Shikadai había esperado prudentemente para lanzar su zarpaso por lo sucedido con Boruto y la repercusión que ello tuvo en Shinki.
Pero al enterarse de que Boris era quien personalmente atendía a su primo y viendo la fuerte dependencia que Shura tenía con ese rubio, supo había llegado el momento de actuar.
Ahora era cuando más vulnerable estaban todos. Y Boris se hubo olvidado de su persona al centrarse en la recuperación mental de Shinki.
Bien podría dejarlos en paz y apartarse de ellos, después de todo sus primos le eran totalmente indiferentes, en cuanto a Boris ¿qué podía decir?
Ese rubio había pasado a formar parte de sus desechos. Si tan solo no hubiese sido tan altanero aquella vez en que se vieron en la universidad, Shikadai lo dejaría en paz tal como Boris deseaba.
No le importaba que ahora tenga una relación con Shura ni mucho menos que se llegasen a casar. Pero esa maldita altanería viniendo de un pleblello suyo no podía permitirsela.
Por tal razón fue a su habitación y sacó una carpeta que tenía muy bien guardada. Con una siniestra sonrisa la abrió y vió una vez más los papeles.
- Con ésto estarás acabado Boris, destruído totalmente. Ésto te enseñará a respetarme, a no olvidarte de tus superiores.
Con ella en mano salió mientras marcaba el numero de Shura.- Primo, tanto tiempo- ¿Qué demonios quieres Shikadai?
- Esas no son formas de tratar a la familia - Estoy ocupado con...- Se lo de Shinki, estoy al tanto de todo primo. Pero necesito que nos veamos con urgencia. Es importante.
A Shura le dió mala espina aquello, en verdad no deseaba ver a Shikadai. Nunca se llevaron bien debido a que la odiosa de su tía Temari le llenó a su hijo el corazón de odio hacia Gaara y sus hijos.
- No puedo ni me interesa verte. No molestes...- Es sobre tu novio Boris
- Ya se que tú y él estuvieron saliendo en el pasado. De echo se debe a tí que ahora Boris se encuentre tan mal. Maldito enfermo, alejate de Boris o te arrepentirás en serio.
- Con que te habló de nosotros ¿eh? Y dime primo ¿te contó su más terrible secreto?
- Entre él y yo no hay secretos. Ahora vete al infierno, y no nos molestes más o tendré que hacerte una demanda judicial por acoso. Y te aseguro que tus padres nada podrán hacer para evitarlo.
Shikadai estaba que hervía de furia, en verdad no se esperaba que Boris se haya sincerado a ese extremo con Shura. Su estrategia no estaba funcionando ¿sería aquello una señal para desistir y dejarlos en paz?
Pero el orgullo del Nara fue más fuerte que su razón y supo la respuesta. No. Boris no se merecía ese favor de su parte, después de todo tenía los humos muy altos. Y él debía bajarselos. Boris aprendería la lección de la peor de las formas.
Con una cruel sonrisa dibujada en sus labios se subió al auto y colocó la carpeta en el asiento de a lado sin soltar el celular.
- Dime primo ¿Boris te contó que es hijo biológico de Menma Namikage? El hombre que torturó a tu padre y quien mató a Boruto. ¿Sabías eso también?
Ante esas palabras Shura quedó helado. En verdad no estaba preparado para recibir menuda noticia.
-Mentira- Oh, veo que no fue del todo sincero contigo tu novio entonces.-¡Te lo estás inventando!
-Tengo conmigo las pruebas, nos veamos en el bar de siempre si no me crees.-Maldito ¡¿Qué quieres con todo esto?!
- Que sepas la verdad sobre la persona a quien decidiste entregarle tu corazón y confiarle la mente de tu gemelo. Es todo.
Luego colgó sin dejar de sonreír. Tenía a Boris donde quería y se aseguraría de que no solo Shura sino los Sabaku, los Uchihas y los Namikage lo desprecien.
Luego lo tomaría otra vez, había decidido jugar con ese sensual y sexy rubio. - Boris, aprenderás a respetarme y a bajar la cabeza ante mi presencia.
Arrancó y se dirigió rumbo al bar de siempre, al encuentro con Shura. Nada podría salir mal. Absolutamente nada.