Chereads / Dulce engaño / Chapter 50 - Un chico no puede ser tan delicado.

Chapter 50 - Un chico no puede ser tan delicado.

Adriano no esperaba que Samara le preguntara, se quedó aturdido por un momento, pero inconscientemente asintió.

-Mi madre esta siempre muy ocupada. Solo cuando papa vuelve a casa me trata mejor, nunca me ha abrazado como tú. Señora, ¿puede abrazarme? -mientras hablaba, Adriano extendió sus brazos hacia Samara.

Esta vez, Samara se puso atontada. ¿Por qué se sintió tan incomoda por ser abrazada por el hijo de su enemiga? Antes de que pudiera reaccionar, Eduardo decidió por ella.

-Adriano, ¿Qué estas haciendo? ¡Es mi madre! Sus brazos me pertenecen a mí, ni lo pienses, vete. -Eduardo empujo a Adriano a un lado.

Adriano hizo pucheros y dijo deprimido:

- ¿No eres mi amigo? Tu madre también es mía. ¿Por qué no puede abrazarme?

- ¿Mi madre también es tuya? ¿En serio? Tienes que volver a tu casa para encontrar a tu madre si quieres un abrazo. ¡Mi madre es mía! -Eduardo abrazo a Samara con fuerza, como si temiera que Adriano se la arrebatara. Lo que hizo que el corazón de Samara acelerara de nuevo.

-Vale, Adriano solo esta bromeando contigo. Como mejor amigo, no seas tacaño. -Samara consoló a Eduardo e inesperadamente perdió su incomodidad hacia Adriano.

Después de todo, era solo un niño, ¿no? Sin embargo, Eduardo abrazo su muslo con fuerza y dijo:

- ¡No ¡ni siquiera los hermanos pueden compartirlo todo. ¡Mama es mía y no se la cederé a nadie!

Mirando la apariencia posesiva de Eduardo, Samara sonrió.

-Vale, no lo abrazo.

Solo entonces Eduardo revelo una sonrisa. Sin embargo, Adriano dijo amargamente:

-Eres tan tacaño.

-Soy tacaño. ¿Qué pasa? ¡Si no lo aceptas, vamos a tener que competir! Si ganas, dejare que mama te abrace. -Eduardo provoco a Adriano con arrogancia.

Justo cuando Samara estaba a punto de conciliar a los dos, Adriano dijo:

- ¡No te tengo miedo, vamos! -se arremango directamente y corrió hacia Eduardo gritando.

Samara estaba algo confundida. ¿Qué ha pasado? ¿ellos eran amigos?

-Eduardo, Adriano… -Samara quería detenerlos, pero Eduardo la soltó.

-Mama, solo quédate a un lado. Te enseñare mis resultados de entrenamiento de estos últimos días.

- ¿Qué? -Antes de que Samara pudiera reaccionar, Eduardo ya se había presentado y había capturado rápidamente el ataque de Adriano. Después, arrojo al niño sobre su hombro.

Con un sonido, Samara sintió que también le dolía todo el cuerpo. Después, Adriano cayo al suelo y levanto mucho polvo. Samara originalmente había pensado que Adriano lloraría, pero el niño parecía estar realmente enfurecido en este momento. No importaba la suciedad en su cuerpo, el inmediatamente se levanto y ataco a Eduardo otra vez.

- ¡Eduardo, quiero derrotarte! -Adriano gritaba.

Eduardo dijo fríamente:

-Si ganas, te daré mi almuerzo de hoy y dejare que mi madre te abraca. Si no puedes vencerme, entonces tus comidas me pertenecerán.

- ¡No seas tan presumido! -Adriano no podía expresar un sentimiento adecuado. Por lo que solo podía gritar y correr hacia Eduardo.

Samara entendió que tratar con Adriano, no era nada fácil e incluso era un poco más hábil, pero ¿no estaba siendo bastante intimidado? Pensó en como persuadirlos, pero escucho a Isaac susurrando:

-Antes de que Eduardo llegara, las habilidades del señorito Adriano eran bastante buenas. Desafortunadamente, Eduardo es un genio y conoce todas las habilidades de combate. Sobrepasa al señorito Adriano. Si Eduardo ingresa en el ejercito en el futuro, será un buen soldado.

Al escuchar las palabras de Isaac, Samara se quedo aturdida inmediatamente. Nunca pensó que su hijo ingresaría en el ejército.

-Tendrá su propio camino en el futuro. -susurro Samara.

Eduardo definitivamente la seguiría de vuelta a Estados Unidos. Incluso si el no hacia negocios, no ingresaría en el ejército. Después de todo, ella no quería que su hijo se convirtiera en un soldado extranjero. Además, tenía intenciones egoístas.

Isaac miro a Samara con sorpresa. No entendía lo que Samara quería decir, pero sonrió y dijo:

-De hecho, tiene su propio camino por andar. -los dos tenían significados completamente diferentes, pero en este momento, ninguno de ellos hablo.

La competencia entre Adriano y Eduardo se volvió cada vez mas unilateral. Adriano casi fue aplastado por Eduardo, pero Adriano también era terco. No importaba cuantas veces se caía, siempre se levantaba inflexiblemente para luchar otra vez.

Este tipo de personalidad hizo que Samara se sintiera preocupada, ¿A quién se parecía este niño? Álvaro siempre fue un genio. Rara vez estaba perplejo por algo, ni fallaba. Por lo tanto, ella no sabía si Álvaro también tenia este tipo de perseverancia, pero en Adriano, Samara realmente vio esta ventaja.

