No pude encontrar el diario, incluso después de enviar clones para infiltrarse en la librería y buscar entre todos los libros, no hubo rastro de él. Al final, tuve que rendirme y enfocarme en otras cosas.
Me concentré en todas las actividades que tenía en marcha: mi negocio, mi feudo y demás. Aunque la pérdida del diario es decepcionante, con tantas responsabilidades no me quedaba tiempo para deprimirme.
He estado en contacto con todas mis amigas más de lo habitual. Exceptuando a algunas como Hermione y Pansy, a quienes visité durante las vacaciones, al resto solo les hablé por [mensaje] y les envié regalos de vez en cuando. Incluso rechacé varias invitaciones de personas insistentes, como Susan, que repetidamente me invitó a su casa, a pesar de que Amelia pasaba más tiempo con ella que antes.
Estaba muy ocupado, pero en casa lo disimulaba bastante bien. Quizás solo Ginny y Luna notaban que estaba más estresado de lo normal, ya que ellas me conocían mejor. La verdad es que el estrés provenía de muchas direcciones. El mayor problema de tener tantos clones es que el agotamiento se acumula. Mi negocio con Tonks, la situación de Elise, el feudo, mi familia, otros negocios, mi futuro viaje...
Pero eso no importaba ahora. Lo importante era el nuevo año escolar. Como cada año, mi familia parecía desorganizada a pesar de tener todo preparado con antelación; supongo que ser tantos siempre trae complicaciones de última hora.
Todos estaban listos para cargar sus cosas en el auto y partir. Odio llegar tarde, pero con mi familia eso es casi inevitable. Hubiera preferido ir con Ginny y Luna por mi cuenta para llegar temprano, pero esa idea fue rechazada. Mi madre, al notar que, aparte de Ginny y Luna, me mantenía más distante del resto, insistió en que pasara más tiempo con ellos… algo que no disfruto demasiado. Al menos Luna llegó temprano a nuestra casa para acompañarnos a la estación.
Me encargué de organizar el equipaje, guardando disimuladamente las cosas de Ginny y Luna en mi inventario. Luego subimos al auto. Mi padre lo había modificado con un encantamiento de expansión, aunque aún podíamos ser demasiados para él. Mi madre, sentada en el asiento delantero junto a Ginny, no pudo evitar comentar lo 'poco muggle' que parecía el coche, deforma intimidante. En realidad, mi padre trataba de ocultar las numerosas modificaciones que le había hecho, a pesar de lo hipócrita que era, siendo parte de la Oficina Contra el Uso Incorrecto de los Artefactos Muggles..
En el asiento trasero, estábamos Harry, mis hermanos, Luna y yo, con Luna sentada en mis piernas para ahorrar espacio. No es que alguien se lo haya sugerido, simplemente lo hizo cuando vio la oportunidad.
El viaje comenzó, pero a los cinco minutos Percy anunció que había olvidado su diario, así que tuvimos que regresar. Luego, cuando retomamos el viaje, George recordó que había olvidado su caja de bengalas del Dr. Filibuster, así que volvimos una vez más. Quince minutos después, Fred insistió en que regresáramos otra vez para recoger su escoba.
Si no fuera por Luna, que me acariciaba la cabeza para calmarme, probablemente habría sacado a todos del coche y los habría llevado por mi cuenta... o tal vez me habría explotado un ojo, no estoy seguro. Para cuando finalmente no hubo más percances, todos estábamos alterados, y Harry, Ron, y mis hermanos tuvieron que soportar el aura de agresividad que emanaba por mi irritación.
No dejaba de mirar mi mapa, que ahora también mostraba la hora local en la zona horaria en la que estábamos. Llegaríamos justo a tiempo. En cuanto el coche se detuvo, probablemente influenciado por la [ira] que se activaba inconscientemente, salí del auto como una bala, cargué a Luna sobre un hombro, abrí la puerta de mi madre, levanté a Ginny sobre el otro hombro y salí corriendo mientras gritaba:
"¡Adiós mamá, papá, nos adelantamos, ya tengo nuestras cosas!"
Llamamos un poco la atención y mis padres se dieron cuenta de que no cargaba nada de equipaje, pero ya no me importaba. Solo quería alejarme de allí. Amo a mi familia, pero detesto estos momentos.
