"Segundo, hay muchos dioses con mucho poder, medio poder y poco poder. Esto hace que la diferencia se grande entre varios dioses y que por más poder que tengan no puedan elegir o decidir algo debido a que los demás dioses se opongan. Por todo esto prefieren acabarse entre ellos y luchar para ver quien es el último vivo. De esta manera un solo dios podrá decidir todo y podrá crear y dirigir el mundo a su manera sin que algún dios se le oponga o moleste."
Esa explicación le sirvió mucho a Seren, ahora entendía como termino en este lugar y con ello logró descubrir antes de su muerte los objetivos de los dioses que le arruinaron la vida.
"¡Vaya! Estoy seguro de que por culpa de esos muchos morirán. Por suerte no estaré cuando eso ocurra."
La mujer se preocupa por esas últimas palabras.
Seguido de todo eso Seren continuo con su corta y fastidiosa historia.
Mientras más contaba a detalle peor se sentía la diosa.
Sentía pena por todo lo que le ocurrió siendo tan solo una persona de otro mundo.
"Tu vida en este lugar no ha sido muy buena y siento pena por todo eso. El soló escuchar todo lo que te hizo esta gente y sus gobernantes siento odio y ganas de matarlos."
"No entiendo como alguien puede ser tan malvado para inculparte y utilizarte como si no fueras un ser con vida…bueno, no soy quien para decir esto."
"Después de todo yo también he matado y torturado hasta el punto de hacer sufrir a muchos. Sin embargo, no me arrepiento de nada. Hice lo que tuve que hacer."
"Bien, es mi turno de hablar, ahora déjame contarte un poco sobre mi relación con esos dioses bastardos."
Seren se intrigó bastante con esas palabras.
Al fin iba a escuchar lo que más le interesaba en estos momentos.
"Como ya te lo he dicho, soy la diosa Erika….Sin embargo, no solo soy una simple diosa. Hace tiempo los dioses y los humanos me conocían como la Diosa de la muerte, la suprema diosa malvada, la diosa de la destrucción o la diosa suprema de los demonios."
"Muchos nombres ¿verdad?."
Tanto Seren como la Diosa se ríen un poco con eso.
Incluso este chico que deseaba morir con muchas ganas le dice a la diosa "Ahora estoy perdido por como llamarte. Ya no se si decirte Erika o diosa suprema de los demonios."
Eso provoco que los dos rieran tranquilos y felices.
Erika no dijo nada, pero se alegro de escucharlo reír en sus pensamientos.
Sentía mucha pena por el cuerpo que tenia.
Era tanta la tristeza que tenia la diosa de la destrucción por este individuo, que no quería ni mirar el cuerpo sobre el que se encontraban sus lindas patas peludas.
Luego de una conversación graciosa y alegre entre bromas definieron que ambos se llamarían por sus nombres.
Ella lo llamaría Seren y el Erika como ya lo venia haciendo.
"Tengo esos nombres por muchos motivos, no te imaginas la cantidad infinita de humanos que he matado con mis elegidos. Yo les daba poder y ellos se encargaban de hacer el trabajo."
El chico no podía ni imaginarse el número de muertes que la diosa había causado.
No obstante, al escuchar decir eso en un tono un poco triste Seren no se enojo, es mas, sintió muchas más ganas de saber sobre ella y sobre esa tristeza que demostraba cuando hablaba de las muertes que cometió
"Por más que me lamente de todas esas muertes, no puedo negar que me divertía viendo eso, no me divertía porque mataba humanos así por así, sino que no podía dejar de sonreír tras ver como cada uno de los que creían en los otros malditos dioses morían."
Eso le causo un gran impacto a Seren, pero de buena manera, ya que le pareció divertido.
Al mismo tiempo dijo estas palabras con un tono feliz que hacían parecer al ambiente demasiado tranquilo, cuando en realidad no lo eran…
"A mi también me hubiera gustado ver algo como eso."