No se parecía a Rebeca, ni en apariencia ni en carácter. La mente de Samara se sentía complicada. Al ver a Eduardo lanzar a Adriano de nuevo, Samara quería detenerlos. Pero vio a Eduardo dar un paso adelante rápidamente, cambiando su estilo de defensa habitual, atacando rápida y agudamente a Adriano. Adriano no tenia la capacidad de contraataque en absoluto y fue completamente golpeado.

- ¡Eduardo! -Samara vio que Adriano estaba herido, por lo que rápidamente abrió la boca para detenerlo. Pero justo em ese momento, el puño de Eduardo llego a la frente de Adriano y su pequeño cuerpo también estaba montado en él.

- ¿Te das por vencido? -su tierna voz llevaba un rastro de arrogancia.

A Adriano le dolía mucho, pero todavía grito:

- ¡No lo acepto! ¡No creo que no pueda vencerte por el resto de mi vida!

- ¡Mañana también te pegare! ¡Acuérdate, el almuerzo es mío! -Eduardo orgullosamente se levanto del cuerpo de Adriano, ignorando la suciedad de su cuerpo y rápidamente corrió hacia Samara.

- ¡Mama, he ganado! -anuncio Eduardo con orgullo.

Por alguna razón, ver a Eduardo golpear frenéticamente al hijo de Rebeca, no la hizo sentir bien.

-Has atacado muy fuerte. ¿No tienes miedo de perder a tu amigo? -Samara limpio la cara de Eduardo.

Eduardo dijo con orgullo:

-No tengo miedo. ¿Cómo puede un chico ser tan delicado? La amistad entre hombres se obtiene de sus puños. Ama, no te preocupes por eso. Vamos. Te llevare a ver a Mayra y a almorzar. -mientras hablaba, tiro de la mano de Samara y se fue.

Samara quería preguntarle a Adriano sobre la situación, pero vio que Isaac ya se había acercado y había ayudado al niño.

-Eduardo, se gentil en el futuro. Después de todo, es tu amigo. -aunque Samara no le había dicho a Eduardo su identidad, ella simplemente no quería que los niños se convirtieran en enemigos. Sin embargo, ella no podía explicarse ese pensamiento extraño.

Eduardo por otro lado, sabia lo que Samara quería decir.

-Vale. La próxima vez seré gentil.

Dicho esto, Samara no pudo decir nada, por lo que solo pudo seguir a Eduardo. Mayra también se había tostado. Cuando vio a Samara, grito en voz alta:

-Samara, ¡me estoy muriendo! ¡este no es un lugar para vivir! De verdad, mi cara, mi piel. Estoy perpleja de solo ser una profesora de guardería, ¿Por qué debería aprender estas habilidades de lucha? No soy guardaespaldas. -Mayra estaba completamente consternada.

Nunca pensó que un día llegaría a una isla tan desolada para recibir un entrenamiento inhumano. Samara se sintió culpable. Si no fuera por ella, tal vez Mayra y todos los maestros aquí no habrían sido tratados así.

-Lo siento Mayra, yo te he implicado. -susurro Samara.

Mayra entendió al instante lo que significaba.

-No tiene nada que ver contigo. No puedes evitar que los demás sean malos, ¿verdad? ¿Por qué estas aquí? ¿ese hombre esta dispuesto a enviarte aquí?

El hombre al que se refería Mayra era Álvaro. Samara meneo la cabeza y dijo:

-Me metí en problemas y me vi obligada a venir aquí. -luego le conto las cosas que habían pasado en Ciudad H.

Mayra estaba ligeramente aturdida.

- ¿Cómo podría ser? ¿Sabes quién te está acusando?

-No lo se. Las únicas personas a las que he ofendido en Ciudad H son Rebeca y Álvaro. Rebeca definitivamente no tendría la capacidad de hacerlo.

-Entonces es Álvaro. Tal vez lo haya inventado para que puedas estar agradecida con el e inclinarte ante él. Este hombre tiene la capacidad de hacerlo, ¿no? -Mayra realmente no tenía buena impresión de Álvaro. Ella inmediatamente pensó que era el quien estaba haciendo trucos.

Samara frunció el ceño con fuerza.

- ¿De verdad?

- ¡Como no! Samara, ¿todavía te gusta? Piénsalo, este asunto no tiene ningún efecto en Álvaro. En cambio, influye a su oponente Víctor. Aparte de él, ¿Quién más puede pensar en tal idea?

Las palabras de Mayra causaron que Samara se sorprendiera un poco. ¿Y si era así? Para tratar con Víctor, para que ella admitiera su identidad y trajera al niño de vuelta a la familia Ayala, ¿realmente seria tan idiota? ¡Quizás lo haría!

Después de todo, conocía a la gente de la región militar. Con el estatus de la señora Verónica, aparte de las personas que podían ponerse en contacto con Álvaro, ¿Quién más podría invitarla a ayudarlo para hacer una actuación?

Rebeca no estaba lo suficientemente cualificada, por lo que solo podía Álvaro, ¿verdad? Pensando en esto, Samara se sintió furiosa.

- ¡Si realmente es el, no lo perdonare!

Mayra dijo fríamente:

- ¡Eres estúpida! Si en realidad fuera Álvaro, definitivamente lo haría sin defecto. ¿Cómo te enteraras de que ha sido él?

Al escuchar las palabras de Mayra, Samara recordó a Víctor. Originalmente, ella no planeaba unirse a el para luchar contra Álvaro. Pero si Álvaro era realmente tan ingenioso y ella había arrastrado a Víctor en esta situación complicada… ¡entonces no dejaría que Víctor asumiera la culpa por ella!

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