Días después...
El cumpleaños de Liam fue la bomba en las personas nobles, su nombre e imagen salieron por todos los medios posibles y no había ninguna persona que ya no lo conociera, hasta fuera del país Liam Kaiser era un famoso a pesar de tener solo 1 año.
Liam miraba las noticias desde el celular de su madre el cual dejo sin supervisión, le fue difícil manipularlo al principio por sus pequeñas manos pero luego se acostumbró a ello y empezó a buscar todo él. Le frustró ver esto, no pensó que las cosas fueran a cambiar tanto solo por aparecer ante él público.
Era bien sabido en la novela que Liam era una belleza aún al nacer como beta pero si tan solo hubiera jugado bien sus cartas habría Sido alguien exitoso y habría triunfado en la novela como un verdadero villano junto a Alek o hasta mejor.
— Liam...
Al levantar la mirada vio a su hermano mayor Frederick, venía con su uniforme de equitación pero aunque estaba cansado siempre tenía un aspecto elegante y calmado demostrando así que era un heredero perfecto.
— ¿Que estás haciendo?
— ...
Fred tomó el celular viendo las noticias sobre el pequeño y luego lo dejo a un lado.
— ¿Cómo es que lo desbloqueaste?
El alpha mayor no sabía cómo es que su lindo hermanito lo había hecho pero de lo que estaba seguro era que Liam no era como los demás niños, era un bebé que entendía lo que se le decía pero aún así para él aún Liam era su pequeño hermano.
Ahora todos tenían la atención fija en el Omega, muchas solicitudes llegaron luego de la fiesta de varias familias cercanas quienes querían tener reuniones con ellos pero Fred sabía el propósito de esto. Traer a sus hijos y presentarlos formalmente ante la familia Kaiser, cualquiera que fuera el futuro prometido del menor y consentido de los Kaiser gobernaría el mundo entero de los negocios.
Además, era Omega dominante por lo que la probabilidad de dar a Luz a un alpha u Omega dominante era mayor, tenía un futuro prometedor y el apoyo total del mayor de la familia, Luther no dejaba de mandarle regalos no solo a sus demás nietos sino también a su adorable y único nieto Omega.
Liam sospechaba de esto, podía sentir la presión en la casa y como sus hermanos estaban algo molestos.
— Bu... F-Fred... — Balbuceó intentando calmar a su hermano mayor quien le sonrió. — Uh...
— Escúchame bien Liam, los demás alpha's son malos, no debes enamorarte de ningún hombre o mujer. ¿Comprendes?
El niño movió sus manos ya harto de que le dijeran lo mismo. — Mmmm...
"No te preocupes hermano mayor, nunca me enamoré."
Tenía claro cuáles eran sus objetivos, no tenía la intención de llegar a enamorarse y solo pretendía ser feliz con su familia, solo debía esperar a crecer más y evitar las futuras tragedias para que nada en la novela se volviera realidad, está era una segunda oportunidad que me habían concedido y no la desperdiciaría. Aunque hubo algunas complicaciones y variables que no debieron aparecer (como Jael o Alek) no era de importancia, aún podía cambiar su destino y nada le impediría hacerlo.
Cerró los ojos calmando sus pensamientos y apoyando su cabeza en el pecho de Fred quedando dormido al instante.
.....
— ¿Quién es él cariño?
Ryan llegó junto con Liam en brazos al estudio de su esposo quien estaba con un chico joven que vestía con el traje de empleado de servicio.
— Que bueno que llegas cariño, él es Alex y es quien se encargará de cuidar a Liam mientras vuelves al trabajo. — Comentó.
Ryan debía volver al trabajo, había estado en casa para cuidar de su hijo un tiempo pero el trabajo no lo podía hacer bien desde casa. Era diseñador de interiores y las citas con muchas personas le esperaban por lo que estaba muy ocupado, no tenía mucho tiempo y cuidar de un bebé tampoco era tarea fácil a pesar de que él pequeño era muy tranquilo.
Liam miro con curiosidad al chico, podía decir que era un beta porque no sentía nada en el ambiente y tenía una apariencia común, parecía estar rondando los 30 años.
— Mucho gusto, soy Alex Jackson, tengo experiencia como niñero desde que era muy joven así que puede confiar en mi completamente. — Dió una pequeña reverencia con una sonrisa.
— Me alegra saberlo, Liam es muy calmado así que te será fácil llevarte bien con él. — Le explicó con una suave sonrisa.
Liam se dejó cargar de su nuevo niñero quien parecía buena persona, debía colaborar así que no lloró, simplemente se quedó en sus brazos para que sus padres no se preocuparan, después de todo no quería ser una molestia. Su madre debía ir a trabajar, esto era una parte clave en la novela por las conexiones que tenían por lo que no podía interferir más en ello, debía dejar que algunas cosas de la novela siguieran su curso original.
