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Chapter 4 - Capitulo 3

Luka

Hemos venido a Naroa porque es en donde nació mi padre y quería venir a suicidarme en un lugar tan hermoso como este, pero, esa chica se entrometió en mi vida, en el momento que estaba pensando en irme a suicidar, además, e leído en muchos libros que cuando ocurren imprevistos es porque aún no es hora de irse, algo me decía que mi vida estaba comprometida con ella, cuando la vi en la cafetería.

- Dóbraye útra.

- Dóbraye útra synok, dormiste bien.

- No logré dormir nada, siempre lo veo en la camilla del hospital muriendo lentamente mamá, pero no quiero hablar de el.

Todo quedo en un silencio absoluto y no me gustaba eso.

- E visto una cafetería a unas cuadras de aquí, iré a comprar algo y regreso.

- Esta bien hijo, ve con cuidado.

- Vas a querer algo.

- Tráeme un coffee y unas donas.

Este lugar es silencioso y lindo, observare y analizaré a todas las personas, algo me dice que este lugar oculta algo.

- Dóbraye útra.

- Disculpe joven, que dijo.

- Oh... Discúlpeme usted a mi, quise decir Buen día.

- No hay problema y dígame que desea.

Ella mostraba una sonrisa que daba tranquilidad, se notaba que era una buena persona.

- Quisiera dos coffee, un americano y un latte, también una caja de donas.

Mientras ella los estaba preparando, sentía que alguien nos estaba viendo, me percaté que en el otro lado de la barra había una persona.

Quien es ella, por qué nos esta viendo, esa chica es rara, quizás no nos ve a nosotros sino a algo en el exterior, me molesta no saber si es a mi o algo más que esta viendo.

- Miré joven, aquí están sus coffee y las donas.

- Muchas gracias, cuanto sería.

- 31.25 $

Agarré lo que compre y me di la vuelva hacia donde estaba la chica, aunque fuera por unos segundos debia saber quien era.

[...]

Todas las personas me quedaban viendo, no sabia si era porque era nuevo o porque no cumplía sus expectativas.

- Zdravstvuy, mama, aquí esta tu coffee y tus donas.

- Spasibo synok... Oh trajiste el coffee que me gusta.

Ella era tan feliz, como si mi padre aún este vivo, pero sabia que ella todas las noches lloraba a escondidas, no le gustaba que la viera o escuchara llorar.

- Si madre, se que te gustan los latte, además mira las donas, hay de todos los sabores.

Me gustaba hacerla feliz, así íbamos aprendiendo que debíamos seguir con nuestras vidas.

El día termino rápido, comimos, hablamos y volvimos a desempacar.

- Hijo, por fin, por fin terminamos.

Se le lograba notar desde lejos lo cansada que estaba de andar moviéndose de un lado a otro.

- Si madre, terminamos.

- Tomaré un baño, luego iré a descansar.

- Esta bien, ya luego lo haré yo.

Mientras ella estaba en el baño, decidí dar un recorrido a la casa, se sentía tan solitaria y con un silencio absoluto, escuché un ruido que venia desde la parte de la cocina, apagué las luces y me dirigí hacía ella, talvez era un animal que había entrado, no tenia en mente encontrarla a ella ahí a fuera de la casa, decidí no hacer nada y observarla, debía entender el por qué estaba asiendo eso, pero, esto era raro, solo había escuchado un sonido de una piedra contra el vidrio y ella seguía ahí sin hacer nada más, al verla pensé que talvez se quedo paralizada, hasta que logre ver que estaba colocando sus manos en el rostro, como si estuviera llorando, sin entender lo que pasa me acerqué más, al acercarme logré ver que ella estaba tan vacía, como si fuera un libro que necesitaba ser leído, me quedé unos cuantos segundos observándola, hasta que logré ver sus ojos, eran de diferentes colores y se le notaba que nada estaba bien en ella, se movió de donde estaba y levanto una bolsa que tenía, al parecer eran unas latas con pintura, mientras ella seguía sacando más y más latas, me entraba más curiosidad de saber por qué lo hacía, empezó a moverse para la parte principal de la casa e inició a tirar la pintura.

- Ey hijo que haces ahí.

- Ah... No nada mamá, solo que había una persona lanzando pintura a la pared.

- ¿Qué? Y no hiciste nada para evitarlo.

- Pensé que sería peligroso salir.

Al volver a observar ella ya no se encontraba ahí, había desaparecido o nos a escuchado.

- Voy a llamar a la policía oíste, venimos llegando a este lugar y ya andan con vandalismo.

