Mientras seguían con sus presentaciones exageradas, yo buscaba la manera de salir de ahí e irme al baño para darme un descanso y tomar una pastilla para el periodo.
Pero ya no aguantaba y en eso Scarlett me tomó del brazo y me sonrió.
-¡Hola guapo! ¿Necesitas algo?
Scarlett la verdad llegó en el mejor momento.
- Si claro. ¿Podría pasar a su baño?
- Si por supuesto. ¿Quieres que te acompañe o vas sólo?
En eso interrumpio Garrett que estaba prestando atención a nuestra interacción que a su propia presentación.
- Scarlett, sería conveniente que él vaya solo sin una dama, no hablará bien de tí si lo acompañas sola al baño.
- Si primo lo siento.
En eso Scarlett me soltó de brazo y como una niña regañada nomás hizo pucheros de los cuales se veía muy tierna y más para su tamaño de mujer.
- ¿Te indicó el camino o aún te acuerdas? Leo. - alzando una ceja a mi dirección.
- Aún lo recuerdo gracias Garrett.
Me retiré con lentitud pero con pasos muy firmes. Hacia la dirección del baño que estaba subiendo las escaleras apartandome de todos los invitados.
Al llegar tome agua del grifo y me lavé la cara e inmediatamente saque mi píldora para los cólicos y me la tomé, pase al baño y me coloqué un tapón nuevo y procuré cubrirlo con papel higiénico lo más que pude. Después de unos minutos de los cuales me parecieron una eternidad y empezó hacer efecto la píldora, salí del baño más fresca pero al abrir la puerta estaba Garrett afuera de está, no se porque al verlo afuera me sorprendió y a la vez me sentí nerviosa.
Procuré poner mis sentimientos y emociones en orden y tomé valetentia y mis ojos se tornaron fríos inmediatamente.
-Necesitas algo Leo.
- Estoy bien Garrett, todo perfecto como siempre.
- La verdad preguntaba porque hace unos momentos tenias un semblante pálido, pero al parecer fue mi imaginación. Ya te vez bien, como eres mi invitado necesito estar al pendiente de ustedes y aparte hacerte una pregunta antes que los demás suban o se pregunten dónde estamos.
Ante ese comentario mis manos empezaron a sudar inexplicablemente.
-Si por supuesto dime.
-¿Has encontrado el paradero de tu hermana o alguna pista?
- La verdad....he encontrado unas pistas, unos conocidos están detrás de ella.
- Perfecto muchas gracias Leo.
Cuando me iba a retirar y giré nuevamente hacia atrás y lo miré.
- ¿Porqué la pregunta?
- Solamente curiosidad.
Pero al mírarlo su vista estaba puesta en mi y me miraba fijamente a los ojos. Del cuál tuve que desviar mi mirada y no mirar otra vez hacia atrás. Porque temia que me descubriera, porque su mirada me pone muy nerviosa.
GARRETT
Al mirar a Leo llegar con sus parientes y nomás presentarse de forma cordial y guardar su manos en su bolsa del saco como siempre.
No sé porque, pero presiento que ese no es Leo por más que lo vea no se me afigura a él. Aunque él y Rosalíe eran gemelos idénticos lo único que los diferenciaban eran sus ojos. Él los tenía cafés claros con un toque de verde en el centro apenas tenue y perceptible y Rosalie todo lo contrario tenía los ojos verdes con un toque de color entre amarillo y café claro en el centro. Y me encantaba decirle "gatita", aunque ella se enojaba y me perseguia para golpearme. Me encantaba molestarla y que ella estuviera a mi lado.
Mientras me perdía en mis recuerdos, el abuelo de Sherry me seguía insinuado sus prospectos y sus valores de su nieta predilecta.
Mientras los miraba eche un vistazo breve a Leo y me percate que en su frente había gotas de sudor y sus labios se tornaron un poco palidos, en ese mismo instante mi prima Scarlett se aproximó hacia con él tomándolo del brazo y preguntando si necesitaba algo. Al ver la respuesta de mi prima me incomodo que lo fuera acompañar al baño y la regañe que fuera más recatada y sensata.
Ella nomás me miró con cara de puchero y no hizo nada y después que Leo subiera por las escaleras, mi prima se sento nuevamente a lado de mi madre que tenía una plática poco interesante con la madre de Sherry y por otro lado como siempre la madre de Leo se la pasaba callada desde que murió su esposo.
Ví que habian pasado unos minutos y Leo no bajaba, entonces me disculpé e interrumpí la plática y subí las escaleras rumbo al baño. Al llegar me esperé unos minutos, pero sentí nervios al pensar que el que estaba en el baño no era Leo sino Rosalíe. Tenía que desmentirme al mirarlo a los ojos y más porque en mi investigación la pistas que encontramos era de un hombre y no de una mujer.
En cuanto iba a decidir volver a bajar abren la puerta y Leo me miró con ojos de sorpresa, pero al mirarlo me percate que sus ojos eran cafés con ese toque apenas perceptible de verde. Mientras lo miraba su mirada era cristalina y de asombro, pero al siguiente segundo se torno fría.
Tuvimos varios intercambios de palabras solamente fueron sencillas y concretas. Y después de ahí bajo sin mirar atrás. Yo por otra parte le llame a mi asistente y le pedí que empaquetara la poca basura que había en el recipiente del baño y me lo dejará en mi estudio. Él me miró con extrañeza pero como siempre no hacía preguntas y solamente hacía lo que simpre le decía.
Después de dar la orden, acomodé mi saco y baje nuevamente con los invitados para poder cenar como habíamos acordado.