Un chico rubio una mirada asesina con un tono rojo acompañado en sus ojos y unas venas de un tono negruzco en su rostro, este se encontraba en medio de una arena de pelea, siendo rodeado por varias personas, el chico solo mira hacía arriba notando de dónde cayó, para su sorpresa el techo de la escuela desapareció y la luna se encontraba en un tono azulado.
Ryota: ya veo... el Instituto fue una trampa para traer a las "presas" aquí, una dimensión de bolsillo... ¿o es una realidad de mármol? - por mientras hablaba en voz alta la intensidad de su mirada pasó a uno más calmado y las venas de su rostro desaparecían, observando todavía los alrededores, nota a los demás ansiosos aunque una buena parte nerviosos, tras esto, el chico con una calma absoluta se responde a sí mismo - es una dimensión de bolsillo... la realidad de mármol es uno donde el usuario controla la realidad de un mundo que él mismo crea, una habilidad poderosa y problemática, aunque por sus chillidos intuyo que no tienen a alguien así de vuestro lado.
El niño solo pudo sonreír orgulloso al notar precisamente a uno chistear, al escucharlo solo voltea hasta dónde lo escuchó encontrándose a un sujeto alto, calvo y unas pintas de delicuente.
Ryota: ¿tu serás el bendecido con esta habilidad? - con esta incógnita decidió a encaminarse hasta él, aunque fue detenido por un grito de algún esbirro.
- ¡quédate quieto, recuerda que no estás solo, niñato! - gritó uno totalmente enfurecido mientras cargaba enfurecido en contra de la chica que cayó junto a Ryota, este mismo tipo alargó y transformó sus uñas en unas afiladas cuchillas.
La chica que aún estaba en shock solo pudo ver al tipo acercarse ante su muerte inminente, pero aquélla mirada aterrada pasó a ser de asombro al ver como este mismo tipo salió volando hasta el muro, eso mientras que caían pedazos de hierro proveniente de sus navajas.
Ryota: es increíble - suelta el niño de repente mientras observaba el tipo hundido en el muro totalmente inconsciente, esto bajo el asombro del resto - ustedes todavía insisten en pelear, creyendo que pueden ganarme solo por ser un niño.
Tras esto el niño aprieta los dientes furioso y las venas se volvían a marcar en su rostro, todos se ponen en guardia expectantes a lo siguiente que fuera a hacer el niño.
Ryota: ¡tengo 12 años y soy un capitán, ninguno de ustedes tienen derecho a subestimarme, en absoluto, deberían rendirse para no terminar apalizandolos gravemente!
Ante estas palabras literalmente todos, los que estaban rodeados, incluso la chica quedaron con cara de poker al ver al niño soltar una rabieta, lamentablemente esto lo notó Ryota y esto lo terminó enfureciendo aún más.
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Luego de un tiempo, la oscuridad de la noche estaba presente en medio de un salón de clase, de repente en este hay una pequeña distorsión alterando las imágenes de la realidad, tras esto aparece Ryota, acompañado de la chica que rescató y una pila de gente inconsciente.
Ryota: estira tu brazo
- ¿eh? - suelta confundida la chica.
Ryota: que estires tu brazo.
La chica aún confundida no indaga más en el tema y estira su brazo hacía Ryota, tras esto en un instante le termina inyectando una aguja.
- ¡¿que me pusiste?! - grita la chica desesperada mientras que de repente empezaba a ver borroso.
Ryota: tu solo duerme.
La muchacha solo pudo apretar los dientes en rabia mientras observaba a Ryota quién la miraba indiferentemente, no puso más y cae dormida.
Ryota: es curioso que me odie cuando soy yo quién la salvó - luego de decir este comentario pone sus dedos en el oído dónde tenía el comunicador - ¿alguien me copia?
- no - responde alguien y la señal se cambia.
Ryota: cuándo descubra quién es el gracioso juro que le voy a hundir la dentadura y lo enterrare hasta la garganta - suelta enfadado el rubio mientras seguía intentando contactar a alguien - ¿Mitsuhara?
Mitsuhara: te copio, ¿a dónde con la lengua tan suelta?
Ryota: no hablemos de esto o posiblemente cometa algún homicidio esta noche.
Mitsuhara: ya veo... ¿que tanto usaste tu bendición?
Ryota: eso no importa una mierda, no siempre que ande fastidiado debe ser por efecto secundario de mi bendición.
Mitsuhara: si eso es así ¿entonces que otra cosa pasó?
Ryota: .... mejor te informo, manda unidades de equipo de recuperación e investigación a mi ubicación.
