Sho se levantó rápido por el shock de descubrir que el asesino era aquel chico misterioso, sin embargo, también sentía un gran dolor en su cabeza por aquel golpe que se dio contra el suelo; de repente alguien había tocado la puerta de la habitación en donde él se encontraba, al escuchar esto Sho se golpeó con las manos las mejillas para hacer relajar su cara para no parecer asustado.
"Adelante"
"Buenos tardes, cada día te levantas más tarde, apúrate tu cita te está esperando"
"¿Cita?... Es decir, ya voy"
Se levantó rápidamente de la cama y busco un armario o algún otro lugar en donde estuviera la ropa, en eso vio unas prendas que estaban al costado de la cama y tenían una nota que decía
Recuerda:
Esto es para la cita especial de mañana.
El agarró la ropa y se empezó a vestir; ya listo abrió la puerta y vio a una linda chica de pelo castaño con un pijama de estrellas, ella lo miro con una mirada de asco preguntándole.
"¿Que miras idiota?"
"N-Nada"
Se puso nervioso y bajo las escaleras sin cruzar sus miradas otra vez, y vio que una mujer estaba cocinando, y el chico que lo fue a despertar le señalo que se sentara, Sho asintió y se sentó y vio un rico desayuno y miro otra vez al chico y le señalo el desayuno y él le señalo que podía comer, sin pensárselo dos veces empezó a comer y en un abrir y cerrar de ojos se acabó la comida, asobándose la panza y suspirando, dándole a entender que estuvo deliciosa la comida y el chico en voz baja le susurro que se retirara y fuera a lavarse los dientes, Sho pregunto en donde estaba en baño y le señalo una puerta en el pasillo, se levantó y agradeció la comida diciendo que estuvo muy rica y yéndose, la chica que estaba cocinando al escuchar lo que dijo Sho se le dibujo una pequeña sonrisa.
Sho estaba haciendo todo con mucho cuidado ya que no quería manchar ni arrugar mucho la ropa que traía puesta, ya que la nota decía que era una "cita especial" y no quería arruinar absolutamente nada, sobre todo porque era la primera cita de Sho en mucho tiempo, se dirigió de nuevo a su cuarto y se miró en un espejo viéndose y admirándose cuando de repente una alarma de un celular lo hizo saltar del susto pues esta sonó muy fuerte, empezó averiguar de dónde provenía el sonido descubriendo que este provenía de entre las sabanas de la cama, empezó a buscar el celular y al encontrarlo vio que decía
10 minutos para la cita, ¡apúrate!
Cuando vio esto agarro el celular y bajo lo más rápido que pudo y se despidió de casi todos, pues no se despidió de la chica con pijama de estrellas ya que esta le dio miedo, y salió de la casa, pero al estar afuera se dio cuenta que no sabía a donde iría, no tenía la más mínima idea de donde era su cita, asi que volvió a entrar a la casa.
"¿Disculpen, pero… alguien sabrá donde es… la cita?"
Todos estaban sorprendidos, aun asi amablemente el chico que lo acompaño en el desayuno le indico cada detalle sobre el lugar a donde debía ir, explicándole el nombre de las calles o algunos nombres de lugares donde se podía ubicar mejor, luego de esto Sho se marchó no sin antes agradecerle por su ayuda, asi que con todo en mente y memorizado comenzó a caminar dirigiéndose a su cita.
Después de caminar por un par de minutos, encontrar y observar los lugares que le indico el chico, llegó a su destino y este era un parque, entro y se sentó en una banca que se encontraba en la entrada, Sho empezó a esperar, pasaron 5, 15, 30, 50 minutos y no llegaba ninguna chica estuvo ahí sentado esperando durante 3 horas y no llegó nadie, él pensaba en irse, pero no estaba en sus planes el rendirse asi que esperó, esperó y espero, pero nadie llegó.
"¿Por qué mierda nadie me quiere?"
Sho se estaba lamentando en esa banca cuando, sintió como alguien se sentó, su cara de un momento a otro cambio de una triste a una feliz se quitó las manos de sus ojos y miro hacia su lado, pero se dio cuenta que solo era una pequeña niña.
