"Eh…ehhh…taba juando…e el pato."
Se avergüenza por la forma en que hablaba.
Su madre gira un poco su cabeza y la mira desde un costado.
"Esta bien, la próxima vez que tenga que buscarte te voy a educar como la última vez."
Jacke asiente con una sonrisa leve y se queda quieta.
Mientras tanto el lugar estaba lleno de soldados con armas, que cubrían la calle que estaba en frente de la entrada del palacio.
A los costados de esta calle estaba llena de personas.
Parecía un recital de un cantante o como si la misma familia real fuera a salir por esa calle.
Sin embargo, el motivo de todo esto no era tan feliz.
"Mi amado y querido pueblo, como todos sabrán siempre busco el bienestar de mi gente."
"Lo he demostrado con cada una de mis decisiones."
El pueblo grita con emoción.
"Es por eso que quiero que el pueblo sepa de la difícil decisión que tuve que tomar."
"Estoy seguro de que todos están al tanto de lo sucedido con el embajador de Kivields….ante tal problema nacional he decidido que ese noble corrupto tendrá que pagar por lo que hizo."
"Hoy nuestro pueblo le dará su merecido y luego de que hablemos con los diplomáticos de Kivields para arreglar nuestros desacuerdos enviaremos a ese maldito noble a que lo juzguen haya por haber matado a su diplomático."
"¡Por su culpa estuvimos a punto de ir a la guerra y gracias a esto podremos salvarnos de perder a nuestros familiares!."
Cuando escucharon la palabra ~guerra~ los ciudadanos se quedaron atónitos.
Ninguno decía nada.
Ni siquiera alentaban a su majestad por la sorpresa de la palabra "guerra"
El soló mencionarla causaba miedo a cualquier persona.
No obstante, cuando escucharon que ya no abría guerra el público salto y grito de felicidad.
"Bien, Ahora démosle la bienvenida que se merece al noble corrupto."
La gente grita de emoción.
El rey le da una señal a los soldados de atrás y estos se van del lugar.
La reina tenía un sonrisa de pura satisfacción en su hermoso rostro.
La princesa no podía creer lo que su padre iba a hacer.
Jacke se levanta de su asiento por la sorpresa de ver a Seren salir de debajo de donde ella estaba.
El chico que aparentaba de quince años caminaba un poco rengo y con varias partes del cuerpo marcadas a golpes.
Era irreconocible para la princesa.
Los golpes que tenía lo hacían ver diferente a lo que la princesa había visto en la celda.
Estaba triste.
Quería llorar.
Se le acerca a su madre y le pregunta si se pude ir del lugar, sin embargo, ella le sonríe y la sienta encima suyo.
"No te preocupes, no te iras a ningún lado, de acá vas a poder ver mejor lo que le va a suceder a ese inútil plebeyo de otro mundo."
Ella mueve la cabeza hacia un costado, pero su madre la agarra con sus manos y la obliga a ver de frente en tanto se ríe.
Mientras tanto, Seren caminaba por el medio de la calle rodeada de ciudadanos.
El cuerpo le dolía como si estuviera muerto.
Le habían pegado un montón de veces tanto mientras estaba consiente como no
Su caminata era lenta, pero en ningún momento demostraba su dolor con gemidos.
Es más, lo único que hacía era ver los alrededores para observar alguna forma de escapar de este tedioso lugar
Incluso cuando vio a la princesa en el balcón hecho una sonrisa.
"No entiendo el motivo por lo que ese maldito rey me esta haciendo modelar por la calle frente a todos sus ciudadanos"
"Es repugnante y molesto, pero mientras pueda escapar esta bien…"
"Sin embargo, este lugar está lleno de soldados con armas de fuego"
Dijo en su cabeza muy enojado, cansado y con pocas esperanzas.
Sus esperanzas se deterioraron cuando observo a todos esos soldados, que cubrían sus alrededores para que la gente no pasara y el no se escapara.
Lo sorprendió bastante ver a soldados con armas de fuego.
Al principio pensó que se encontraba en algún mundo medieval por la monarquía y por todos los caballeros que vio dentro del palacio.
Pero afuera la cosa era diferente.
No había soldados con espadas o lanzas, sino que Había soldados con armas de fuego.
No eran armas y uniformes modernos.
Parecían armas de la segunda y primera guerra mundial.
Con ver esto podía orientarse en que tiempo se encontraba.
También, gracias a ese razonamiento pudo entender que era imposible huir de ahí.
Tan solo le quedaba ver lo que sucedería y esperar a un milagro.
"No se cual fue el motivo de sacarme acá afuera, pero espero que no sea para nada malo y todo pueda terminar de alguna manera buena."
"Ya me destrozaron el cuerpo haya adentro. Gracias a mis años como soldado de las fuerzas especiales esto no es nada por más que sienta dolor."
"Sin embargo, tampoco podré aguantar si recibo más golpes como esos, no soy una máquina y con este cuerpo de niño tengo menos posibilidades de aguantar otros golpes como los que recibí de esos hijos de puta."
Mientras aún caminaba algunos pasos hacia delante, escucha como alguien le grita estas palabras "¡MUERETE MALDITO NOBLE CORRUPTO!."
Por instinto mueve su cabeza en dirección a esas palabras y sin poder reaccionar a tiempo una piedra grande lo golpea en la cara.
Sus ojos lloraban sangre del dolor.
La nariz se había fracturado por completo y no dejaba de sangrar.
Tras ese doloroso golpe cae al suelo arrodillado mientras aprieta con fuerza sus pullos para soportar el dolor.
Al mismo tiempo gritan en llanto mirando hacia el cielo.
Su visión estaba casi completamente nublada de rojo.
"¡¡¡MALDIJO A CADA UNO DE ESOS MALDITOS DIOSES QUE ME TRAJERON A ESTE MUNDO DE MIERDA!."
"¡VOY A MATAR Y DESCUARTIZAR AL MALDITO REY Y REINA DE ESTE PAIS!."
"¡JURO QUE SI LLEGO A VER A ESA MALDITA REINA ME LA VOY A VIOLAR EN LA CARA DE SU ESPOSO!."
Eso y más gritos salieron de Seren.
Su dolor y furia eran inmensas.
La mayor parte del pueblo se enojo al escuchar las palabras blasfemas del noble corrupto.
Los soldados que cubrían la zona en la que estaba Seren se corren del vallado a propósito y dejan entrar a algunos ciudadanos, que corren despavoridos contra el noble.
-CONTINUARA-