Chereads / Verdades secretas / Chapter 1 - Divorcio (Sofia)

Verdades secretas

Gabriela_Oliveira_8644
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Synopsis

Chapter 1 - Divorcio (Sofia)

Después de cinco años casados y aparentando a los demás ser la pareja perfecta, de tratar de que me vea mas que un simple contrato y que vea que soy una mujer inteligente, guapa y amorosa… no lo conseguí. El me odia por alguna razón que desconozco, no me dio nunca una oportunidad de hablar por mas que intente ser una buena esposa, trate de que me conociera después de estar casados y no pudimos cambiar esto, él nunca lo permitió.

Es irónico… el es el hombre mas deseado del país, millonario, guapo, inteligente, frio, poderoso y carismático. La gente le tiene miedo por su carácter mientras yo soy la envidia de todas las mujeres por tenerlo a mi lado, la única que conoce su ternura, su pasión y su amor… el chiste del año.

Si supieran que cuando estamos solos es un iceberg, calculador, cruel y despreciable. Soy quien mas padece de su mal carácter, a veces me pregunto, "¿Por qué con tantos hombres en el mundo, me enamore de el?, ¿Por qué mi padre me obligo a casarme?, por mas que lo ame jamás me dejaría humillar por él.

- ¿En qué piensas? -dice Amelia, es mi mejor amiga y sabe todos mis secretos, incluso mi historia con Ángel, que de Ángel tiene solo el nombre.

-Nada, solo en la reunión de esta mañana, los inversores están inquietos.

-Es de esperar, es la primera vez que Ángel pide una reunión con tanta antelación, ¿no te ha dicho nada?

-Soy la ultima persona a la que le diría algo, excepto: Desaparece, no quiero verte y todo lo desagradable que pueda existir.

-Sois tan bonitos… -la miro con cara de que voy a matarla. -la gente os adora, el es tan guapo y tu no estas nada mal. Lastima que todo sea mentira.

- ¿Qué te voy a decir? No siempre tenemos lo que queremos.

- ¿Por qué te odia tanto? Aunque tu no eres dulce, también eres distante y cruel a veces.

- ¿Qué quieres? Después de tanto ser amable, querer hablar con el y me trata a patadas, no puedo se amable.

-Es una lástima porque, a ese bombón, hasta lo drogo y me lo llevo a la cama.

- ¿Drogado? Imposible… ese hombre ni así. Aunque su debe ser bueno en la cama.

-Yo no puedo entender como tu con ese cuerpazo, ese carisma y el tan bien distribuido, nunca en cinco años de casados se hayan acostado.

-Porque me odia, verme le causa repulsión, le doy asco. -me mira como si estuviera exagerando, pero no miento... su mirada, su actitud y hasta sus palabras me lo han dicho.

-Bueno hace cinco meses que no lo ves ni sabes de él, tal vez te echa de menos. Uno se acostumbra cuando pasa tanto tiempo con alguien y cinco años es bastante tiempo.

-Esta con las empresas del exterior, creo que un día me pedirá el divorcio. -decirlo duele, pero tarde o temprano pasara.

-No lo hará, tu familia es muy importante y le ha dado el estatus que siempre ha buscado su familia y el dinero no le permitía.

-Ese es el problema, ya lo tiene. Tiene el dinero y ya se ha hecho el nombre por si solo, un día ya no me necesitara.

-Pero el contrato dice que mientras sus empresas estén fusionadas deben trabajar juntos, ser socios, ¿no es así?

-Lo único inteligente que hizo mi padre cuando se le ocurrió la brillante idea de casarme.

- ¿Piensas que tiene otra? -nada mas pensarlo me duele, aunque no soy tonta, un hombre no puede estar solo.

-Tal vez, bien escondida para que ni los medios ni nadie se dé cuente y dañe su imagen de hombre y marido perfecto… además del contrato.

- ¿En serio, que no podéis intentar llevaros bien? ¿no has averiguado porque te odia tanto?

