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Chapter 2 - La mano del destino

Drogo es la imagen masculina de su contraparte Luna, facciones y estatura similares, siendo su vestimenta la mayor diferencia, una toga de color negro y pequeños detalles dorados en cuello y mangas. Aqua posee la apariencia de una sirena, su cola de color celeste no toca el suelo sino se mantiene tan solo 10 centímetros por encima del mismo, su torso es cubierto por una simple blusa blanca; y su cabello y ojos son de color azul marino. Aodh tiene la forma de un hombre, pero su cuerpo es completamente cubierto por el fuego; la única parte visible de su silueta es su boca. Finalmente Tront, es parecido a la simple silueta masculina de Aodh, la única diferencia es que su cuerpo parece hecho de cristal y no cubierto por llamas, puedes ver al otro lado haciendo difícil notar su presencia; pero sabes que está ahí por la forma en que el espacio se deforma levemente a su alrededor. Todos ellos se encontraban detrás de la joven Robina en total armonía, hasta que finalmente Drogo decidió ser el primero en hablar.

- Hermana, no temas, no estamos aquí para hacerte daño.

- No hacerme daño, entonces ¿Qué es todo esto? - La mirada de Luna se dirigió inmediatamente hacia Aodh - Y tú Aodh, ¿Tú contrato no era con el joven príncipe?

- Las circunstancias han cambiado Luna.

- Tendrás que ser más específico que eso.

- ¿Sí me permiten?

Con la intervención de Robina, los cuatro espíritus que la acompañaban prosiguieron a retroceder un paso, o en el caso de Aqua flotar lo equivalente a un paso; dejando en claro para Luna que sus preguntas tendrían a la joven pelinegra.

- Espíritu de la luz, me disculpó si mis acciones parecían dirigidas a dañar a la señorita Strauss, le aseguró que la única razón de mí accionar, fue debido a que las circunstancias no me permitieron preparar un mejor escenario para nuestro encuentro - Robina giró su mirada del espíritu hacia Melanie, quién no podía comprender la sucesión de los eventos - Señorita Strauss, lamentó si mis acciones hacia su persona le parecieron indebidos, le ofrezco mis más sinceras disculpas.

Inmediatamente la joven Mortier bajó su cabeza en señal de perdón, tal inesperada acción causaría que Melanie contestará más por reacción que entendimiento o aceptación.

- N...n...no se preocupe.

- Me alegro por su comprensión, de nueva cuenta, lamentó mucho las circunstancias que nos llevaron a este escenario.

Un corto silencio inundaría a todas las partes, pero Melanie que originalmente había empezado la velada como una víctima de abuso por parte de la señorita Robina, tenía aun dudas del tema anterior y el cuál parecía ser el detonante de todo lo que estaba ocurriendo.

- ¿Se refiere a los ataques que se le acusa?

- Correcto, no sé como el príncipe asumió que yo era la responsable - Robina colocó su mano izquierda sobre su cabeza en señal de molestia mientras negaba lentamente - De verdad es una tontería.

- Pero la evidencia...

- Sí, sí, sí supuesta la evidencia -La mano libre de Robina se comenzó a mover de un lado a otro restándole importancia al comentario - Estoy segura que las pruebas y testimonios reunidos por el príncipe Carlos y sus amigos no son nada más que parte de un elaborado y complicado plan por alguna facción contraria dentro del reino, además los espíritus aquí presentes pueden dar fe en mi nula participación.

Ante esa afirmación los mencionados procedieron a asentir, logrando calmar de sobremanera la duda que se mantenía en la mente de la joven rubia, los espíritus eran seres tan antiguos y poderosos no podrían mentir o ser amenazados, incluso sí fuera para apoyar a su contratista, Luna le había contado y demostrado a Melanie con anterioridad que los espíritus no mentía nunca pues carecían de la necesidad.

- ¿Esta diciendo qué todo esto fue para atacarla a usted?

- Más específicamente al ducado.

- Pero, ¿por...

Inmediatamente Robina alzó la mano para evitar que la señorita Melanie siguiera extendiendo la discusión de un tema que en el momento actual, no posee la importancia que debería.

- Entiendo que tenga dudas señorita Strauss, pero nuestra situación actual no tiene ninguna relación con ese tema, es su contrato con el espíritu de la luz la razón por la que estamos aquí.

- ¿Mí contrato?

- Así es, la razón por la que nos atrape en esta burbuja de tiempo, fue para poder hablar con usted sin intervención de terceros.

- ¿Burbuja de tiempo? - Melanie cambió la dirección del tema temporalmente guiada por su curiosidad - ¿Qué es eso?

- Es algo bastante simple de explicar, solamente atrapé a todo el edificio en una esfera dónde el tiempo no se mueve, es bastante efectiva contra casi cualquier objetivo; solamente alguien como usted con el poder de un espíritu o seres como los dragones antiguos son inmunes o casi inmunes a sus efectos.

- Increíble.

