Nota del autor:
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Después de 9 horas de lucha constante finalmente pudimos vencer a los orcos.
Nunca había luchado durante tanto tiempo de forma ininterrumpida.
Es cierto que he luchado mucho en los laberintos, pero siempre con descansos...
Además, en este caso los enemigos también son personas.
Seres que piensan y tienen formas de combatir mucho más complejas que la de los monstruos sin cerebro de los laberintos...
El punto decisivo de la batalla fue la recuperación de los magos de las academias de magia.
Ya que, al volver del coma mágico se unieron al combate y, aunque no son muchos los magos con habilidades para combatir, sus ataques a gran escala fueron fulminantes para los restos del ejercito orco.
Creando burbujas de fuego, agua, o aire en las cabezas de los orcos, que asfixiaban a los muy desdichados que eran tomados como objetivos de sus ataques, o quemaban a grandes grupos de enemigo.
Pero los más letales fueron de lejos los magos de tierra, ya que tomaron control de todas las bolitas que habían disparado sus palos de madera, así como las que tenían con ellos todavía, y las utilizaron los proyectiles directamente en contra de sus dueños.
Actualmente estoy con Lilian y Sebastián, a los que volví a encontrar cerca del final de la batalla, en una de las tiendas que han armado los que no han luchado para que descansemos los vencedores.
Tan pronto la batalla termino, los destacamentos de apoyo de la milicia entraron en funcionamiento. Levantando tiendas para que descansemos, proporcionándonos comida y agua, y atendiendo a los heridos.
Supongo que no todos los soldados tienen por qué ser combatientes en un ejército...
En nuestra tienda hay una mesa y 4 cuatro sillas en su interior.
Nosotros estamos descansando sentados a la mesa.
Mientras nos recuperamos del cansancio, le conté a Lilian lo que descubrí en mi misión del bosque, y ella me dijo que nos volveríamos a reunir más adelante para que pudiera pagarme por mi trabajo, ya que ahora no tiene dinero con ella.
Cuando termino la batalla, quería ir a ver a Julia, Deirdre, y compañía, pero estoy absurdamente agotado.
Necesito descansar un momento. Solo un momento...
Mientras hablamos Sebastián está recostado en la silla con sus ojos cerrados.
Parece estar completamente noqueado. Lo no me extraña, ya que el utiliza una armadura pesada para combatir.
Yo estoy sumamente cansado, pero no debe haber punto de comparación con el agotamiento que debe de sentir el guardaespaldas de Lilian.
"Haa. Ha sido una batalla agotadora. Es una suerte que los enemigos no tuvieran magos para contrarrestar el ataque inicial antes de que desembarcaran" digo mientras siento que cada fibra de mi cuerpo grita, pidiéndome que me quede quieto en un lugar.
"eso no fue suerte..." dice Lilian resoplando. "Ya sabíamos, por la información que nos habían dado los refugiados, que los orcos tienen muy poca opinión de la magia."
"Ahh ¿entonces ya tenían previsto que algo así podría suceder?" pregunto haciendo un esfuerzo mental por mantener la conversación con Lilian y no caer dormido como el chico a mi lado.
No importa lo cansado que este. Este no es lugar para echarse a dormir.
"Si. Ahora la reina, mi madre, y Tomás Protego están interrogando a los sobrevivientes. Cuando terminen decidiremos cuál será el curso de acción a seguir." dice y empiezo a notar cierta furia en su voz "Yo creo que deberíamos contraatacar. Tenemos sus barcos y podríamos usarlos para llegar a su tierra sin que suenen las alarmas"
"¿Pero tú has visto el estado de las tropas?" le pregunto, ya que no entiendo cómo puede seguir pensando en buscar más pelea cuando recién terminamos una batalla.
Los soldados están, en el mejor de los casos, igual que Sébastian o yo. Muchos se han desmayado por agotamiento. Y también hay un gran número que está herido de gravedad. En su mayoría por la explosiones de los orcos suicidas.
Además, hay que tener en cuenta el gran número de muertos...No veo cómo podríamos contraatacar cuando más de la mitad de las tropas que teníamos han muerto o están heridos de gravedad.
"no sería ahora..." dice con condescendencia, como si pensara que soy idiota "Tendríamos que planearlo todo. Lo que le daría tiempo, a los que no estén heridos de gravedad, de recuperarse y prepararse. Además, no tenemos que ir solo con nuestras tropas. Pediríamos ayuda a las otras 3 razas e iríamos con una fuerza conjunta"
"¿y estas segura de que las otras razas ayudarían?" le pregunto con incredulidad, imitando su tono de voz.
"Si. Esta vez solo teníamos en la capital a sus embajadores diplomáticos y unas pocas tropas que habían enviado para la seguridad de los mismos." mientras habla vuelvo a notar la furia, cada vez mayor, en su voz "Pero, aunque la ausencia de aliados fue una gran desventaja en esta batalla, podemos usar los testimonios de los embajadores para que los dirigentes de las otras razas comprendan el problema. ¡No podemos dejar sin castigo a un enemigo que nos ha atacado!" termina alzando la voz y golpeando la mesa con el puño, con lo que despierta Sebastián que se levanta de la silla de un salto con expresión preocupada, claramente buscando un peligro que no existe.