Corrí hasta la entrada de la estación 9 3/4 y la atravesé sin demoras. Para cuando llegué al otro lado, la mayoría de los estudiantes ya estaban a bordo del tren, mientras sus padres les decían adiós desde el andén. Bajé a las niñas para que pudieran moverse por su cuenta. Al mirar hacia el tren, vi a Hermione, que estaba esperando, mirando a su alrededor con ansiedad. Me acerqué, y su rostro se iluminó con una expresión de alivio.
"¡Red, por fin llegas!" Dijo dejando entrever algo de queja en su tono.
"Sí, perdón por la tardanza. Hubo algunos inconvenientes en el camino. Ya conoces a mi hermana Ginny, ¿verdad? Y ella es Luna," dije, presentando formalmente a las chicas. La vez anterior en el Callejón Diagon no se había hecho de manera adecuada, ya que estábamos nerviosos por nuestros padres y Ginny había mantenido cierta distancia.
"Hola, soy Hermione Granger," se presentó de nuevo, aunque retrocedió un poco, porque a pesar de la alegre respuesta de Luna, la mirada de Ginny parecía intimidarla.
Traté de relajar el ambiente sugiriendo que subiéramos al tren, pero Ginny decidió quedarse en el andén. No era por un resentimiento hacia Hermione, sino porque quería despedirse de nuestra madre. Este sería su primer año en Hogwarts y el mayor tiempo que estaría lejos de mamá. Sabía que nuestra madre se sentiría mal si no la veía antes de irse. Luna decidió quedarse con ella.
Yo seguí a Hermione, quien, a pesar de su evidente vergüenza, tomó mi mano para guiarme al compartimiento donde estaban nuestros compañeros. En el camino, me hizo una pregunta con expresión confusa.
"Me pasó algo raro mientras te esperaba. ¿Sabes si a Pansy le sucede algo?" Comentó durante el camino
"¿Parkinson?" Pregunté falsamente, sabia a quien se refería y de que podría estar hablando.
"Sí. Cuando llegué a la estación, estuve esperando fuera del tren un rato después de que mis padres se fueron. Entonces vi a Pansy y a las chicas de Slytherin ya reunidas, yendo hacia el tren. De repente, Pansy se detuvo al verme, me miró de una forma extraña, me asintió y dijo 'Granger', como si me estuviera saludando. Fue raro," explicó, relatando su desconcierto. "Nos llevamos bien hasta el final del curso pasado, pero luego dejó de hablarme. Ahora parece más amistosa que antes."
"Quién sabe," respondí, casi riendo. "Solo acéptalo y no preguntes mucho, es mejor tener más amigos que enemigos."
"Ah, cierto. También vi a un grupo de niños con un mago que hablaban en otro idioma. Subieron al tren, pero no pude averiguar mucho sobre ellos, estaba demasiado concentrada en encontrarte."
Llegamos al compartimiento y, al abrir la puerta, vi a varios miembros de nuestro grupo amontonados dentro, saludándome con entusiasmo, unos más emocionados que otros. Sonreí al verlos a todos juntos y llenos de energía, aunque era evidente que estábamos demasiado apretados para que esto fuera permitido si hubiera algún tipo de control en el tren.
Saqué mi varita y les pedí que salieran un momento. Luego lancé un hechizo de expansión en la cabina para que pudiéramos estar más cómodos. Agradezco mucho a mis clones, ya que con ellos puedo practicar hechizos constantemente y mejorar mis habilidades rápidamente.
Una vez que el espacio fue adecuado, todos volvimos a entrar. Algunas de las chicas salieron a avisar a las demás, quienes estaban distribuidas en otras cabinas hasta que yo llegara para evitar que nos amontonáramos demasiado.
Al rato, la cabina estaba llena. Hannah, Susan, Pansy, Daphne, Tracey, Millicent, Lavender, Parvati, Hermione, Padma, Cho, Penélope y Gemma se habían reunido. Aunque estas dos últimas tendrían que recorrer el tren cada tanto como su responsabilidad como prefectas.
