Chereads / La historia de Theya / Chapter 13 - 5.4: Tercer día

Chapter 13 - 5.4: Tercer día

Como en los anteriores días, me despierto sin ningún tipo de complicación de la cama, esta vez no hay prisa, me he despertado temprano.

Desayuno con tranquilidad, me baño sin preocupaciones y me siento en mi sofá tranquilamente, pues me he despertado hora y media antes del encuentro. Mentí, estoy muy nervioso.

—¿Estás despierto? — Sonaba una voz conocida mientras tocaba mi puerta

—Si, ya te abro.

Abrí la puerta, eran Abiel y Anverto, Abiel parecía recuperada de la paliza de ayer. Les invite a pasar, ellos accedieron y nos sentamos en mi mesa.

—¿Cómo sigues Ab? — Pregunté calmadamente.

—Estoy recuperada, los médicos son de primera categoría, normalmente no podría moverme por dos semanas.

—¿Y…? — Preguntaba, pero me interrumpía Abiel.

—Está en estado crítico, no he podido verla mucho más porque la trasladaron, pero la herida que tiene no la están logrando cerrar, no le digas a su hermano, pero por lo que he oído. — Se hace el silencio un poco. — Es posible que no se recupere.

También hice silencio, la noticia, aunque no me impacte tanto como debería, puesto que apenas conocí a su hermana, me apena por Auriel, me da mucha rabia e impotencia, pues fui yo quien lo detuvo a que hiciera cualquier estupidez. ¿Realmente habré hecho lo correcto?

—¿Por qué lo habrá hecho? — Me preguntaba en voz alta.

—No sé porque lo habrá hecho, pero si de algo estoy segura es que fue premeditado, iba con intenciones de matar.

—¿Por qué lo dices? — Pregunté desconcertado.

—Sireia y Cornelius, a pesar de ser de otro equipo, están compinchados. — Se levanta de su silla y empieza a caminar por los alrededores.

—¿Qué es lo que realmente pasó ahí?

—Estaba por dar el golpe final a Cornelius y me sentí completamente paralizada, no podía mover ni los dedos, de repente apareció Sireia, no había sentido su presencia cerca, pero es posible que ella estuviera viendo todo el encuentro. — Se postra en la ventana y sigue hablando. — Ella fue quien hizo que las cámaras dejaran de funcionar, hizo que Cornelius saliera de las ramas y él le llamó "señora", le dijo que me dejara pasar a la siguiente ronda, el obedeció y se volvió a colocar entre las ramas.

—No… le veo sentido. — Anverto decide aportar a la conversación.

—Yo tampoco le vi sentido al principio, pero analizándolo un poco pude llegar a algunas conclusiones. Por ejemplo, ella no tenía intenciones de pelear, pero es posible que haya forzado su salida al ver que estaba tomando ventaja. Cornelius quería… o más bien, tenía que perder, pero su personalidad hizo que atacará a Morian y lo que no vio venir fue que yo saliera a su rescate.

—Pero ¿Cuál es su objetivo? — Pregunté

— No lo sé aún, pero es un hecho que algo quieren lograr, así que ganaré esta primera ronda y peleare contra Sireia, intentaré sacarle información.

Todo esto estaba siendo muy confuso, son los mismos que llegaron de improvisto a los demás grupos y sus documentos fueron robados, puedo intuir que todos ellos pertenecen al mismo grupo y de alguna forma lograron entrar en el torneo, pero ¿Por qué también falta mi documento? ¿Qué relación tienen con Ayana? ¿Qué es lo que realmente planean hacer?

—Ahora, concentrémonos en la primera ronda, vayamos preparándonos. — Termina de hablar Abiel

—Tienes razón, no es momento para estar pensando en esto. — Le di la razón, no podemos desconcentrarnos por esto.

—Abiel, Yoru, quiero darles esto. — Anverto nos enseñaba dos amuletos. — Son amuletos de mi pueblo natal, representan amistad y valor, el símbolo lleva consigo el lema "La amistad es el arma que da valor hasta a los más débiles."

—Es muy bonito lema, muchas gracias Anve. — Agarré el amuleto.

—Muchas gracias Anverto, lo atesoraré. — Abiel agarra el amuleto, lo mira y se le cae algunas lágrimas.

—¿No… te gusto? — Anve se avergüenza.