- Esta bien madre, llámalos.

Pensé que al llamarlos y al llegar los policías no sabrían quien lo hizo y no la arrestarían.

- Hola señora, en que le podemos ayudar.

- Hemos visto a un vándalo lanzando pintura y quebrando vidrios, este lugar no tiene seguridad o qué.

- Cálmese señora, nosotros atraparemos al o la responsable de esto.

- Bueno eso esperó.

- Madre, cálmate, ya verás que encontrarán a quien hizo esto.

- Muchas gracias oficial, cualquier cosa solo nos llama.

- Si joven, tengan una linda noche.

- Vamos madre, debemos descansar, iré a darme un baño y mañana me levantaré temprano a arreglar todo lo que paso.

- Esta bien hijo, disculpas por alterarme.

- Por cierto madre, mañana te contaré algo, se que tu puedes ayudarme.

- Si esta bien hijo, Spakójnaj nóchi.

[...]

Siempre me a gustado levantarme temprano, recuerdo cuando nos levantamos temprano con mi padre y partimos leña con un clima exagerado, ese día apareció un oso y mi padre tuvo que alejarlo, esos son unos de mis buenos recuerdos con el, al llegar a nuestra casa le conté a mi madre de lo que paso y ella se enojo con nosotros, mi padre y yo solo nos mirábamos y reíamos, ya que ella siempre se preocupaba por nosotros cuando íbamos a la cabaña, pero bueno, no es tiempo para estar recordando a mi padre en este momento.

Llamé a un reparador de vidrios y empecé a lavar la parte de al frente de la casa, debía pintar lo que aquella chica hizo, al terminar de limpiar fui por la pintura, terminaría rápido esto e iría a dar un paseo por el pueblo, pero todo cambió cuando vi quien iba en el carro de policía, me quedé asombrando al ver que si la encontraron, preguntándome el como supieron que ella lo hizo vi que ella empezó a reír a carcajadas, no entendía nada de esto, ayer triste y hoy alegré, esa chica era interesante.

- ¡Hijo!

- Dime mamá.

- Esa chica fue quien manchó y quebró el vidrio.

- Si mamá, pero ven, vamos a dentro, debo contarte algo.

- Esta bien.

En nuestra familia teníamos la costumbre de ayudar a toda persona indefensa o que sufriera algún maltrato familiar, ya que mi mamá era abogada y mi papá era un investigador privado.

- La chica que iba en el carro de policía la e visto ayer, cuando escuché el ruido en la cocina, me acerqué y la observe, ella se notaba mal, como si algo la atormentaba, ella empezó a llorar y en ese momento levanto la bolsa con las latas de pintura y se dirigió al frente de la casa, mamá, esta chica sufre y no puedo evitar saber que es.

- Entiendo hijo, ve a la estación de policía y di que retiraras la denuncia, yo investigaré e intentaré mantenerme al tanto de esta situación.

- Si...

Esto esta empezando a ser interesante, veamos a donde nos lleva este conflicto.

[...]

- Buenas tardes.

- Buenas tardes joven, en que le podemos ayudar.

- Quisiera retirar una denuncia.

- Esta bien, solo deme los datos si es tan amable.

- Si.

Al entregar los datos, estaba analizando la estación de policías, algo que me diera alguna pista de este lugar.

- Muchas gracias, la retenida saldrá de inmediato.

- Gracias oficial.

- Desea esperar por ella.

- No.

- Quiere que le dejemos algún recado.

- Así esta bien, no le digan nada.

Salí de ese lugar inmediatamente, ya que no me gustaba que me hicieran muchas preguntas, además, tenía en mente conocer más de este pueblo, quería encontrar un buen lugar para suicidarme, ya estaba cansado de toda esta mierda, sabía que a mi mamá eso la derrumbaría pero se que ella al final entendería. Encontré un buen lugar, solo esperaría la noche, ya solo faltaban unas horas para ir a ese lago, se veía tranquilo y se notaba que nadie iba por ahí.

- Mamá, ya vuelvo iré a la cafetería.

- Esta bien hijo, ve con cuidado.

Salí de la casa, pensaba en todo lo que pasaría si hiciera lo que tenía en mente, decidí sentarme en el pastó y ver las estrellas, quizás eso lograría tranquilizarme, hasta que vi la figura de una persona que se movía en la oscuridad, era ella.

- Hola. Todo quedo en un silencio absoluto, quería romper el hielo ya que esta chica se veía mal, podía notar que su labio inferior había sido golpeado. - Supongo que la gente de por aquí no tienen modales.

