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Chapter 214 - 107.2: Una noche agitada

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Al escucharme, la manada de cabras, que casi estaba completamente dentro del corral, comienza a correr para escaparse.

"¡MIERDA! ¿QUIEN ES ESE ESTUPIDO QUE ESTÁ GRITANDO?" escucho que uno de los orcos les pregunta gritando a los otros.

"Y YO QUE SÉ ¿CÓMO PODRÍA SABERLO?" grita el segundo orco en respuesta.

"CONCÉNTRESE, HERMANOS. YA PODREMOS PREGUNTARLE CUANDO TERMINEMOS DE ENCERRAR A LA CABRAS." grita con evidente irritación el tercer orco, que aparentemente es hermano de los otros dos.

Cuando los orcos terminan de encerrar a las cabras, se acercan con aspecto malhumorado a donde estoy yo. Parecen tener unos 30 o 35 años, aunque no sabría decir qué edad tienen realmente teniendo en cuenta que el tiempo de desarrollo físico de los orcos es diferente. Los tres tienen cuerpos musculosos, son de talla baja, y tienen una mata de pelo negro identica sobre las cabezas. Parecen alertas y a la defensiva ante mí, pero no llevan ninguna clase de protección, y solo visten ropa normal de tela.

Cuando llegan hacia donde estoy, el último que había hablado de los tres, y que parece ser el mayor, dice "¿Quien eres y que estas haciendo por estos parajes? No se ven muchas personas por aquí, y menos de lo de tu clase"

"¿Mi clase?" pregunto, confundido.

"Un avian sin alas quiero decir" dice el orco, impacientandose "Mira, no se de donde te escapaste, pero nosotros no queremos tener ningún problema con quien sea que sea tu amo. No podemos ayudarte"

"No me escape de ningún lado. No soy un esclavo. Solo quiero que me indiquen algunas direcciones" digo, entendiendo ahora la confusión de los orcos.

Ante esas palabras el que había hablado primero mientras encerraban las cabras comienza a reír estridente mente, y el otro orco que todavia no habia dicho nada desde que se acercaron grita enfadandose "¡QUE NO ERES UN ESCLAVO! ¿Crees que somos estúpidos por vivir tan lejos en el medio de la nada? seguro que ahora nos dirás que tus alas te las has cortado tu solito ¿no?"

"¿Qué está pasando? ¿Qué son todos esos gritos? Y más importante ¿quién gritó esa palabra? ¡Ya les dije que no me gusta que hablen de esas cosas en mi casa! Si quieren hablar de esclavos se pueden ir a cualquiera de las ciudades, pero aquí esa palabra está prohibida. ¡Yo no crie ningun esclavista!" dice un orco de aspecto anciano al salir de la casa, rezongando y caminando lentamente mientras se ayuda con un bastón.

"Tranquilo, pa, no te alteres que te hace mal a la salud. Solo estábamos hablando con este extraño" dice el orco que se había reído.

"¿Extraño? ¿Qué es eso de un extraño?" dice el recién llegado, y de repente fija su mirada en mí y abre mucho los ojos "Ahhh, ya veo... ¿Qué es lo que quieres chico?"

"Solo quiero que me digan unas direcciones y me iré. La verdad es que no sé en dónde estoy." digo, intentando sonar lo más amable posible para que los orcos decidan ayudarme. O, al menos, no atacarme. No parecen malas personas y no quisiera tener que usar la fuerza contra ellos.

"Ya veo...hmm...." dice el anciano orco, y se queda callado por un rato. Sin embargo, como ninguno de los tres hermanos ha hablado desde que el anciano empezó a hablar, yo decido seguir su ejemplo y esperar pacientemente a que el viejo decida si quiere ayudarme o no "Bueno, eso no debería ser ningún problema. Pero ya está oscureciendo, chico. ¿Por qué no te quedas a pasar la noche? No puedo ofrecerte cobijo en mi casa porque eso podría poner en peligro a mi familia si llegaran a encontrarte las personas de las que te has escapado, pero puedo ofrecerte que duermas en el galponcito que hay al costado de la casa. ¿Qué te parece?"