Se pudo escuchar un suspiro en el comunicador, al rato la mujer dice "quedate quieto que copio las coordenadas para el teletransporte" tras escuchar esto Ryota solo pudo sonreir victorioso, sonrisa la cuál duró poco al escuchar también "a lo que llegues haré que te hagan un análisis"
Ryota: ahg... bien, el caso, vándalos con bendición.
Mitsuhara: ¿lo raro?
Ryota: quiero que captes el plural, porque no fue uno como siempre se acostumbra encontrar, es un grupo completo, junto a la recién bendecida.
Mitsuhara: ¿tienes alguna duda?
Ryota: si, usualmente cuándo es un grupo siempre es una organización o una secta, pero nunca están así de desordenados... además... tengo la intuición de que hicieron algo para bendecir a la chica, fíjate en el caso #3.
Mitsuhara: bendición forzada, un caso que se investigó pocos años después de la fundación de la APB, según reportes dicen que para llevar a cabo esto la víctima debe de ingerir la sangre de un dios... el último caso fue hace 12 años.
Ryota: dile al equipo de investigación que interroguen a estos mierdas e investiguen esta ciudad, ya que puede ser que alguien les administra esta sangre de dios.
Mitsuhara: copiado... oye.
Ryota: ¿que pasa?
Mitsuhara: eres muy serio e inteligente en estos casos, ¿acaso estás tratando de parecer un adulto?
Ryota: no empieces a joder - decía indignado mientras escuchaba una risa del otro lado.
Mitsuhara: jajaja... a todo esto, es curioso que este caso tenga la misma edad que tú-
El rubio no aguantó más y le colgó, tenía una vena marcada en su frente en señal de estar fastidiado con ese tema.
Luego de un rato logra calmarse y se va a sentar en uno de los asientos que se hallaban al fondo del salón, se quedó ahí viendo todo el panorama, empezando a imaginarse a sí mismo como un estudiante cualquiera.
Al rato suelta un suspiro y niega con la cabeza tratando de apartarse esa idea de la cabeza, él ya no podía tener algo que no muchos llamarán lujo, una vida normal, no iba a partirse la cabeza con algo que ya no le es posible.
- ¿estás nostálgico muchacho? - Ryota al escuchar esto se levanta velozmente del asiento y se quedó mirando a la puerta, lugar de dónde provenía la voz.
Ryota: identifícate - ordena seriamente.
- mi nombre no es relevante para ti - la puerta se abre mostrando a un hombre el cuál vestía con chaqueta de cuero, camisa morado oscuro, pantalones holgados, ojos prácticamente inexistentes, se veía las cuencas de los ojos, cosa que hace que en la espalda de Ryota recorra un escalofrío, tenía un cabello carmesí peinado hacía atrás dejando mostrar que en su frente había una extraña marca.
Ryota: ¡¿que carajos quieres?!
- tranquilo, idiota, no me genera ningún tipo de placer atacar a un niño - sonríe en grande al notar el fastidio de Ryota - parece que yo te subestimo, pero no necesito "verte" para saber quién eres y el poder que portas, Takeshi Ryota... yo solo vengo a tomar lo que me pertenece.
Ryota abre los ojos en grande por la sorpresa, esto al ver como un aura oscura rodeaba al tipo y crecía de manera exponencial, chistea y las venas negras se le marcan en el rostro, con esto toma rápidamente a la chica y sale huyendo, su instinto gritaba que no dejase que la aura lo tocase.
Al final terminó saliendo del instituto, estaba en lo que parecía ser una pista de carrera para actividades de educación física, se fija como el hombre sale por una de las ventanas y cae de pie, solo para "mirar" a dirección de Ryota.
- te vengo a hacer una oferta.
Ryota: no necesito escuchar una mierda por tu parte - su cuerpo empezó a crecer mínimamente mientras que también empezaba a temblar erraticamente y las venas se hacían más notorias y sus ojos se tornaban rojos.
Solo bastó la velocidad de un parpadeo para que la escena cambiase, estando Ryota frente a frente contra el sujeto, lanzandole golpes veloces y constantes mientras que el tipo las bloqueaba y atajaba todas notandose calmado ante esto.
Ryota: ¡segunda marcha! - gritó fuertemente mientras que crecía minimamente de nuevo y empezaba a emanar vapor.
El hombre solo alzó una ceja curioso, mientras atajaba uno de los golpes, grande fue su sorpresa al notar como el impacto de este provocó una onda expansiva las cuál hizo retumbar sus huesos y arrancó parte de la piel de la mano hasta el codo.
- que extraño - suelta de repente mientras ataja una patada lateral que iba a su cara, el impacto de este hizo que parte de la piel del brazo se fuera junto a parte del rostro.
