" Estoy aquí para ver a Glacier", se oyó la voz de la arrogante mujer que pronunciaba informalmente el nombre de Glacier, haciendo pensar a todos que ella y Glacier tenían una relación muy estrecha.
Cuando vieron de quién se trataba, el personal de la Corporación Perla y los presentes hicieron una mueca de fastidio.
"Ah, ya está aquí otra vez. ¿Habrá venido a ganarse el afecto de la hija de Glacier?".
"Danos un respiro", suspiraron exasperados.
"¿Quién se cree que es? El jefe sólo la tolera por el contrato que nuestra empresa tiene con el de su padre. Si no fuera por eso, la sacaría yo mismo".
" De todos los días, ella tenía que venir el mismo día que la Princesa Aella viene, sigh... !!!! Que Dios nos dé un poco de paciencia".
"Pobre Cecile, le ha tocado a ella", murmuraban, mirando con lástima a la recepcionista.
"Buenas tardes, señorita Happer Ledia...umm", la recepcionista llamada Cecile no sabía qué decir.
Esta mujer viene aquí sin cita previa. Entra y sale de este edificio como si fuera su propia casa. Y desgraciadamente, por miedo a ser blanco de su padre, ninguno de los empleados informó de ello al director. Todos en la ciudad sabían que la mimada princesa de los Happers estaba locamente enamorada del Maestro Glacier. Y se lo había hecho saber a todo el país, para que ninguna mujer se acercara de nuevo al amo Glacier.
Ledia miró con aire arrogante a la recepcionista que tenía delante. En cuanto se enteró de que la hija del CEO venía hoy de visita, decidió presentarse.
'Estoy segura de que Glacier no quiere saber nada de esa mocosa de la que tanto hablan' penso
'Voy a demostrarles a todos que no es cierto que Glacier estaba enamorado de esa mujer, y mucho menos que tuviera una hija con ella'. Ella tenía la cara llena de envidia y celos.
"Le enseñaré a esa mocosa quién manda aquí".
Cecila dejó escapar un suspiro cansado.
***
En Oasis
Un grupo de chicos caminaban hacia el grupo de estudiantes que estaban en su hora de almuerzo. En el centro había un chico alto. Su piel era extremadamente pálida. Tan pálida que, cuando no sonreía, parecía una escultura de hielo.
Llevaba el pelo en la parte superior larga recogida en un mono mientras que las parte lateral estaban muy cortos, lo que dejaba al descubierto todos sus piercings. Tenía un tatuaje de una serpiente roja en el cuello. Vestía el uniforme dorado de la clase SS.
Se notaba su arrogancia e indiferencia en cada paso que daba. Levantó la cabeza en cuanto vio que todos los alumnos estaban presentes. Una sonrisa de superioridad se dibujó en sus labios.
Pensó que en cuanto todos los alumnos se percataran de su presencia, vendrían corriendo hacia él como de costumbre y le colmarían de dulces palabras. Pero para su gran sorpresa, los alumnos sólo se giraron para mirarle y luego continuaron con lo que estaban haciendo.
"Ah, es Noah", dijo uno de los alumnos de la clase Nine, haciendo que Noah frunciera el ceño.
Trinity, quien estaba escondida en la parte trasera del edificio de la cafetería, tenía un teléfono en la mano.
"¿Me estás diciendo que la hija de Glacier ha vuelto?", preguntó la voz al otro lado del teléfono.
"¡Sí!"
"¿Y por qué Aspen no te lo dijo desde el principio? Si te lo hubiera dicho, nada de esto habría ocurrido. Y me habría asegurado de que los rumores no llegaran a oídos de los Pearls. Y mucho menos a los de Aspen.
"Cómo voy a saber porque él no dijo na....espera", se detuvo al recordar algo. "Creo que él... si me lo dijo antes".
Trinity recordó la primera vez que se encontró con Aella en la entrada de la escuela. Recordó que ese ella estaba enojada porque los Pearls no la habían invitado a la reunión familiar y que Aspen le había dicho que Aella era hija de Glacier. Pero en aquel entonces ella no le hizo mucho caso a sus palabras. Estaba más concentrada en odiar y envidiar la belleza de Aella.
"¿¡Él te lo dijo!? Te lo dijo desde el principio. Ah..." la voz en el teléfono suspiró. "Por culpa de tus idioteces estamos metidos en un buen lío. ¿De verdad crees que Glacier te habría dejado así? No te hizo nada, porque estaba concentrado en su hija".
"Estoy harta de escuchar tu irritante voz", gritó enfadada Trinity. "Y para tu información, si yo caigo, me los llevaré a todos conmigo. Después de todo, ustedes son los que secuestraron a su hija en primer lugar, no yo".
Hubo un intenso silencio desde el otro lado. Entonces habló una diferente y misteriosa voz siniestra.
" Trinity", la llamó, asustándola.
"Di una palabra acerca de nosotros, y te lo juro. Ni siquiera tu alma podrá descansar en paz, así que ve con cuidado".
Con un "bip", el hombre dio por terminada la conversación.
Trinity se quedó mirando el teléfono aterrada. "¡¡¡DEMONIO!!!", gritó.
"¿Qué acabas de decir?" Oyó la voz de Noah hablando con los estudiantes y le miró mal. Se levantó del suelo y se sacudió su uniforme. Respiró hondo y decidió salir de su escondite.
" Condenada Trinity, ¿cómo te atreves a aparecer tu cara por aquí?", rugió Laria.
"¡Por qué no iba a aparecer, también es mi instituto, imbéciles!".
Miró a todos los estudiantes, quienes le devolvieron la mirada. Se tapó la boca con la mano burlonamente: "Espera, ¿no me digan que me van a culpar por lo que pasó?
***
De vuelta al valle.
¡WHOOSHHH! Toda la zona norte donde estaban los chicos estaba cubierta de veneno.
Debido a la intensidad de la niebla venenosa, era difícil distinguir cualquier ser viviente en ella.
Pero de repente
"¡AHHHHHG!" apareció una mano, arrastrándose por el suelo. " ¡Ch-ch-chicos!" dijo Kye con dificultad.
Sus ojos estaban rojos y lágrimas de sangre corrían por sus mejillas, sus dientes estaban rojos por la cantidad de sangre que salía de ellos. Todas las venas de su cuerpo estallaban y rebotaban de un lado a otro.