—¡No es eso! De verdad lo valoro… es solo que, realmente nunca he tenido a gente a la cual llamar "amigos", siempre he sido un lobo solitario, he trabajado en muchos equipos, pero nunca nadie pensó en mi como su amiga, ni yo en ellos. Es por eso por lo que… ah, olvídalo. — Anve y yo nos reímos y le dimos un abrazo.

—Aunque a veces me mires como si quisieras matarme, también eres mi amiga Ab. — Terminé de hablar.

Después de esa emotiva reunión, nos fuimos hacia el estadio, aunque llegamos con un poco de tiempo. Todos los participantes ya estaban en el punto de reunión. Anverto y demás participantes fuera de la segunda ronda se dirigieron a las gradas.

—Ahora que estamos todos, daremos paso a presentarlos, quiero que cada uno diga unas palabras al público al presentarse, sean respetuosos y muestren deportividad. — La anciana comentarista nos daba las indicaciones antes de ir hacia el centro del estadio.

Todos nos pusimos en dos filas y empezamos a caminar, era un ambiente completamente diferente a la primera ronda, había al menos dos veces más de público, sonaba música por todo lo alto, pero los gritos no se quedaban atrás, banderas de las diferentes regiones; esto sí que era un ambiente como si de la copa mundial de fútbol se tratara.

—Bienvenidos a todos los presentes, hoy estamos a punto de presenciar el comienzo de lo que todos estábamos esperando… ¡La ronda de combates individuales! — El público enloquecía. — Por la entrada Este podemos ver como nuestros participantes entrar con nerviosismo, entusiasmo, con ganas de dar todo para que los aquí presentes nos quedemos con sus nombres, dar un gran espectáculo aquí es que el mundo te recuerde, que tu nombre suene por cada lugar que vayas.

Llegamos al punto de encuentro y nos acomodamos.

—Hoy son diez los participantes que se enfrentaran en esta ronda, cada uno ha luchado por este puesto y ahora lucharan por ver quien destaca entre el top, estoy segura de que serán batallas alucinantes ¿No opina lo mismo el público? —El público aplaudía, gritaba y unificaban los gritos para hacer uno más grande.

—Esta vez los concursantes han sido bien repartidos entre regiones, empezamos con la región local, quien ha demostrado ser un digno equipo representante. — Hace una pequeña pausa y agarra una hoja. — Después de una fiera batalla a demostrado ser una de las mejores defensas del torneo, Mariam Lone ahora demostrara que no solo es una de las mejores, sino que es la mejor.

Mariam pasa al frente y empieza a hablar. — Mucho gusto a todos, gracias a todos por venir a ver nuestros encuentros, todos los aquí presentes nos hemos esforzado y ahora queremos darles un poco más de nuestras convicciones y ambiciones, esperemos no defraudarles. — Sus palabras no solo irradian dulzura si no también firmeza y orgullo.

—Gracias por tan bonitas palabras. Como siguiente tenemos a un chico que no ha dejado verse, no ha dicho nada, es como una sombra pero que sabemos que nos dará un gran encuentro ¡Demos paso a Shin!

Shin agarra el micrófono, pero no dice nada, la gente calla. — Que aburrimiento. — Finalmente dice algo y devuelve el micrófono.

—Y así terminamos de presentar a los dos concursantes de la gran región local de Lansar. — Seguía la comentarista y el ambiente volvía a la normalidad. — Una chica bondadosa y cooperativa que ahora buscará individualmente alzarse a la victoria, la pequeña Palomita Mire nos enseñará el poder de sus explosiones.

Palomita pasaba temerosamente al frente y comenzaba a hablar. — Yo… — La chica se asusta al ver a tanto público, mira hacia abajo y grita fuerte. — ¡Daré lo mejor de mí!

—Así como todos, ella también dará lo mejor de sí para darnos el mejor espectáculo. — Ayudaba la comentarista. — Llega ahora una chica que nos ha demostrado como puede resistir hasta las situaciones más misteriosas, Mei Ji.

Mei Ji pasa al frente y toma el micrófono — Fuerza mágica, Fuerza física, fuerza en físico, resistencia, habilidad, todo es necesario para convertirse en alguien que destaque sobre la media. Demostraré que tengo lo necesario.

