Los dos hermanos estaban platicando alegremente en el transcurso de camino a casa, la alegría de aquellos dos niños se podría transmitir fácilmente. Al llegar a casa se sorprendieron pues para ellos no había pasado ni un minuto desde que salieron de la tienda, pero simplemente se rieron pues ya se estaban empezando a llevar mejor, dentro de la casa su mama los estaba viendo, y sonrió al ver que no se estaban peleando, como siempre lo habían hecho, los dos al terminar de reír se limpiaron un poco de lágrimas que tenían en sus ojos, siguieron caminando dirigiéndose a la puerta de su casa, Sho agarro la perilla y abrió la puerta, y los dos hermanos se sorprendieron al ver que su mama estaba justo enfrente de la puerta, los dos la saludaron y pensaban rodearla, pero inesperadamente ella los abrazo y muy alegre empezó a llorar, ellos al verla se preocuparon.
"Mamá ¿estás bien?" dijeron los dos hermanos
"Si mis amores, solo estoy tan feliz de verlos y que no estén peleando"
"Pensamos que te había pasado algo"
"No, lo siento es que soy una dramática"
"No lo eres, solo que nos asustaste"
"Está bien, entren"
Su mama al ver que entraron cerró la puerta, y cada quien tomo su camino, su mamá a la cocina, el hermano pequeño de Sho a su cuarto y Sho al su cuarto a dormir, pero sin antes agradecerle por acompañarlo. Al llegar a su cuarto se acostó en su cama e intento dormir, sin embargo, no podía dormirse, por lo que paso aquella noche, pero aun asi intento dormirse, parpadeo varias veces, conto ovejas imaginarias, e inesperadamente se quedó dormido, a la mañana siguiente, se levantó de la cama relajado, se puso su uniforme, bajo a desayunar, al acabar su plato subió a lavarse los dientes, salió de su casa y finalmente se subió al auto, saludo a su "mama y a sus "hermanos" como todos los otros días, Sho por alguna razón no está alegre, no sabía la razón, si era porque iba a morir, por la escuela, por el día, no tenía ni la más remota idea, pero no importaba eso ya que llego al escuela, pero se sorprendió al ver que sus amigos estaban en la entrada de la escuela, eso nunca había pasado era la primera vez que ellos lo esperaban, al bajar ellos lo saludaron y ese chico lo abrazo como de costumbre.
"Hola de nuevo, Sho"
"Hola"
Sho se despidió de su mama y ella igual, los chicos entraron juntos a la escuela y se dirigieron al salón, de camino al salón el amigo de Sho se dio cuenta que él se sentía muy nervioso y preocupado por algo, pensó en preguntarle, pero se arrepintió de inmediato ya que el confiaba en que su amigo podría solucionar su problema, sin ayuda de nadie, al llegar al salón se sentaron, Sho se percató que la maestra todavía no había llegado, no le tomo importancia ya que sabía que llegaría tarde o temprano. Su amigo al verlo tan serio y deprimido, empezó una plática instantáneamente para hacerlo olvidarse de su problema.
"Y… Sho a donde iras después de la escuela"
"A mi casa, ¿a dónde más?"
"Si, pero no quisieras ir después de la escuela a…no se… ¡al cine!"
"No lo sé"
"Vamos nos divertiremos mucho"
"No"
"Iremos a ver la pelicula que tú quieras"
"No…"
En ese momento Sho recordó un momento donde estaba en su casa y, mientras él estaba en la sala principal, en la televisión vio que se iba a estrenar una nueva pelicula de acción y en su tráiler se veía muy genial que hizo que se interesara mucho por la pelicula, sin embargo, él es de las personas que no le gusta ir al cine solo, pues se sentiría solo y abandonado, es por eso que cuando escucho que podía elegir cualquier pelicula que él quisiera se emocionó muchísimo porque mataría dos pájaros de un tiro pues iría al cine a ver la pelicula que él quiere y no iría solo, sino que con sus amigos.
"Está bien, si insisten tanto no lo puedo rechazar"
"Bueno, nos vemos después de la escuela, para irnos después a mi casa para traer el dinero y después irnos directo al cine"
"Me encanta esa idea"
Mientras Sho platicaba con su amigo se percató que todavía no llegaba la maestra a dar clases, por su curiosidad le pregunto a su amigo, el al escuchar la pregunta miro hacia arriba y para los lados intentando recordarlo.
"Supongo que en con el director"
"Supones"
"Si"
"Y ¿cuánto crees que tarde?"
"Unos 10 minutos, tal vez ¿Por qué?"
"Porque iré al baño"
"Está bien, esfuérzate"
"No digas eso me incomodas"
Sho se levantó de su asiento y se dirigió a la puerta de salida del salón, caminando tranquilamente empezó su recorrido al baño, mientras el caminaba miro hacia la dirección general, y efectivamente vio a su maestra hablando con director, al verlos se puso celoso inflando sus cachetes, pues la vio reírse junto a él. Al principio los miro celoso, pero después su cara cambio a un triste, porque sabía que iba a morir de una u otra forma, y nunca más volvería a ver a su amada maestra, al irse simplemente suspiro. En su camino al baño se preguntó "¿seguiré muriendo?, si es asi ¿Cuántas veces lo seguiré haciendo? ¿Por qué me pasa esto a mí? ¿Estaré sufriendo por algún pecado? ¿Acaso esto es el Infierno?"
Sin darse cuenta llego a su destino, empujo una puerta y entro, y se dirigió a al baño de hombres, al salir se lavó las manos, pero escucho como alguien giro la llave y el cerro, al percatarse de esto se fue hacia la puerta y la empujo, pero lo hizo demasiado tarde, estaba cerrada y no tenía mucha fuerza como para romper el seguro y tirar la puerta.
"¿¡Por qué me encierras!? sáquenme de aquí no es gracioso sáquenme, ¡OIGAN, ¡OIGAN, OIGAAAAANN!"
Al ver que nadie le hizo caso, y ver que no podía tirar la puerta se sentó en el suelo y él pensó en esperar a que alguien le abriera, sin embargo, alzo su mirada y vio que había una ventana abierta y, era lo suficientemente grande para que saliera por allí.