El intenso traqueteo del carruaje se detuvo, anunciando nuestra llegada a la carretera principal de la capital.
Había pasado un día y una noche desde el ataque de los bandidos en el pueblo.
El viaje hasta ahora había transcurrido sin problemas.
Dirigí mi mirada hacia la ventana, hacia el valle.
Una gran estructura de piedra a unos 7 metros sobre el nivel del suelo, con una anchura de unos 10 metros, se alzaba junto a nosotros.
Un acueducto.
Según me contó Tasha.
El acueducto llevaba el agua del lago de Pocstar que desembocaba en el mar de Trksmdi, al este.
Continuamos por la carretera, que cada vez era más bonita gracias a los numerosos árboles, arroyos y ríos que la adornaban.
Al pasar por una pequeña montaña, el contorno de las murallas ya era visible en la distancia.
A cada minuto que nos acercábamos brillaba el color azul pálido, casi blanco, de las murallas.
Ya habíamos alcanzado la fila de carruajes y personas que esperaban para pasar las murallas.
El conductor tomó un desvío, que era más pequeño que el camino principal y estaba vigilado por un par de guardias.
Estando completamente solos, pronto llegamos a una enorme puerta en la muralla.
Frente a ella nos detuvimos.
Daniel y los demás caballeros, aparte del que fue a informar del ataque al ducado de Hall, se adelantaron.
Bajaron de sus caballos y sacaron una pequeña placa dorada que movilizó al instante a los guardias.
RUUUMBLEE~
La puerta se abrió, gracias a dos guardias que nos permitieron pasar haciendo una reverencia.
Al pasar por completo las murallas de 30 metros de altura, la vista de una ciudad bulliciosa nos inundó.
Los carruajes iban y venían, así como la gente que se movía por todas partes.
A mi derecha, había algo parecido a un mercado callejero con cientos de voces, anunciando y pidiendo productos.
A medida que avanzábamos, pasamos el tumulto y llegamos a la zona residencial.
Donde todas las casas, ya fueran pequeñas o grandes, tenían tejados de color azul marino claro, en su mayoría de tejas.
Y por primera vez desde que desperté como Adad, vi aquellas que habían generado en mí una inmensa curiosidad.
Rasas diferentes a las humanas.
Una niña de la mano de sus padres, que como ella tenía una larga cola y orejas peludas como las de un perro, caminaba por la calle, sonriendo.
Más adelante, una joven de orejas puntiagudas y piel blanca y suave repartía algo parecido a folletos a los transeúntes.
Cuando el sol se puso, por fin pudimos ver el segundo muro, de unos 20 metros de largo y color azul claro.
Pasamos por el mismo procedimiento de control que antes y cruzamos el segundo muro.
Al instante se notó la diferencia con respecto a la primera pared.
Seguían los tejados azul marino, pero ahora las paredes de las casas, el doble de grandes que antes, estaban pintadas de blanco puro.
La división de la calle para las personas y los carruajes existía, y la propia calle estaba decorada con pequeños árboles cortados en figuras.
Se erigieron grandes postes en la acera de los que emanaba una luz blanca, algo que no existía en el primer muro.
Los ríos, acueductos y puentes que cruzaban por todas partes eran visitados por personas con ropas extravagantes y elegantes que eran claramente nobles o gente con dinero.
La ciudad era la misma que en el juego y según lo que decía aún quedaba una muralla más por ver.
La ciudad de Aren estaba dividida en tres muros.
La primera era la del pueblo llano, los plebeyos y donde se encontraban las pequeñas y medianas empresas, por ejemplo, el gremio de aventureros.
La segunda protegía a los nobles y a las grandes empresas, así como a las instituciones religiosas y públicas.
En esta misma muralla se ubicaba la academia del Gran Mago, donde tuvo lugar la historia de Emilia Zeijrn.
Y por último la tercera muralla, según se menciona en el juego está rodeada por un lago tanto en su interior como en su exterior y en medio de este se encuentra una isla, donde se dispone el castillo y los jardines de la familia real.
El carruaje se detuvo anunciando la llegada a nuestro destino.
Al bajar, tanto Tasha como yo fuimos recibidos por los sirvientes, que se alinearon a ambos lados del camino.
Al final del camino había una mansión con una bandera en su puerta.
La bandera del Ducado de Hall.
Caminé, ignorando las miradas de sorpresa y duda de los sirvientes.
Lo más probable es que se sorprendieran por mi color de pelo.
La puerta se abrió y pasamos por los pasillos, guiados por un hombre que se hacía llamar mayordomo de la casa.
No fue necesario hacer un recorrido ya que se suponía que él había venido antes, o más bien Adad.
Finalmente nos detuvimos en un par de habitaciones enfrentadas, que por supuesto eran para mí y Tasha.
Buenas noches, Adad.
Tras devolver el gesto cada uno entró en la habitación.
Un ruido sordo.
La cama retumbó al caer sobre ella.
Después de llegar me había dado un baño y había pensado en las cosas que pasarían a partir de ahora y que había aprendido hasta ahora.
Primero, Ice Heart sólo funcionaba si tenía maná, como cualquier otra habilidad, pero lo había dudado porque no me había faltado maná desde que había llegado a este mundo.
Segundo, me desperté después de los eventos que llevaron a Adad a convertirse en villano, lo que me llevó al siguiente punto.
Tercero, aprender un arte de la espada que consiste en distanciarme de la historia y de los protagonistas de la misma durante al menos 1 año.
Había decidido hacer esto porque permanecer en el reino probablemente acabaría en una guerra entre ducados gracias al intento de asesinato anterior.
Gracias a que en el juego se contaba este hecho supe que Nickolas lo llevó a cabo y lo más probable es que esto llevara a una guerra entre la casa Hall y Hairbear.
Y una guerra entre humanos, cuando había una amenaza mayor al acecho, era una estupidez y una molestia.
Justo antes de irme, Keith me había hablado, diciendo que actualmente era posible entrar en la escuela de nivel cinco y que se centraba en la velocidad.
Eso me recordó a alguien mencionado en el juego.
Alan Dawnwinter, heredero de una de las diez posiciones conocidas de rey de la espada.
El estilo Dawnwinter.
Este había sido creado por su abuelo que ganó el título de rey de la espada y este había sido mantenido por su padre, el actual rey de la espada.
Aparece en el juego más adelante como uno de los chicos que se enamora de Emilia y cuenta un poco la prueba que había que pasar para ser discípulo.
Esta tiene lugar cada 5 años en las montañas de Aute, al norte de la capital del reino de Aren.
Según la historia, sólo cinco personas son elegidas de entre todas las que son llevadas al examen y esas cinco, tras años de entrenamiento y misiones, son elegidas para leer el libro de NV5.
Art of Dawnwinter.
Y así son reconocidos oficialmente como espadachines.
Esta es la forma más fácil de aprender un arte de NV5 que no sea poniendo en riesgo mi vida.
Además el creador del arte de la espada era un niño de maná desviado por el rayo, igual que yo.
Aun así.
Es curioso pensar que hace unos meses me había tirado de un edificio y ahora pensaba en conservarlo.
Yo mismo no entendía por qué, pero sí sabía algo.
No quiero morir, además de que en esta vida.
Quiero ser libre.