Nota del autor:
He creado una página de patr eon. Si quieres apoyar mi trabajo, por favor visítala. Ahí se pueden encontrar 6 capítulos adelantados para los mecenas.
https://www.patr eon.com/finlegost
Pueden encontrar los conceptos artísticos de los personajes:
https://www.insta gram.com/finlergost
Muchas gracias a mis mecenas.
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Los próximos días los dedicamos a intentar subir lo más rápido posible los pisos del laberinto para obtener materiales de alto grado y así tener un descuento en el costo de mi espada.
Ya llevamos una semana y Deirdre cada vez se tiene más confianza.
Sus habilidades para luchar por su cuenta están mejorando significativamente, aunque se está volviendo algo temeraria.
O eso era hasta que llegamos a enfrentarnos al nuevo tipo de monstruos que hay entre los pisos 41 al 49.
Hace unas horas que estamos en el piso 41 y ya nos enfrentamos varias veces con ellos.
Los monstruos de estos pisos son insectos de tamaño gigantesco. Hay mantis, hormigas, avispas, escarabajos, y arañas. Todos con más de un metro de altura, y con algunos que alcanzan los 2 metros de alto. Además, todos son capaces de realizar alguna clase de magia.
Deirdre parece tenerles miedo o asco, porque veo que intenta eliminarlos y alejarse lo más rápido posible cada vez que los vemos.
Y esto muchas veces la está llevando a situaciones límites en las que tengo que ayudarla.
Ya que, aunque no tiene problemas para esquivar los ataques de los monstruos pues tiene una muy buena velocidad, tampoco logra aprovechar las aperturas que dejan entre sus ataques los monstruos si ella aprovecha esa velocidad para huir.
"El miedo es una emoción importante, pero no te aferres a ella" digo, cuando veo que vuelve a correr de la araña que está enfrentando. Siendo que podría haberla atacado aprovechando que había esquivado el ataque de esta.
"¡Yo no le tengo miedo a nada!" dice obstinada.
"Bueno..." digo, dudando sobre como continuar "Puede que sea tu cuerpo el que no soporta el luchar con esta clase de enemigos. Pero si tus habilidades físicas no bastan, prevalece con tu corazón. Que tu mente controle tu cuerpo y no a la inversa."
"¿Y si a mi mente y mi cuerpo le dan asco por igual enfrentarlos?" pregunta preocupada.
"Hmm... Pues hay que sobreponerse a las dificultades" digo tratando de sonar convincente, aunque no se me ocurre algo mejor que decirle.
"Es fácil decirlo..." la escucho murmurar.
"Ahh, y no te acerques a un enemigo hasta determinar su alcance. Pero, una vez que conozcas su alcance, tienes que aprovechar mucho mejor las aperturas que dejan entre sus ataques. Si ves que no te sientes cómoda cerca de ellos, puedes practicar a lanzarles la daga, pero luego tendrás que ir igualmente por ella..." digo, pero soy interrumpido a media frase por ella.
No se me ocurre como lograr que ella pueda enfrentar a estos enemigos si no soporta estar cerca de ellos.
"whoa, son muchos consejos de golpe... maestro" dice con cara de aturdimiento, pero agrega lo último con una sonrisa burlona.
"¡ya te dije que no...! Haa, da igual. Puede ser que sean muchos consejos... Soy nuevo en esto de enseñar. Estoy haciendo lo que puedo" digo mientras sigo pensando en el problema.
Hmm, creo que lo mejor que puedo hacer es aprovechar que puedo eliminar a los monstruos con facilidad y escalar estos pisos lo más rápido posible.
De esta manera ella podrá volver a sentirse cómoda en los combates.
***
Y así, a lo largo de estos días he estado aconsejando y enseñando cosas a Deirdre sobre el arte de combatir.
La mayoría son cosas que aprendí de Julia o Gideon, pero hay también algunas cosas de mi propia escuela.
También le he estado enseñando lentamente a leer y escribir, y algunas matemáticas básicas mientras combatimos.
Y, aunque no parece muy interesada por estas cosas, poco a poco está progresando.
Otra semana ha pasado con esta rutina y ya estamos en el piso 59 del laberinto.
Una vez que dejamos los pisos de los insectos, Deirdre volvió a tomar la iniciativa en los combates.
Y, como yo sigo aprovechando el bonificador de botín para juntar la mayor cantidad de dinero posible para pagar mi espada, ella siempre está luchando con el bonificador de experiencia activo.
Lo que le ha permitido mantener el ritmo en los combates, a pesar de que estamos subiendo muy rápido de pisos.
Y, aunque yo no tenga el bonificador de experiencia activo cuando luchamos, he logrado que Explorador subahasta nivel 30 y que el resto de las clases suban 2 niveles. Con lo que finalmente pude subir intelecto a 77 puntos y nivelarlo con el resto de las estadísticas.
Además, como solo estoy combatiendo con magia, finalmente he subido los hechizo 'Bala mágica' a nivel 9, es decir al máximo nivel, 'Bomba de mana' a nivel 4, y 'Bala mágica perforante' a nivel 3. También he subido mi 'Sentido mágico' a nivel 6, con lo que puedo castear mis hechizos mucho más rápido, y ahora incluso tengo la capacidad de castear un hechizo en cada mano.