- Gracias, usualmente no usaría este método, pero debido a las circunstancias que llevaron a la revelación del contrato, me vi en la necesidad de hacer esto.

- ¿Qué quieres? - Luna finalmente había decidido intervenir - ¿Qué buscas?

- Creo que es bastante obvio.

Solo tomó tres segundos para que Luna abriera los ojos y posará su mirada en Aodh, quién sin vacilar realizo un pequeño asentamiento, confirmando sus sospechas.

- ¿Quieres que rompa mí pacto con Melanie para realizar uno contigo?

- Exactamente.

- Pe...Pe...Pero Luna me dio su bendición.

La joven Strauss no podía creerlo y tampoco consideraba la posibilidad de Luna rompiendo el pacto que las unía, llevaban diez años juntos y habían vivido tantas experiencias juntas que las hicieron tan cercanas, al punto que Melanie la consideraba su mejor amiga, bajo su guía el talento mágico que se escondía en su interior finalmente floreció ganando el reconocimiento de la mayoría de los profesores y directivos de la academia, no podía imaginar su vida sin Luna.

- Eso podrá ser cierto, pero como puedes observar, Aodh está conmigo ahora.

- Pero eso no tiene sentido, el príncipe aún tiene su marca.

Una pequeña expresión de burla se hizo presente en el rostro de Robina y aunque intentó esconderla, no paso desapercibida por Luna o Melanie que mantenían sus vistas concentradas en ella.

- Por petición mía, Aodh dejó una falsa marca con un pequeño rastro de su poder, de esa manera no llamaría la atención del reino ni generaría un revuelo político, aunque no me importa, prefiero evitar crear más problemas de los necesarios.

- Pero el príncipe debió haberlo notado, cuando Aodh dejó de...

- Melanie - Luna tocó levemente el hombro de la joven Strauss - Aunque tú y el príncipe son talentosos, la compatibilidad y potencial para conectarse con nosotros puede variar; sí el príncipe no pudo notar la ausencia de Aodh; significa que su potencial latente solo era lo suficientemente bueno como para recibir algo de su poder, pero no para comunicarse y aprender de él.

- Pero es el mejor mago de la generación.

- El potencial no solo se mide en que tan rápido creces, actualmente es cierto que eres más débil que el príncipe, pero eventualmente lo superaras con facilidad y eso es algo que podemos ver nosotros los espíritus, aunque... - La mirada de Luna se posó de nuevo en Robina aunque ahora parecía que sus ojos penetraban directo hacia su ser - no tiene sentido que alguien sea compatible con múltiples espíritus.

- ¿No?

- Tiene razón - Aodh intervinó - Es la razón de que eligiera al príncipe, su talento no era malo y nuestra compatibilidad aunque relativamente baja a lo ideal era la más alta que he encontrado en los últimos cincuenta años, por eso lo escogí.

- ¿Eso quiere decir que la señorita Robina es la más compatible con usted?

- No es completamente cierto - Luna pasó a negar con su cabeza - ¿Cómo lo hiciste?

- Sí gusta saberlo, puedo contarle, pero tendrá que unirse a mí; no quiero que más secretos salgan a la luz de terceros.

- Me niego.

- Vamos hermana, no seas tan negativa - Drogo pasó a tomar un paso al frente mientras extendía su mano derecha en dirección a Luna - Solo estamos siguiendo la tarea que Padre nos encomendó.

- Nuestra tarea es encontrar seres con el potencial para sobresalir dentro de sus generaciones y apoyarlos en su crecimiento, no enfocarnos en un solo individuo.

- ¿Y sí todo este tiempo estuvimos en un error?

- ¿Un error nosotros? ¿Debo recordarte qué fuiste tú el que casi destruye la obra de Padre cuando decidiste seguir al que llaman Rey Demonio?

Después de la acusación, Melanie procedió a retroceder asustada al saber que el ser más temido de la historia y cuya muerte significo el nacimiento de un nuevo calendario, tuviera de su lado el poder de un espíritu, habían pasado más de mil años del suceso y la mayor parte de la información al respecto eran viejas historias y leyendas, pero el terror y destrucción que dejó a su paso aún se pueden sentir en los corazones del mundo entero.

- Admito que no fue mi mejor momento, pero hermana tú siempre has sido demasiado recta, nunca cuestionas y confías demasiado en el corazón del resto de creaciones de Padre.

- No me trates de ignorante hermano, hemos existido demasiado como para no saberlo, la manera en que ellos mienten, traicionan y luchan; admito que hay tanto malos como buenos en este mundo, pero no por eso cuestiono los planes de Padre.

- ¿¡Planes!? - El cambio de actitud de Drogo sorprendió a todos los presentes a excepción de Robina quien aún no parecía con la intención de interferir en la discusión de los hermanos - ¿¡Qué sabes tú de sus planes!? ¡Llevamos milenios, MILENIOS Luna realizando la misma tarea sin parar! ¿¡Y qué nos ha traído!? ¡Padre no está! ¿¡No te dice eso algo!?

