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Chapter 74 - Cosas que ya sabia - Parte 4

Pocos días pasaron.

En un lugar rural en el distrito comercial de la ciudad. El sonido de una campanilla resonó al abrirse la puerta.

El dueño del establecimiento lilium Vallis, Tom Roy, mientras atendía los clientes, observa a las personas que acaban de llegar. Una sonrisa en su rostro apareció.

-Oh, vaya, que sorpresa. Si son las hermanas Rena y Risa, bienvenidas.

-Hola, ha pasado un tiempo.

-Buenas tardes.

Eran los últimos días de la semana. Rena saludo con ánimo y alegría. Risa se expresó tranquila y con cortesía. Rápidamente, se acercan a la barra una vez que Tom terminara de atender un cliente.

-¿Qué las trae por aquí? ¿Quieren comer algo?

-Esta vez no, vinimos a buscar a Ry. Hable con él por teléfono hace unos días que iríamos a hacer unas compras, ¿Dónde está?

-Ryuji está en el almacén, pero…

Tom, de pronto pareció recordar algo y paso su mirada al reloj que estaba en la pared.

-Ya casi han pasado 4 horas. Me dijo que estaría en ese lugar hasta la hora del almuerzo, así que me sorprende lo que dices.

-Ese muchacho… con permiso voy a pasar, espera aquí Risa.

-Adelante.

Con una expresión determinada, Rena se adentró en el negocio en busca de Ryuji. En vista de esto, Risa se quedó sin hacer nada y pensaba pedir algo de la barra.

-Ooh… ¿Qué tenemos aquí? Una hermosa jovencita acaba de entrar~.

-¿¡…!?

La voz profunda de una mujer se escuchó en su espalda haciéndola temblar. Antes de que pudiera reaccionar ya había sido demasiado tarde y fue atrapada.

Mientras, aparte de lo que ocurría en ese lugar. Rena había llegado a la puerta del almacén del negocio. No quiso entrar de inmediato, comenzó a tocar y a llamar a Ryuji varias veces. Pero no había respuesta.

Impacientándose, abrió la puerta con enfado.

-¡Ry, te estoy… llamando…! ¡¿Qué es todo esto?!

Con perplejidad y desconcierto, Rena no pudo evitar decir eso al observar lo que había adentro. El almacén estaba lleno de pelotas amarradas con cuerdas columpiándose por todos lados. A primera vista, era muy difícil saber cuántos había, estaban por todos lados.

Y en medio de todo eso.

-¡Huf…! ¡Hah!

Un Ryuji exasperado moviéndose por todo el lugar. Esquivado, saltando y golpeando al mismo tiempo las pelotas que había a su alcance. Si se descuidaba por un segundo sería golpeado, por lo que toda su concentración estaba en eso.

Rena se quedó paralizada por unos segundos, ya que era algo alucinante. Pero después recordó a lo que vino y lo llama de nuevo con más ímpetu.

-¡¡Ry, tiempo fuera!!

-¿Qué…?

Ryuji se descuidó y como era de esperarse fue golpeado con varias pelotas, no dolían para nada, pero ese no es el punto que hay que recalcar.

Devuelta a sus sentidos, las miradas de los hermanos se encontraron, y Ryuji empieza a caminar mientras que de su cuerpo gotas de sudor goteaban el suelo. No tenía nada de ropa en la parte superior, exponiendo todo su torso, únicamente vistiendo unos shorts.

Ryuji habla con simpleza.

-Rena, mientras estoy aquí no hay tiempo fuera, ¿Qué quieres?

-Quiero muchas cosas, pero esta vez solo quiero que me digas por qué no estás listo. Te dije que hoy íbamos a salir, y, en cambio, estás aquí haciendo no sé qué demonios.

Ante Rena, Ryuji la miraba con frustración. Desde su perspectiva lo acaban de interrumpir en su entrenamiento que ya llevaba horas en hacer. Ya tenía un buen ritmo y de pronto lo interrumpen.

-Te dije que estoy entrenado como podrás observar, lo siento, pero estoy ocupado.

Con franqueza y frialdad, Ryuji se expresó de esa forma sin dudar. En los pocos días que han pasado ha tenido un avance en su práctica, solamente había que darle un vistazo al almacén para saberlo. Así que no tenía ánimos para hacer otra cosa.

Pero Rena no se iba a quedar atrás. Con una expresión resuelta habla.

-Lo prometiste, Ry.

-¡¿…?! ¿Qué cosa?

Con confusión se dio la vuelta de inmediato. Eso era algo que no podía dejar de lado.

-Me prometiste que nos acompañarías a Risa y a mí.

-Mientes. Recordaría algo como eso, no juegues conmigo con eso.

-Oh, pero si lo hiciste, lo recuerdo perfectamente cuando te llame por teléfono el otro día. Sé cómo que eres, así que me asegure de que lo prometieras. ¿No lo recuerdas?

-...

¿Lo hice?

Más confundido que antes, Ryuji trato de hacer memoria de aquella vez que la llamo. Había estado entrenando toda la semana, así que sus recuerdos son vagos y vacíos.