Puedo ver que estos ofrecimientos no les caen nada bien a los tres hermanos, pero por el momento no ponen ninguna objeción a las palabras del viejo.

"Estoy muy agradecido, señor. Pero solo quisiera que me digan en qué dirección está la capital del imperio, y a que distancia aproximada está desde aquí" digo, poco interesado en dormir cerca de personas que no conozco, y ya resignado a que piensen en mí como un esclavo fugitivo si eso simplifica las cosas, ya que no creo que me vayan a creer que soy un humano que viene de otro continente.

Ninguno de los cuatro tiene ninguna clase de combate, asique supongo que no podrían hacerme daño ni aunque los cuatro me golpearan al mismo tiempo y yo decidiera no defenderme, pero prefiero no tentar a la suerte.

"Creo que es mejor que le hagas caso, papá. Piensa en la familia. No podemos dejar que un esclavo fugitivo se quede a dormir. Qué pensarían los soldados del imperio si lo llegan a encontrar en nuestra casa" dice el hermano mayor de los tres orcos.

"Tranquilo, muchacho, no pasara nada por una noche. Se como piensan esos bastardos esclavistas. Estarán felices de que le ofrezcamos cobijo a este chico por una noche, porque así les da más tiempo a ellos de alcanzarlo. Lo que sí debemos evitar es darle de comer, porque eso sería visto como que estamos ayudándolo a escapar. Además, todavía la edad no me ha atrofiado tanto el cerebro para querer mandar a alguien a caminar por la fría tundra durante la noche cuando puedo ayudarlo" dice el orco, y al ver la cara de irritación de su hijo, agrega suavizando el tono "entiendo que tus intenciones son buenas, hijo, pero si empezamos a actuar así no seríamos muy distintos de los malditos esclavistas de las ciudades." dice, mientras le pone una mano sobre el hombro y le lanza una mirada llena de afecto. Tras lo cual, se voltea a mirarme y dice "y en cuanto a ti, chico, duerme bien y mañana te daremos las indicaciones que pides. Lamentablemente no te podemos dar nada de comer, porque eso pondría en riesgo a mi familia, pero puedes quedarte a descansar una noche. No es mucho lo que puedo ofrecerte, pero peor es nada supongo"

"Muchas gracias, señor. Mañana por la mañana me iré, tan pronto como me digan lo que quiero saber" digo, molesto de tener que quedarme a dormir cerca de desconocidos, pero agradecido de finalmente haber encontrado una fuente de información.

"Eso será lo mejor. De verdad lo siento, chico, pero yo no hago las reglas." dice el viejo con expresión apenada.

"Esta bien, lo entiendo"

Después de eso me guiaron al lugar donde podía pasar la noche. Y me dispuse a dormir en el primer lugar cómodo que encontré dentro del galpón donde me guiaron.

...

"¡Nooo. Yo no te hice nada. Yo no..." miro desorientado a mi alrededor al despertarme súbitamente debido a la maldita pesadilla, cubierto de sudor, y con la sombras de un miedo que ya comienza a desvanecerse.

Unos segundos después, me doy cuenta de donde estoy. Estoy en el galpón de los orcos, durmiendo sobre unos montones de paja que había en uno de los rincones. Al principio pensé en sacar mi saco de dormir y una tienda de campaña, pero entonces pensé en que no me conviene que los orcos vean esas cosas. Ya están desconfiando de mi aunque piensan que soy un esclavo inofensivo, pero si ven que uso el inventario, se darán cuenta de que soy un aventurero, y entonces ya no se que otras reacciones podrían tener.

Solo llevo una camiseta de mangas cortas y unos vaqueros, aparte del chaleco de cuero que utilizo como armadura. Lo que no debería ser suficiente para llegar a sudar en este clima frío. Pero, probablemente debido a mis niveles, nunca he sentido el más mínimo frío, pese a haber visto que el agua estaba congelada en muchas partes durante estos días de viaje.

De repente, siento una presencia cerca mio y me apresuro a sostener el mango de mi espada, que había dejado a mi lado mientras dormía por precaución.