Lentamente la expresión de sorpresa por la actitud de Drogo cambio por una de furia en Luna, claramente ofendida por las acusaciones de su hermano y técnicamente al que considera el más cercano.

- ¡Padre no nos dejó!

- ¡Acéptalo Luna, nunca volverá!

- ¡Lo hará!

- ¡No es así! - Drogo finalmente decidió cambiar su tono y expresión por una más parecida a melancolía - Luna..., Padre nos dejó atrás, tenemos que aceptar la realidad, no cabe duda que eres la que más lo ama de todos nosotros, pero no podemos huir por siempre de la verdad; te has enfocado en tu tarea durante tanto tiempo como la mayoría de nuestros hermanos con la vaga esperanza de qué algún día regresará, cuando sabemos que no será así.

- No puedes saberlo .

- Tal vez no por completo, pero lo sientes ¿no?...Estamos solos.

- Aun así - La mirada de Luna se desvió de su hermano para el techo del salón - Debo creer.

- Y los ha hecho muy bien - Drogo camino hasta su hermana colocando sus manos en sus hombros, mientras Melanie decidía moverse ligeramente a un lado para no interferir - Pero es tiempo de qué busques otro camino.

Los ojos de Luna se cerraron por un momento, hasta que después de unos segundos para calmar su furia decidió mover su cabeza para poder posar su mirada en la joven Robina.

- ¿Y es ella ese camino?

- Así es.

- ¿Cómo puedo creerte?

- Puedo dejarte ver - Robina intervino mientras su mano derecha se extendía en dirección a Luna, quién lentamente fue soltado por su hermano y procedió a acercarse - Entonces todo cobrará sentido.

- ¿Luna? - Melanie notaba como la actitud de Luna cambiaba y parecía ahora más determinada - ¿Piensas dejarme?

- Solo necesito entender Melanie, no te preocupes.

Intentando consolar a su actual contratista finalmente el espíritu de la luz alcanzó la mano de Robina, para que con el contacto un pequeño haz de luz se manifestará entre las dos. El suceso solo duraría cinco segundos, pero en los ojos de Luna cualquier duda restante se había disipado y para la joven Melanie; era claro que su significado.

- Por favor no - En un intentó que mostraba su desesperación Melanie solo corrió y con ambas manos tomó el brazo izquierdo de Luna, las lagrimas empezaron a brotar y pequeños gemidos de dolor empezaban a escapar de sus labios - No...no...me...no me dejes...por favor.

- Lo siento Melanie - El espíritu de la luz lentamente ocupando su mano derecha se separó de su contratista, mientras evitaba siquiera dirigirle la vista; era clara la señal de no querer dar falsas esperanzas - Debo hacerlo.

- Pe...pe...pero...eres mi amiga.

- Y ellos mi familia; y he decidido compartir el mismo camino.

Con esas palabras, la fuerza de Melanie se desvaneció en un instante; sus piernas tambalearon hasta que finalmente las rodillas impactaron con el suelo, mientras las lagrimas comenzaban a cubrir su rostro sin parar. Luna miraba atentamente a Robina, quién mantenía una pequeña sonrisa, no tan pronunciada como el inicio, pero aun se encontraba presente. Dando un paso atrás el espíritu de la luz empezaría a recitar.

- Soy Luna, el espíritu de la luz, hoy te doy mi bendición Robina Mortier, con ella, mí fuerza será tú fuerza, lucharé a tu lado ante cualquier adversidad y juró seguirte hasta que tu sueño se haga realidad o caigas en el intentó.

- Yo, Robina Mortier, aceptó tu bendición espíritu de la luz y juró demostrar ser digna de tú poder.

- Así será.

- Así será.

La frente de Robina se iluminó durante un par de segundos, mientras Melanie observaba como la marca se desvanecía de su mano, el dolor la afligía de sobremanera, una situación irreal estaba ocurriendo frente a ella, pero sabía que no podía hacer nada; aunque no supiera lo que Luna vio en la señorita Mortier, era claro que fue suficiente para que ella decidiera dejarla y ¿Qué podía hacer ella? No lo sabía y tal vez ese era el problema, después de todo, se había rendido sin pelear.

Robina Mortier mantenía sus ojos cerrados mientras una sensación extraordinaria recorría su cuerpo, podía sentir claramente como su fuerza crecía; había pasado ya un buen tiempo desde que había experimentado tal efecto y no dejaba de ser una experiencia maravillosa que la llenaba de energía. Cuando finalmente sintió que su cuerpo podía manejar este incremento de poder decidió abrir su ojos, sabía que ahora una nueva marca se encontraba en su frente acompañando a todas las demás y aunque normalmente le gustaba mantenerlas ocultas para no llamar la atención, sabía que después de hoy no tendría sentido ocultarlas; claro, no las iba a tener siempre visibles, pero esta noche, no sería necesario fingir.

- Bueno, creo que es momento de volver.

Y con un chasquido, el tiempo volvió a fluir.