Ha pasado ya un mes desde el comienzo de la Academia.
Los días fueron trascurriendo de forma normal y despreocupada.
-Oye, Ryuji, mis manos se están entumeciendo, ayúdame con esto.
-Yo estoy llevando mucho más que tú así que aguanta.
Caminando por los pasillos, Ryuji y Sara estaban cargando libros y otros materiales para la clase.
Sara no dejaba de quejarse, he intentaba convencer a Ryuji para que tomara sus cosas.
Ryuji simplemente la ignoraba y seguía su camino.
-En serio que no entiendo por qué si somos los encargados debemos hacer estas cosas, no podrían simplemente encargárselo a alguien más.
-… Yo también he estado pensado en eso, me pregunto si ser el presidente de la clase podría ser algo más que un simple mandadero.
-Sabes, a veces pienso que tú y yo estamos en el mismo canal, ¿crees que nos regañaran si nos ponemos a dar órdenes?
-Posiblemente, pero si ponemos algunas cuantas reglas simples que no llamen mucho la atención, talvez salgamos beneficiados al final.
-Jejeje, interesante, cuéntame más.
Mientras que Ryuji y Sara maquinaban sus planes para la clase. Llegando a unas escaleras que se conectaban con los pisos superiores.
Una conversación se estaba llevando a cabo de dos personas que bajaban por las escaleras.
La voz de una chica se escuchó.
-Los de segundo año parecen ser muy serios y elocuentes. No dejaban de hablar de cosas que no podía entender. Aunque las chicas no dejaban de echarte un ojo, eres un mujeriego.
Escuchando sus palabras, la voz de un chico se escuchó, respondiéndole a la chica.
-¿A quién llamas mujeriego? Idiota, ni siquiera pude decir nada con tanta gente amontonándose, sentía que estaba en una feria en vez de una reunión. De todas maneras, deja de saltar así por las escaleras, no me hago responsable si te lastimas.
-Descuida, aunque digas eso, tú siempre saltas a ayudarme sin que te lo pida, chico Playboy.
-Entonces si lo sabes deberías dejar de hacer locuras, cielos…
Llegando a las escaleras, Ryuji y Sara aún se mantenían hablando concentrados entre sí. Los chicos que bajaban las escaleras parecían tener una discusión, cuando de repente…
-Ah.
La chica en un descuido se tropezó con su pie mientras bajaba por los escalones.
El chico que la acompañaba, al ver esto grito.
-¡¿Qué fue lo que dije, idiota?!
Extendió su brazo para atrapar su mano.
En ese momento, Ryuji, al ver eso, sin siquiera dudar, soltó los libros que tenía en sus manos.
-¿Eh?
Sara, a pesar de estar junto a él, ni siquiera noto cuando se alejó.
En un segundo, estiro sus brazos para atrapar a la chica que estaba a punto de chocar contra el suelo.
La mano del chico que por fin había tomado la mano de la chica, y Ryuji había conseguido atraparla a tiempo.
*¡Pam!*
-¡¿Pero qué diablos?! ¡¿Están bien?!
Sara alzó su voz al ver lo que paso. En un parpadeo, había 3 chicos que habían caído en suelo. El sonido fue fuerte y parecía doler.
Uno de ellos hablo molesto.
-Tú y yo… debemos tener una seria conversación.
Se pudo ver la apariencia del chico. Un chico apuesto de buena apariencia de cabello dorado y ojos azules y arete rojo en su oreja derecha. Vistiendo el uniforme escolar de la Academia con una sola línea negra en su brazo que indicaba ser de primer año.
-… Lo admito, fue mi error, lo siento.
Una hermosa chica de tierna apariencia, de cabello castaño, con lazos rojos que la adornaban y de ojos marrones claros. Con el uniforme de la Academia con su falda corta, también de primer año.
Por sus palabras parecía arrepentida. Al ver a su estado, se dio cuenta de que estaba siendo sujetada por alguien que no reconocía.
-¿Eh…?
Al ver que era un chico, su cara se volvió roja cereza y comenzó enloquecer de la vergüenza.
-¡¿Eeeehhhh?! ¿Qué está pasando, quién eres? ¿Acaso eres un pervertido o algo así?
Ryuji al escuchar eso no pudo evitar sentirse molesto. Y levanto su mirada para replicarle.
-¡¿Hah?! ¡¿Así le agradeces al que salto para ayudarte, lo llamas pervertido?! ¡Eres una…! Eres una...… ¿… Qué…?
Ryuji se congeló en ese lugar.
Los dos chicos lo miraron a él, y parecían estar confundidos y precavidos por ser visto por Ryuji, como si los estuviera analizando.
Pero luego de verlos mejor. Mucho mejor.
Ryuji sintió que podía saltar de la emoción.
Al haber reconocido a las personas que tenía frente a él.
Los dos chicos que aún estaban extrañados, y Sara aún se mantenía confundida al ver tal espectáculo.
Pero como un susurro contenido.
Ryuji exclamo.
-¿Chris?, ¿Ari?