—Completamente de acuerdo con estas dos chicas de la región de Ransar. — La comentarista aplaudía y el público la seguía — Como siguiente tenemos a otra chica que nos ha demostrado no tener piedad ante sus contrincantes, y que parece viene con un pensamiento ganador, demos paso a Sireia Abali.

Sireia toma el micrófono y empieza a reírse de una forma muy macabra. — Yo les daré el espectáculo que realmente quieren, no se van a arrepentir.

—La comentarista le quita el micrófono — Y seguro que será grandioso.

Otra chica con una gran visión, unas ganas de sobresalir y una gran habilidad que te deja helado al ver y a veces literalmente, tenemos a Ayana Mar.

Ayana pasa al frente con una sonrisa y empieza a hablar. — Les prometo que daré el doscientos porciento de mí para que todos puedan disfrutar, porque yo también disfruto así, ganaré este torneo sin falta.

—Las dos chicas de Solsar lo tienen claro, nos darán grandes encuentros.

Este chico nos ha demostrado como prevalecer en las situaciones más difíciles, y aquí tiene su merecida recompensa, Mana Sanda, único representante de la región de Mortisar nos mostrara como seguirá prevaleciendo hasta la final.

Mana toma el micrófono y habla. — Quiero agradecer a mi equipo que me ha apoyado hasta el final y quiero mostrar respeto hacia mis rivales, serán duros encuentros, pero daré lo mejor de mí.

—Grandes palabras y un espíritu deportivo admirable, Mortisar todavía nos mostrará su poder.

—Su apellido ha dado mucho de qué hablar en muchas ocasiones, pero con cada acto nos demuestra lo equivocados que estábamos respecto a esta admirable chica, Kaori Mobir nos seguirá demostrando hasta dónde puede llegar.

Kaori pasa al frente y dedica unas palabras — Este torneo me ha mostrado muchas cosas, he podido sentir de cerca lo que es ser derrotada de forma humillante, pero he podido prevalecer; ahora creceré y les demostrare que el apellido Mobir no es para temer, si no para recordar.

—Y ya no los estas demostrando, al igual que nuestro siguiente competidor, quien a pesar de haber tenido una batalla que nos dejó helados a todos, a salido adelante y ahora nos demostrara que no fue pura casualidad, Yoru Mobir nos volverá a enseñar esa potente fuerza.

Pasé hacia adelante e improvise un poco mis palabras. — Daré grandes peleas para que el público disfrute y para que no olviden mi nombre.

—Como último, pero no menos importante, tenemos recién recuperada a una chica que nos ha demostrado valor y decisión en sus acciones, Abiel Lenisa.

Abiel da un paso al frente y toma el micrófono decidido. — Esta vez demostraré todo, prepárate Sireia, esta vez no te saldrás con la tuya.

—Fuertes declaraciones de todos los integrantes que representan a Malsar, esperemos que esa batalla se dé, por el momento la primera batalla que podremos presenciar será nada más y nada menos que. — Hace una pequeña pausa. — ¡Kaori Mobir contra Mariam Lone!

El público empezó a aplaudir, sin duda va a ser un gran encuentro, Kaori está decidida a dar todo.

Todos los participantes nos pusimos en nuestros respectivos asientos. El estadio, se hizo mucho más pequeño, no necesitaban tanto terreno para un combate individual. El terreno cambio a un terreno desnivelado, pero sin ningún obstáculo de por medio.

—Mis queridísimas amigas se enfrentarán en primera ronda, que tragedia — Auriel hablaba efusivamente. Era una grata sorpresa ver que esta mejor después de lo que le pasó a su hermana.

—No conozco la habilidad de Mariam, pero confío en la resolución de Kao. — Seguí hablando con él.

—Kao… está en desventaja. — Interrumpe Anverto. — Su habilidad es perfecta contra ataques de asedio.

—¿Qué quieres decir Anverto?

—Ya lo verás, Yoru. No creo que se vaya a contener. Mariam odia pelear, siempre intenta acabar rápido con las cosas. — Termina de hablar Auriel para así dar pasó al primer encuentro.

—Que sea un buen encuentro, Kaori. — Mariam dulcemente le agradece a Kaori este enfrentamiento.

—Será la primera ronda, pero no me contendré. No lo tomes personal.

—Lo mismo digo, que gane la mejor.