Y Alex era muy bueno jugando. ¡Era divertido!
Por otro lado, Dereck aún estaba preocupado, sabía los riesgos de presentar a su hijo a la sociedad pero no pensó que causara tal revuelvo, si supiera de ante mano que pasaría esto entonces no le hubiera hecho nada tan grande. El peligro estaba en cualquier lugar por lo que debía dejar tanto guardaespaldas como pudiese vigilando cada parte de la casa.
Dereck suspiró viendo a su hijo. — Te protegeré, a todos.
.....
— La familia DuPont ha venido. — Anunció la ama de llaves.
Ryan frunció el ceño algo confuso, no entendía la razón de su visita. Hace unos días recibió un mensaje, los DuPont deseaban ir a visitarlos dado que tenían algunos negocios juntos pero Ryan no se creía ese cuento, nunca han hecho esto pero desde que su hijo salió a la luz todo cambió.
— Dejalos pasar.
— Como ordene.
Dejó los papeles y salió de su estudio bajando las escaleras, en el sofá de la gran sala se encontraba la cabeza de la familia, Tyler DuPont, su esposa Leah y su único hijo Jael quien permanecía en silencio.
— Señor Tyler. ¿Que lo trae por aquí?
El hombre sonrió. — Siempre tan directo.
— No tengo mucho tiempo y no creo que hayas venido simplemente por los negocios que tenemos. — Explicó cruzándose de brazos.
Tyler era alguien astuto y Ryan lo sabía, venir a su casa cuando su esposo no estaba y además con su hijo era una señal de que estaba planeando algo, jamás pudo llevarse bien con este Hombre porque siempre tenía el leve presentimiento de querer hacerles algo.
— Solo quería hablar y conocer más a tu hijo menor.
Finalmente dijo lo que deseaba y Ryan hizo una clara expresión de molestia. — No entiendo que tiene que ver mi hijo en todo esto.
— Ryan, ambos somos omegas así que sabemos a qué viene todo esto. — El Omega observó a la mujer que estaba a su lado que sonreía con orgullo. — Tu hijo podría ser un gran amigo de nuestro pequeño Jael. Después de todo ambos son de familias poderosas.
Leah era la esposa Omega de Tyler, aquella mujer no era diferente de la escoria de su esposo. Era maligna, orgullosa y cuando deseaba algo lo tenía sin importar el precio o el sacrificio que tuviera que pasar, en este caso era el futuro de su hijo, buscaría las mejores conexiones para que Jael se relacionara. Rumores se extendieron por todos los círculos sociales sobre el hermoso bebé Omega de la familia Kaiser, quien se casara con ese niño no solo tendría la oportunidad de entrar en esa prestigiosa familia sino que también hacer parte de sus negocios y fortuna, además de tener a su lado al Omega y tener un heredero dominante.
— Ya veo... ¿Jael desea ser amigo de mi hijo?
El niño Asintió. — Si me lo permite.
— Pero Liam es un bebé apenas, no creo que te diviertas mucho con él. — Sonrió cruzándose de brazos.
— Mejor, desde jóvenes se van conociendo y a Jael no le importa la verdad. — Mencionó Tyler acariciando los cabellos de su hijo. — Seguro serán MUY cercanos y quizás se produzca algo más entre los dos, no se llevan muchos años de todas maneras.
Ryan estaba irritado pero se calmó, simplemente debía calmarse o definitivamente iba a hacer algo peor. — Lo pensaré, por el momento Liam está durmiendo y no quiero molestarle. Les llamaré luego.
— Me alegra saberlo, entonces nos vamos.
Cuando se fueron Ryan se removió los cabellos algo molesto, no pensó que todos empezaran a mover sus hilos para acercarse a ellos. Las invitaciones habían llegado para reuniones y juegos en dónde Liam debía estar presente.
Ryan debía también empezar a moverse.
Por otro lado, la familia DuPont ya estaba en su auto yendo hacia su casa, Tyler estaba algo frustrado pero al menos sabía que tenía una oportunidad para que Jael se acercara a ese bebé. Los Kaiser eran algo difícil de tratar pero tenían bajo su mano un gran poder que muchos codiciaban.
— Escúchame Jael, eres mi único hijo y un futuro alpha por lo tanto debes tener todo lo mejor. — Dijo su padre mirando los papeles. — Por ello debes acercarte a ese niño, un Omega dominante y con ese apoyo será de gran ayuda.
— ¿Me casaré con él?
— Debes casarte con él, aún si es un matrimonio arreglado debemos hacer que seas su prometido. — Le miro seriamente. — Todo para que tengas un gran futuro, esa familia debe estar bajo nuestro control.
Jael era ambicioso al igual que sus padres por lo que estaba seguro de tener en sus brazos a ese pequeño y que en un futuro aquel rubio estuviera con él.
Debía solo acercarse a Liam, después de todo un Omega siempre necesitaría de un Alpha.