Estábamos saliendo del laberinto hablando alegremente cuando veo una cara que me resulta extrañamente familiar.
Se trata de una chica alta, esbelta, y curvilínea de más o menos mi edad, con el pelo rubio y ojos verdes claro.
Si tuviera que describirla con una sola palabra solo me viene una a la mente 'Guapa'.
Esta vestida con ropas de aspecto caro y, aunque no logro identificar donde, tengo la impresión de haberla visto antes.
A su espalda lleva un arco de aspecto ligero y en sus pies hay un gato que tiene el mismo color de pelo que ella.
Hmm, no sé de dónde la he visto pero es irrelevante, pienso mientras aparto la mirada y me vuelvo a enfocar en la conversación con Deirdre...
¡O lo seria si no fuera porque está viniendo en mi dirección!
"Hola, Xelean. ¡Si que eres alguien difícil de encontrar!" dice cuando nos alcanza.
Cuando escucho la voz la reconozco al instante.
Se trata de Lilian, la chica con la que fui hace tiempo un día al laberinto. La misma chica que sospecho es la responsable del cambio de situación para Mia y Julia.
Hmm, ya veo que no soy el único que cambió drásticamente de apariencia en estos meses. Cuando antes su estatura era más bien baja y su cuerpo era esbelto, en estos meses debe haber crecido como 30 centímetros y su cuerpo, aunque sigue siendo esbelto, tiene muchas más curvas.
"em... ¿Hola?" mi respuesta a su saludo me sale inconscientemente en forma de pregunta, ya que estoy muy confundido por volver a encontrarla.
"Ahh, claro. Cundo nos conocimos te dije que me llamaba Vin... Pero ese nombre era falso. Al igual que mi apariencia, como puedes ver. Mi verdadero nombre es Lilian...Lilian Estella. Perdón por engañarte" dice esta última parte con una mueca, como si pensara que puedo enfadarme por haberme engañado.
Pero francamente me da igual.
Me resulta irrelevante el nombre que use...eso no cambia la persona que es. Y, por lo que me conto Julia, creo que es una buena persona.
Además, cuando nos conocimos yo también estaba alterando mi apariencia. Lo que me lleva a la pregunta...
"No hay nada que disculpar, pero... ¿cómo me reconociste?" pregunto extrañado "No eres la única que tiene una apariencia distinta"
Por toda respuesta, señala a Azur que esta posado sobre mis hombros. Su sitio habitual cuando nos movemos en la capital, ya que no puede andar en su forma de draco con su tamaño completo puesto que eso crearía problemas con la gente.
La capital, a diferencia de todos los lugares donde estuvimos estos meses, está llena a rebosar de personas. Por lo que, si Azur anduviera por las calles en su forma de draco, adoptando el tamaño similar al de un perro, de a ratos tendríamos problemas para movernos juntos. Debido a la densidad de personas que hay en algunas calles.
"Hmm, Xelean ¿q-quién es ella?" pregunta Deirdre y me sorprende ver lo incomoda que parece, siendo que no la he visto nunca así. Mientras pienso en esto, Lilian se adelanta a mi después y se presenta ella misma.
"Hola, soy Lilian Estella. Probablemente hayas conocido a mi madre cuando tú y tus compañeros trataron con la reina. ¿Y cuál es tu nombre?" dice dando un paso y extendiendo la mano para estrechársela, pero Deirdre retrocede y se pone detrás de mí.
"D-Deirdre y yo... Yo tengo que volver a mi casa" dice tartamudeando y, acercándose a mi oído, me susurra "nos vemos mañana a la hora de siempre"
Y con eso, sale corriendo. Y, tan pronto como es tapada por un transeúnte, desaparece de nuestra vista.
Parece que la condición para activar su habilidad es el ocultarse de la vista de los que la están observando por un momento.
"no sé qué le ha pasado... Es una chica muy alegre normalmente" digo confundido por cómo se fue mi compañera. Parecía que estuviera huyendo de algo.
"probablemente sea cosa de mi madre... Está en contra de que dejemos quedarse en la capital a los refugiados del nuevo continente. Seguramente habrá dicho toda clase de barbaridades mientras ellos se reunieron con la reina. Y como mi apariencia es bastante similar a la de ella.... En fin, no es la primera vez que me pasa" dice con tono apesadumbrado.
"Ahh" digo, comenzando a entender. La mención de su madre me hace recordar nuestras conversaciones mientras descansábamos en el laberinto, y eso me recuerda como le conté sobre la historia de Julia "Supongo que me buscabas para algo, pero antes que nada creo que tengo que agradecerte algo"
"¿El que?" dice, y por una vez es ella la que parece estar confundida.
"Lo que hiciste por Julia" digo simplemente, porque no creo que necesite mucha explicación "muchísimas gracias, de verdad"
"Ahh, no es nada" dice cuando comprende y hace un ademan con intención de restarle importancia "Nobleza obliga. Es lo mínimo que podía haber hecho dada la situación"
"Igualmente es muchísimo, gracias. El hecho de que Mia pueda salir libremente de su casa ya de por si es invaluable" digo obstinado en hacerle comprender. No entiendo por qué le resta importancia a lo que hizo "Ahora bien. ¿Porque me buscabas?"