Querido/a amigo/a
Siempre estuviste ahí para mí en mis peores momentos, jamás dejaste de ser un amigo, nunca me abandonaste aunque estuviera en la ruina. Creo que nuestra relación es algo mucho más que amistad, cuando mi vida estaba a punto de derrumbarse tu lograste mantenerla en pie, pienso que deberíamos ser pareja pero temo que eso me haría más emocionalmente dependiente de ti.
No sé qué hacer, por un lado te amo por todo lo que has hecho por mí, pero no quiero depender tanto emocionalmente de alguien, no pensé que tendría estos sentimientos por alguien, pero tú eres muy especial para mí. Siempre me hiciste muy feliz en toda mi vida, ojalá yo pudiera hacer lo mismo por ti, pero no creo ser capaz de hacerlo, no merezco a alguien como tú.
No quiero ser un lastre para ti, por eso te escribo esta carta para que sepas lo que siento mientras espero tu respuesta, no puedo decirte lo mismo en persona ya que soy incapaz de decirte lo que pienso aun después de tanto tiempo juntos, siempre tuve en cuenta tus palabras y esta no será una excepción, no tengo recuerdo de haberte ayudado como tú lo hiciste conmigo, por eso es probable que me rechaces, ya que fuiste tú la persona que se esforzó por mantener nuestra relación a flote sin que yo hiciera mucho para que fuera así.