Chereads / El asesinato del 14 de Junio / Chapter 9 - Capitulo VIII. El significado del código

Chapter 9 - Capitulo VIII. El significado del código

Sin más remedio, no tuve más opción que contarle a la señorita Ángela lo que había descubierto junto con mi tío sobre el asesino y su relación con el marido de su difunta tía, a pesar de que tengo la sospecha de que pueda tratarse de un hermano de este, no sería bueno descartar una posibilidad sobre que alguien está usando lo sucedido con Jack hace dos años, pero si ésta teoría es correcta, los únicos sospechosos serían Phil Rogers y Alvin Cooper, pero es imposible, Steve y Sarah vieron a su posible asesino según mi tío, y unos días antes de nuestra llegada, al coronel se le envía una carta posiblemente del mismo hombre, y lo más estresante aún; el abogado Cooper aún no es interrogado, ¿cuando acabó su reunión con el coronel?¿por qué no salió por la puerta principal?, son preguntas a las que aún no les hallo respuesta. Volviendo al tema principal, una mirada de alivio apareció en el rostro de la señorita, creo que fue por haber despejado tantas dudas, me quedé allí hasta las 6:30 de la tarde, cuando el ocaso por fin salió y el si se había ocultado casi por completo, le propuse a la señorita ir a la mansión, que su madre puede estar preocupada.

Tomó su mochila y me siguió a los adentros de la mansión, en la puerta estaba la señora Daphne junto a Irene mirando a lo lejos en la oscuridad de la noche que se adueñaba del jardín, nos vieron llegar y expresiones de regocijo aparecieron en el rostro de su madre, pero en el de su hermana no fue igual. En ese momento me puse a pensar por primera vez en como era la relación con sus hermanas, supongo que a pesar de ser la mayor; Irene se siente inferior a su hermana debido a que según la propia señora Daphne, ésta es su mayor orgullo por razones que aún desconocía. Obviamente nos dio un buen regaño por no haber aparecido antes, pero aún así se preocupó por su hija y fue a abrazarla con lágrimas en los ojos, al estar a su lado me hice un poco aparte y metí mis manos en los bolsillos de mi pantalón ya que comenzaba a hacer frío, la Seño le dio su bufanda a la señorita y juntos entramos a la sala de estar. Estuvimos en silencio por varios minutos hasta yo lo rompí preguntando:

—¿han visto a mis primos?

—sí, están ayudando a Christina, Annie en la cocina.—respondió Irene.

—¿no se supone que son tres empleadas de servicio?—pregunté para mantener la conversación.

La señorita Ángela pareció darse cuenta de mi intención y me siguió el juego respondiendo:

—en efecto son tres, pero Hermione salió al pueblo en busca de una medicina para Isabelle. 

—¿cómo, acaso la señorita Isabelle está enferma?

—un resfriado que pescó por estar llorando cerca del lago que está en el hermoso bosque que se encuentra cruzando la carretera, pisó mal y cayó al agua, y lo peor de todo es que no sabe nadar.—dijo por fin la señora Daphne.

No quise hacer más preguntas molestas a personas que querían enfrentar su duelo en silencio, y decidí guardar silencio pero la señora prosiguió.

—según me dijo, quien la salvó fue un hombre con cuerpo de Hércules que se encontraba cerca cortando arboles.

Noté que querían seguir con la conversación y me animé.

—¿y a que horas fue eso madre?—preguntó la señorita Ángela mirando a su madre por encima del hombro de esta misma en la que yacía arropada.

—poco después de la tragedia—las lágrimas salieron por si solas en los ojos de la señora—, pobre Jhon, él no lo merecía, no merecía morir así.

—deben de arrestar a ese abogado de pacotilla, fue la última persona que estuvo con papá, y cuando murió ni siquiera estaba cerca de los alrededores.—opinó Irene colocando su mano sobre su mejilla con mirada de mujer furiosa.

Debo añadir que la personalidad de la Irene es la de una mujer dominante, igual a la de su padre, pero en esta había  cierto tipo de rencor hacia su hermana Ángela, además; ¿dónde rayos está su esposo?, recuerdo que deduje que es casada y su esposo está fuera del pueblo, no pude con la duda y le pregunté sobre su esposo y con mirada arrogante me dijo:

—Tom Hastings, ese es su nombre, es el dueño de una reconocida fabrica de cítricos en el Perú, hace unas horas me comentó que mañana llega a Howardville debido a la recién ocurrida tragedia, dice que quiere estar a mi lado y acompañarme en mi dolor, es un marido ejemplar y no se puede negar.

hice una expresión de aprobación a sus palabras, pero en el fondo me sentí indignado que aprovechase la terrible situación para presumir las facultades de su marido, su hermana y madre pensaron igual pero decidieron callar, la señora me miró de repente y preguntó:

—cómo va la investigación de su tío?

—hemos descubierto muchas cosas, el caso va por buen camino.

—tengo entendido que en horas de la tarde cuando regresaron de Howardville, estuvieron un tiempo en la entrada pero no entraron.

—ah, eso—pensé en una mentira rápida para no tocar el tema de la señorita Alice Arrow—, mi tío encontró una nueva pista relacionada con el caso en Shecklerville, además no entré porque me pidió ir en busca del detective Morrison y le diera un mensaje de su parte, que necesita que se haga presente mañana después del desayuno—mentí—.por cierto, ¿cuando se leerá el testamento del señor Sandler?—pregunté para desviar la conversación y hallar posibles datos útiles.

—por casualidad, mañana mismo después del desayuno, en la tarde se comunicó conmigo el abogado Cooper para hacer la lectura del testamento.

—será una buena oportunidad para decirle sus cuantas verdades en la cara a ese tipo—dijo Irene—. No puedo esperar a que Tom le de su merecido.

—ya basta Irene.—la detuvo la señorita Ángela.

—también vendrá un juez de instrucción para hacer unos cuantos interrogatorios —prosiguió la señora—. El juez Albert Carlson de Texas, es amigo de Jhon y se ofreció a esclarecer el caso.

Minutos después llegó Steve para avisar que la cena estaba lista, cenamos en silencio, los Sandler sufriendo en silencio, Steve, Sarah y yo respetamos ese silencio. La señorita Isabelle aunque resfriada, bajó por su cena y así como bajó, subió sin decir palabra.

Llegó el 15 de Junio y nos encontrábamos en el comedor esperando a los personajes que serían los protagonistas del día; el juez de instrucción, el abogado Cooper, el detective Morrison y el tío Arthur. Terminamos de desayunar y al parecer todos se pusieron de acuerdo para llegar un minuto después que el otro, el ultimo fue mi tío, vino muy serio de su regreso a Shecklerville, apenas nos saludó y buscó una silla para sentarse y presenciar la tan esperada reunión que dará inicio en la sala con todos las personas presentes al momento de la tragedia, las empleadas, el portero, los 2 jardineros y el chofer con los que poco contacto tenía estaban presentes, las señoritas y señora Sandler, el abogado, Steve, Sarah, el detective Morrison, el juez de instrucción, mi tío y yo. Pero hubo un presente más el cual llegó cuando el juez Albert Carlson dio inició a la reunión, era nada más y menos que el esposo de Irene Sandler, Tom Hastings.