Lucas nadó y nadó con su único brazo con desesperación , como si tocando ese puñado de arena seca lograría el objetivo más ansiado de su vida, su mirada era decidida mientras luchaba contra el mar con su cuerpo desnutrido como canoa y su única mano usándose como remo.
Una vida llena de armadura y problemas, una vida solitaria y traicionera , una vida donde nada podía salir bien se marchaban con las olas del mar golpeando su cuerpo. La marea que buscaba que Lucas no escapara, estaba arrastrando sus penas y tragedias vividas en esta aventura.
El mar como siempre era despiadado con los que no se rendían, las olas y la marea violenta de la noche conspiraban contras los sueños del náufrago como si buscaran que nunca pudiera lograr llegar a tierra. Pero el muchacho no se rendía y seguía peleando, estaba demasiado cerca del objetivo como para tirar la toalla.
Su cabeza le pedía a gritos que se detuviera, que lo intentara en la mañana donde el mar estaría más sumiso y no sería tan despiadado con su ya marchito cuerpo. Pero su corazón pedía a gritos el calor de los granos de arena, el aire salado de la playa y los jóvenes soñadores siempre persiguen a su corazón en las desventuras de sus vidas.
Lucas finalmente pudo ponerse en pie sobre la arena y sacar la mitad de su cuerpo desdichado del agua, con lágrimas en sus ojos y una sonrisa en su cara corrió hacia la playa.
Las olas del mar y una superficie algo irregular hicieron que el ex-grumete se caiga varias veces mientras corría. Pero eso no hizo más que hacer que la risa de Lucas se vuelva más eufórica y sus lágrimas sean más abundantes, finalmente todo estaba por acabar, finalmente estaba por comenzar una nueva etapa en la vida de Lucas.
"Un poco más!!" Gritó Lucas con todo su pulmón, mientras corría cada vez más rápido por las orillas del mar,siendo tapado con menos agua a medida que avanzaba, como si esa agua que no le alcanzaba representará el dejar de su pasado para dar paso al nuevo presente.
Finalmente, el paso final estaba por darse, pero Lucas se detuvo de repente, como lo hizo la primera vez que salió del océano por ser abandonado a la buena voluntad del mar.
Con valentía Lucas miró a la orilla y el agua en sus pies, un paso más y finalmente todo terminaría. Lucas tomó toda la fuerza restante de su cuerpo e infantilmente salto en el aire aterrizando en la tierra seca con sus dos pies al mismo tiempo, cayó con torpeza y tropezó sobre la arena. Lucas rodó y rodó por las arenas de la playa, pero no por el salto, sino porque quería que cada mísera parte de su cuerpo corrompido por mares se purificara con calor de estos ásperos granos dorados.
Lucas empanado con arena, se levantó poniéndose rodillas, elevó su única mano apuntando con el dedo a la luna como desafiando a los dioses, miró al cielo estrellado con sus ojos rojos por las lágrimas de la victoria, una sonrisa llena de orgullo se alzó triunfante sobre su rostro, juntó todo el aire que pudo almacenar su cuerpo y levantó la cabeza para gritar a los cuatro vientos:
"SIGO VIVOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!!!"
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