-Al principio supuse que era porque se vio obligado a casarse conmigo, luego creí que era porque Elisa lo había dejado por nuestro compromiso, pero después de un tiempo me he dado cuenta de que debe odiarme por algo mas o simplemente es su manera de ser, yo que se. Esto tan cansada de intentar entender.

- ¿Y si le dices que le amas? Nunca se lo has dicho.

- ¿Cómo se lo digo si solo me trata bien delante de las cámaras?

- ¿No crees que te quiera un poquito?

-No, el no sabe lo que es el amor. Ya estoy acostumbrada a que sea así, pero tampoco voy a dejar que me humille… ya me conoces, pero me preocupa lo que dirá en la reunión de mañana.

- ¿A quién no? Es tan inoportuno.

Observo el reloj, ya es tarde para que aun estemos en la empresa.

-Vámonos, mañana tenemos que estar aquí temprano y Ángel odia la impuntualidad, después tenemos que aguantarlo y ya aguanto demasiadas cosas en casa.

-Esta bien, iba a comer algo, ¿vienes?

-No, en otra oportunidad. Ahora solo quiero descansar, ha sido un día largo.

Voy conduciendo a casa. La casa es grande, recuerdo la primera vez que la pise. Fue un día después de la boda, Ángel me llevo sin el más mínimo ánimo del mundo, la acababa de comprar. Es fría, misteriosa y grande como él. No me gustaba, pero por fuera es una belleza, al pasar los días la convertí en una casa admirable tanto por fuera como por dentro, pero no deja de ser fría.

Entro y esta Carmen, la gobernanta, es la madre que nunca tuve ya que perdí la mía a los seis años. Siempre estuve a cargo de las jóvenes en el internado, nunca tuve ese cariño de madre porque mis tías no son precisamente cariñosas.

-Que gusto que haya llegado. -le entrego mi abrigo.

-Lo mismo digo. ¿Todo bien por aquí?, me muero de hambre.

-He hecho el risotto de gambas y vegetales que tanto te gusta y el pescado con patatas al horno. -la miro extrañada porque sabe que no me gusta el pescado, pero es el plato favorito de Ángel lo que significa…

- ¿El señor está aquí? -le pregunto, aunque ya se la respuesta.

-Si, señora, llego hace unas horas y fue a la habitación se cambio y luego se encerró en el estudio.

-Esta bien Carmen, gracias… ¿pregunto por mí? -también se la respuesta a esa pregunta, pero uno no pierde la esperanza.

-Solo pregunto a que hora llega usted cuando él no está. -la miro extrañada por ese comentario. -parece que se preocupó.

-Dudo mucho que por mí.

Carmen sabe lo que pasa entre nosotros, unos días después de nuestro matrimonio se dio cuenta, como engañarla cuando dormimos en habitaciones separadas, prácticamente no hablamos y cuando lo hacemos toda la casa se entera.

- ¿Le digo que ha llegado o va usted misma?

-No, voy a mi habitación a darme un baño, sirve la mesa y cuando esté listo llama al señor a ver si desea comer antes o después de mí. -era una costumbre, era raro que comiéramos juntos, él comía en la mesa y yo siempre acababa comiendo con Carmen en la cocina, no me gusta comer sola.

Me fui al baño y me pasé un rato en el jacuzzi, tenia que relajarme. Al salir, lo ceo ahí parado en la ventana. Veo que aun llevo solo la toalla atada en mi pecho y que mi pelo esta mojado, así que debo parecer un renacuajo saliendo del agua.

- ¿Qué haces en mi habitación? -le pregunto cuando vuelvo a mis sentidos, nunca había entrado antes a no ser para gritar y salir.

-Carmen me dijo que habías llegado, no sabia que tardaras tanto tiempo bañándote, ni que llegaras tan tarde cuando no estoy.

- ¿Vas a controlarme ahora?

-No, eres libre de hacer lo que quieras. -que novedad.

-Tienes a toda la empresa intrigada por la reunión de mañana, ¿puedo saber a que se debe o mejo espero? -me acerco al tocador.