Fue lo primero que pensé y logré ver que mi ego no le cayo muy bien que se diga.

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Pero todo esto no era lo que había pensado, ella me respondió y sin darme cuenta coloque mi mano en mi mentón, mostrando tranquilidad y a la vez observando cada detalle de su rostro.

- Veo que estas ocupada.

Le dije tan cómodamente que me respondió con mucha franqueza que casi me hace reír.

- Tu que crees.

- Que andas buscando a tu papá para darle lo que merece.

Al terminar de decirlo me di cuenta de lo que había dicho, solo esperaba que no le tomará mucha importancia a lo que dije, ya que no sabría como responderle, ¿Que le diría? Que la e visto llorar y lamentarse por su miserable vida o que la e visto desde que llegué y se mucho de ella, pero, no dijo nada y eso me dio la oportunidad de obtener más información.

- Quizás porque el te a pegado y al parecer, no es la única vez que lo hace verdad.

La chica puso una cara que creó que nunca podré olvidar, era la reacción que esperaba, se notaba que no había hablado con nadie de los problemas en su hogar.

- Quieres que te ayude a buscarlo o quieres ir por un helado y tranquilizarte.

Su silencio me lo dijo todo, estaba procesando el por qué acepto mi invitación de ir por un helado, me sentía mal por ella, nunca me había sentido mal por alguien que no es mi familia y este sentimiento no me estaba gustando.

- Vamos, te acompañó a tu casa mejor.

No quería jugar con ella, después de que me dio un motivo para seguir aquí, acompañarla era lo menos que podía hacer.

Mientras caminábamos recordé las palabras de mi padre, cuando me caminaba diciendo que cuando halle a la indicada, ella le dará sentido a mi vida.

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Al llegar a la puerta de su casa logré observar lo dañada que estaba y lo solitaria que se veía.

- Hasta luego, intenta despejar tu mente y duerme.

Ella solo me observo y abrió la puerta, pensé que no me diría nada.

- Gracias... Ya vete.

Me sonrió y sin pensarlo también le sonreí, en ese momento despertó mi interés, no sabría como explicar lo que estaba sintiendo, solo quería involucrarme en todo lo que tenga que ver con ella.

- Ah disculpa, no me dijiste como te llamas.

Me dijo su nombre y yo le dije el mío, pero, me quedó la gran duda de por qué se detuvo al decirme su apellido, aquí hay algo raro.

Al caminar hacia la casa iba con la idea de abrazar a mi madre, ella a estas horas a de estar llorando en su habitación, además de que es inteligente y se que sabía que hoy me suicidaría, por esa razón, hace dos años hizo todos los preparativos por si alguien de la familia se muere, ella era precavida, no saltaba ningún detalle.

TOC TOC

- Hijo, eres tu.

- Si madre, puedo pasar, necesito que hablemos.

- Esta bien hijo, pasa, pero que quieres hablar.

Solo entre a su habitación y no pude evitar abrazarla y a soltarme en llanto, ella se miraba tan mal como yo y aún así seguía aquí.

- Lo siento madre, lo siento.

- Por qué hijo, no te preocupes, tu padre a de estar en un buen lugar.

Ella sabia muy bien de lo que hablaba.

- No tenía ningún motivo para seguir adelante, quería morirme, pero no pude hacer eso.

- Me alegra saber que no lo hiciste, yo en tu lugar lo hubiera hecho, soy tan débil, sin tu papá todo se vuelve difícil.

- No quería dejarte toda la responsabilidad y que vivieras con tristeza después de nuestra muerte, por esa razón, debemos levantarnos madre, seguir luchando.

- Si hijo, pero ve, ve a dormir ya, sabes que mañana debemos hacer muchas cosas.

- Esta bien madre, ya cambiando un poco del tema, sería bueno ir a hablar a la escuela para mi transferencia.

- Si hijo.

[...]

Desperté y escuche unas voces que venían de la parte del comedor, me dirigí con mucha cautela para ver con quien hablaba mi mamá, logré observar tres mujeres y un hombre, con ropas elegantes, aquí era nuestra primer jugada, observar y recolectar información, subí rápidamente a mi cuarto a ponerme ropa elegante, debía dar una buena presentación.

- Hola, buenos días, es un gustó conocerles.

- Buenos días, igual es un gustó joven.

Dijo una señora con un vestido amarillo muy elegante, se lograba ver los lujos que andaba, desde su reloj hasta los collares.

- Mi nombre es Luka Kozlov.

- Oh que lindo nombre tienes.

