-Anterior Capítulo-
Para Shire, la lucha contra individuos que usaban armas similares como los buques, era algo nuevo, ya que en su mundo nunca lucho contra los suyos y los connection eran los únicos que poseían ese tipo de tecnologías.
Observo ese objeto por varios segundos y cuando logro ver la forma del todo, noto de lo que se trataba.
Jamás había visto ese tipo de bomba.
Nunca vio una que fuera por debajo del agua.
A pesar de que le pareció interesante, su reacción fue tardía y el torpedo golpeo en la parte trasera del acorazado.
No obstante, este no causo ningún daño.
"Uffff que suerte que decidí ponerle el campo de defensa al Slukchs."
"No va a aguantar mucho debido a que necesito tiempo para que el campo de defensa este al cien por ciento, pero al menos puedo recibir algunos ataques sin sufrir daños."
….
"¡Bueno, ahora me toca a mi atacar!"
En su rostro se hizo una gran sonrisa malévola y llena de emociones.
Su situación era mala, pero se divertía de todos modos.
Ahora había llegado su momento de responder y lo iba a hacer con todo su arsenal.
-Nuevo Capítulo-
Mientras varias balas de cañón golpeaban contra el campo de protección, Shire decide dejar huir con el acorazado y con su mente empieza a mover el buque hacia un costado.
Poco a poco se ponía en horizontal con respecto a los enemigos.
"¡Uh! esto me pone los pelos de punta."
"Los cañones principales son muy lentos y el movimiento del acorazado en sí, también lo es. Tendré que hacerle mucho mantenimiento después de esto."
Los dos buques pequeños continuaros disparando con todo su arsenal.
No solo dispararon con cañones y armas secundaria, sino que también lanzaron dos torpedos.
Uno de los dos golpeo contra el barco, pero para la sorpresa de estos, a pesar de haber explotado no causo ningún daño en el acorazado.
Había golpeado y al mismo tiempo no.
Los tripulantes de estos dos destructores estaban sorprendidos con lo sucedido.
No había nada con lo que golpear a ese acorazado mítico de la segunda guerra mundial.
Si ya era sorprendente verlo vivo, el hecho de no poder enviarlo nuevamente bajo el agua les parecía mucho más impactante.
Era como un fantasma.
Después de disparar con todo e incluso misiles, no le hicieron daño.
Si bien no dispararon todos los torpedos y misiles, tendría que por lo menos lanzar humo por algún lado el acorazado, no obstante, eso no era lo que sucedía.
Eso dejo boquiabierto a todos.
Uno de los misiles por aire no llego ni a tocar al buque, sino que exploto antes cuando choco con un muro de color celeste transparente.
El muro apareció en el momento y no dejó que el misil diera contra el acorazado.
Si todo lo que sucedía ya era desconcertante, eso les parecía de terror.
Después de probar con todo su arsenal y no hacerle daño, se abrumaron.
Había quedado confirmado que era imposible hundirlo y tras darse cuenta comenzaron a querer huir del lugar.
Mientras intentaban pegar la vuelta, contactaban entre gritos con la central y las flotas que navegaban cerca de ellos.
Estos dos buques recibían respuestas, pero lo que le transmitían entre grito a la central y a las demás flotas era información que nadie en el mundo la creería.
Era muy difícil tomarse en serio la idea de que un acorazado mítico de la segunda guerra mundial había aparecido y encima de todo tenía un campo invisible que lo protegía de los ataques.
Seguido de querer huir de la situación, los dos buques se quedan quietos y duros.
Los tripulantes se quedan de la misma manera, pero mirando hacia el acorazado Yamato.
Los cañones de aquel buque invencible apuntaban contra ellos.
Parecía que en el momento en que esos inmensos cañones los comenzaron a apuntar, el tiempo hubiera empezó a fluir de una manera mas lenta.
El solo hecho de ver las principales tres torretas compuestas cada una con tres cañones y las dos secundarias con la misma cantidad de cañones, pero más pequeños, hizo que le rezaran a dios todos juntos.
Todos miraron hacia el acorazado con miedo.
Algunos se lanzaron del destructor.
otros cerraron los ojos y se quedaron esperando.
A lo lejos se escucha el estruendo de las torretas primarias y secundarias, de los cañones y de las batería disparar.
Se trataba literalmente de una lluvia de balas.
A pesar de que sus barcos eran mucho más rápidos y con tecnología más avanzada, no sirvieron de nada contra la desmesurada cantidad de armamento con la que este buque contaba.
Las balas llovieron sobre los destructores.
Para desgracia de Shire, de las tres torretas principales solo una dio todos sus tiros sobre uno de los destructores.
"Haaaa…que desliz el mío."
"Hace un año y meses que nos disparo con todo el arsenal consecutivo de un acorazado, es difícil sincronizar todo, pero, no solo se trata de mi, ya que se me hace difícil mover este acorazado….
"¡Aaaa! esto implica más actualizaciones."
"Se nota claramente que este acorazado tiene una tecnología vieja."
"Por si fuera poco, el movimiento del acorazado, las torretas, la reacción y la a puntería de las torretas principales y secundarias es pésima."
"No estoy echándole la culpa del todo al acorazado, pero tiene varias cosas por mejorar."
"Bueno, de igual manera lo mejorare cuando nos asentemos bien este planeta."
"No solo tiene cosas malas. Algo bueno que me gustaría recalcar es el ruido de todo el arsenal."
"Escuchar el estruendo de los cañones y el fuego rápido de las metrallas es hermoso."
"También, debo recalcar que esta vista es preciosa."
Dijo mientras miraba de reojo los dos destructores.
Uno de los destructores ya tenia la mitad de su cuerpo hundiéndose en el agua con el petróleo a su alrededor.
No todos los tripulantes de ese buque murieron, a los alrededores había muchos que flotaban gracias a que se habían lanzado antes o simplemente no habían sido agarrados por la batería del Slukchs.
Esto último se llamaba tener suerte, ya que era algo difícil no ser atravesado por el fuego rápido.
Shire medito sobre si matar o no a todos esos supervivientes, pero esta vez opto por contenerse y dejarlos vivir.
Con respecto al segundo destructor, se mantuvo en pie por así decirlo debido a que las torretas principales y secundarias no impactaron contra el.
Lo único que lo golpeo fueron las metrallas, lo cual provoco muchas muertes.
Mientras el destructor ya hundido daba su última explosión, los del segundo destructor se tiraban al agua.
No había porque seguir luchando contra algo que no podían destruir, así que decidieron abandonar la nave.
Los únicos que quedaron en la nave fueron los altos mando de este destructor.
Al parecer, la cultura a la que pertenecían estos tripulantes no era broma.
-CONTINUARA-