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Chapter 144 - 72.2: ¿Soy yo el raro?

Nota del autor:

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https://www.patr eon.com/finlegost

Pueden encontrar los conceptos artísticos de los personajes:

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Después de vender el botín ese día en el gremio, entramos al laberinto por unas horas para intentar escalar algunos pisos, ya que los monstruos siguen sin ser ningún desafío para Azur y para mí.

Hemos estado escalando con una facilidad ridícula. Aunque eso puede deberse a que nuestras armas son de oricalco.

Después de todo, es natural que se note la diferencia al tener armas del mejor metal que existe.

Hoy, después de una semana de luchar en estos pisos, Deirdre por fin se acostumbró a los monstruos del piso 61.

Al principio estaba reacia a enfrentar a los gnolls y kobold, ya que son de alguna forma similares a los therians y los reptilianos.

Pero, tras comprobar que los pequeños monstruos no tienen inteligencia, y que es imposible comunicarse con ellos, volvió a enfocarse de lleno en los combates.

Durante uno de esos días, Deirdre me explicó la razón de por qué quería que yo le guarde el dinero.

Mientras luchamos recuerdo la conversación.

"La verdad es que no tengo a nadie de confianza aparte de ti y la señorita Charity. No conocía a los otros miembros de la tripulación antes de subirme al barco que nos trajo aquí, ya que yo solo fui incluida en la operación por mis habilidades de ocultación. Para obtener los planos de las embarcaciones orcas, sus planes, etcétera" dice Deirdre, un día mientras descansábamos tras vencer una sala de desafío.

"¿Pero no es Drok el asistente de Charity? ¿No deberías conocerlo a el también?" pregunto extrañado. Pero entendiendo de golpe porque es la única miembro de la tripulación con tan corta edad.

"No realmente... Si que es su asistente, pero solo desde que subimos a el barco. Antes solo era el tesorero de la resistencia. Es por eso que se preocupa tanto por el dinero..." dice Deirdre con una voz desprovista de emoción. Y, sin embargo, en su cara empieza a surgir una sonrisa frágil y dice "Se que solo te he conocido por algo más de dos meses, pero por alguna razón siento que puedo confiar en ti..."

Es muy difícil entender porque me conto esas cosas en ese momento, pero estoy agradecido por el voto de confianza.

Pude captar el significado de las palabras que no dijo ese día en su última frase.

'No me decepciones'

Y, nuevamente, el sentimiento de querer protegerla surge con fuerza en mi pecho.

¡Tengo que hacerme más fuerte!

No puedo dejar que se repita lo que paso con mis padres y Joseph.

...

Al salir del laberinto encontramos algunos problemas que ya empiezan a ser habituales.

Después del ataque se ha generado cierta tendencia hacia la discriminación contra los refugiados, ya que según creen algunos, los forasteros están aliados con los orcos.

Lo que no tiene ningún sentido, pero supongo que es normal que la gente busque desquitarse con alguien. Después de todo, murió mucha gente durante la batalla en la playa.

Varios de los compañeros de Deirdre han tenido problemas debido a eso.

A nosotros también se nos han acercado varias veces, por esta misma creencia popular, personas con intenciones hostiles.

Aunque los problemas nunca habían sido mayores que el recibir algunos insultos e insinuaciones maliciosas hacia mi compañera, cosas que decidíamos ignorar sin darle mucha importancia.

Pero, esta vez, parecen estar especialmente decididos a actuar, ya que nos están siguiendo desde que abandonamos el edificio del gremio.

Cuando noté que nos estaban siguiendo, decidí proponerle a Deirdre el acompañarla su casa.

Y, aunque probablemente no necesite mi ayuda, ya que puede hacerse fácilmente invisible con la ayuda de su habilidad y las bombas de humo, acepto agradecida mi propuesta.

Cuando estábamos atravesando un callejón un poco concurrido, nuestros perseguidores deciden hacer su movimiento, y nos bloquean las salida por los dos extremos del callejón.

Hay dos hombres jóvenes con caras llenas de hostilidad y espadas desenvainadas en cada salida del callejón.

Parece que esta vez vamos a tener que luchar para poder seguir con nuestro camino.

"Chico, no tenemos nada en contra tuya. Solo aléjate lentamente de esa bestia" dice uno que parece ser el líder de la banda.

"¿De qué bestia estamos hablando?" pregunto, fingiendo confusión.

"De ese monstruo que camina y habla como nosotros, pero que trajo a los orcos a nuestra puerta" dice, mientras él y sus compañeros poco a poco se van acercando a nosotros.

Mientras hablamos, las pocas personas que había en el callejón salieron corriendo a toda prisa, aprovechando que no eran el objetivo de los jóvenes.

