En simultáneo al experimento arácnido, otro más se llevaba a cabo. Elise siguió insistiendo, así que terminé por ceder y cedi parte de mi energía y tiempo en ella. Aunque me parecía arriesgado, no podía ignorar su determinación. Después de todo, yo mismo había tomado riesgos similares en mi búsqueda de poder, y ella no cesaría hasta intentarlo.
En la torre del archimago, ya tenía reunidas una gran cantidad de esencias diferentes en sus respectivos contenedores. Elise estaba sentada en la silla de linaje, un tanto nerviosa pero decidida a continuar. Los rituales preventivos habían sido realizados y solo quedaba proceder.
Usar esencia de unicornio en este punto era inútil. El linaje de unicornio ya estaba tan purificado como lo permitía el nivel actual de la silla, según lo que mostraba. Por ello, debíamos recurrir a otros métodos más peligrosos. Sin embargo, teníamos una teoría que podía funcionar. Estas nuevas esencias no provenían de unicornios, pero parecían compartir un ancestro común, aunque probablemente tan lejano como lo sería el del humano con el mono.
Adopté mi actitud científica y coloqué cuidadosamente el contenedor de esencia en el compartimento correspondiente de la silla. Esta esencia era casi enteramente de Elise, con solo un 1% de material ajeno. Esto se hacía para reducir las probabilidades de rechazo. Sí, el proceso era lento y costoso, pero mucho más seguro de esta manera.
La silla se activó, y los brazos mecánicos comenzaron a moverse con precisión. Observé cómo Elise mordía con fuerza, intentando contener cualquier sonido. Por nuestra conexión, podía sentir que esperaba dolor, pero no estaba seguro de si lo experimentaba realmente o si se trataba de algo diferente. Me mantuve atento, listo para intervenir y estabilizarla con mis poderes si ocurría cualquier percance.
El procedimiento fue bastante rápido, más que en ocasiones anteriores, lo cual era comprensible dado que lo que estábamos integrando era una cantidad mínima. Alsie parecía más relajada que la última vez, aunque jadeaba profundamente, probablemente debido a la tensión que ella misma acumulaba.
Según sus propias palabras, no experimentó cambios significativos, salvo por una ligera sensación de picazón en los huesos, incomodidad en los músculos y dolor en la piel y los órganos internos. Aunque la descripción parecía alarmante, ella aseguró que el malestar era mínimo. Aun así, estaba mareada, así que hicimos una pausa para que pudiera recuperarse. Utilicé mi magia de sangre para estabilizar su condición y, de ser posible, sentar las bases para los próximos cambios.
En realidad, tenía a mi disposición varios rituales que podían fortalecerla, pero muchos eran demasiado costosos, complejos, inútiles o directamente imposibles. Los pocos viables estaban en una lista de tareas pendientes para el futuro. Por ahora, lo que estábamos haciendo aquí, aunque arriesgado, era mucho más directo que los rituales. Las mejoras eran garantizadas, y los riesgos, aunque significativos, eran más manejables, ya que podía intervenir de inmediato si algo salía mal.
Una vez termináramos con este procedimiento, los rituales serían una opción a considerar. Por el momento, la silla seguía siendo el camino más rápido y eficiente.
Una vez que Elise me aseguró que no se sentía muy diferente a antes, continué con el procedimiento, duplicando la cantidad de esencia secundaria. Ahora la proporción era del 2%. La silla se encendió nuevamente, y el proceso comenzó. Elise volvió a tensarse mientras la esencia era introducida. Al terminar, la incomodidad regresó, y repetí los pasos anteriores para estabilizarla.
Esto se repitió varias veces, aumentando un 1% de esencia secundaria en cada iteración. Entre el 4% y el 7%, comenzaron a surgir complicaciones. Estas exigieron más tiempo para que Elise se recuperara, pero una vez superada esta etapa, las dificultades disminuyeron. Al alcanzar el 12%, Elise ya no experimentaba más que cansancio tras cada procedimiento. Era una buena señal: habíamos superado la parte más complicada. Sin embargo, sabía que esto solo era el comienzo, ya que el linaje que estábamos integrando era inferior en comparación con lo que planeábamos.