Pero si recuerda esa llamada, pero la conversación… ¿Lo había prometido?

Recuerda lo cansado que estaba cuando hablaba vagamente, así que es probable que lo haya prometido sin darse cuenta. Talvez si, talvez no. Eso no lo podía asegurar.

-¿Qué harás? Tú no rompes tus promesas, ¿no?

-…..!Tch!... Tú ganas.

-¡Bien! Limpia este desorden, date una ducha y te espero afuera, no tardes.

Rena, con orgullo, salió del almacén y regreso a donde estaban los demás. Y pudo observar el cómo una disgustada Risa estaba siendo abrazada por Colette sin dejarla ir. Ya llevaban un buen rato así.

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-Desde el punto de vista de Ryuji-

La primera vez que voy al centro comercial desde que regrese. Como siempre, el lugar estaba repleto de personas yendo y viniendo de todas partes. Una atmosfera animada y bulliciosa. Al igual que la persona que nos guiaba.

-Muy bien, es momento de comprar ropa nueva, Risa y yo iremos por aquí. Ry, compra algo para ti también. Te daré un premio al final si te portas bien, bye~

-Espera un segundo.

La detengo al instante antes de que se me escapara. Rena me mira confundida, en serio parece no entender.

-¿Qué ocurre?

-Eso mismo pregunto. ¿Primero me traen y ahora me abandonan? ¿A qué están jugando?

-Oh, vamos, no tienes por qué actuar así. Hacía tiempo que no salíamos los tres, además, necesitamos de alguien fuerte para llevar las cosas. Así que vamos a divertirnos.

-Todo iba bien hasta que dijiste eso último.

¿Creen que soy una mula de carga? Ya me quiero ir.

-Vamos a estar en la sección de ropa de mujeres, no creo que quieras estar ahí ¿cierto? Puedes comprar tu ropa aparte y esperarnos si eso prefieres.

Risa habló en el momento en el que la conversación no iba a ningún lado. Tiene de cierta manera razón, no me sentiría bien estar en las tiendas para mujeres sin hacer nada. Sería muy sospechoso e incómodo.

-Bien, eso haré. Gracias, Risa.

-Claro.

-¿Eh? ¿Y yo que?

¿Qué hay contigo? Solo ve y has lo que quieras.

Considerando como están las cosas, debería de comprar la ropa para el invierno, ya que estoy aquí. En toda la semana no he podido venir y comprarla, así que es un buen momento. En un lugar como este había muchos de donde escoger.

Simplemente, entre a un negocio al azar y busqué un abrigo. Como había muchos diseños variados. Abrigos plegables, chaquetas, chalecos, abrigos grandes y muchos más que ni sabía que existían. Parecen que son exportados de una capital en el norte.

Siendo sincero me da igual lo que sean, mientras me mantenga abrigado está bien para mí. Pero si tuviera que guiarme seria por su color. No me gustan mucho los colores demasiado llamativos. Colores como negro o rojo me gustan, así que…

-Creo que con esto está bien.

Tome un abrigo básico, la prenda era de seda ligera con contextura de algodón, bolsillos laterales en las mangas, con cremallera y de cuello alto elástico que rodea el cuello. El color era negro y grisáceo. Talvez debería de seguir buscando otros más, pero me gusta este.

Qué más da, vamos por este.

Luego de pagarlo me dirijo a un área de descanso y me siento en unos de los bancos.

-Huuf… ¿Ahora qué?

No dure más de 20 minutos desde que me separe de mis hermanas y había comprado lo que quería.

Sentado en ese lugar solo me hace sentir que el tiempo pasa demasiado lento. Mirando a las personas pasar delante de mí, acomodarme en el asiento, observando a todos los lugares… ¿Cuánto tiempo habrá pasado?

-Están tardando demasiado…

El aburrimiento está saliendo de nuevo, y el aire acondicionado de este sitio tampoco ayuda.

Me pregunto… como hubiera sido venir con los chicos. Esa vez me disculpé por no acompañarlos, pero ellos aun así fueron sin mí. Eso está bien, no estoy molesto ni nada parecido. De hecho, me sentiría pésimo que no hubiesen ido por mi culpa.

Todos habían comprado sus cosas y hasta parecían haberse divertido, se llevaban muy bien cuando almorzábamos, hablándose entre sí y dejándome de lado aun cuando no llevaban mucho tiempo sin conocerse. Era algo sorprendente la verdad…

Si yo no estaba ahí, todo sería normal. Por otro lado, yo estaba concentrado en mis cosas. Incluso si me hubiera encantado estar con ellos, no podía dejar pasar la mínima posibilidad de fallar…

Supongo que después de todo, es imposible tenerlo todo.

Había cerrado mis ojos pensando en esas cosas que en un momento a otro me había quedado dormido sin querer. Tanto la atmosfera y el cansancio acumulado influyeron demasiado.

-… Oye…tú…

-¿Um…? ¿Qué?

-Oye ¿todo bien? No puedes quedarte dormido de esa forma, alguien podría dibujar garabatos en tu cara si quisieran, pasarías un mal rato.

-...

