Nota del autor:
He creado una página de patr eon. Si quieres apoyar mi trabajo, por favor visítala. Ahí se pueden encontrar 6 capítulos adelantados para los mecenas.
https://www.patr eon.com/finlegost
Pueden encontrar los conceptos artísticos de los personajes:
https://www.insta gram.com/finlegost
Muchas gracias a mis mecenas. Aquí están los nombres/nicknames de algunos de ellos:
Javauni Samuels
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Tras vencer a los hog-goblins decidimos salir del laberinto.
Cuando salimos ya estaba anocheciendo, lo que sorprendió a Vin que parecía haber perdido la noción del tiempo. Cuando descubrió la hora que era, se despidió apresuradamente de mí y se fue del gremio corriendo apresurada, mientras era seguida a corta distancia por su amigo.
Yo me quedé en el gremio unos momentos más, para vender los materiales que había obtenido durante el día.
Volví a casa cuando ya era de noche y, tras comer y darme un baño, me fui a la cama. Contento de haber comprobado que puedo encargarme solo de las salas de desafío del laberinto, siempre que estas estén unos pisos por debajo del cual alcance con mi grupo.
Ya en la cama, agregué los 3 puntos que obtuve en Fuerza con lo que esta llego a 43 puntos. Azur ahora puede alcanzar un tamaño mayor, gracias a su nuevo nivel, pudiendo llegar al metro de altura.
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Al otro día, cuando estaba desayunando, se apareció Joseph a la puerta de la casa. Quería invitarme al laberinto y yo acepté sin dudármelo ni un segundo.
Entramos al piso 23 a sugerencia mía, ya que ayer pude comprobar que es seguro, aunque este en solitario, y no quiero poner en riesgo a mi amigo.
Joseph acepto mi sugerencia sin que tuviera que explicarle la razón de esta... Supongo que le da un poco igual el lugar al que vallamos siempre que haya enemigos a abatir.
Durante nuestra exploración nos cruzamos con dos grupos de aventureros, lo cual es bastante normal teniendo en cuenta que la mayoría de las personas se quedan entre los pisos 20 y 30, ya que se puede obtener una buena cantidad de dinero por el botín de los monstruos y no representan un riesgo demasiado elevado para grupos de varias personas.
El botín de estos pisos está conformado por las armas de los goblins, aunque sólo ocasionalmente, y partes de su cuerpo, algo bastante más común.
Actualmente estamos descansando en una sala de desafío de ambiente boscoso en la que había un inmenso ogro.
El ogro no nos representó ningún reto ya que, aunque era muy fuerte y resistente, era increíblemente lento. Simplemente nos dedicamos a esquivar sus ataques y dispararle guardando las distancias hasta que cayó abatido.
Subí un nivel con las tres clases y agregué los puntos de estado en Agilidad para equipararla a la Fuerza.
No pensé que mis clases volverían a subir de nivel tan rápido, teniendo en cuenta que ayer me tomo prácticamente un día completo para lograrlo, pero supongo que esa es la diferencia entre estar con un amigo en lugar de con alguien que no conozco.
En mi opinión Joseph es mucho mejor combatiente que Elend ya que, aunque no tiene su fuerza y velocidad, sabe utilizar sus capacidades al máximo mientras que Elend parecía estarse conteniendo en todo momento para proteger a su amiga.
Además, sé que puedo confiarle mi espalda a Joseph, cosa que no puedo decir de alguien que solo conocí durante un día.
"oye, Xelean tengo una duda" dice Joseph mientras juega con unas ramitas del suelo "¿tú sabes porque solo hay 9 pisos con esqueletos y no 10? tendría más lógica que funcionara por decenas ¿no?"
"si hubieras prestado más atención a lo que nos dijo Ragnar durante su instrucción, sabrías que en realidad el décimo piso era el del jefe" digo extrañado de que me pregunte algo que debería saber" Según Ragnar, hubo hace mucho tiempo jefes que impedían el paso a la próxima decena de pisos, y solo derrotándolos se podía pasar; pero una vez derrotados ya cualquiera podía pasar a la próxima decena siempre que encontrara una sala azul de transferencia en el piso anterior al del jefe. Y la habitación del jefe se volvía inaccesible"
"Ahh" dice Joseph dándose una palmada en la frente "¡si le había prestado atención! es solo que no me acordaba...Por cierto, la daga...Agustín me dijo que te diga que puedes pasar mañana por el taller para buscarla, solo le faltan unos pocos detalles a la empuñadura, pero quiere que estés presente, ya que sería mejor hacer los ajustes teniendo en cuenta tu opinión sobre como la sientes en tu mano"
"No creía que la tendría lista tan rápido" digo extrañado, pero feliz de escucharlo "pensé que le llevaría por lo menos una semana, teniendo en cuenta que también tenía que trabajar en su escudo"
"Si bueno, tampoco se suponía que me dejaría venir al laberinto sin su compañía... Digamos que mi primo está un poco cambiado" dice con una sonrisa enigmática.
