡Woo Han, ahora!"
¡Baang!
¡Booom!
No es de este mundo
¿Y la absurda verdad? Es que este mundo es solo parte de una...
¡Bang! ¡Bang! ¡Bang!
Maldita novela.
¡Boooooooom!
Kim Hajin pudo sentir un terrible dolor atravesar su corazón, junto al escozor que provocaban las llamas que rodeaban esa espada de apariencia bendita que en esos momentos ya había atravesado su pecho. Pudo sentir sus últimas fuerzas abandonar su cuerpo.
Con su vista algo nublada vió tan solo la silueta del joven frente a él que lo miraba. El era por supuesto, Chen Woo Han, el protagonista.
"No...no es justo"
Con los labios temblorosos y manchados de la sangre que se le derramaba soltó muy difícilmente esas palabras con el sentimiento de injusticia.
No era justo.
Kim Hajin llevaba estos doce años pensando lo mismo. Pero en esos momentos podía sentir que era una declaración que se ajustaba perfectamente.
No era justo.
Y por eso se llenó de rabia, se estaba ahogando en resentimiento por su impotencia, mientras sufría su propia desesperación.
No era justo.
Pero lo único que Kim Hajin podía hacer ahora, era mirarlo directamente con todas esas emociones desbordando de sus ojos.
Kim Hajin no supo cuando había llegado al inicio, pero su historia ya había terminado.
Ya había dejado de sentir su cuerpo y todas la sensaciones lo habían abandonado, pero sabía que estaba llorando. Hacia frío, era una clase de sentimiento que no se podía sentir pero se sabía, por qué se estaba muriendo.
Esta vez la mazmorra no lo reviviría, esta vez si era el final, Kim Hajin iba a morir.
"...!"
El joven frente a él pareció decir algo que no pudo dicernir, por qué cayó en esa familiar oscuridad llena de silencio.
. . .
Sus sentidos volvieron a él entre la bruma, pudo notar el sentimiento familiar de estar flotando bajo lo profundo de un océano. El sentimiento opresivo pero a la vez tranquilo.
De repente, todo se volvió blanco.
Y, despertó.
Una vista extraña pero familiar se mostró frente a su visión ya restaurada.
Solo pudo reírse.
"Je..jeje..¡kuajajaja!"
Kim Hajin no podía saber si era de alivio, sorpresa o verdaderamente lo encontraba divertido.
Solo se rió mientras repetía un nombre en su cabeza.
Chen WooHan.