Ryota: ¡¿vas a hablar en media pelea-... ahg - fue callado por un golpe seco en el estómago el cuál hizo que lo dejase sin aire, el rubio retrocede con un salto para terminar de rodillas y empezar a toser y respirar grandes bocanadas de aire.
- ¿qué? ¿esperabas que me quedase a recibir golpes y no devolver alguno? Niño, no me genera placer atacarte pero tampoco soy imbécil.
Ryota aún respiraba pesadamente, con los ojos abiertos en grande por la sorpresa, mientras se recuperaba pensaba para si mismo tratando de hallar alguna respuesta.
Ryota: la revolución de la segunda marcha no solo me hace más fuerte, mi dureza, velocidad y sentidos deben crecer también... no noté el golpe no hasta que me dejó sin aire - este se levanta aún respirando pesadamente, hallandose ahora sorprendido, pues el rostro del tipo a quién le había arrancado parte de la piel se hallaba perfectamente bien.
- ¿sabes porque ustedes no pueden tener una vida normal?
Ryota: no sé y me importa una mierd-
Ryota en un instante ya se hallaba en el suelo hundido estando bajo el pie del sujeto.
- la gente al ser bendecidas, adquieren características tal como fuerza, resistencia a varios efectos, ya sea frío, calor, o incluso poder comunicarse con todo el mundo sin importar el idioma, el cambio también entra en lo físico algo que hace que ya no se consideren humanos, no adquieren algún derecho, son una raza nueva en este mundo bizarro bajo el mandato de los dioses.
Ryota tomaba con ambas manos la pierna del sujeto, apretandolo con todas sus fuerzas para intentar quebrarle un hueso, su sorpresa fue grande al notar que ahora no puede ni hundir los dedos en la piel, notando que ahora ganó dureza.
- a ti te ofrezco un trato especial, volver a ser humano y guiarte a tener la vida que tu deseas... lo juro por mi pecado la cuál es la avaricia.
El rubio ya desesperado y enojado dice "¡como si eso me importase una mierda, tercera marcha!"
la pierna del sujeto empezó a arder en fuego y a ser aplastada, esto solo lo hizo sonreír ansioso mientras veía a Ryota esforzarse en zafarse de ahí.
- entonces que así sea, ciervo de Dios - su sonrisa se hizo grande y tetrica mostrando sus dientes transformarse en colmillos mientras que de las cuencas de sus ojos empezaban a llorar sangre.
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Pasado un tiempo había llegado el equipo de investigación y recuperación, siendo todos dirigidos por Kazu, quién se puso a investigar por el caso de la "Bendición Forzada" encontraron a Ryota en medio de un cráter, totalmente herido e inconsciente. Él junto a la chica empezaron a ser tratados por miembros del equipo de investigación.
Kazu observaba a todos trabajar mientras fumaba un cigarrillo, se hallaba indignado ahora mismo, luego al rato llega a su lado una mujer con uniforme de oficina, llevaba lentes y un cabello negro.
Kazu: Mitsuhara - menciona su nombre mientras se quitaba el cigarrillo y expulsaba humo.
Mitsuhara: ¿dónde está-
Kazu: está siendo tratado, lo encontraron con heridas abiertas, costillas rotas casi llegando a perforar los órganos - se vuelve a poner el cigarrillo en los labios mientras que recibía varios documentos por parte de un miembro del equipo de investigación, mira de reojo a la mujer notandola nerviosa - su vida no peligra, calmate, él es fuerte
Mitsuhara: yo... le agradezco por venir rápido.
Kazu: es mi trabajo, es lo que mejor hago... ahora, aprovechando que te tengo aquí, quisiera que me hables un poco de la situación dentro del equipo de combate.
Mitsuhara: sobre el caso que me mencionaste de un posible infiltrado, no he conseguido nada.
Kazu: ¿sospechosos?
Mitsuhara: ninguno.
Kazu: es una pena... ¿ya tienes seleccionados a los participantes de la misión?
Mitsuhara: los tengo, aunque tendré que cambiar unas cuántas cosas, pues uno de ellos era Ryota...
Ella solo queda cabizbaja y Kazu solo sereno, a ambos les llaman la atención un sujeto con uniforme médico quién llamó por el nombre de ambos.
Kazu: ¿que pasa?
- he terminado de analizar a los que estaban adentro del salón, quiero confirmar algo, señorita Mitsuhara.
La mujer solo se le quedó mirando esperando lo que sea que fuese a decir.
- la información que usted dio es que esta gente tenían poderes benditos ¿no?
Mitsuhara: correcto.
Kazu: ¿que pasa con eso?
Ambos adultos notan nervioso al tipo, este solo exhalo un poco de aire y los mira seriamente para luego seriamente decir.
- ninguno de ellos poseen alguna bendición.
Fin.