"¿qué quieres decir?" pregunto.
"Sabrina" dice Joseph por toda respuesta.
"¿Y ella que tiene que ver con la daga, o con el escudo?" pregunto, cada vez más confundido.
"Nada, por lo menos directamente..." dice riendo "Pero digamos que indirectamente tuvo mucho que ver en que Agustín decidiera pedirle ayuda a su hermana. Tu daga es, prácticamente, una obra casi al completo de ella. Así él tuvo tiempo de centrarse en su escudo, entre otras cosas...
"¿Otras cosas?" pregunto, con una ceja levantada, ya un poco cansado de las respuestas cripticas.
"¡Están saliendo! " dice Joseph escuetamente.
"recuérdame que nunca más te pida explicaciones a ti sobre algo, compañero. Cada vez estoy más confundido" digo resignándome a conformarme con esa respuesta.
"perdón perdón" dice Joseph y comienza a explicar desde el principio.
Aparentemente, Sabrina invitó a cita a Agustín al otro día de volver de la playa, a lo que el accedió instantáneamente.
Esto cambió drásticamente la perspectiva de Agustín sobre sus prioridades. Por eso le pidió ayuda a su hermana con la daga, y se deshizo de Joseph sugiriéndole que viniera conmigo al laberinto, aunque para esta última decisión tuvo mucho que ver el desempeño del arquero en nuestra última batalla juntos, donde Joseph se lució al controlar al enemigo.
Todo esto para poder tener más tiempo libre que pasar con Sabrina.
Salimos de la sala tras unos momentos de descanso y luchamos unas horas más. Después de las cuales decidimos volver a casa y, tras deshacer nuestro camino para volver a la sala de desafío que habíamos limpiado, salimos del laberinto.
Mis clases ganaron un nivel extra y agregué dos puntos de estado a Constitución y uno a Voluntad.
El cielo ya empieza a tener los colores del atardecer cuando salimos del gremio.
Al entrar a casa encuentro Julia sentada a la mesa, con lágrimas en los ojos. Le pregunto qué sucede y por toda respuesta me entrega una carta:
'Si estas leyendo esto, significa que el problema era más grave de lo que pensaba.
Dejé esta carta en la aldea más cercana a mi destino preparada para enviarse, en caso de que no volviera a cancelar el envío cada cierto tiempo.
Perdón, pero parece ser que no podre volver a casa. Quiero que sepas que las amo a Mia y a ti. Y estoy orgulloso de la mujer en la que te has convertido.
Esta no es necesariamente una despedida, puede que simplemente me hayan capturado o herido.
Envíale la carta que me mando mi amigo a Joaquín con el chico, supongo que ya habrá vuelto para cuando llegue esta carta, no quiero que vallas tú ya que podrías cruzarte con Vector y no quisiera que te tuvieras que cruzar con él, ni siquiera por mí. Joaquín sabrá qué hacer.
No te preocupes por el chico, no creo que Vector lo reconozca, teniendo en cuenta que sigue usando el collar, y que ya paso más de un año. Además, solo lo vio una vez, probablemente ya se olvidó de su cara.
Tengo un seguro de vida. Si Joaquín confirma mi muerte, ve al gremio de aventureros y podrás cobrarlo. Con esa suma de dinero podrán vivir holgadamente muchos años.
Perdóname, sé que ninguna suma de dinero puede cambiar el hecho de que ya no este con ustedes, pero al menos podre ayudarlas por unos cuantos años más.
Con Amor, Ragnar.'
Cuando terminó de leer la carta, esta me deja un vacío en el pecho, sensación que había olvidado desde la muerte de mis padres.
Pero Ragnar no puede estar muerto ¿verdad? Él es increíblemente fuerte, tiene que estar bien. Esto seguramente se trate de un error.
Miro a Julia y la veo sollozando, mientras se tapa la cara con las manos. ¡Tengo que ser fuerte! No puedo desmoronarme también.
Me acerco y le doy un abrazo.
Tras unos momentos y con ayuda de un té, logro calmarla, mientras le prometo que mañana iré a ver a Joaquín y que todo se solucionara.
Ragnar tiene que estar bien, pienso, mientras intento ignorar la sensación de vacío en el pecho ¡Él no puede estar muerto!