"Ahh, si" digo y me voy alejando lentamente de la exaltada mujer, aprovechando la oportunidad que me da el recién despertado, al que Lilian ha empezado a disculpare y a explicarle que no sucede nada "yo... Yo voy a ver cómo están los otros"
Parece que no a todos nos ha dejado tan agotados la batalla.
Salgo de la tienda y, tras caminar unos cuantos metros con Azur sobre mis hombros, veo a Ozymandias y Volgar discutiendo sobre algo.
A medida que me acerco empiezo a captar su conversación "...no habría necesitado tu ayuda. Estaba arreglándomelas perfectamente bien solo"
"no seas chiquilín y deja que te cure" responde Ozy y veo que, desde su incienciario, comienza a salir un humo de color morado y a dirigirse, como si tuviera vida propia, hacia Volgar.
Tan pronto Volgar respira el humo, la heridas y cortes que tenía en su cuerpo comienzan a cerrar y cicatrizar como por magia.
"Hey, Xelean ¿cómo estás?" pregunta Ozy al verme.
"Fulminado" le digo con voz cansada
"hahahaha, si ya lo veo. Veamos que podemos hacer para solucionar eso" dice el alquimista y se pone a agregar en su incienciario algunas hierbas que saca de una bolsa que lleva al cinto "hmm, sí, creo que con esto estaría"
Y, tan pronto como dice esas palabras, comienza a salir de su incienciario un humo verdoso que comienza a dirigirse en mi dirección, tal como vi que paso con Volgar hace un momento.
Pero, a diferencia del humo morado que había visto al principio, este humo verdoso parece tener cierto brillo propio, y tiene un aspecto venenoso.
"Ozy, creo que no..." comienzo a decir mientras retrocedo un poco asustado, ya que conozco las tendencias de experimentar con la alquimia del elfo.
Pero, antes de que logre terminar la frase, el humo me alcanza e instantáneamente siento como desaparece todo mi cansancio.
"¡Esto es genial!" exclamo eufórico por la sensación de libertad que estoy sintiendo ahora mismo.
Me siento como si pudiera combatir por otras 9 horas. Tengo tanta energía que tengo que resistir el impulso de salir corriendo.
Azur sobre mis hombros también esta energizado por el humo y, lentamente, comienzan a salir pequeñas llamaradas cada vez que respira.
"Tómatelo con calma, chaval" me advierte Ozy " el efecto es solo temporal. Puedo aplacar el cansancio, pero tarde o temprano tendrás que buscarte una cama... Yo te recomendaría que lo hagas cuanto antes, aprovechando que ahora tienes energías para gastar. Y hablando de buscar cosas… pásate cuando quieras por la tienda a buscar las bombas de humo que habías encargado antes de tu viaje"
Ozy vuelve a tener la clase Alquimista al lado de su nombre...
Hmm, parece que no me puedo confiar al 100% de mi habilidad. Supongo que solo me muestra la última clase que obtuvo experiencia, o algo así.
Por curiosidad, inspecciono a Volgar y veo que mi habilidad me muestra la clase Hechicero al lado de su nombre. Siendo que yo lo he visto combatiendo con una espada y un palo de metal similar al que utilizaban los orcos.
Si. Definitivamente hay más en las clases de las personas que los que puedo ver a simple vista.
Eso explicaría porque la clase de Tomas Protego, al que pude inspeccionar al finalizar la batalla, era Guerrero. Cuando yo lo vi hacer cosas bastante distintas al combate con armas convencionales.
Parece que las singularidades son mucho más comunes de lo que pensaba. Ya me había dicho Regis que se habían ido volviendo más comunes con el paso de los años, pero no pensé que tanto.
"Bien, creo que voy a seguir tu consejo. Pero antes dime que hacían ustedes dos aquí. Evidentemente pueden defenderse, pero me extraña que vinieran voluntariamente a pelear. Por lo que hablamos hace un rato durante la batalla creía que estarías más bien en contra de combatir" digo recordando su comentario al respecto de que prefiere su vida de alquimista a luchar.
"Y estarías en lo cierto. Solo estaba ayudando a un amigo" dice con una sonrisa "Sucede que el barco de Volgar está justo en el puerto. Y no iba a dejar que lo defienda solo de los orcos. No quiere admitirlo, pero no se le da bien luchar contra grandes grupos de enemigos"
"No le creas, chaval, yo podría habérmelas arreglado solo perfectamente" dice Volgar con una media sonrisa "es solo que todavía se siente culpable por el barco que me hizo perder hace unos años y ha querido enmendar su error ayudándome a proteger mi barco actual. ¡Di la verdad, Ozy! No te la quieras dar de héroe"
"Si es que así no se puede. Yo te quiero ayudar, y tu me hechas en cara que, tal vez, pude ser la causa de la destrucción de tu viejo barco..."
"¡¿TAL VEZ?!" exclama Volgar y se pone a discutir enérgicamente con Ozy.
Como no sé qué decir, me despido del alquimista y su amigo, y los dejo seguir con su discusión en privado.
Hmm, tengo que intentar salir a un área más amplia para poder ponerle la montura a Azur. Aquí las tiendas están demasiado juntas para que Azur crezca al tamaño suficiente para montarlo.
Y, con ese pensamiento, me encamino hacia el borde del campamento.