"Hola señor"
"Ehh… hola niña"
Sho estaba muy triste porque lo habían dejado plantado, el simplemente estuvo como un tonto esperando a alguien que no llegaría. Volvió a la misma posición de lamento que tenía anteriormente y él estaba llorando por dentro ya que no quería que nadie lo viera.
"Señor ¿se encuentra bien? ¿acaso esta triste?"
Al escuchar esto Sho sintió un escalofrío recorriendo todo su cuerpo, cuando de pronto sintió la mano de la niña dándole palmadas en su espalda, alzo su mirada cruzando miradas con ella y simplemente ella le sonrió él le regreso la sonrisa.
"No este triste señor, no sé qué tiene, pero todo estará bien"
"Gracias pequeña"
"¿Qué tiene?"
"Me dejaron plantado, estuvo esperando como un idiota, pero no llegó"
Esa niña se levantó y se paró frente a Sho, y se acercó poco a poco a él, extendió sus brazos, se lanzó y lo abrazo, apretándolo fuertemente, Sho alzo sus brazos por lo sorprendido que estaba y lentamente bajo sus brazos, abrazándola suavemente como si la niña fuera una delicada rosa, cuando de repente una mujer aleja a la niña de los brazos de Sho y luego de eso le da una fuerte cachetada que logra tirar al suelo al chico.
"Maldito pervertido, como te atreves a tocar a mi hija"
"Pero ella llego a abrazarme"
"Ahora resulta, eres, eres, eres un ¡LOLICON!, me das ¡ASCO! No te le vuelvas a acercar"
La mujer agarro de la mano a la niña, antes de irse miro con desprecio y odio a Sho, después de eso se fue, el joven estaba de rodillas en el suelo desconsolado porque lo dejaron plantado y por el malentendido con aquella pequeña niña, pensó en ir a disculparse, pero ya estaba lejos, aun asi pudo lograr ver que la niña voltio su cabeza y alzo su mano para despedirse con una gran sonrisa.
"¡Adiós Lolicon!"
"no soy un Lolicon"
Volvió a sentarse en la banca y mirando hacia el cielo con sus puños cerrados alzándolos, exclamo.
"¿¡Este día no puede empeorar!?"
Y con su mirada en el cielo observo como las nubes empezaban a teñirse de un tono gris y todo su entorno se empezó a oscurecer, sin ninguna otra opción empezó a caminar directo a su casa.
…
Sho estaba caminando lento en un puente que abajo y justo al lado de él estaba una carretera. Estando bajo la lluvia, esta le recorría todo su cuerpo, avanzando cabizbajo, no parecía, pero estaba llorando, no se notaba porque ya estaba empapado por la lluvia y esta le seguía cayendo, todas las calles estaban llenas de agua y cada auto que pasaba en la carretera le lanzaba agua con sus llantas por la velocidad a la que iban, sin embargo, a Sho no le importaba pues en su cabeza no podía dejar de pensar en lo sucedido en el parque, las mismas preguntas recorrían su cabeza una y otra vez: ¿Por qué no habrá ido? ¿le importaba? ¿este chico le importaba? ¿será tímida? ¿tenía algo más importante que hacer? ¿algo más importante, que yo? Sin darse cuenta piso una botella de vidrio, se resbalo y cayó al suelo, al principio estuvo aturdido por el golpe y su vista estaba borrosa por la lluvia, cuando una brillante luz le apuntaba a sus ojos y escucho como el conductor sonó la bocina del auto, poniendo alerta a Sho, el rápidamente supo reaccionar y con todas sus fuerzas se levantó del suelo empujándose con sus manos, pero no supo medir su fuerza pues al levantarse este por lo mojado y resbaloso del suelo se fue más atrás y como había una pequeña valla esta provocó que Sho cayera en la carretera que estaba justo abajo, todo parecía ir más lento.
"Soy un verdadero idiota ¿no?, de verdad voy a morir asi, pues ahí vamos otra vez, supongo…"
Al caer pudo sentir y escuchar como sus huesos se quebraban y sus órganos como se explotaban por el impacto de la caída, al mismo tiempo sintió el duro y frio concreto antes de tener el sentimiento que se desvanecía.