Ambas contrincantes se dan la mano y se ponen en posición de combate.

—Empezará el primer combate del día. ¡Kaori Mobir contra… Mariam Lone! — La comentarista hablaba por todo lo alto y el público se exaltaba.

Sonaba la corneta que daba inicio al primer enfrentamiento, pero todos nos llevamos una sorpresa, las dos luchadoras apenas se habían movido.

—¿Qué está pasando? — Me pregunté en voz alta.

—La primera batalla se gana con la mente. — Me respondió Auriel. — Pon atención.

Kaori se acercaba con prudencia a Mariam, pero ella daba pasos atrás.

—Bailen, cuchillas carmesíes.

Decidió empezar a usar su habilidad, se le permitió llevar hasta quince cuchillos, pero únicamente saco cinco de ellos. Empezó a controlarlos por el aire y decidió arrojar los cinco, solo tres de ellos iban directo hacia Mariam.

—Anula, Negación.

Apareció un escudo enfrente suyo que paro en seco los cuchillos, y no solo eso, Kaori inesperadamente sufrió daños, un par de cortes poco profundos.

—Ya me habían contado un poco acerca de tu habilidad, Mariam. Parece que no fue del todo equivoco.

Sorprendido, mire a Anverto.

—Fui yo… me percaté en mi enfrentamiento que el escudo de Mariam devuelve un porcentaje del daño de lo que para. Pero no pude sacar más información. Lo siento. — Anverto se disculpa de forma tímida.

—Lo has hecho fenomenal, grandulón.

—También se acerca del tuyo, pude ver como peleabas. — Mariam habla orgullosa pero amable. — Y no tienes oportunidad contra mí.

—En condiciones normales no podría derrotarte, si los ataques pequeños y rápidos los puedes parar, mis cuchillas nunca te alcanzaran… pero ¿Podrás generar la fuerza mágica necesaria para parar todo?

—¿Y tú podrás aguantar todo el daño recibido por el asedio?

Mariam y Kaori se miran, nadie responde nada de las preguntas hechas, y después de una intensa batalla de miradas, Kaori empieza a atacar con todas las cuchillas restantes.

Mariam empieza a generar escudos por su alrededor, los ataques de Kaori tomaban todo tipo de direcciones. Todo ataque furtivo estaba siendo repelido por Mariam y a Kaori se le empezaban a abrir heridas, unas más grandes que otras.

El asedio continuo por un buen rato.

—La batalla de aguante está siendo intensa, por el momento puede sentirse que la batalla la tiene dominada Mariam, pero no hay que dar nada por sentado. — La longeva comentarista animaba al público.

—Auriel, ¿esperabas esto? — Pregunté

—Es la estrategia que yo hubiera tomado, arriesgar un poco de mi físico por acabar con la fuerza mágica de un escudo impenetrable ante mis ataques. Sin embargo, sigue siendo una táctica imprudente, no sabes la fuerza mágica y física que tiene tu rival. — Se levanta y hace algo muy extraño con sus manos. — Pero no importa, terminando consolaré a Kaori y le daré muchos besos.

—Esto puede estar dando un giro, no solo está haciendo retroceder a Mariam, si no que le está comiendo metros; aunque el estado de Kaori preocupe, esto no está terminado. — Dijo la comentarista efusiva.

Kaori empezó a comerle terreno, Mariam evita el combate cuerpo a cuerpo y Kaori se ha percatado de ello, pero sigue asediando con los cuchillos, esta vez está juntando todos y atacando en un mismo punto.

Kaori disminuye paulatinamente va frenando hasta quedar inmóvil de rodillas.

—¿Puede que Kaori ya no pueda dar más de Sí? ¿Podemos cantar la victoria de Mariam? — La comentarista aceleraba su pronunciación.

—Ha sido muy intenso, Kaori. Tienes mis respetos, nadie intento nunca lo que hiciste. — Mariam, con amabilidad y respeto se dirige hacia Kaori. — Pero es hora de terminar esto.

—Has sido buena rival Mariam, el respeto que tienes hacia el rival es admirable, pero también lo que te condujo a la derrota.

—Bien hecho… Has ganado. — Miriam caía rendida al suelo.

Todos en el recinto se quedaron paralizados, nadie sabe que ha pasado. Pero después de analizar la escena, Mariam tenía clavados tres cuchillos en la espalda. El cuerpo médico no tardó en aparecer.