Poco tiempo después, Ginny y Luna abrieron la puerta de nuestro compartimiento. Habían estado buscándome en cada vagón, y mi hermana se sorprendió al ver lo espacioso que era este compartimento lleno de chicas. Dudó un momento hasta que me vio, quedándose con la boca abierta.
"Pasen, Ginny, Luna," dije, mientras todas las chicas en el compartimiento las miraban, lo que las hizo sentir un poco avergonzadas. "Les presento a mi hermana Ginny, y esta es Luna Lovegood, que también es como una hermana para mí."
Ambas entraron y buscaron dónde sentarse, especialmente cerca de mí. De hecho, si no hubiera sido por la cantidad de gente, estoy seguro de que Ginny habría intentado sentarse entre Hermione y yo, pero al ver el grupo tan numeroso, no supo cómo reaccionar.
El interés del compartimiento rápidamente giró hacia varias personas. Ginny y Luna captaron la atención por ser nuevas, y las chicas más grandes intentaron ser amables, dándoles consejos y preguntándoles en qué casa esperaban quedar seleccionadas entre otras cosas. Otra fuente de interés fue Daphne, que mencionó que también tenía una hermana, Astoria, que asistiría a Hogwarts este año. Sin embargo, se habían separado porque Astoria se había quedado con a otros niños de su edad, y Daphne no quería traerla a este compartimiento tan lleno, o eso fue lo que dijo ella.
Finalmente, Hanna y yo también éramos el centro de atención. Después de Navidad, viajaríamos al extranjero, y las chicas estaban muy curiosas por la aventura que emprenderíamos. Había tantas preguntas y comentarios que parecían hablar de nosotros como si fuéramos a emprender una épica travesía, cuando en realidad era solo un intercambio estudiantil.
El ambiente era ruidoso, con todas hablando sobre temas que les interesaban. Para algunos, un grupo tan grande de chicas conversando podría resultar estresante, pero para mí era reconfortante. Verlas a todas felices y emocionadas me resultaba agradable... bueno, casi todas. Mientras el tren avanzaba, noté algunas cosas interesantes.
Lo más obvio era la conversación entre Pansy y Hermione. Pansy hablaba con ella como si fueran compañeras de negocios, mientras que de vez en cuando me lanzaba una mirada rápida. Penélope, por su parte, parecía más reservada, como si temiera participar demasiado en la conversación y revelar algo sobre lo que ocurrió entre nosotros. Digamos que, además de nuestro primer encuentro, hubo algunos otros momentos más, pero no más de los dedos de una mano.
También me percaté de que Susan parecía algo triste y resentida conmigo, aunque lo disimulaba bien. Probablemente debería haberla visitado durante las vacaciones. Y luego estaba Gemma, que actuaba de manera extraña, evitaba mirarme a los ojos y se mostraba excesivamente dedicada a hacer sus patrullas, incluso ofreciéndose a cubrir las de Penélope. Era muy sospechoso. Parecía querer evitarme, pero al mismo tiempo no del todo. Tendría que investigar qué estaba sucediendo con ella una vez llegáramos.
Por último, Ginny, que tras sentirse nerviosa por estar rodeada de tantas chicas mayores, finalmente se relajó... aunque seguía juzgándome con la mirada, incluso más fuerte que antes.
El viaje era bullicioso pero tranquilo. Las chicas hablaban entre ellas sin necesidad de que yo interviniera, aunque respondía cada vez que me dirigían la palabra. Mientras ellas charlaban, mis pensamientos divagaban hacia lo que tendría que hacer este año. Si el diario no estaba en Hogwarts, tendría que buscarlo en otros lugares, y era posible que el Señor Oscuro resucitaba antes de encontrarlo, sería un gran problema. Si el diario llegaba a Hogwarts de alguna manera, caprichos del destino o algo así, tendría que enfrentarme a un basilisco, lo que me preocupaba. Hasta ahora, había esquivado la muerte usando clones, pero no sabía cómo funcionaría la mirada del basilisco en ellos. ¿Si un clon lo miraba, me afectaría a mí? ¿Moriría o simplemente quedaría petrificado porque no era mi cuerpo real? Y hablando de eso... ¿al final Ron y Harry lograron subirse al tren?
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3er Capítulo Adicional
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