Estaba diciendo que permitiría que el primer hijo tuviera el apellido Miao, pero Ning Shu expresó que ni siquiera quería a Zhang Jiasen, entonces, ¿Tendría un hijo con Zhang Jiasen?
¿Por qué la familia Zhang sintió que ella insistió en tener a Zhang Jiasen? Sin el halo que la familia Miao le dio a Zhang Jiasen, Zhang Jiasen no valía nada. No tenía dinero y su calidad moral era basura.
Sin embargo, por alguna razón, la familia Zhang parecía sentir que ella debería ser fiel hasta la muerte sin importar cómo fuera Zhang Jiasen.
Ning Shu expresó que era ridículo. Casi se sentía como si hubiera retrocedido en el tiempo a la era antigua donde las mujeres tenían que seguir los mandatos morales de Confucio. Aunque los tiempos iban cambiando, algunas formas de pensar seguían muy arraigadas. En algunos lugares, las mujeres ni siquiera podían comer en la mesa.
No importa cuándo, siempre se imponen gruesos grilletes a las mujeres, y las mujeres de hoy no son necesariamente más felices que las mujeres de la antigüedad.
Las mujeres de hoy en día necesitaban dar a luz, criar a los hijos, cuidar del hogar y administrar el trabajo.
¿No decían que las mujeres podían sostener la mitad del cielo? Así que ahora levanta la mitad del cielo.
Cuando la madre de Zhang Jiasen escuchó que el niño iba a tener el apellido Miao, el color de su rostro empeoró y sus labios se movieron levemente, pero no expresó ninguna oposición. Estaba claro que no se atrevió a desafiar la autoridad del padre de Zhang Jiasen como cabeza de familia.
Toda la familia Zhang miró hacia Ning Shu, claramente esperando su respuesta.
Ning Shu estaba a punto de explotar de ira. ¿Qué demonios fue esto? ¿Tuvo que gastar dinero para sacar a Zhang Jiasen, luego estar embarazada durante diez meses, soportar el dolor del parto y el hecho de permitir que la niña tuviera el apellido Miao fue una gran gracia?
¿Pero que mie*da?
Ning Shu respiró hondo y luego dijo: "Eso funciona, pero la compañía no tiene mucho dinero. No hay suficiente dinero, así que pase lo que pase, ustedes también deben contribuir con algo de dinero".
"¿Cómo es posible que tengamos dinero? No tenemos dinero", dijo con firmeza la madre de Zhang Jiasen.
Ning Shu dijo a la ligera: "Entonces no hay nada que yo pueda hacer tampoco. Debido a que los diseños fueron robados la última vez, la fábrica no pudo comenzar a fabricar nuevos productos, pero aun así teníamos que pagar los salarios de los trabajadores. A la empresa no le queda mucho dinero. Este poco de dinero no es suficiente para salvar a Jiasen".
"Quiero sacarlo también, pero las condiciones no lo permiten". Ning Shu extendió sus manos sin poder hacer nada. "Si se trata de eso, tendremos que dejar que Jiasen pase un par de años en la cárcel".
La madre de Zhang Jiasen frunció el ceño mientras señalaba a Ning Shu con enojo. "¡Maldita perra sin corazón! ¿¡Quién habla de su esposo de esta manera!? ¿¡Cómo puede Jiasen ir a la cárcel!?"
Ning Shu miró a la madre de Zhang Jiasen. Estaba aún más delgada que antes y sus pómulos se perturbaron bruscamente, haciendo que sus ojos se vieran aún más hundidos. Su cabello también era más blanco. A pesar de que le estaba hablando con enojo a Ning Shu, aún se podía sentir su falta de confianza y miedo.
La madre de Zhang Jiasen era alguien que simplemente hacía gestos amenazantes para fanfarronear.
Ning Shu no le prestó atención a la madre de Zhang Jiasen que estaba haciendo un alboroto. La madre de Zhang Jiasen era mujer, pero insistió en proteger la idea del machismo e incluso le pidió a su hija y a su nuera que consideraran a los hombres como lo más importante.
Exigió especialmente que Ning Shu, esta nuera, viera a su hijo como el centro de su mundo. Si podía ser servil, inclinarse y raspar para ganarse el favor, eso era aún mejor.
Ning Shu se quedó sin palabras por esta increíble forma de pensar.
La madre de Zhang Jiasen en realidad no tenía derecho a hablar en la familia. El padre de Zhang Jiasen poseía todo el poder de decisión. Zhang Jiasen, que había crecido en este entorno, era alguien que creía firmemente en el machismo.
No importa qué tan bien tratara Miao Miaomiao a Zhang Jiasen y no menospreciara sus antecedentes, Zhang Jiasen todavía sentía que su dignidad estaba siendo insultada y rechazó todo sobre Miao Miaomiao.
