Chapter 206 - 103.2: Opiniones

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"A todo esto... ¿De qué tratan los rumores que mencionabas?" pregunto mientras Gell me guia caminando calmadamente por algunos de los mismos pasillos y escaleras que hace tan solo unos días recorrimos a toda prisa.

"Hay personas que dicen que Garnuk fue vencido de manera desleal, o incluso que fue asesinado de esa misma manera, y que, por tanto, el nuevo gobierno no es legítimo. Pero mi padre no quiere dar la cara ante la gente para desmentir estos rumores, aunque estoy seguro de que él también debe estar molesto por los rumores. En realidad se ha negado a hablar con nosotros si tu no se lo pides personalmente, se niega tajantemente a escucharnos. Es un comportamiento bastante infantil, si me lo preguntas."dice Gell, suspirando, mientras se detiene por unos momentos para observar la ciudad a través de una ventana "Pero, como sigue siendo la persona más fuerte en la ciudad después de ti, no sería sensato intentar forzarlo a escucharnos."

"¿Les ha dicho cuál es la razón por la cual se niega a hablar con ustedes?" pregunto con curiosidad, un poco molesto por la estúpida situación que me está obligando a dejar la tranquilidad de mi ahora apreciada habitación.

"Creo que es más que nada un pretexto para volver a verte. Parece algo frustrado de que te hayas recluido en tu habitación todos estos días" dice, volviendo a suspirar y reanudando la marcha.

"Eso no fue cosa mía, al menos no al principio" digo, irritado.

"Si... Lo sé. No te lo estaba echando en cara..." dice Gell, que parece confundido por mi actitud "En fin, creemos que los rumores fueron esparcidos por algunos de los guardias que había el día del duelo por el liderazgo. Supongo que algunos están descontentos por el hecho de que su maravilloso líder perdiera después de recibir un solo golpe directo."

"Sobre eso... He estado pensado" digo, recordando una de las tantas cosas que pensé durante estos días estando recluido "si solo teníamos que derrotar a tu padre para tomar la ciudad ¿no podrías haberme llevado con el sin armar tanto revuelo? Quiero decir, con nuestro ejército y todo eso"

"No es tan fácil. Difícilmente podrías haber atravesado las puertas de la casa de mi padre sin luchar, ya que no se admitían personas que no sean orcos en su interior. Y eso suponiendo que ningún guardia nos viera mientras viajábamos a través de la ciudad. No, necesitábamos la maniobra de distracción. Créeme, lo sé. Tengo años de práctica." dice Gell, sonriendo con confianza "Si hubiésemos iniciado una lucha, sé por experiencia propia que en poco tiempo habríamos tenido a toda la guardia de la ciudad sobre nosotros. Lo que habría invalidado nuestra capacidad para desafiar al líder de la ciudad. Se que fue complicado, pero esta era la única forma de lograrlo."

"Hmm, ok. Y ahora que finalmente tienen el control de la ciudad... ¿No tienen miedo de que Garnuk escape y utilice al pueblo para retomar el poder?" pregunto, emitiendo otra de las preguntas que había estado guardando para cuando finalmente fuera libre de mi cautiverio. '¿No podría ser el mismo la causa de los rumores? Eso explicaría por qué no esta haciendo nada por desmentirlos'

Ante esta pregunta Gell se ríe con ganas "No. Los orcos no somos así... Al menos no la mayoría. Pero eso ciertamente no es algo que haría mi padre. Ante todo él es un guerrero honorable, y acepta tu victoria como una muestra de tu superioridad. Para él, ahora tú eres el jefe, al menos hasta que el imperio pueda hacer algo para cambiar eso… pero no te preocupes por eso, lo tenemos cubierto" dice, dándome una palmada en la espalda "además, no es tan fácil escapar de este lugar. Los muros de este edificio están hechos con piedras excavadas de las salas de desafío que aparecen en los pisos más altos del laberinto. Ni siquiera la fuerza de mi padre podría romperlos fácilmente."

"Ahh. A todo esto ¿qué nivel es tu padre?" pregunto, ya decidido a sacarme todas las dudas.

"Es un Guerrero nivel 139, y un Cazador nivel 68, creo..." dice Gell, frunciendo el entrecejo, pensativo "Al menos así era la última vez que lo comprobé. Y créeme que, antes de que vencieras a mi padre, nos preocupamos mucho de que esta información se mantuviera lo mas actualizada posible, ya que era de vital importancia para nuestros planes. Así que podemos estar más o menos seguros de que esos son sus niveles"

"Ahh. ¿Y cuanta salud tiene?" pregunto con curiosidad, extrañado de que alguien con esos niveles haya sido vencido de un solo golpe.

"Esto... Creo que era 329." dice Gell, mirándome con confusión "¿Pero por que te interesa tanto eso ahora? Esperaba que me hicieras esas preguntas antes de llevar a cabo nuestro plan, y no ahora. Realmente me pareció raro en ese momento que no me preguntarás por esas cosas. Aunque supuse que tal vez era alguna especie de cábala, y por eso no lo mencioné"

"Simple curiosidad... No tengo una cábala ni nada de eso. Es solo que nosotros no tenemos formas de medir los niveles, por lo que de poco me habría servido saber los niveles de Garnuk antes de la batalla" digo, mintiendo, aunque lo cierto es que no había recordado preguntarle. A fin de cuentas, hacía tan solo unos pocos días que se me había revelado esta información.

"Ahh, que raro" dice Gell ante esta información, y se queda pensativo.