Confiando más en los resultados obtenidos, decidí aumentar la dosis de esencia más rápidamente. Pasamos del 15% al 20%, luego al 25%, y más allá: 35%, 45%, 55%. Aunque Elise terminaba cada vez más cansada debido a los continuos experimentos, persistimos: 70%, 85%, hasta finalmente alcanzar el 100%. En este último tramo, ya estábamos inyectando una esencia pura que no contenía nada de unicornio.
Aun así, intercalé pequeñas dosis de esencia de unicornio de vez en cuando. Esto se debía a que, al integrar otro linaje, el de unicornio tendía a diluirse. Alternando entre ambos, esperaba llevarlos a su máximo potencial sin comprometer ninguno de ellos. Finalmente, noté que la esencia secundaria había alcanzado su límite según el análisis de la silla.
[---Lys---]
[Linajes]
Unicornio: 100,0%
Caballo: 100,0%
Super-Unicornio: 17,0%
Super-Caballo: 43,1%
Sí, la esencia que estábamos añadiendo provenía de un caballo común, o casi. Había reunido ejemplares de cada especie y variante de caballo disponible. Con esfuerzo tanto en el presente como en ele pasado junto Newt y la ayuda de las habilidades del mercader, logré combinar sus esencias en una única mezcla que representaba un linaje compuesto por todos los caballos existentes. Fue un proceso complicado, pero valió la pena.
Elise salió de la silla tambaleándose. Estaba consciente, aunque mareada y aturdida, con la visión algo borrosa. Elegí el caballo, un animal no mágico, porque integrarlo sería menos peligroso que intentar fusionar linajes mágicos. Según mis experimentos previos, la probabilidad de éxito al combinar linajes no mágicos era mucho mayor. Aunque cualquier otro que intentara algo similar probablemente debilitaría el linaje del unicornio al mezclarlo con algo tan mundano, mi método evitó esa degeneración.
Elise pasó un tiempo en rehabilitación para recuperar su estado óptimo. Me aseguré de registrar cada cambio en su cuerpo y habilidades. En cuanto a su apariencia, los cambios fueron sutiles. En el experimento anterior, creció entre 5 y 10 centímetros. En esta ocasión, el aumento fue menor, apenas 1 o 2 centímetros. Aun así, me preocupaba que siguiera creciendo, que un tamaño excesivo pudiera dificultar ciertas cosas. Su pelaje se volvió menos brillante, y su textura cambió ligeramente, aunque la calidad general no pareció disminuir. Sus ojos se agrandaron apenas unos milímetros, con un tono algo distinto, y sus cascos, antes platinos, adoptaron un brillo más apagado, aunque sin perder su aspecto poderoso y mágico.
En términos exteriores, los cambios no eran alarmantes, pero teníamos que evaluar otros aspectos. Según Elise, sentía diferencias internas que no podía identificar con precisión. Realizamos algunas pruebas físicas que, inesperadamente, derivaron en algo sexual debido a un repentino episodio de celo. Según Elise, era un efecto secundario del experimento, aunque yo aún tenía mis dudas.
De acuerdo con las pruebas realizadas y lo que Elise pudo transmitirme, en el ámbito mágico no hubo grandes diferencias, quizá un aumento cercano al 1%. En cambio, las mejoras físicas fueron mucho más notables, con incrementos de entre un 5% y un 10%. Ya era fuerte desde el inicio, por lo que ahora sus capacidades físicas, incluyendo su velocidad, habían aumentado significativamente. No me gustaría enfrentarme a Elise en un duelo de fuerza o estar en su camino durante una carga, al menos no sin activar [Ira] para nivelar las cosas.
Este proceso nos llevó aproximadamente una semana. Aunque la esencia de caballo la fortaleció, esto solo era el preludio de algo mucho más grande, una preparación ligera para lo que vendría después. Aunque todavía quedaban otros animales normales dentro de la categoría de equinos, como asnos y cebras, que podríamos agregar más adelante si era necesario.
Disponíamos de varias esencias distintas con las que experimentar, todas de diferentes linajes que había estado purificando a lo largo del tiempo, buscando obtener sus versiones más puras y concentradas.
Basándonos en las sesiones anteriores como referencia, iniciamos este experimento siguiendo el mismo formato, comenzando con una dosis inicial del 1%. La primera esencia que utilizamos era de un color celeste como el cielo, lo cual podía observarse claramente en su contenedor. Desde el principio, era evidente que esta esencia poseía un poder mágico mucho más intenso, algo que se manifestó también en los gritos de Elise cuando comenzó el procedimiento.