Al despertar un poco somnoliento, quede algo intrigado por la persona que estaba hablándome.

Era una linda chica que no conocía. Tenía el cabello marrón atado con dos coletas, parecía tener mi misma edad probablemente. Por cierto, ¿ella no dibujo nada en mi cara mientras dormía, cierto?

-¿Quién eres?

-¿Uh? ¿Mi nombre? ¿No deberías de decir tu nombre antes de pedir el de los demás? Aunque es cierto que yo me acerque primero, pero eso fue porque me pareciste a alguien conozco. Oye, ¿no viste por casualidad a una hermosa chica de cabello negro corto con mirada que dice "aléjate de mí" por aquí?

-..... Disculpa ¿Qué?

Mi respuesta fue algo abrupta. Esta chica es algo extraña, ¿seguiré estando dormido todavía? Sus expresiones son serias y concisas, parecía estar hablando en serio.

-¡Sofía, ¿Qué estás haciendo?!

Antes de encontrarle sentido de lo que esta chica decía. La voz de otra chica vino de lejos. Al ver quiénes eran, vimos que se trataba de Risa y Rena. Traían varias bolsas con ellas en sus manos. Creo que se quién es el que terminara llevando todo eso.

De pronto, del rostro de la chica, un destello de felicidad apareció y corrió hacia Risa en seguida.

-¡Risa, te estaba buscando por todas partes!

-Creo haberte dicho que estaría en el área de ropa, ¿Por qué estás en las zonas rurales?

-Estuve ayudando a una señora que se perdió, y al mismo tiempo termine perdiéndome también. ¡Pero eso no importa ahora! Oh, hola otra vez, hermana mayor.

-Hola, Keyes, tan simpática como siempre.

Había un extraño panorama ocurriendo en este momento. La chica parece conocer muy bien a mis hermanas, trato de abrazar a Risa sin éxito, y Rena conversa con ella como mejores amigas. Creo que me perdí de muchas cosas.

Al levantarme del asiento y caminar hacia el bullicio, Rena se percata de mí y me habla.

-Ah, Ry, estás aquí también. Que suerte, lleva esto por favor, ¿sí?

-Claro, para eso estoy aquí, ¿no?

Ni más ni menos me convertí en la mula. La chica de coletas reacciona ante esto y no tarda en hablar.

-Oye, Risa, este chico está hablando con Rena con mucha confianza. ¿Es su novio?

-Para nada, tonta. Él es mi hermano mayor.

-¡¿Qué?! ¡¿Es ese hermano mayor del que hablabas?! ¡¿Por qué nunca me lo presentaste antes?!

-¿Qué necesidad había de eso? Por cierto, abstente de decir cosas innecesarias.

Una sospechosa conversación estaba pasando. Tenía curiosidad de saber de qué hablaba Risa de mí.

-¿Eres amiga de Risa?

-Eh, Por supuesto que sí. Soy Sofía Keyes y estoy en la misma clase que Risa. Nos conocemos desde hace tiempo. Por favor cuida de mí, hermano mayor. Oh, y perdón por pensar que eras un extraño hace unos momentos.

-Soy Ryuji Narukami, es un placer. Gracias por ser amiga de Risa, y perdón también por pensar lo mismo de ti antes. Que sorpresa, no creí que Risa tuviera una amiga, que felicidad.

-¿Y lo dices tú? Estúpido.

Dejando de lado las malas miradas que me trasmite mi hermana, me lleve una gran sorpresa con este encuentro. No esperaba que alguien con una personalidad como la de esta chica se junte con Risa. Eso sí que no lo esperaba.

-¿Ya terminaste de comprar, Ry?

-Sí, ya terminé de comprar lo que quería.

Le muestro la bolsa con en donde estaba mi abrigo a Rena, pero su reacción fue de confusión al verla.

-¿Y lo demás?

-Eso es todo.

-¡¿Todo?! ¡¿Qué estuviste haciendo en todo este tiempo?!

Esperándolas. Pero si digo eso creo que me gritaría, ¿Qué es lo que esperaba que hiciera?

-Solo compré lo que considero que es suficiente.

-Eso no está bien, ¿Qué paso? ¿No tienes dinero?

-El dinero no es el problema. ¿No podemos solo dejarlo así y ya?

-Ry, deberías de darle importancia a estas cosas, no siempre puedes darte la libertad de perder el tiempo y hacer lo quieras.

¿No estará hablando de sí misma?

Ya me estaba cansando de discutir con ella. Y parece que los demás también parecían agotados. Solo quiero regresar y seguir entrenando.

Pero de pronto me toma del brazo y me lleva por las tiendas.

-Ven, vamos a comprar juntos.

-¿Eh? Pero-

-Ustedes también chicas, escojamos algo que se vea bien en Ry.

Cortando mis palabras les habla a las chicas que venían detrás de nosotros. Esto se está saliendo de mi control.

-¡Okay!~ aprovecharé y escogeré algo que se vea lindo en Risa también.

-No tienes por qué hacer eso.

Sin dejarme ningún tiempo ni espacio para oponerme, termine siendo el modelo de ropa de las chicas por el resto de la tarde.