Cuatro días más pasaron, pero estos días eran más fáciles que los anteriores, ya que la presencia humana y la seguridad que eso traía iba aumentando a medida que Lucas nadaba hacia adelante.
La presencia humana era tal que de vez en cuando Lucas divisaba a un barco llegando o saliendo de Los Álamos, si bien todavía Lucas no estaba tan cerca para ver la isla o su puerto, pero sí empezó a ver los primeros barcos pesqueros y las redes.
Por seguridad Lucas decidió nadar un poco más abajo del agua, no quería que lo vieran; jugar al náufrago era una apuesta, todo dependía del capitán del barco y estando tan cerca de la isla jugarse la vida así era una apuesta tonta.
La anterior vez a Lucas no le quedó otra, si no subía a un barco no tenía manera de llegar vivo, así que se quedó nadando unas buenas semanas hasta que encontró un barco para probar suerte y le funciono.
'Cada vez falta menos, si no me mata una red de pesca que no vea, entonces salgo con vida' Pensaba Lucas algo preocupado, la primera vez que vio una red, iba tan concentrado en sus pensamientos que casi cae adentro.
Finalmente, llegó el punto donde las boyas no estaban tan lejos unas de las otras y estaban más pegadas, eso indicaba un puerto en las cercanías.
'La profundidad del mar va disminuyendo, falta poco, muy poco y por suerte no hay tormentas que me jodan la vida...' Pensaba Lucas viendo la boya que acababa de pasar y acelerando un poco su velocidad por la impaciencia de salir con vida.
Lucas siguió nadando hasta que llegó el punto donde reconoció el faro de la isla, pero contrario a la intuición, no aceleró , sino que frenó y dejó de nadar de repente . Esta podría ser la parte más delicada, la profundidad del agua no era mucha y si alguien lo veía con su forma de tritón estaría muerto.
Lucas esperó que el atardecer terminará y el sol se ponga, después aprovechó la oscuridad de la noche para nadar hasta el puerto, pero antes de llegar a la zona donde los barcos se amarran. Decidió rodear el puerto hasta encontrar una zona costera poco habitada, por suerte no tardó mucho en encontrarla y pudo divisar el final de su viaje como mensajero.
La costa que encontró Lucas, no estaba ni muy cerca, ni muy lejos, lo suficiente para no tener que caminar tanto con su cuerpo destrozado.
Lucas sé acercó lentamente a la costa, cuando estaba lo suficientemente cerca, su cuerpo empezó a disminuir de tamaño hasta obtener su forma humana. Una ligera capa de piel se desprendió del cuerpo de Lucas y se transformó en una túnica algo gastada y destrozada.
Por desgracia, Lucas no tenía más habilidad que está y no podía obtener ropa decente, que no lo hiciera parecer un esclavo que se acabara de escapar. Pero tampoco le importaba, porque el plan de la Foca era lo suficientemente bueno para tener confianza de poder entregar el mensaje con éxito.
De hecho a Lucas no importaba nada ahora, solo quería tocar la isla con sus manos por lo que nadó a toda velocidad rumbo al fin de esta trágica travesía.