No negaré que me asusté al escucharla y verla sufrir, aunque ya había presenciado cuán dolorosa podía ser la integración de una esencia en la silla. Sin embargo, lo que realmente me alarmó fue verla sangrar por sus orificios. A pesar de ello, persistí hasta el final, asistiendo a Elise una vez que el proceso terminó. Su recuperación fue mucho más lenta esta vez, y aunque mostró señales de duda debido al sufrimiento que acababa de experimentar, decidió continuar. Sabía cuánto deseaba ella este cambio, y yo estaba decidido a ayudarla a cumplir sus sueños, aunque ello implicara enfrentar dificultades y dolor.
Aumentamos la dosis al 2% y proseguimos, pero el avance fue lento y complicado: nos tomó tres intentos llegar al 3% debido a las repercusiones de la incompatibilidad. Incluso con esas pequeñas adiciones, Elise sufría mucho. El nuevo linaje apenas había alcanzado el 4.7% en su cuerpo, pero ya comenzaban a notarse problemas graves. Aunque dejó de sangrar por la mayoría de sus orificios, su nariz seguía goteando sangre, y nuevas heridas aparecían continuamente. En su espalda comenzaron a surgir huesos y muñones deformes, de apariencia cancerígena, los cuales tuve que tratar con magia. Asimismo, sus cascos desarrollaron pequeñas protuberancias, y su ano sangraba de forma persistente, como si hubiera sufrido heridas internas. Fue extremadamente difícil presenciar y tratar estas consecuencias, al punto que tuvimos que tomar un descanso prolongado para su recuperación.
Tres días después, reanudamos el experimento, pero esta vez mantuvimos las proporciones de linaje bajas. Cada nueva adición provocaba heridas o aceleraba el crecimiento de formaciones deformes, aunque gradualmente empezamos a notar cambios más estables. El porcentaje de esencia ajena aumentaba lentamente, pero los días de descanso entre sesiones también se extendieron. Finalmente, entre el 10% y el 20% del linaje asimilado, se hizo evidente el crecimiento de unas pequeñas alas en su espalda, aunque estaban completamente desproporcionadas en relación con su cuerpo.
A diferencia del proceso con el linaje de caballo, Elise dejó de sufrir intensamente al alcanzar el 40%. Fue un avance difícil, pero logramos estabilizar el nuevo linaje en su cuerpo. Aunque aún había incomodidad y dolor, este se volvió tolerable, y ya no temía que se desangrara durante el procedimiento. A partir de ahí, pudimos acelerar el proceso de integración. Sin embargo, enfrentamos un nuevo obstáculo: esas alas, aunque crecían, lo hacían de forma incorrecta y desproporcionada. Aumentar el linaje no garantizaba que se ajustaran o mejoraran con el tiempo.
Esto añadió más tiempo y tortura al proceso, ya que tuve que arrancarle las alas repetidamente y regenerarlas utilizando mi magia de sangre. No hay palabras para describir lo horrible que fue dañarla de esa manera, pero afortunadamente contaba con métodos para aliviar su dolor fuera de la silla. A pesar de que el tiempo requerido para el trabajo aumentó, su sufrimiento disminuyó significativamente.
El linaje continuó creciendo de manera más estable hasta alcanzar el 80%. Más allá de ese punto, fue difícil avanzar. Aunque inyectaba esencia pura de pegaso, los incrementos eran mínimos, y los otros linajes disminuían ligeramente. Me vi obligado a inyectar múltiples linajes puros para maximizar todos ellos, lo que resultó en que Elise pasara gran parte del tiempo aturdida, como si estuviera drogada, cayendo incluso en cortos estados de coma de manera repetida. Este proceso también incrementó los costos enormemente, hasta el punto en que tuve que fabricar oro constantemente para financiarlo. Sin embargo, después de mucho más tiempo del previsto, finalmente lo logramos.
Sonreí al ver a Elise, inconsciente sobre la silla. Su color había perdido todo su brillo, pero los datos de la máquina no mentían:
[---Lys---]
[Linajes]
Unicornio: 100.0%
Caballo: 100.0%
Pegaso: 100.0%
Super-Unicornio: 16.3%
Super-Caballo: 42.7%
Super-Pegaso: 21.0%
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