Todos, absolutamente todos hemos sido víctimas de aquello llamado "Decepción", es increíble como algunas personas logran superarlo y otras, bueno, el resto de nosotros, los menos afortunados quizá, solemos elegir entre dos caminos, decidimos nunca más volver a confiar, levantamos un muro fuerte y alto alrededor de nuestro corazón y cerramos la puertas para no vuelva entrar la esperanza ó, nos convertimos en aquellos que prefieren herir a volver a ser heridos.
La decepción amorosas debería estar catalogada como la principal causa de enfermedades mentales en el catálogo de fobias y trastornos, y debería ser tratada con algo más que alcohol, chocolates, helado y relaciones casuales.
Ya que, después de todo, nadie puede vivir sin amor y nadie, absolutamente nadie puede vivir con el corazón roto.