—Tienes mucho respeto hacia el rival, aceptaste mi duelo de aguante y solo te fijaste en lo que nos rodeaba… olvidaste que había lanzado tres cuchillos fuera… te llevé a ellos y empecé a atacar solamente de frente para que olvidaras tus espaldas.

—Ha sido una táctica que no le hubiera servido en otra instancia, Mariam se confío de que solo eran ellas dos y no puso atención a los movimientos del rival. — Auriel habló.

—Por esa misma razón uso esa misma táctica. — Le respondí. — Ella sabe en la situación en la que se encuentra y tomo ventaja de ello. No vio como un obstáculo planteárselo en un combate real, está jugando en su propio terreno.

—Creo… que me volví a enamorar por tercera vez de Kaori. — Auriel, tomo sus cosas. — No podré estar para tu combate, Yoru. Necesito atender unos asuntos… Suerte, compañero.

—Gracias, compañero. — Le choque el puño. — Ganaré.

—No tengo duda de ello.

—Yoru… Porfavor, cuídate. — Anverto también me dirigía unas palabras.

—Así será Anverto. No te preocupes.

Unos cuantos minutos pasaron y por fin la comentarista volvió a hablar.

—Ha sido una gran pelea de aguante, pero ahora tendremos a dos jóvenes talentos que buscaran pasar a la siguiente ronda. Aunque no se ven mucho hoy en día, los zorros-elfos son una raza que predominaba hace un par de siglos, y ahora, una representante joven pero decidida peleara contra un chico que llego sin previo aviso y se quiere quedar con todo. ¡Palomita Mire contra Yoru Mobir!

El público aplaudía, el terreno empezó a cambiar, esta vez decidieron usar una ciudad como lugar de encuentro.

—Es hora de hacer esto, no puedo perder ante nadie, necesito llegar a Ayana.

—¿Estas enamorado de Ayana? — Me pregunta timidamente Palomita.

—Hable en voz alta… No es eso, solo… ah, mejor te explico en otro momento.

—Está bien.

Estábamos en el centro, nos dimos la mano y nos alejamos para ponernos en posición de combate.

—Desequilibra, Inversión. — Canté mi habilidad.

—Explota, Popxplosión. — Se preparó Palomita.

—Demos inicio al segundo combate. Esperemos sea tan entretenido como el primero.

Y así empezó mi combate, al sonido de una corneta. En cuanto sonó, yo me moví rápidamente, no le di tiempo de reacción a Palomita. Active Inversión en mis pies y la tome desprevenida, la agarré del cuello y la levante, dude un segundo, suficiente para que ella consiguiera activar su habilidad en frente mía y dispararnos a los dos por los aires. Palomita golpeando en una farola y yo en un edificio. El impacto fue tanto que rompí la pared, para no sufrir mucho daño active mi habilidad en la espalda, al menos creo que solo me rompí una o dos costillas, pero creo que es posible continuar.

¿Por qué habré dudado en ese momento? ¿Sentí debilidad ante mi rival? Si quiero llegar a Ayana no puedo contenerme. Pensé a mis adentros, pero realmente tengo una debilidad contra Palomita, es menor que yo y me da miedo destrozarla.

—El polvo al fin se ha quitado y podemos ver a los contendientes de pie. Aunque parecen heridos después de esa explosión.

Por lo que pude ver en la fase de la bomba, la explosión no le afecta, sin embargo, esta vez se vio afectada por el daño colateral de su explosión.

Mientras pensaba, el edificio en el que estaba se venía abajo, palomita se acercó lo suficiente y empezó a destruir los pilares. No tuve tiempo de reacción, opté por usar mi habilidad para impulsarme y saltar a ciegas, Palomita anticipó mi movimiento y me esperó abajo, antes de poder estar cerca de ella por aire, hizo una explosión en cadena que me hizo bastante daño y me dejo tirado.

Palomita no fue a rematarme, sabía que aún podía levantarme y agarrarla por sorpresa, así que me recuperé del suelo y recuperé el aliento.

—Estas acostumbrada a este tipo de terrenos. Eres buena.

—Gra-cias. — Aunque parecía concentrada, me respondió entre cortada y las piernas le temblaban.

