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Chapter 134 - 67.2: Así es difícil relajarse...

Nota del autor:

He creado una página de patr eon. Si quieres apoyar mi trabajo, por favor visítala. Ahí se pueden encontrar 6 capítulos adelantados para los mecenas.

https://www.patr eon.com/finlegost

Pueden encontrar los conceptos artísticos de los personajes:

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Ayer Deirdre estaba muy impaciente por ir al laberinto a probar sus nuevas dagas.

Pero acabamos de volver de un largo viaje y es importante tener algunos días de descanso, asique le dije que mejor descansáramos y que hoy tal vez íbamos.

No creo que sea bueno para ella que este siempre pensando en combatir... Así que, para distraerla, se me ocurrió invitarlas a ella, Julia, y Mia a un día en la playa.

Por esa razón, hoy me levante especialmente temprano. Me vestí con una camisa y jeans, y fui a alquilar un carruaje para que nos lleve a la playa. Además, fui a comprar algunas cosas interesantes para pasar el tiempo en la playa.

Una vez compre todo y le pague 20 monedas de oro al conductor para que este a nuestra disposición el día de hoy, volví, ya montado en el carruaje, a la posada a recoger la comida que le había encargado ayer a la posadera que me preparara.

Se que será algo muy improvisado, ya que no les he dado tiempo para prepararse. Pero es que, si no lo hago así, Deirdre probablemente piense en alguna excusa para escabullirse.

A veces pienso que esta chica está demasiado obsesionada con combatir, lo que viniendo de mi es decir mucho...

Pero, mientras que a mí lo que más me incentiva a luchar es el deseo de saber lo que hay al final del laberinto, a ella la incentiva el puro deseo de hacerse cada vez más fuerte.

Con la comida y el entretenimiento asegurados, me volví a subir al carruaje y fui a buscar a mi compañera de incursión.

Deirdre estaba realmente sorprendida por la idea, y parecía que tenía intenciones de negarse a venir. Pero Charity nos descubrió hablando y, prácticamente, la obligo a subirse al carruaje.

Creo que es la primera vez que la veo sin armadura, ya que normalmente solo nos vemos en situaciones en las que es necesario que tenga su cuerpo protegido.

Viste una blusa de color negro que combina especialmente bien con el gris de su pelaje y unos jeans azules ajustados que resaltan su figura.

Cuando llegamos a lo de Julia, le conté de mi idea y acepto encantada. Y, tras una conversación, apresurada ella y Mia se subieron al carruaje.

Ellas visten su ropa de siempre, o por lo menos para mí luce así. Ya que, después de un año de vivir con ellas, estoy acostumbrado a verlas en ropa casual.

Julia nos hizo esperar unos cuantos minutos para preparar ciertas cosas, a pesar de que le dijo que yo había preparado todo lo que podíamos necesitar.

Mientras esperábamos Deirdre me pregunto si mañana iríamos al laberinto y si nos reuniríamos a la mismo hora de siempre… ¡Realmente es difícil sacar los combates de la mente de esta chica!

Raila se autoinvito al viaje... No la conozco realmente por lo que no se me había ocurrido invitarla, pero, en fin... Que se le va a hacer.

Cuando todos estamos en el interior del carruaje e iniciamos nuestra marcha, me dedico a hacer las presentaciones.

Julia y Raila saludaron con cordialidad a Deirdre, pero Mia no pudo contener la curiosidad y, en lugar de presentarse, le pregunto a la therian si podía mover sus orejas a voluntad.

Sin embargo, Deirdre no se tomó a mal la pregunta y le hizo una demostración, en la que movía sus orejas en diferentes posiciones, que dejo a la pequeña encantada.

Durante el viaje en carruaje Mia y Azur se reconciliaron. O más bien se puede decir que Azur la perdono, ya que Mia no tenía idea de que hubiese hecho algo para molestarlo.

Fue gracioso ver como solo hicieron falta unas caricias de Mia para que el orgulloso dragón dejara su resentimiento, a pesar de que al principio se hacia él desinteresado.

Cuando llegamos a la playa, saqué todo lo que había comprado de mi inventario y nos dispusimos a pasar un día de relajación.

Mientras comíamos, descubrí que la relación entre Raila y Julia no es de simples amigas, como había pensado al principio. Ya que vi cómo, en un momento en que Julia tenía un poco de fruta en la comisura de la boca, Raila se acercaba y de un lametazo le quitaba los restos de fruta. A lo que Julia le respondía con un beso e los labios.

A través del vínculo, noto que Azur sigue odiando profundamente el agua. Pero, esta vez; a diferencia de cuando vinimos con Joseph, Agustín, y Sabrina; se deja mojar por Mia.

Supongo que hay veces que hay que hacer algunos sacrificios por amor...

Después de comer, estuvimos un rato charlando en el que Deirdre y yo les contamos sobre nuestra misión en el bosque.

Cuando terminamos con nuestra historia, Raila, Julia y Mia se quitaron sus vestidos y, exhibiendo sus trajes de baño, se fueron a nadar un rato.

Yo tengo traje de baño, pero como Deirdre no trajo ya que fue todo muy apresurado, me quede a conversar con ella.

Empezamos a hablar sobre nuestras nuevas armas y lo que podríamos hacer con ellas.

Sin embargo, mientras hablábamos Deirdre no paraba de lanzar miradas de envidia a las chicas.

Al principio no quería venir a la playa, pero ahora que está aquí se nota que lo está disfrutando, y que se arrepiente de no haber cogido un traje de baño antes de subir al carruaje.

Así que, para distraerla, decidí probar uno de los juegos que compré hoy a la mañana.

Los materiales de juego son una red, que divide un área de arena en dos secciones, una pelota, y los instructivos con las reglas. Un jugador comienza el juego sacando el balón hacia el campo contrario. Cada equipo puede golpear el balón tres veces hasta devolverlo por encima de la red. No se puede sujetar el balón cuando se toca, ni tocarlo dos veces consecutivas, aunque se puede golpear con cualquier parte del cuerpo. El punto se pierde si no se pasa el balón tras el tercer toque, si toca el campo propio, si se envía fuera de los límites del terreno o si se toca la red con el cuerpo.

Y, como es algo en los que hay que competir con reflejos y velocidad, Deirdre enseguida se olvidó de que no tenía traje de baño y se puso a jugar alegremente conmigo.

A pesar de que soy más fuerte que ella, Deirdre me iguala en velocidad.

Además, su habilidad es un incordio en esta clase de juegos. Ya que, aunque puedo ver el balón cuando lo lanza, hasta ese momento muchas veces es completamente invisible.

Por esa razón, estuvimos bastante empatados.

Cuando ya llevábamos unos minutos jugando, Raila y Julia se ofrecieron a jugar en nuestra contra.

Pasamos un buen rato jugando, mientras Mia jugaba a enterrar a Azur en la arena.

Pero, cada vez que estaba por terminar de cubrir de arena el cuerpo del pequeño draco, Azur aumentaba ligeramente de tamaño, con lo que la arena alrededor de su cuerpo caía en todas direcciones.

Nuestro equipo gano arrasadoramente. Hmm, supongo que nuestros reflejos y velocidad son demasiado altos para competir contra gente normal.

Unas horas después, cuando estaba pensando en que ya deberíamos ir preparándonos para volver; ya que todavía tengo que ir a hablar con Lilian sobre el resultado de mi misión de exploración, puesto que, aunque ella ha estado recibiendo mis reportes, es mejor que le describa presencialmente lo que descubrimos; cuando de repente escuchamos un sonido de alarma proveniente de la capital.