Nota del autor:
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Estaba llegando a los bordes del campamento cuando veo otra cara conocida.
Se trata de Sofia, la directora de la academia, que está bajo un toldo sentada en una silla ornamentada, mientras bebe de una copa de plata.
"Hola. ¿Como estas?" le digo efusivamente mientras me acerco, ya que todavía siento con mucha fuerza el efecto del humo energizante de Ozy.
"Aghh, genial. Otro más que viene a hacer preguntas estúpidas" dice arrastrando las palabras y veo que tiene grandes ojeras debajo de sus ojos "Como te parece que voy a estar si, cuando me desperté del coma mágico en el que caí para salvarle el culo a la reina, tuve que volver a gastar ingentes cantidades de mana. Con lo que casi caí nuevamente en coma mágico. ¡Y todo porque nuestros soldaditos no habían sido capaces de cumplir con su única tarea, que es defender el reino!"
"Ahh" digo retrocediendo un poco espantado por la forma de hablar de la directora.
"Disculpa, querido, no estoy en mi mejor momento" dice suavizando su tono de voz, pero un segundo después resopla y agrega "¡pero es que hay que ser tonto para hacer semejante pregunta!"
"Creo... Creo que ya nos veremos en otro momento" digo y me voy alejando lentamente de la directora.
"¡Muy bien! Parece que has podido conectar dos neuronas en esa diminuta cabeza tuya" dice con aspereza, pero al segundo se aclara la garganta, suspira y dice "si, querido, creo que será lo mejor"
***
Me estoy acercando volando a la capital montado en Azur. Y, mientras nos dirigimos a la casa de Julia, chequeo los beneficios de esta batalla.
Subí 1 niveles en todas las clases más viejas, y 15 en explorador. Los puntos de estadísticas los distribuí uniformemente, con lo que los llevé a 82 todas las estadísticas, a excepción de Agilidad y Fuerza que tienen 83 puntos.
También subió de nivel mi habilidad de Superviviente, con lo que ahora está en nivel 5, y eso me da una regeneración de 15% por minuto de salud, mana, y estamina durante 10 minutos.
Supongo que el luchar sin descanso durante tanto tiempo tiene sus beneficios... Aunque eso es solo porque no me desmaye del cansancio.
Llegamos al área de la casa de Julia y Raila y descendemos lentamente en su dirección, mientras miramos con diversión como, a pesar de ya haber descendido más de una vez en la capital con Azur, sigue habiendo gente que sale corriendo en pánico ante la vista de un dragón negro azulado descendiendo hacía ellos.
Cuando vine con Octavo necesitábamos de un lugar amplio para aterrizar ya que Octavo no es muy fuerte físicamente, pero ahora que estoy solo, simplemente salto hacia un costado mientras todavía estamos a unos cuantos metros del suelo.
Con lo que mi compañero puede simplemente empezar a cambiar de tamaño aun estando en él aire.
Antes de saltar, guardé la silla de montar en mi inventario y, tras aterrizar en el suelo semi-inclinado; apoyando una rodilla, mi pie, y mi puño, a la vez que extiendo una mano hacia atrás para estabilizarme; comienzo a levantarme y, al poco tiempo, Azur aterriza a mi lado.
Al llegar a la entrada de la casa, Deirdre nos recibe con alegría, mientras sale corriendo a través del umbral de la puerta "¡Maestro! ¿Como les fue? ¿Derrotaron a los orcos?"
"Tranquila, niña. Deja al héroe que hable" dice Raila con una sonrisa burlona, mientras se queda apoyada en el umbral de la puerta. Aunque tiene que correrse inmediatamente para dejar pasar a Julia, que también sale corriendo de la casa para comprobar mi estado.
No entiendo a qué viene esta actitud, pero me da igual... Tengo un tiempo limitado para hablar con ellas y no voy a desperdiciarlo con tonterías.
Sin embargo, a pesar d las preguntas d Julia y Deirdre, prefiero hablar de estas cosas mientras estoy sentado en una silla, ya que no se cuando me volverá el cansancio de la lucha, y no quiero caer inconsciente en medio de la calle.
Así que, cuando Azur termino de reducir su tamaño, entramos a la casa y, tras sentarnos a la mesa, me dispuse a hablar con Julia, Deirdre, y Raila.
Mia esa durmiendo ya que es muy entrada la noche, pero Julia me dijo que también estaba muy preocupada por mí.
...