Me volví a acercar hacia ella, esta vez fui sin tanta velocidad, pero antes de poder acercarme ella cubría todo su perímetro con explosiones, aunque podía notar que estos eran más débiles. Su fuerza mágica se estaba agotando.

Volví a retroceder, intentar analizar la mejor forma de acabar con esto sin hacerle mucho daño. Solo se me ocurrió hacer que se gaste su fuerza mágica.

Mientras pensaba, algo ocurrió. El edificio que estaba a lado de Palomita empezó a desmoronarse, había recibido daño de las explosiones, Palomita no podría evitar el impacto.

—¡Cuidado! — Grité efusivamente y no me lo pensé dos veces, me lancé hacia ella.

No pude evitar por completo el edificio, me lastimo la pierna izquierda al punto que no podía moverla. Pero Palomita parecía estar bien.

Palomita abrió los ojos, me miro… pero su reacción no fue la que esperaba. Se apartó furiosa y hablo.

—¡Se que parezco débil, se que cometo muchos errores, se que a veces no puedo hablar bien en público! — Exclamó — Pero no por eso me tienen que infravalorar, yo también puedo hacer las cosas sola… y si no aprenderé de ellas.

Había herido su orgullo, ella estaba dando todo de si y yo me estaba conteniendo, es más, le salve siendo mi contrincante.

—Por eso quiero que te levantes, Yoru. ¡Reconóceme! ¡Pelea conmigo!

Finalmente me levanté, aunque no podía apoyar la pierna izquierda.

—Está bien, Palomita. No me contendré. Que esto se decida en un todo a nada.

Palomita, con lágrimas en los ojos me sonrió. — Gracias.

Daré un impulso solo con una pierna y dejaré que la inercia haga todo lo demás. Cumpliré su deseo y no me contendré.

Y así fue, me deje llevar, use todo el impulso que tuve, fue tal la presión que destruí todas las ventanas a mi alrededor, Palomita esperó mi ataque y preparó una super explosión. Esa explosión me estaba frenando, pero finalmente, atravesé y le di el golpe, no fue de lleno gracias a la explosión, pero con ese golpe la desmayé al instante.

El público empezó a aplaudir, se veía hasta gente llorando por la resolución de Palomita. Palomita no habrá ganado el encuentro, pero ganó algo mejor que la batalla.

—¡Y así damos por finalizado el segundo encuentro! Tendremos una pausa de media hora, pero no se vayan, que todavía quedan encuentros.

Volví a la enfermería a que me traten, si todo va bien no me perderé a la batalla de Abiel. Vuelvo a estar bajo este mismo techo blanco, aunque tengo suerte de no montarme en un "mecha".

Esperaba la visita de Auriel, de Kaori o incluso Anverto, pero quien llego me sorprendió, era Ría.

—Eres increíblemente estúpido. — Fueron sus primeras agradables palabras. —Que una niña que no sabe cómo llegó ahí te dejara en este estado deja mucho que hablar de nuestro equipo.

—Supongo que no te has tomado la molestia de venir hasta aquí solo para regañarme. — La mire con una mirada irónica.

—Tienes razón. No vine aquí para eso, aunque me divierte hacerlo. — Pasa a estar un poco sería. — He descubierto más cosas.

—Cuéntame.

—El organizador de estos eventos murió por causas desconocidas antes de poder programar este. Tuvieron que poner a un suplente de última hora. Se rumorea que murió después de que su despacho se llenará de polvo.

Eso me recordó a la batalla de Juansra, todos quedaron paralizados después de que el humo se esparciera por todo el encuentro.

—Se lo que estás pensando. Shin o Mei, los ganadores del encuentro de Juansra, podrían estar involucrados. Pero esa habilidad no lo tiene una clase peculiar, es por lo menos extraña.

—¿Has intentado hablar con Juansra? — Pregunté.

—No ha querido salir de su cuarto. Debe seguir llorando por perder. — Vuelve a lo que estaba hablando. — Por los documentos faltantes, puedo dar por sentado que la habilidad del humo es Shin, estate atento a cómo actúa Shin y Sireia en esta ronda.

Sin más que decir, Ría abandonó la sala y poco después, aunque vendado, hice lo mismo. Es hora de ver el encuentro de Abiel.

Volví a mi asiento y ahí estaba Anverto, pero parecía que no volvía Auriel.