-No, no tienes que esperar. Por eso estoy aquí. -me giro, al mirarlo veo que tiene unos papeles en las manos y me los da. No sé porque, pero sospecho saber que son.

-Vi lo que hiciste en Londres, cerraste un contrato que te abre las puertas a todo el continente europeo, lo que querías.

-Si, te lo debo por ponerme en contacto con ellos. -estoy asombrada por ese agradecimiento, no lo esperaba. -se que no nos llevamos bien, pero se admitir las cosas.

-Nunca has admitido nada que tenga que ver conmigo o mi familia, aunque tengamos que ver con tus logros, ¿Por qué ahora? Estas muy amable hoy.

-No quiero discutir. -lo que significa que lo que me va a decir no me va a gustar. -Está bien. -me señala la carpeta, la abro y ahí está: "Solicitud de divorcio". La pesadilla se hace realidad. -He sido bueno, hablamos de separación de bienes, te dejo las acciones que ya tenias en la empresa, eres la nueva presidente, aunque yo sigo teniendo acciones y parte del consejo por la fusión, te dejo la casa de playa… después de todo nunca la hemos usado y fue un regalo de tu padre así que es tuya, pero esta casa es mía, aunque hayas vivido en ella cinco años…

-Tu la compraste y no siento que sea mía, es más tu estilo.

- ¿Qué significa eso? -me rio en forma de burla, es lo único que puedo hacer mientras mi corazón se rompe en pedazos. -Nada, olvídalo. Aunque te lo explicara no lo entenderías, ¿así que soy presidente mientras tu te encargas de tus nuevas empresas?

Se sorprende por lo que digo, sé que después de estar casados un año monto una empresa aparte del patrimonio familiar, en la cual invirtió mucho dinero sin que nadie se diera cuenta y ahora había crecido mucho a nivel internacional.

-Me imagino que el negocio que hiciste en Londres beneficia a tu empresa y no a la nuestra, por lo tanto, ya tienes lo que querías. -me mira con soberbia. -Tu propia empresa sin el yugo de tu familia, sin mí, con clientes de alta categoría y con la reputación y estatus que siempre buscaste, ¿no?

-Así es, no sabía que…

- ¿Yo sabía que tenías una empresa?, si, también sé que se extendió a nivel internacional, es la competencia, por lo menos no ha llevado la mía a la ruina.

-Es una fusión, ¿vas a exigir los derechos de mi empresa? Eso si no te lo voy a dar, firma y acepta lo que te he dado.

-No pienso exigir nada que venga de ti, no me hace falta. Te recuerdo que tengo el mismo estatus empresarial que tú. -lo que el no sabe es que yo también monte mi negocio, mi empresa, varias si soy realista y están lejos de la familia, también se han extendido y de ahí provienen todos mis lujos.

Siempre quise apartarme del negocio familiar, aunque sea un imperio y me guste, papa nunca considero que una mujer podría manejar tantos negocios, por eso me caso con Ángel. Si acepté ser socia es porque estaba en el contrato y también pensé que era una buena opción para hacer mi propio dinero y montar una empresa de moda, de belleza y tecnología.

- ¿No vas a exigir?, ja. -se burla -no me lo creo, ¿hace cuanto sabias de la empresa?

- ¿Eso importa?, solo te daré una condición.

-Ahí está, la de siempre.

-Si no pido, ni exijo nada… tu tampoco. Renuncias a todo lo que es mío, te quedas con tu estúpida casa y lo que quieras.

- ¿Por qué iba a querer algo tuyo?, no tienes nada que no sea la empresa, los coches que si lo pienso bien uno te lo dio mi padre y el otro te lo di yo, aunque no fue por gusto.

-Te los puedes quedar si quieres, no me importa. -me doy la vuelta, me siento frente al espejo y empiezo a peinarme, necesito distraerme antes que mi rabia me traicione y me ponga a llorar como una estúpida delante de él.

-No tienes nada que me interese Sofia, así que firma los papeles y terminemos con esto. Cada uno tiene su vida.

