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(***)
Hoy tendría que inscribirme en la universidad.
Ni siquiera estoy decidida sobre la carrera que escogí, pero según mamá, no debería perder mucho tiempo.
"Cornell University": Una buena universidad, con sedes en distintas partes del mundo y mucho prestigio, ubicada en el centro de la ciudad a unos veinte minutos en bus, tal vez el doble de tiempo caminando.
Me arreglé, almorcé una pasta congelada que compramos en el súper, cepillé mis dientes y bajé para ir directamente a la parada de autobús.
Iba saliendo de casa cuando me encontré con Dakota jugando con otros niños en la acera de en frente. Al verme, se alejó del grupo, invitándome a cruzar la calle para saludarla.
Miré hacia ambos lados antes de cruzar y en menos de diez segundos ya estaba frente a la dulce niña.
—¡Mi amiga Axia está aquí! Yupi, yupi.—Comenzó a dar saltitos sobre un círculo invisible. — ¿Quieres pasar? Dentro de la casa están mis hermanos, puedes estar con ellos si quieres… O podemos ir y jugar en mi habitación o también podemos….
—Eres muy dulce, Dakota pero ahora tengo que ir a hacer algunas cosas. Tal vez otro día pueda venir a jugar contigo.
—Mamá dice que tienes muchos asuntos de adultos que atender y estás muy ocupada, que por eso no aceptas las invitaciones de mi hermano.—Eso no lo esperaba y ella tampoco al parecer por que a medida que hablaba iba bajando el tono de su voz al igual que su pequeña cabecita. — O eso es lo que dicen.
Okay.
—¿Cuáles invitaciones?.
—Las que yo veo, las que te escribe mi hermano…
—¡Dakota, es hora de lavarse las manos, ya casi está preparado el almuerzo!.— Raphael se encontraba en la puerta, con un delantal de cocina.—Ah, tú. Hola.
— Sí, yo. Buen día.
—Tengo que ir adentro, ¿me prometes que vamos a jugar juntas?— Tomó un meñique mío para iuntarlo con el suyo.
Mi cara de confusión fue tanta que continuó diciendo: — Promesa de meñique, es para que nuestras promesas tengan más valor.—Una sonrisa se formó en mi rostro al instante, es una linda forma de hacer valer algo que muchas personas no le toman la suficiente importancia.
—Promesa de meñique entonces, prometo venir a jugar pronto contigo. Ahora, ve a almorzar, están esperándote. Buen provecho y ten un buen día, hermosa.
Se despidió con un gesto de manos, una sonrisa y se metió a la casa. No puedo decir lo mismo de Raphael, él se metió sin más, ni un gesto de despedida.
No le tomé importancia, realmente no necesitaba su saludo.
Comencé mi camino a la Universidad, hoy sería un largo día y tenía muchas copias que hacer.
[…]
Tal vez treinta minutos más tarde, llegué a la entrada del establecimiento . Tendría que buscar los horarios del transporte público cuando esté en casa, no puedo confiarme con el tiempo.
A unos metros de la entrada, se encontraba un gran mapa guía que mostraba las calles, sectores y aulas.
Pude ver que la universidad se divide en al menos tres secciones: campus norte. Campus oeste y Collegetown. También cuenta con viviendas para que puedan residir algunos de los alumnos y autoridades. No pude ocultar mi asombro al leer que cuenta con treinta restaurantes, treinta y seis equipos oficiales de deportes a los que llaman 'The Big Red' y además treinta clubes estudiantiles.
Estuve tan metida en mi asombro que no me di cuenta cuando fue que alguien se posó a mi lado hasta que habló:
—Son muchos restaurantes, ¿No crees?.—Una chica de baja estatura y cabello oscuro se encontraba a mi lado con unos cuantos cuadernos y copias en sus brazos.
—Demasiados si puedo dar mi opinión, ¿acaso se usarán todos?.
—Déjame decirte que sí, todos se encuentran en uso constante. Muchos estudiantes optan por cumplir con sus comidas aquí y estudiar al mismo tiempo o simplemente ir y pasar el rato con amigos en los descansos, aunque otros también leen, planean fiestas, juegos, etcétera. Realmente le damos mucho uso, lo cuál es genial. Sería una lástima tener tantos y no utilizarlos.— Pude darme cuenta que a esta chica le gustaba hablar… bastante y ella al parecer también ya que se puso una mano en la boca para callarla mientras reprimía una risa.— Lo siento, soy muy intensa… Me llamo Lía, estoy en segundo año y espero haber dado una buena primer impresión. Es un gusto conocerte.
—Muchas gracias, es un gusto para mí también, soy es Axia y este va a ser mi primer año aquí.— Levanté mi mano para estrecharla con la suya. Tenía muchas preguntas pero creo que primero lo importante.— Lía, seguro tu sabes donde se encuentra la Secretaría, tengo que llevar unos documentos y hacer unas copias. Espero no abusar si te pido que me indiques el camino.
—Para nada, no te preocupes. De hecho, puedo llevarte hasta allí, de todas formas ya terminé mi papelerío.
Luego de un ida y vuelta de comentarios, Lía me acompañó a mi destino.
En el camino me contó algunas curiosidades del lugar, alumnos destacados, mejores profesores que ha tenido. También habló algo sobre su familia.
Me hizo saber que está en su segundo año de medicina forense. Su materia favorita es morfo fisiología y no tiene muchos amigos aquí.
Posiblemente ya tenga una amiga antes de iniciar la carrera.
Lo cual es genial.
También me informó sobre los periódicos escolares, que hay dos: uno hecho y especializados por y para los alumnos y uno académico hecho por las autoridades.
A parecer los colores que nos identifican son el rojo y blanco.
[…]
Llegué a casa luego de unas siete horas entre la Secretaría y la fotocopiadora.
Al parecer iba a llegarme un e-mail con mis horarios, clases, profesores y sector.
[…]
Al siguiente día sólo recordé que llegué exhausta y como llegué, me quedé dormida.
📚Espero y lo hayan disfrutado. ¡recuerden que cualuier error será corregido al finalizar la historia! 💖