—Yoru, te estaba esperando. — Anverto estaba contento de verme llegar.

—¿Cómo va todo?

—Todo preparado, el escenario es un campo abierto con varias coberturas.

—Estamos por empezar la tercera ronda, volvemos a tener una batalla entre dos chicas, dos chicas que han dejado claro sus objetivos y no se contendrán. Así que no les robemos más tiempo. Que esto empiece.

No pasó ni un segundo desde que sonó la corneta y Abiel ya había empezado a atacar. Su mirada irradiaba furia y enojo. No estaba en sus cabales.

—Jajaja. — Se reía una persona detrás de mí. No había sentido su presencia hasta ahora. Cuando me voltee pude encontrarme con Sireia. — Una joven fría y calculadora viéndose consumida por el odio.

—Sireia… ¿Qué es lo que pretendes? — Lo solté sin pensármelo dos veces.

—¿Lo que pretendo? Cariño, yo solo quiero ver a Abiel en lo más profundo de un pozo, un pozo que ella misma está cavando. — Se ríe de forma muy macabra.

—Anverto se para y mira fijamente a Sireia con enojo. — Como te atrevas a hacerle daño, borraré esa sonrisa.

—Sireia, la esperaré en la siguiente ronda, ella decidirá si le hago daño o no… pequeño adelanto, la voy a destrozar. — Volvía sonreír mientras se iba.

Me sorprendió mucho ver la respuesta que soltó Anverto, fue impresionante. Anverto se sentó y empezó a temblar.

— Lo has hecho bien, Anve. La has alejado.

—Si…

Abiel seguía presionando al enemigo, Mei, en total desventaja, solo se podía mover de cobertura en cobertura, pero las flechas estaban impactando, y para recordar, mientras más flechas impacten, más daño hacen.

—Es una batalla unilateral, no tiene oportunidades. — Juansra apareció.

—Juansra, me alegra verte. — Me pare y fui a abrazarle. — Porque no te habías presentado.

—El veneno que inhale era muy fuerte, hasta hace poco desapareció el último efecto. — Dijo de forma serena, algo no muy típico en él. — Mei no sobrevivió gracias a su suerte y a su habilidad, pude observar que roba defensa y vitalidad de la gente, pero solo un porcentaje. No tiene nada que hacer contra el daño porcentual de Ab.

Dicho y hecho, la batalla no fue larga, Abiel pilló buena cobertura dando de lleno a Mei, quien cayó al suelo y desmayó.

—Y tenemos a una contundente ganadora. ¡Abiel Lenisa! — El público aplaudía. — Pero no se vayan, que esto todavía no se termina, a continuación, tenemos la batalla entre una chica que ha demostrado ser fuerte y sin piedad contra un joven que quiere dar todo por su equipo. ¡Sireia Abali contra Mana Sanda!

—Sireia Abali… Esa chica no tiene una buena mirada. — Comentaba Juansra.

—Es una persona malvada, es mejor no involucrarse con ella. — Le dije.

—No me refiero a eso, su mirada está perdida, no denota ninguna emoción, no refleja nada.

—A veces… pareces inteligente — Inocentemente comenta Anverto.

—¡¿A veces?! ¡¿Acaso quieres morir?! Siempre soy inteligente Anve, creo que entre todo el grupo yo soy el más inteligente.

—Jura, me alegro de que estes de vuelta. — Le sonreí y lo senté. — Vamos a seguir viendo esto.

El inicio no dilato más, el terreno usado fue el mismo que en mi batalla. Tocaron la corneta y empezó el encuentro, pero volvió a ocurrir, las pantallas dejaron de funcionar.

Esto es de lo que me hablaba Ría, el propio organizador debe estar compinchado con Sireia y por eso se va la transmisión en los momentos clave. Esto es un amaño… ¿Pero con qué fin? ¿Realmente les es fundamental ganar este torneo? Tendré que investigar en profundidad… antes de que sea tarde.

El directo volvió, pero el encuentro ya estaba finalizado, Mana estaba tirando en el suelo, no respondía, estaba totalmente noqueado. El público no entendía que había pasado, ni la propia comentarista.