- ¿Te puedo preguntar algo, que me ha comido la cabeza desde que nos casamos? -me mira con impaciencia, desesperado para que firme. -Dijiste que querías hablar y eso estamos haciendo.

-Pregunta, si eso hará que firmes.

- ¿Por qué me odias tanto?, no creo que sea solo porque tu familia te obligo a casarte conmigo.

- ¿Aun tienes el descaro de preguntar? -de pronto vi la furia en sus ojos, se pusieron mas oscuros de lo que ya son, su cuerpo se volvió una llama de fuego que estaba a punto de quemarme.

-Si te lo pregunto es porque no lo sé, ¡no me grites!

-Por tu culpa perdí todo lo que amaba, perdí a la mujer que amaba. -así que es por ella.

- ¿Elisa?

-Si, Elisa. Tu sabias que la amaba desde que estábamos en la universidad, era mi novia, mi mundo y tu… lo que nos hiciste no tiene ni la más mínima explicación.

- ¿Y qué fue lo que les hice? ¡Te recuerdo que yo también me vi obligada a casarme! -le grito porque no tolero que me alcen la voz.

- ¿Vas a seguir jugando a que no lo sabe? Eso es lo que me deja loco, que juegues a ser una niña inocente. Con un juego de querer ganarte mi confianza que es algo que nunca, nunca vas a tener.

-Bueno, ya basta. No me insultes. -entonces si se había dado cuenta de mi esfuerzo, pero no le importo. -mucho menos por… esa.

-Esa tiene nombre y es Elisa, una mujer que vale mucho más que tú, a la cual deberías pedir perdón de rodillas.

- ¿Por qué debería pedirle perdón?

-Le mentiste, por tu culpa me abandono y si eso no fuera suficiente… -se calla, veo dolor en sus ojos, pero no entiendo nada.

-No se dé que me hablas.

- ¿No entiendes nada verdad?, pero hiciste algo que jamás voy a perdonar, por eso te odio y lo hare siempre.

- ¿Sabes cual es tu problema? Que nunca te das cuenta de lo que pasa a tu alrededor. -nunca supo darse cuenta de la novia que tenía y ahora viene a insultarme.

-Tu siempre has sido así, caprichosa, malcriada, consiguiendo todo lo que quieres a las buenas o a las malas. Nunca soportaste que yo no quisiera estar contigo, por eso hiciste eso.

- Pero ¿qué te he hecho?

-Ella siempre va a valer más que tú. Es honesta, guapa, inteligente… la persona mas noble del mundo. Nunca soportaste que ella fuera mejor que tú, pero ahora todo va a volver a su sitio.

- ¿Cómo volverá a su sitio? ¿A que te refieres con eso?

-Elisa ha vuelto, hablamos, lo arreglamos y queremos estar juntos y tu no vas a arruinar eso, no te lo voy a permitir. Así que firma.

Esa es la razón entonces, esa mujer volvió con sus mentiras.

- ¿Por qué ha vuelto ahora si podía hacerlo antes?

-Eso no te incumbe, el caso es que ha vuelto y tu estorbas, ya no tenemos por qué seguir juntos.

-Ella es la buena en todo esto, ella nunca hizo nada, la pobre victima de la historia. ¿Me pregunto como un hombre tan inteligente, astuto para hacer negocios y leer a las personas, no se da cuenta de que clase de persona es ella? Pero esta bien. -me giro, vuelvo a abrir la carpeta, escribo mi condición y firmo. -Aquí esta, firmado. Ya puedes ir a celebrarlo con tu novia, solo espero que lo hagas con discreción antes de que todo el mundo lo sepa.

Me mira sorprendido.

- ¿Quieres algo más?

-Has firmado. -dice sorprendido.

- ¿Es lo que querías no? Ya está. Ahora puedes salir de mi habitación. -Por favor que se vaya porque estoy a punto de desmoronarme aquí, si se queda un minuto más, mi fuerza se acabara.

Sale de mi habitación y mis lagrimas empiezan a brotar como cataratas, mi corazón está roto en pedazos.