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Chapter 6 - Capítulo 6: Responsabilidad

El miedo y la sonrisa de logro, todo fue mostrado en el rostro de Lea, mientras miraba a Luos, solo se remplazo por un ultimo suspiro, mientras sus ojos solo mostraron cariño.

La bola impacto en la columna de Lea, dejando una buena zona carbonizada, mientras que el impacto revelo las vertebras, tambien se observaba la separacion de estas.

Luos entro en frenesi, se lanzo hacia ella con los ojos rojos y lagrimas interminables.

Varios gritos de llantos se escucharon, el hombre parecia disfrutarlos como la mas dulce de las serenatas.

- Las cucarachas solo deberiais poder hacer esta voz, ni la basura es digna de vuestra presencia, solo la muerte y la desesperacion - El cultivador reia a carcajadas.

- La unica cucaracha que veo viste de rojo, sera porque nacio del fruto de un cerdo y una mujer, que tienes esa apariencia - La voz furiosa de Balios resono debilmente, pero fue un trueno para todos.

El enfermo que no deberia estar aqui, estaba insultado al cultivador mientras se desprendia de las pieles que portaba, parecia que queria pelear cuerpo a cuerpo contra el.

El cultivador al ver el cuerpo flaco, enfermo y algo desnutrido de Balios, solo rio, miro al lloroso arquero y se olvido de el. - Sucia mosca, te recompensare por tus palabras, solo rompiendote todos los huesos y dejandote ver la muerte de cada uno de tus compañeros de basurero - De un pequeño salto, llego enfrente de Balios, sin dudarlo lo agarro del cuello y lo levanto, pero ese simple gesto fue suficiente.

Solo ahora, ante la luz de la caravana, se podia ver pequeños cristales helados en las cejas de enfermizo niño, el simple acto de agarrarlo cambio la situacion ligeramente, mas de lo que esperaba Balios.

El no conocia el efecto reactivo que tenia cuando el Qi Helado y el Qi Ardiente entraban en contacto, aunque la diferencia en cantidad y pureza del Qi de ambos, era como una gota y un rio, fue suficiente para que reaccionase.

El Qi Helado entro en el cuerpo del cultivador, mientras Balios le dio una dolora sonrisa, su mano izquierda se cerro sobre la muñeca del hombre y la derecha saco una daga de decente calidad que corria hacia la parte baja de la mandibula del hombre, con la intencion de llegar al cerebro.

A su vez, miro a Luos y este no dudo, con ojos en llamas, cargo y solto otra flecha negra.

La lucha entre el dominio de los Qi elementales fue corta, solo un segundo, donde el hombre estaba paralizado sin poder activar su propia energia, el Qi Helado fue como un veneno paralizante, la mordida de una serpiente, que sin duda, marchaba por su vida.

Fue solo cuando la daga y la flecha estaban a punto de impactar, que una anciana voz resono en el propio espacio.

- Basta - Con solo esta palabra, incluso el tiempo parecia haberse detenido.

La flecha nunca llego y la daga jamas atraveso, los demas hacia tiempo que detuvieron la lucha.

De la nada, un anciano de tunica gris y un joven con armadura ligera, aparecieron flotando, sorprendiendo a los pequeños hacia la desesperacion, mientras que Balios solo pudo negar con la cabeza, se arrepentia de haber metido a su familia en un bote al infierno.

El cultivador solto al enfermo muchacho, mientras que su arrogancia anterior fue disipada mientras se arrodillaba varias veces, ante el anciano.

Este solo le hizo un gesto para que permaneciera callado, el cultivador cerro los labios cual decreto divino.

- Ves a curar a los que esten heridos, aquellos de extrema gravedad, no hace falta - A la orden del anciano, el joven le dio una segunda mirada a Balios y se fue, cada vez que se acercaba a un vigilante o huerfano, los curaba con solo mover su mano y un halo turquesa descendia sobre ellos.

El anciano miraba al pequeño con escarcha, que tiritaba, pero este en ningun momento hizo ademan de coger su ropa.

- Niño, tengo una medicina, puedes decidir, si usarla en ti o salvar a la joven - Mientras decia esto, el anciano saco una pequeña perla de colores rosados y rojos, el simple olor aliviaba el dolor en toda la zona.

Balios miraba la perla con avidez, pero tambien miraba a Lea y a Luos que lloraba, dudando entre que hacer, siempre fue para el una prioridad curar a su hermano mayor, pero el amaba a Lea, al final solo miro intensamente a Balios, mientras su frente choco contra el suelo, generando una herida.

Un pequeño reguero de sangre salio de los labios del joven, mientras miraba al anciano.

- Dasela a ella, salva su vida... Por favor - Balios tambien se dejo caer de rodillas, su cabeza estaba gacha, pero sus puños estaban blancos de la presion.

El anciano sonrio.

- Toma esto, yo no la salvare, serás tu mismo, si puede vivir para ver un nuevo amanecer es solo cosa tuya, tu los enviaste aqui, asi que cargas con sus vidas y muertes - Balios miro al viejo, mientras maldecía miles de veces en su mente, aun así agarro la perla y el pequeño cristal blanco y negro que volaba hacia el.

- Concentrate en el cristal, una vez que lo aprendas, deberias saber como absorber el Qi ardiente dentro de ella y transferirlo a tu cuerpo, solo entonces, aplasta la perla y deja caer el contenido en la herida - Sin demora, Balios avanzo al lado de Lea, mientras Luos lo miraba y lloraba, Barnabi tambien esta alli, junto a alguno hermanos, otros estaban heridos o muertos como Tolomeo.

Cuando Balios se concentro en el cristal, este se fundio en su cuerpo de manera magica, sacando algunas voces de los pequeños.

Segundos después el tatuaje de una rosa se formo en el dorso de su mano derecha, mientras que raíces espinosas negras crecieron extendiéndose hasta llegar al codo. Este efecto obviamente no escapo de la percepción del anciano y su discípulo. Ambos se miraron con tristeza, el anciano ya lo suponía, pero ahora estaba confirmado