—Disculpen los fallos técnicos, pero, aunque no hayamos podido observar el combate, podemos estar seguros de que ambos dieron todo de sí. A compensación, daremos inicio inmediato con el último encuentro de hoy. — La comentarista intentaba arreglar la situación

—Ayana Mar y Shin, será un interesante combate. Pero no tanto como el que daremos mañana. Por detrás de mí sonaba Kaori.

—Kaori. Que gusto. — Anverto saludaba con amabilidad a Kaori.

—Ya llegó la chica que faltaba. — Con ironía respondía Jura.

—Kao. ¿Tus heridas ya están bien? — Pregunté

— No eran para tanto, fueron solo unos pequeños rasguños, nada comparado a lo que te hizo esa niña. — Kaori se burlaba de mí.

—Has peleado muy bien, se ha notado que lo que me dijiste ayer no era broma.

—No me dejaré ganar, Yoru. Se que quieres pelear contra Ayana para tener tu revancha. — Me golpeaba el hombro.

—Puede que quiera pelear contra Ayana, pero quiero demostrar que también puedo derrotarte. — Le plantó cara de forma amistosa.

—Que lindo los primos, pero les recuerdo que son familia. — Jura se interpone. — Sin embargo, yo todavía no tengo a nadie. — Aunque parecía una indirecta, se enoja y se sienta.

—Pongamos atención a este encuentro.

Kaori todavía no sabe nada acerca de lo que está pasando, luego, en privado hablaré con ella, es en la persona que más confió, no puedo ocultarle esta información.

—Damos comienzo a la última batalla del día de hoy. Reconocida por el público, favorita por muchos, Ayana Mar quiere volver a helarnos el corazón. Peleará contra su opuesto, alguien que no le gusta mostrarse mucho y es de pocas palabras, Shin Shin.

El campo era abierto, no existía nada más, plano y abierto.

—¡Hoy daré un espectáculo que todos recordarán! Daré lo mejor de mi para que no se vayan aburridos a casa. Observen. — La efusiva Ayana gritaba al público. Shin, sin embargo, no dijo nada.

La corneta sonó finalmente.

—Sopla, ventisca de Dios. — Ayana cantaba su Habilidad mientras caminaba hacia Shin. Quien no se movía en absoluto.

El terreno alrededor de Ayana se congelaba, el radio era amplio, por lo menos cinco metros de radio estaba siendo congelado mientras ella avanzaba.

Cada vez Ayana se acercaba más, de forma calmada, pero Shin no se movía.

—¿Qué pasa? ¿No vas a atacar? No siento ninguna motivación en ti.

— … — Shin miraba a Ayana. — Tienes razón — Un acontecimiento inesperado surgió. — Me rindo.

El público murmuraba entre ellos. No contemplaba si quiera que se pudiese rendir una persona en un torneo de tan alto nivel.

—¿Hemos escuchado bien Shin? Preguntaba la comentarista.

—¡No! Tiene que estar bromeando. No puede haberse rendido tan rápido. Esto apenas empieza. — Ayana no se creía la situación

—Si, he dicho que me rindo.

—Si así ha sido la decisión del Shin, se dará por valida su rendición. ¡La ganadora de este encuentro es Ayana!

—¡No puede ser! ¡Pelea contra mí! — La furia de Ayana se mostró, congelo todo en un radio de siete metros e hizo caer muchos témpanos de hielo de diferentes tamaños.

—Atacar a un concursante fuera de las batallas esta terminantemente prohibido, Ayana, pedimos por favor que pares. — La comentarista frenaba cualquier acto de Ayana

Con lo sucedido, se puede sobreentender que quieren que Ayana pase de ronda, el próximo encuentro de Ayana sería contra la ganadora entre Sireia y Abiel, tendré que seguir poniendo atención.

—Y con esto terminamos la primera ronda de peleas, también concluimos con el día de hoy. Gracias a todos por venir a ver este gran torneo, mañana volverán las sorpresas, así que no se olviden de apartar su asiento. — La comentarista despedía el día y todos nos retirábamos.

Fue un día largo, mañana pelearé contra Kaori, Abiel se medirá contra Sireia y finalmente veremos a la ganadora pelear contra Ayana, parece que todavía no podemos descansar. De camino a mi habitación no entable más conversaciones de relevancia, no pude ver de nuevo a Auriel, espero poder encontrármelo mañana.

Sin mayor dilación me fui a descansar, tenía que reposar para el enfrentamiento de mañana.