"Ahh ¿y qué pasa si no quiero?" pregunto con una sonrisa siniestra.

"¡esto!" contestan al unísono, y se lanzan a atacarnos.

"Yo me encargo de los dos del frente, Azur se encarga de uno de los de detrás. El otro es tuyo, Deirdre" digo y corro a eliminar la amenaza.

Sin embargo, a pesar de mis indicaciones, Deirdre parece quedarse paralizada ante el acercamiento del atacante, por lo que Azur y yo nos preocupamos mientras nos encargábamos de nuestros respectivos enemigos.

Pero, un segundo antes de que el tajo horizontal con el que la está atacando el chico la alcance, sus instintos se activan y, bloqueando el golpe con una daga, aprovecha el impulso del golpe enemigo para girar 360 grados, y cortarle la garganta al atacante, de donde empieza a salir sangre en grandes cantidades que ensucia la cara de la pequeña therian.

"Bien" digo cuando, tras vencer sin mucha dificultad a los dos chicos, me acerco a Deirdre para ayudarla a levantarse, ya que esta tirada en el suelo con la cara manchada por la sangre de su enemigo, y con una expresión de horror en el rostro "ese fue un buen movimiento"

Pero sus piernas no parecen poder mantenerla en pie y, mirándome con una expresión confundida ante mis palabras, dice con voz angustiada "yo... Yo no quería matarlo... Actúe por reflejo. Pensé que el evitaría el contrataque con facilidad y así lo mantendría alejado"

"No pasa nada, no te preocupes. Ellos atacaron primero" digo arrodillándome a su lado e intentando tranquilizarla, mientras la sostengo con fuerza por los hombros, ya que veo que está temblando por los nervios.

"Pero ¿y si por esto ahora tengo problemas con la ley? A fin de cuentas, yo no soy una habitante del reino..." dice atropelladamente y, cada vez temblando más, dice con voz estridente sin dejar de mirar el cadáver de su atacante "podrían encarcelar a la señorita Charity por esto"

"¡Hey, mírame! ¡¡Mírame!!" digo y le pongo una mano en cara mejilla para obligarla a centrar su mirada en la mía "¿Confías en mí?"

"S-s-si" dice tartamudeando, por los temblores nerviosos.

"Bueno. Te prometo que no va a pasar nada" le digo con firmeza la miro fijamente a los ojos hasta que, poco a poco, deja de temblar "Yo me encargo de limpiar este desastre. Ve a tu casa a lavarte, y no te preocupes por nada de esto. No vale la pena"

...

Cuando Deirdre se fue acompañada de Azur a su casa, me dispongo a guardar en mi inventario los cadáveres de los cuatro jóvenes que intentaron atacarnos.

Mientras lo hago, pienso en la reacción de Deirdre.

Tal vez esa sea la reacción normal y el raro soy yo...

La primera vez que mate a alguien, no sabía si estaba matando un monstruo inteligente o una persona.

Y en ese tiempo tenía dos años más de edad que Deirdre...

Es tan joven. Solo tiene 12 años de edad...

Con esa edad yo todavía vivía con mis padres...

Y ella está sola en otro continente, lejos de su familia...

De todas maneras, para mí la respuesta es simple.

Si me quieren matar, yo tengo que matarlos primero...

Hmm, tal vez sea por la influencia de Azur que pienso así...

...

Vine a ver a Lilian para explicarle lo sucedido y preguntarle si tendremos algún problema.

Ella no me dio su dirección el día de la batalla, pero use el objeto encantado para comunicarme con ella y preguntarle.

Su casa es una mansión enorme, con un amplio jardín en el que hay varias especies de pavos reales y faisanes viviendo como mascotas.

Estamos sentados en el amplio jardín de su mansión, en unas butacas mullidas y de aspecto lujoso, que siguen en línea con el aspecto del resto de la vivienda.

"No. Ya que solo actuaron en defensa propia. Confió en tu palabra" dice Lilian, apoyado una mano sobre la mía, con lo que me gano una mirada ceñuda por parte de Sebastián, que está parado detrás de Lilian, como siempre "Luego te diré donde puedes dejar los cuerpos. Yo me encargo de chequear sus antecedentes. Es una pena que estas cosas pasen, pero no podemos hacer mucho más de lo que ya estamos haciendo para impedirlas. El problema es que, por cada soldado en las calles, hay dos o tres disidentes. Y los forasteros no son los únicos que están siendo blancos de estos ataques, sino que están atacado a todo no-humano en el reino. ¡Pero dejemos de hablar de esas cosas! ahora quisiera hablarte de un asunto más importante..."