Solo sintió como si su mente se hubiera quedado completamente en blanco, y se sintió un poco inestable sobre sus pies.
Se dio la vuelta, sorprendido, sin saber muy bien a quién o a dónde debía mirar, o qué debía hacer en ese momento.
Tras un breve silencio, Nora preguntó:
—¿Cómo se llama su hijo?
La señora respondió:
—Oh, ¿mi hijo? Es un tipo muy alto y guapo. Se llama Marcus y es policía. ¿Os conocéis?
¿Marco?
Aunque Nora estaba desconcertada, el nombre le resultó algo familiar.
En cambio, fue Solo quien comprendió de repente lo que estaba pasando. Miró incrédulo a la dama que tenía delante y de repente dio un paso atrás, con el rostro aún más pálido que antes.
Nora, que detectó su inusual reacción, volvió a mirar a la señora y le preguntó:
—Señora, ¿su hijo se ha quedado aquí todo el tiempo?