"¿Quien eres y qué quieres?" digo, poniéndome en guardia y observando hacia la oscuridad. Realmente no llego a ver a nadie debido a la falta de luz, pero estoy seguro de que hay alguien a unos pocos metros de mí, así que enciendo una pequeña llama en mi mano izquierda para iluminar un poco el área.

"No. Por favor, no soy tu enemiga" dice una voz femenina afectada y veo que se acerca una orca delgada, en apariencia con alrededor de 20 años de edad, y una larga cabellera oscura "solo te traía algo de comida... Papá nos dijo que no lo hiciéramos, pero no podía soportar la idea de que estuvieras pasando hambre mientras nosotros cenábamos. Así que aproveche que ahora están todos durmiendo en la casa para traerte algo de comida"

Cuando termina de hablar, veo que lleva una bandeja en brazos. En la bandeja hay un plato con varios trozos grandes de carne y una jarra que parece de arcilla que seguramente tiene agua.

"Gracias, pero no era necesario. Tengo mi propia comida" digo, mientras relajo la postura y dejo que la espada cuelgue a mi lado, sostenida por mi mano derecha.

"¡Ahhhh!" dice, y me da la impresión de que la reacción es algo exagerada "bueno... Es una pena, pero no me extraña... Quiero decir... eres tan joven y sin embargo pareces tan... fuerte. Tienes mas musculatura que mis hermanos... Estuve varios minutos observandote mientras dormías... Estaba indecisa sobre qué debía hacer para despertarte"

"Si... Bueno." digo, un poco confundido por el tono de voz de la orca y por el hecho de que sigue aproximándose pese a que le dije que no necesitaba la comida "La pesadilla que tuve ya se encargo de eso"

"Ohh, pobrecito. Pero no hay nada como una buena conversación para distraer a alguien de los recuerdos de una pesadilla. Pero antes debería presentarme. Mi nombre es Luguri... Esto... ¿puedo tocar tu espada?" dice las últimas palabras con cierta indecisión, mientras me mira con una mirada intensa que me deja cada vez más desconcertado.

"¿Que?" pregunto, estupefacto.

"Nada, nada... Esto... ¿De donde te escapaste?" pregunta bruscamente, desviando la mirada hacia el suelo y sonrojándose levemente por la pregunta.

"No me escape. Ya le dije a tus hermanos que no soy un esclavo. ¿Podría un esclavo tener esta espada?" pregunto, moviendo la hoja en un tajo descendente que emite un ligero silbido al cortar el aire.

"¡Ahhhh!" vuelve a exclamar exageradamente la orca, mientras comienza a respirar agitadamente , y dice "si, tienes razón... Eres... Demasiado...caliente... ¿Entonces que..."

Pero ya estoy cansado de estar manteniendo esta extraña conversación, en unas horas en las que debería estar durmiendo, y con una persona que no parece estar del todo cuerda basándome en su accionar; así que decido interrumpirla antes de terminar la pregunta. "Mira, te agradezco mucho que me hayas traído comida y todo eso, pero quisiera volver a acostarme. ¿Podrías..."

"¡Si, si!" exclama ella, interrumpiendome, y sus ojos tienen un brillo casi demencial que me da cada vez más mala espina, mientras que su pecho se agita rápidamente debido a su acelerada respiración.

"... Dejarme dormir, porfavor?" término de formular la pregunta con voz dura, tensando levemente la postura, y comenzando a sentirme un poco irritado por la situación. "creo que deberías volver a tu casa"

"Haa..." suspira, y de repente parece terriblemente desanimada "Si, supongo que si... Buenas noches"

"Buenas noches" digo, decidido a simular que duermo durante unos minutos para asegurarme de que la mujer no tiene la intención de hacerme nada extraño mientras estoy durmiendo.

Después de esa visita inesperada durante la noche, pude volver a dormir. Cuando amaneció, tras recibir las indicaciones que buscaba, me fui de la granja en la que estaba esa mujer tan extraña lo más rápidamente que pude.

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