De la misma manera Erika se sorprendió con eso y asintió diciéndole "Definitivamente te hubiera encantado."
Seguido de eso la diosa continuo hablando.
"Durante esa época era la única diosa de las supremas, que decidió enfrentarse junto con otros pequeños dioses a los demás dioses supremos…con dioses supremos me refiero a los que conociste antes de llegar acá."
"Puede que me hayan llamado de muchas varias maneras malvadas, pero todo lo que hice fue para no dejar que todos esos malditos dioses llegarán al poder…"
"Sin embargo, con todo mi poder y mis seguidores nos enfrentamos a ellos, les hicimos un buen daño, pero al ser todos dioses supremos nos derrotaron y yo lo perdí todo."
"Perdí mi puesto en el cielo, perdí la mayor parte de mi religión, ya que los demás dioses infestaron a la mayor cantidad de humanos que creían en mi, haciéndoles pensar que era el demonio que toda la humanidad tendría que enfrentar para salvarse de la destrucción y cuando vieron la oportunidad me atacaron desde todos lados y me hicieron perder todo."
"Admito que si ellos no me atacan en algún momento yo los iba a atacar debido a que su forma de pensar y el mundo que deseaban traería problemas a los humanos de este mundo y eso si podría causar la destrucción del mismo. Mi forma de pensar era distinta a la de todos los demás, así que me preparaba para luchar contra ellos. Antes era lo suficientemente fuerte como para luchar con la actual diosa más fuerte, pero debido a la falta de compañeros y amigos luche junto con algunos dioses pequeños y perdimos."
"Para cuando me di cuenta de que habían infestaron a mis seguidores con sus acusaciones falsas ya era muy tarde."
"Esa es la historia de como la mayor diosa de este mundo lo perdió todo y ahora vaga por este mundo como una diosa de clase pequeña, que no tiene más de uno o dos santuarios en donde algunos pocos seguidores le siguen rezando."
Si bien, la historia de ambos eran muy diferentes, los dos se sentían identificados por el odio que le tenían a los dioses mayores y porque gracias a ellos lo habían perdido todo.
Seren siente pena por la diosa.
Ahora entendía por lo que había pasado y se retractaba de aquellos insultos que le dijo apenas supo que era una diosa.
Después de haberse enterado del egoísmo y de todo lo que le hicieron a Erika sintió aún más odio hacía ellos.
Quería agarrarlos con sus manos y doblarles el cuello.
Pensar en eso le provoco dolor de cabeza, así que se abstuvo de seguirlo haciendo.
….
Lanza un fuerte suspiro, que después es acompañado de unas palabras.
"Sin duda eres una diosa y tendría que odiarte por el solo hecho de serlo, pero me agradas, no creo que seas alguien mala por más que hayas cometido un sinfín de asesinato, ya que ninguno de ellos tuvo algo que ver conmigo, así que no me importa y me alegra haber podido tener esta conversación contigo. Si nos hubiéramos conocido mucho antes estoy seguro de que te hubiera ayudado de cualquier manera posible."
"También me hubiera encantado haber podido pertenecer a tu religión para patearles el trasero a eso malditos. Sin embargo, no importa lo que suceda, en este estado no puedo hacer mucho."
"Ya estoy acabado."
De manera repentina muchas lagrimas salen de su rostro, lo cual creí imposible después de haber pasado por tantos hechos que lo hubieran hecho llorar mucho más.
A pesar de la sorpresa de ambos, Seren entre lágrimas le recuerda algo a la diosa.
"¿Recuerdas que te pedí un deseo a cambio de contarte eso de los dioses?."
Ella asiente con su rostro peludo y desde encima de él con un sonriente "Ok".
Estaba feliz e intrigada por saber ese deseo que había mencionado Seren desde un inicio.
"¡Quiero morir y dejar de sufrir en esta celda!."
Eso la impacto hasta el punto de que su rostro peludo parecía desconcertado y poco a poco se volvía en una expresión triste.
-CONTINUARA-