"creo... " digo cuando ya terminé de relatarles la historia de la forma más resumida posible, y ahora empiezo a darles mis opiniones sobre las cosas que sucedieron durante el combate, pero mi frase se ve interrumpida por un bostezo "creo que podría haber sido peor"
Hmm, siento que los efectos del humo energizante de Ozy ya se están desvaneciendo. Sera mejor que me valla a dormir pronto.
Así que, reduciendo al mínimo mi relato sobre mis opiniones de la lucha, terminé de hablar con Deirdre y las chicas, y me fui a la posada a dormir.
Deirdre también se fue a su casa, y acordamos reunirnos mañana para hablar en más detalle sobre lo que pasó en la batalla, e ir al laberinto.
***
Al final dormí un día entero, y al despertar sentía todo el cuerpo agarrotado.
Deirdre vino a buscarme. Pero, al enterarse por la posadera de que yo seguía durmiendo, decidió dejarme descansar.
Hoy, cuando desperté y me enteré de lo que pasó, fui a su casa y le conté sobre los detalles de la batalla contra el ejército orco.
Cuando terminamos de hablar sobre el tema, decidimos ir al gremio para vender los restos que nos sobraron de la armadura animada que derrotamos en el bosque, así como el botín de todos los monstruos.
Ya que, aunque Charity tomo algo como parte de pago por nuestras armas, sigue quedando bastante.
Y la orco no puede comprárnosla ya que los refugiados no tienen suficiente dinero para costearla.
"Ahh, se me olvidaba. Todavía no me disculpe por haberme quedado dormido ayer. Gracias por dejarme dormir, por cierto." le digo con una sonrisa a la therian que camina a mi lado.
"¡No seas tonto!" dice con expresión apenada. "Soy yo la que debería haberme dado cuenta de que no podrías ir al laberinto después de una batalla de tantas horas."
"Bueno, ninguno de los dos los pensó, asique no le des muchas vueltas al tema. ¿Tienes pensado comprar algo con el dinero de tu parte del botín?" le pregunto para cambiar el tema de la conversación, ya que Deirdre parece incomoda "Sera bastante supongo, teniendo en cuenta lo que vale el oricalco"
"Yo..." empieza a decir, mirándome con una sonrisa extraña en el rostro. Y tras dudar unos momentos, continúa "No sé. Nunca antes había tenido dinero. La verdad es que prefiero que me lo guardes. Ya te lo pediré cuando quiera comprar algo"
"¿No sería mejor que te lo guarde Charity?" pregunto extrañado por la propuesta de la chica, ya que me extraña que confié en mi hasta este punto. A fin de cuentas, no hace tanto que nos conocemos.
"¡No!" exclama espantada ante mi sugerencia "La señorita Charity tiene muchas virtudes, pero el saber cuidar el dinero no es una de ellas. Siempre está pensando en ayudar a la gente, aunque eso la deje sin un cobre, porque no sabe cuándo parar..."
"Hmm, ok" digo simplemente como respuesta, porque no se me ocurre que más decir contra esa argumentación.
Tras pensarlo un momento, vuelvo a intentar con otro de sus conocidos "¿Y Drok? El parece cuidar bien el dinero, viendo como lucho por el precio que Charity quería ponerle a la manufactura de mi espada"
"¡Maestro!" dice Deirdre con expresión irritada "¿de verdad te molesta tanto el guardarme el dinero?"
"¡No! no es eso. Es solo que creo que deberías dejarlo con alguien de confianza..." empiezo a explicar, pero soy interrumpido por ella.
"¡Pues déjame decidir a mi quien es de confianza y quien no!" dice molesta, y empieza a alzar la voz, con lo que los transeúntes empiezan a lanzarnos miradas de curiosidad.
"ok" digo alzando las manos en gesto de rendición "ok, yo solo decía..."
Como respuesta, Deirdre resopla y acelera el paso, forzándome a ajustarme a su ritmo.
...
"Aquí tienen. En total son 959 monedas de platino. Gracias por elegirnos" dice la recepcionista del gremio, y nos pasa el dinero a través del mostrador.
La mitad es obviamente de Deirdre, pero ella me dijo que prefiere que lo guarde yo....
Así que...
¡Es mucho dinero!
Ahora soy yo el que empieza a sentirse incomodo por tener semejante cantidad encima. Sin embargo, a Azur parece encantarle la idea, y lo noto burlarse de mi sensación de incomodidad.
En fin, supongo que tampoco tengo mucho de qué preocuparme...
Pobre del ladrón que intente robarnos a Azur y a mí.