'Hmm... Esa cantidad de salud explica por qué Garnuk cayó de un solo golpe, ya que, en comparación a mis 860 de salud actuales, es una cantidad bastante pequeña. Aunque esos niveles no terminan de explicar cómo pudo luchar conmigo de igual a igual durante tanto tiempo... En fin, esto solo confirma mis sospechas de que los niveles no lo son todo en cuanto a la fuerza de combate de las personas.'

Mientras pienso en esto, de repente Gell se detiene frente a una maciza puerta de madera y mitril, con grabados hermosamente tallados en ella, y la abre, invitándome a pasar.

"¡Finalmente! ¿Cómo estás, chico? Es bueno verte de nuevo. Linda mascota, por cierto" dice la suave voz de Garnuk, el musculoso orco de casi dos metros de altura, al vernos entrar a Gell y a mí en la habitación.

Ante mí hay una habitación que le da otro sentido completamente diferente a la palabra lujo. Su cama es inmensa, decorada con un dosel de telas brillantes y de aspecto suave. El escritorio, de madera oscura, tiene incrustaciones de platino y piedras preciosas. La mesa es casi tan amplia como la cama de mi habitación, y está repleta con toda clase de platillos y bebidas. En un rincón de la habitación, una joven orca toca un arpa bellísima, de colores dorado y plateado, del tamaño de su propio cuerpo. En las paredes hay cuadros de paisajes exóticos, y un mapa de la ciudad pintado con esmero, con todos los distritos y lugares de importancia escritos con fina caligrafía.

Al verlo, de repente el mapa de mi interfaz se actualiza, mostrando de repente toda la nueva información.

El orco se encuentra acostado en la cama boca abajo, y sobre su espalda tiene a una joven orca sentada a horcajadas sobre él, masajeando su espalda.

"Hola, Garnuk. Este es Azur, y no es ninguna mascota. El es mi compañero de lucha." digo, sentándome en una de las sillas y moviendo al pequeño dragón desde mis hombros a mi regazo. Ante esta información el orco abre mucho los ojos "Es bueno verte en una situación en la que no tengamos que terminar en la violencia. Aunque me han contado que no has estado muy por la labor de cooperar... Me gustaría que, cuando vengan a hablarte, escucharas lo que Gell, Charity, Lilian, y todas las otras personas que van a ayudarme a administrar esta ciudad tienen que decir"

Gell por su parte se posiciona a mi lado, mientras yo hablo, pero no se sienta en ninguna silla y mira a su padre con tranquilidad.

"Bien, si ese es tu deseo, lo haré..." dice el orco, cerrando los ojos por un momento con una expresión llena de placer, debido al masaje.

'¡Wow! Eso fue fácil'

"Lo es. Ejem..." digo, mirando a Gell, extrañado de que el antiguo jefe de la ciudad parezca tan servicial "También quiero que intentes hacer algo con esos rumores que me han informado que están circulando. Esos que dicen que te vencí de forma deshonesta."

"Bah.. Son simples habladurías sin importancia. Pero lo haré, si es lo que quieres" dice Garnuk, quitándole peso al asunto .

"Son simples habladurías sin importancia que ponen en riesgo nuestra posición" dice Gell molesto de repente "además, cuestionan tu fuerza y la de Xelean"

"¡Nuestra posición!" exclama Garnuk, riendo con fuerza, con lo que la joven orca tiene que sostenerse a uno de los postes de la cama para no caer de encima del orco "Chico, sigues sin entender lo que es la verdadera fuerza... No importa lo que hablan los demás. Si esas personas tienen algún problema con lo sucedido, son libres de intentar vencer a Xelean. Él es el líder, no tú... ni ninguno de los amiguitos que tienes. Harías bien en recordarlo... De cualquier forma, si la decisión del líder es que coopere con ustedes, eso haré... pero harían bien en tener un poco más presente quién es el que se ganó el derecho a liderar esta ciudad, antes de cubrir a esa persona de papeles como sanguijuelas, para intentar tomar su poder por medios ladinos" el orco termina de hablar con una expresión de asco.

"En realidad, prefiero que ellos se encarguen de la mayoría de las cosas..." digo para intentar establecer algo de paz, ya que Gell esta rojo por la rabia "Así tendré más tiempo para ir al laberinto"

Con esto último la risa de Garnuk se intensifica significativamente, y la joven orca levanta de la espalda del jefe orco, evidentemente molesta, mientras Garnuk mira significativamente a Gell y dice "ves, hijo, esa es la mentalidad de un verdadero guerrero. Siempre pensando en volverse más fuerte. Harías bien es tomar su ejemplo."

"Esta bien, padre." dice Gell, con aspecto irritado "Si no tienes más que de..."

"¡Un momento! Quiero saber si hay noticias de mi familia. Targok, Lurnuk, y Jvanka estaban en el laberinto cuando todo esto pasó, y todavía no he tenido noticias de ellos" dice Garnuk y, por primera vez desde que entramos, parece completamente serio.

"Todavía no salen del laberinto, pero tan pronto como salgan les permitiremos encontrarse contigo. Es gracioso como te preocupas por solo algunos miembros de tu familia, mientras que a otros vives criticándolos y tratándolos con desprecio."dice Gell, y el resentimiento se nota en su voz.

Con estas palabras, padre e hijo comienzan a discutir finalmente, y yo me resigno a observarlos mientras me entretengo probando alguno de los manjares que hay sobre la mesa.

Mientras estoy comiendo, súbitamente me llega un mensaje entrecortado a través del anillo que sirve como artefacto de comunicación "Ma... Ahhh... Maestro, a... Ayuda"