"Nuera, nuestra familia realmente no tiene dinero. Solo podemos gastar cien mil como máximo", dijo el padre de Zhang Jiasen.
¿Cien mil yuanes? Parece que Zhang Jiasen realmente le envió mucho a la familia Zhang durante estos últimos dos años.
Además, Ning Shu estaba segura de que cien mil yuanes no era todo lo que el padre de Zhang Jiasen podía sacar.
Ella negó con la cabeza y dijo: "¿Cómo es posible que cien mil sean suficientes? Zhang Jiasen malversó cerca de ocho millones de yuanes. Este asunto no será fácil de resolver. Sin embargo, si esta suma pudiera ser remendada, entonces este asunto definitivamente se abandonaría."
"¿Ocho millones? ¿Cómo es posible que nuestra familia tenga ocho millones? Hermana mayor Miao, tu familia tiene tanto dinero, ¿no puedes simplemente pagarlo?" En el momento en que la pequeña hermana Zhang escuchó que eran ocho millones, casi saltó. Incluso si vendieran todo, no podrían reunir tanto dinero.
"Papá, ¿y si dejamos que el Gran Hermano..." La pequeña hermana Zhang ni siquiera terminó sus palabras antes de que el padre de Zhang Jiasen la mirara con severidad. "Ese es tu hermano mayor. No importa qué, tenemos que sacarlo".
Estaba claro que la hermanita Zhang quería que su hermano permaneciera en la cárcel durante un par de años para compensar los ocho millones.
En realidad, ese fue un intercambio bastante bueno. Había pocas personas que podrían ganar ocho millones en unos pocos años.
Ning Shu solo se sentó a un lado y escuchó sin decir una palabra.
El padre de Zhang Jiasen le dijo con firmeza a Ning Shu: "Pase lo que pase, tenemos que salvarlo. ¿Qué tal esto? En el futuro, un niño también puede tener su apellido Miao y el primer hijo también tendrá el apellido Miao, así serán dos niños con el apellido Miao".
Maldita sea, por como sonaba esto, querían que ella tuviera más de dos hijos. Dado que dos niños iban a tener el apellido Miao, definitivamente habría un niño con el apellido Zhang.
Demonios. Ning Shu se secó el sudor frío.
Ning Shu encontró incrédulo que esto fuera lo que estaban usando como términos de negociación. Podría tener hijos sin Zhang Jiasen. Podría simplemente ir a un almacén de esperma y elegir el esperma de mejor calidad. El niño que dio a luz sería entonces cien por ciento suyo. ¿Seguiría necesitando su 'gracia'?
Ning Shu sonrió y dijo: "¿Qué tal esto? La familia todavía tiene una casa, así que si vendemos esta casa, conseguiré el resto del dinero".
Lo que Ning Shu quería decir era que el Padre Miao vendiera la casa de bodas de Miao Miaomiao y Zhang Jiasen.
Esto no funcionará. El padre de Zhang Jiasen rechazó directamente esta idea. La casa era la base de una familia. Aunque vendieran todas las ollas y sartenes, no podrían vender la casa. ¿No era eso decirles a otros que esta familia ya no podía sobrevivir?
Aunque el padre de Zhang Jiasen era del campo, todavía tenía algunas cosas muy claras. Sabía que era muy difícil conseguir una casa propia en la ciudad.
Ning Shu dijo a la ligera: "Pero necesito dinero ahora, y volveré a comprar una casa cuando tenga más dinero".
"Depende de ti si puedes salvar a la persona o no".
El padre de Zhang Jiasen frunció el ceño con fuerza mientras fumaba su pipa. Toda la habitación estaba llena del asfixiante olor a humo.
Al final, el padre de Zhang Jiasen aún tomó la decisión de vender la casa.
Ning Shu sonrió levemente.
Pronto llegó un comprador por la casa, pero el precio era muy bajo. La casa que originalmente había costado más de dos millones con la decoración y los muebles agregados se vendió por solo un millón.
Un millón estaba bastante lejos de ocho millones, pero el padre de Zhang Jiasen decidió venderla para que Ning Shu pudiera porner el resto del dinero. Ella fue la que dijo que pondría el resto después de todo.
La casa se vendió rápidamente, pero se transfirió nuevamente a manos de Ning Shu. Esta vez, el certificado de bienes raíces solo tenía el nombre de Miao Miaomiao y no el de Zhang Jiasen.
Esta casa ya no contaba como un bien compartido.
La mansión también había sido confiscada, por lo que Zhang Jiasen había perdido todo por lo que había estado trabajando durante los últimos dos años. Ya no le quedaba nada, e incluso tuvo que enfrentarse a una pena de prisión.
Ning Shu guardó el certificado de propiedad con una leve sonrisa.