La competencia de arquería está por empezar, todos los participantes queremos llegar a formar parte del ejército del rey. Somos ciento veinte arqueros que llegamos de distintas partes del país.
Aunque solo serán veinte los seleccionados para unirse al rey, estoy seguro que seré el mejor, nuestros arcos son los mejores del mundo y mi habilidad para usarlos es excelente. Las horas pasaban sin problemas y los participantes iban siendo descalificados uno tras otros, quedamos treinta arqueros y la competencia estaba cerca de finalizar, llegó mi turno acertando al blanco por muy poco.
Diez arqueros fueron descalificados y los veinte ganadores nos reunimos ante el rey para que nos acepte entre sus tropas, aunque ganamos el torneo nos mandó a enfrentarnos contra un grupo enemigo argumentando "si quieren formar parte de mi guardia tendrán que demostrar que tienen experiencia en un combate real" eso era de esperarse ya que estamos en guerra.
Nos asignaron a un batallón a de asedio para conquistar varias fortalezas enemigas, muchos de los nuestros cayeron por las balistas en las fortificaciones, pero matamos bastantes enemigos que cayeron de las murallas, quedamos solo siete arquero, a pesar de nuestras pérdidas logramos nuestros objetivos y fuimos aceptados en las filas del rey.
Aunque la guerra aún no acaba tenemos la esperanza de que lo hará pronto y podamos descansar.