En la orilla del mundo, en un lugar prácticamente sin vida y al cual es casi imposible llegar se podía ver a alguien caminando tranquilamente, parecía que caminaba sin rumbo alguno pero tras un tiempo al llegar a la orilla de una montaña camino con clara dirección a lo que parecía ser una cueva común y aunque dentro de esta no había nada que la iluminará, aquella persona podía ver perfectamente dentro de ella y tras observar por un tiempo, sin titubear movió una enorme roca sin esfuerzo alguno, debajo de ella había algo semejante a una perla mágica, la tomó y empezó a inyectar mana en esta. El lugar vibró levemente debido a que algunas rocas se desmoronaron y enseguida se abrió lo que parecía ser un camino secreto con un pasillo detras.
Ese pasillo estaba claramente hecho artificialmente, aunque se notaba que estaba en mal estado eso no parecía importarle a aquella persona y sólo avanzó por ese pasillo durante un corto tiempo.
Al final del pasillo había una puerta pero no tardó en abrirla.
Al abrirla lo primero que podías notar es la presencia de la persona que está en esa amplia habitación apenas iluminada, comiendo tranquilamente sin apenas reaccionar casi como si estuviera por terminar de acostumbrarse a las visitas repentinas de cierta persona.
Como si fingiera que recién noto la presencia del sujeto, levanto la ceja y dirigio su mirada hacia él, para darle una no tan cálida bienvenida sino más bien una muy tibia.
"Oh, bienvenido Calsis ¿Qué tal fueron las cosas?"
Tras esa bienvenida Calsis solo suspiró y decidió sentarse frente a la chica.
"Mal, aunque intenté frenar las cosas o al menos ralentizarlas no funcionó en absoluto"
"¿De verdad no hay nada más que hacer?"
La pregunta pareció irritarle un poco pues esa despreocupada chica ya estaba al tanto de la situación así que esa clase de preguntas sobraban completamente en su conversación.
"La guerra es inminente así que quiero saber que has decidió hacer, ¿te involucrarás?"
Ignorando su propia irritación por la anterior pregunta le cuestionó con lo que llevaba ya un tiempo preguntando sin obtener respuesta.
"Esta guerra no tiene ningún valor para mí y aunque no estoy de acuerdo con tu plan, no te detendré si vas"
Contrario a la forma sarcástica en que esa chica le hablaba normalmente, su expresión y voz fueron completamente serios esta vez.
Calsis supo que no había duda en su respuesta así que decidió no seguir con eso, en cambio dirigió la conversación en otra dirección que normalmente no haría, una demasiado típica pero aún así no se echo para atrás.
"Ya veo. Nos conocemos desde décadas pero aún así, apenas y se algo sobre ti"
"Quién diría que tú te interesarias por esas cosas"
"¿Es algo que no quieres contar?"
La atmósfera del lugar era inusual, más blanda que de costumbre, tal vez se debía a que pronto se separarian y tal vez alguno de ellos moriría o tal vez sea por el flujo de la conversación o simplemente fue que ambos decidieron abrirse el uno al otro por primera vez.
"Siempre espere a que lo preguntaras"
"Ya veo. Entonces me aseguraré de escuchar con atención"
Y así aquella chica comenzó a narrar una historia que abarca hasta los principios del mundo...