Dijo la otra señora, también se le notaba la elegancia, ropa cara, bien calzada y con lujos, han de ser las mujeres de las familias principales de este lugar.

- Puedes decirme Sra. Colling.

- Muchacho a mi dime Sra. Adams

La otra mujer que estaba al lado de ellas no respondió, nos miraba como bichos raros que no merecían ni saber su nombre, de repente habló el señor que estaba al lado de ella.

- Es un gusto conocerlo Sr. Kozlov, nosotros somos los Cook, mis más sinceras disculpas por el mal comportamiento de mi esposa, ella no suele hablarle a extraños.

- No se preocupé, entiendo la situación.

Así fue por toda una semana, un día venían tres, al otro cinco y al pasar los días más personas, entré más personas vinieran, mas información obtendríamos, no paso ni una semana cuando ya éramos famosos en este lugar, ellos nos dieron información de todas las familias, así como de las que no son buenas para nuestra imagen y claro, nos dijeron de una familia Johnston, problemática y cada detalle que nos daban era idéntico a lo de aquella chica, supuse que ese era su apellido.

- Mamá, mamá despierta.

- Que paso hijo.

- A pasado la policía y una ambulancia, se dirigían a la casa de Chloe, creó que a pasado algo malo, vamos a ver.

- Esta bien hijo, solo me haré un cambio de ropa y vamos.

- Yo te llamo, me adelantare.

- Si, si.

Empecé a correr, no pude evitar pensar que ya estaba muerta, no... Ella no, esto no podía estar pasando, ella no, me quedé paralizado al ver cuando sacaban a su madre mal herida y con mucha sangre a su alrededor y atrás de ella venía Chloe, con moretones y sangre en su rostro, se veía menos mal que su madre pero eso no significaba que viviría.

- Doctor que paso.

- No podemos decir nada por los momentos.

- Puedo ir en la ambulancia también.

- Esta bien, sube.

Ella se veía tan mal, su rostro pálido ensangrentado me daba mucha lástima, al llegar hospital no pude decir nada más que yo era su amigo cuando me preguntaron que era de ella.

[Horas después]

- Doctor... Doctor... Señorita me pude decir si ella se recuperará.

Nadie a quien le preguntará me respondía, debía saber que paso y si ella se recuperaría.

- Joven.

- Sí.

- Puede pasar a la habitación de la chica, ella esta dormida pero se recuperará.

- Muchas gracias.

Observe a mi mamá al lado mío y con una mirada entendí que debía ir yo solo, entré a la habitación y no pude evitar llorar, ella se veía tan mal en esa camilla, deje de llorar y me acosté en el sofá al lado de la camilla, andaba sueño, todo el día estuve al pendiente de ella, ya quería dormir, hasta que vi que abrió un poco los ojos.

- Hola, como te sientes.

- Hi... Mi mamá... Esta bien.

No dijo nada más cuando se quedo dormida, pero me dijo que debía hacer, salí de la habitación en busca de información, debía saber que decirle cuando volviera a despertar, estuve casi toda la noche al pendiente de las dos, casi no había dormido.

- Madre, pensé que te habías ido.

- No hijo, no te dejaré solo aquí, ve y descansa, yo estaré al pendiente de la señora.

- Esta bien, iré a dormir.

Al llegar a la habitación en donde se encontraba Chloe vi el sofá y me lancé, solo quería dormir un poco, no paso mucho tiempo para que Chloe volviera a despertar.

- Luka, despierta, necesito saber que paso.

- Ah... Unos minutos más por favor.

Estaba tan cansado, solo me había sentado por unos minutos, quería dormir.

- Ey Luka, despierta, necesito información.

- Ah, si, si, estoy despierto, aquí estoy...

Le conté todo lo que sucedió y mientras más le contaba se le notaba la felicidad a saber que su mamá se recuperaría, pero, todo cambió al decirle que su papá se había escapado.

[...]

Han pasado dos días desde ese incidente y e estado descansando, hoy nos vamos a ver, debía estar presentable.

- Ya me voy madre, iré por Chloe, ella a de estarla pasando mal por todo lo que a sucedido.

- Esta bien hijo, ve acompañarla.

Salí de la casa muy tranquilo, ya no recordaba el sentimiento de tener un motivo por el cual seguir y ese motivo era Chloe.

<>

Dóbraye útra: Buenos días.

Dóbraye útra synok: Buenos días hijo.

Zdravstvuy, mama: Hola madre.

Spasibo synok: Gracias hijo.

Spakójnaj nóchi: Buenas noches (se utiliza solo para despedirse antes de dormir)