—Eso fue realmente hermoso. —¿Lo dije o lo pensé?
Volteó la mirada algo asustado, así que deduje que lo asusté.
—¡Dios!.... JungKook me asustaste~ —dijo al mismo tiempo que frotaba sus ojitos. Al parecer tenía sueño. —Y...G-gracias~ de verdad aprecio mucho tu comentario. —hizo una mueca, o más bien un intento de una sonrisa.
Tal vez era una persona muy distraída, algo que no debería ser sabiendo en que trabajo, pero no había notado que la sonrisa de este chico es realmente encantadora y hermosa.
"Como el"
—N-no fue nada, de verdad que tienes talento, naciste con el don de hacer la danza más bella de lo normal.
—nuevamente estaba diciendo cosas sin pensar.
—Jungkook.... —Jimin... —dijimos al unisono.
Noté un ligero sonrojo en él, y está vez su hermosa sonrisa se hizo presente. Espero nunca acostumbrarme a su lindura.
—Eyesmile~ —Susurré por lo bajo para que no pudiera oírme.
—Eye que? —Preguntó confundido.
Me asombre por su increíble audición, pero estoy empezando a creer que soy yo quien no disimula su admiración.
Me deje de tonterías y fui directo a él.
—Eyesmile... Es que c-cuando sonríes tus ojitos se achican tanto que junto a tu sonrisa se ven tan bonitos. —El me miraba atentó y aún más sonrojado.
Por mi parte, no pude evitar desviar la mirada, me había puesto nervioso porque aún seguía procesando las cosas que dije.
Cuando salí del departamento venía con el propósito de llamarle la atención, incluso ya tenía planeado las actividades más pesadas para su defensa personal, pero todo cambio cuando lo ví.
Estoy comenzando a pensar que este chico es una clase de hechizero, porqué... ¿Cómo es posible que esté ocasionando tantas emociones en mí?
—P-pero.. ¿Porque estás llorando? —lo miré por unos minutos y este comenzó a llorar aún más.
—¡¿Qué!?... Espera, siento mucho si dije algo mal. —Me acerqué a él preocupado.
No entendía que era lo grabé de mis palabras, que incluso hicieron que se tumbara al suelo a llorar. Me sentía culpable....
—Jimin, en verdad lo siento mucho. No sé que dije, pero lo lamento mucho. —Toqué su hombro y este se safó bruscamente de mi agarré.
—Aléjate de mi, no quiero tu lastima. Puedes irte no es necesario que me consueles. Puedo llorar sólo. —Lo miré confundido, y me alejé un poco.
Este se paró y se sentó en un banco viejo junto a la pared.
En realidad verlo y escucharlo haciendo berrinches como niño chiquito, me fastidiaba, pero era obvio que tenía que aprender a entenderlo.
Lo seguí con la mirada, esperando alguna otra reacción.
—Ok... Tu si que eres bipolar, y imposible de entender. —reviré los ojos fastidiado. —Lo siento, en verdad lo siento mucho JiMin, pero- si no me dices que hice. ¿Como podré entenderte? ¡Y por Dios! No, te tengo lastima. —Dudé en si seguir hablando o no. —.. lo que siento es curiosidad por ti. Así que anda llora, todo el mundo lo hace, incluso yo y no me avergüenzo. Además también necesitamos el apoyo de alguien, no puedes estar siempre solo. Déjame ser ese alguien para ti. —Sentía que al fin podía respirar.
No era yo quien controlaba en este momento, era mi corazón quien estaba al mando de la situación.
Fuí acercándome más hasta que quedé frente a el, aún seguía con la mirada baja completamente pérdida, pero después de unos minutos reaccionó.
—¿Ese alguien? —Dijo aún mirando hacia el piso. —¿Tú sabes porque las personas "normales" festejan cuando algo les sale bien? Me refiero a.. ¿Porqué hacen eso? Hacen fiestas, invitan a sus familiares para festejar el triunfo de haber sacado buenas calificaciones, de haber ganado la lotería, de haber ganado aquel concurso por el que practicaste por meses.... Ahora sólo puedo pensar que no siempre se puede festejar... Nunca pude hacerlo, y si llegase a pasar, solo logro sentirme miserable y una pésima persona. —Su llanto era más fuerte.
No sabía que hacer, yo simplemente soy su guardaespaldas ¿Cómo porque habría de consolarlo? Además... El no necesita de mi. Y de nadie, eso lo dejo más que claro... Pero a diferencia de antes, justo ahora, quisiera abrazarlo, decirle que todo estará bien y que estoy ahí para el.
Me arrodillé, quedando a su altura y solo a unos centímetros de distancia, con mucho nerviosismo volví a tomar su hombro, solo que esta vez no hizo nada y siguió llorando.
—No lo sé... —Fué lo único que dije, y este volteó a verme.
¡Vaya! Si que funcionó. Ahora solo me miraba algo enfadado y confundido.
—¿Cómo que no lo sabes? —preguntó enfadado.
—Mencionaste personas "normales" Mis padres solían festejar para todo, era como una tradición de la familia. Y el no hacerlo era considerado malo... Bueno no creo que existan personas normales, solo existen personas que no piensan igual que los demás. No sé que haya sucedido contigo, y porque pienses así. Pero yo no he dejado de festejar, a pesar de que mis padres ya no estén.... —Sin evitarlo unas lágrimas se deslizaron por mi rostro.
—L-lo siento.. ahora siento que sin querer te hice recordar un tema muy sensible para ti. Es mi culpa, en esta época del año para mí es muy difícil pasarla solo, y se pone peor si hay alguien a mi lado porque siempre termino desquitandome. —Sujetó mis manos.
Mis nervios aumentaron al mil, su tacto era muy intimidante, no tenía idea del impacto que ocasionaba en mi.
—Hablar de la muerte de un familiar no es sencillo, aúnque ya haya pasado tiempo, el recuerdo siempre estará ahí, como si fuera la primera vez. Y revivirlo es aún peor. —Reforzé el agarré en nuestras manos. —Lo de mis padres sucedió hace mucho tiempo... Yo era muy joven. Ellos fueron víctimas de un atentado, (a mis padres los asesinaron en un banco.) Cuando era pequeño pensaba que era injusta su muerte, incluso me pregunté porque no pudieron quitarles la vida a otras personas, eran pensamientos muy egoístas de mi parte. Pero a pesar de eso conforme fuí creciendo, comencé a tomar el papel del protector de la familia... Al principio era solo un roll que tomaba para divertirme, es por eso que mi hermano mayor no le tomó tanta importancia y me dejó ser. Pero cuando comencé a estudiar la Universidad... Supe que ese Roll siempre quizo ser real... Ya no quería que fuera un juego, mi hermano y hermana pasaron muchos años cuidando de mi, "El pequeño Jeon" Y yo quería agradecerles de alguna forma, fue así como comencé a ejercitarme y a tomar cursos de defensa personal. Aún así eso no servía de mucho porque durante mucho tiempo no podía caminar más allá de aquel lugar, cada que llegaba a esa esquina, era como sí una pared invisible me detuviera, sentía que si me acercaba solo sería un detonador para mis sentimientos guardados, simplemente no quería alarmar a mi Hermano mayor, y la verdad es que... mis hermanos nunca se enteraron de ello pero, yo sufría mucho de ataques de pánico al salir de casa. Y sabía perfectamente el porque. No quería morir como ellos, me asustaba la idea de que algo parecido me sucediera a mí. —Dí una pausa y alcé la mirada.
JiMin me observaba y pequeñas lágrimas se deslizaban por su bello rostro. Las limpié delicadamente, y esta vez nuestras miradas se cruzaron.