(Pov- ¿?)
Fufu... Saik, Saik, Saik. Mmm. Creo que Shadow te queda mejor. Tu historia me encanta. El pobre niño loco que nadie quería y sus únicos amigos eran los fantasmas. El pequeño niño, la decepción de sus padres. Cualquiera con tu vida se volvería loco o malvado, Saik, pero tú... Pero tú...
¡Hahahahaha! Lo siento, no puedo evitarlo. Tú, Saik... Tú... ¡Tú te volviste un maldito raro sin expresión! ¡Tan cliché!
¡Hahahahaha! Digo, es que... ¡Hahahahaha! ¡Tenías todo lo necesario para volverte alguien más genial o algo mejor, pero te volviste un flojo que siempre quiere dormir y comer! ¡Eres guapo, pero esa personalidad tuya lo arruina!
O eso diría, ¡pero me encantas! No románticamente, qué asco, no eres de mi tipo, ¡pero definitivamente me encantas! Desearía verte llorar y sufrir. Me encantaría verte de rodillas. ¡Me encantaría tanto hacerte sufrir! ¡Hacerte mío por completo! Pero también te quiero a mi lado.
Tan solo imagina lo siguiente, Saik. Tú y yo, controlando las almas de todos los humanos de este mundo. No eres de mi tipo, prefiero a los chicos tímidos, ¡pero con tal de tenerte a mi lado como socio, estoy dispuesta a enamorarme de ti!
¡Seríamos los Dioses de este mundo! Todos estarían obligados a rezarnos. ¡Seríamos la autoridad suprema de este mundo! La pregunta es: ¿Me ayudarás?
—Si tan solo pudiera salir de este lugar ya.
Cuando salga, obtendré la respuesta a esa pregunta.
Y realmente quiero que sea un sí, porque si la respuesta es un no... Shadow, si la respuesta es un no...
—Te arrepentirás de tenerme como enemiga.
Y el sabor de tu sangre será el sabor con el que celebraré mi victoria, cuando te mate y te quite a los fantasmas legendarios.
—Solo espérame, lindo. La Diosa de los fantasmas pronto regresará.
•
•
(Pov- Saik.)
Realmente lo único que quería hacer al despertar era bañarme, desayunar e irme a la escuela como cualquier día normal.
Pero esto... Esto arruina mis planes.
—¡Feliz cumpleaños a ti! ¡Feliz cumpleaños, feliz cumpleaños! ¡Feliz cumpleaños al chico inexpresivo! ¡Feliz cumpleaños al flojo! ¡Y un gran feliz cumpleaños a ti, Saik!
Yuki me abrazó y comenzó a gritar eso justo en el momento en que abrí mis hermosos ojos. Ah, odio esta situación, pero debo admitir que también me gusta. ¿A quién no le gusta despertar y que una pequeña niña adorable te felicite por tu cumpleaños? Ah, sí, es cierto, eso sonó raro y asqueroso. Cambiaré de palabras. ¿A quién no le gusta ser felicitado por su cumpleaños?
Hoy me volví más viejo, y cada día me acerco más a mi muerte.
—Gracias, Yuki, pero podías felicitarme más silenciosamente.
—¡Nop! ¡Debo felicitarte casi gritando para que no me ignores!
Una chica inteligente, ¿eh? Adivinó lo que iba a hacer.
—Vamos a comer pastel.
—¿Pastel? Lo comemos todos los días, ya no tiene ese significado tan lindo como es un cumpleaños. ¡Debemos celebrar con algo más!
—¿Alcohol? No, eres muy pequeña, y tampoco me gusta el alcohol.
Solo lo bebí una vez por curiosidad y no me gustó el sabor.
—¡No soy pequeña!
—Literalmente te ves como una niña de 10 años, eres pequeña en apariencia.
—¡Yo no tengo la culpa de morir con este cuerpo! ¡Y vamos a celebrar tu cumpleaños haciendo lo que los amigos hacen! ¡Vamos a ir al cine y veremos una película de terror! Después iremos a un parque de diversiones. ¡Y por último, celebraremos con comida casera hecha por la hermosa y sensual Yuki!
—... Eso de sensual suena asqueroso saliendo de tu boca. Cambia eso por adorable. Y déjame adivinar, ¿yo pagaré todo?
—¡No te quejes, soy un fantasma, no tengo dinero! Fufu. Puedo pagarte con besos, Saik.
Le acaricié la cabeza.
—Prefiero acariciarte la cabeza. Eres adorable.
—¡¿E-eh?! ¡No es justo, se supone que debes ponerte nervioso tú, no yo!
—Vamos a desayunar. Saliendo de la escuela vamos al cine.
—¡Yupi!
Bueno, supongo que hoy no será un día tranquilo como los que me gustan.
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—¡Espero que te guste!
Huevos... Salchichas... Mmm. Un desayuno básico. Sería delicioso, pero a Yuki se le quemó el huevo.
Pero es un desayuno hecho con amor (eso espero), así que debo ser agradecido.
—Muchas gracias, Yuki.
Comencé a comer. No me gusta el sabor, pero tampoco me disgusta. Es comestible al menos.
Yuki está comiendo pastel, qué injusto. Pero está bien, es comestible al menos.
Terminé de comer lo más rápido que pude y tomé mi mochila.
Salí de casa. El mismo camino de siempre para ir a la escuela, sin ningún cambio. Tengo mis dulces en mi mochila y Yuki está flotando al lado de mí. Sí, un día normal, sin ningún cambio. Lo único diferente es que hoy es mi cumpleaños, pero eso sería todo.
Hoy será un día normal... Eso espero.
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Ah, tener un día normal era demasiado optimista de mi parte.
—¿23,327 puntos?
Las miradas de todos están sobre mí.
Primer lugar, con 23,327 puntos positivos.
Equipo de Ram, segundo lugar, con 438 puntos.
Equipo de Saoto, tercer lugar, con 384 puntos.
Equipo de Danna, cuarto lugar, con 351 puntos.
—¡P-profesora, esto es imposible! ¡Debe de ser imposible!
Estoy de acuerdo, chica random que no conozco. Debe ser imposible que no tenga mi día normal.
—No hay ningún error. Según la información, Saik ganó justamente esos puntos.
—¡Es cierto, Saik apostó con el capitán del club de baloncesto y le ganó!
—También apostó con el capitán del club de fútbol.
Ya me cansé de las miradas. Me dormiré. Buenas noches.
—¡Espera!
Intenté dormir, pero la voz de Saoto me interrumpió mi bello sueño.
—¡Saik, ¿expulsaste a otro estudiante?!
No lo parece, pero siento ira en su tono de voz, pero su expresión es de preocupación.
Ya veo. Es el tipo de chico justiciero que siempre quiere ayudar a todos. Patético.
Levanté la mirada y lo miré a los ojos. Ojos llenos de frustración. No es difícil adivinar sus pensamientos. "¿Realmente disfrutas arruinando la vida de los demás? ¿Crees que es divertido arruinar todo el esfuerzo que ellos hicieron para seguir en la escuela?" Seguramente piensa eso en este momento.
—No, no expulsé a nadie, pero realmente quería hacerlo. Si hubiera tenido más tiempo, definitivamente habría expulsado a alguien. Se podría decir que ellos tuvieron suerte de que yo no quería quedarme más tiempo en la escuela.
La verdad es que no quise llamar más la atención, por eso no lo hice.
—Y no me mires como si hiciera algo malo. Solo lo hice para ganar puntos.
—¡Pero no debes expulsar a nadie!
—¿Por qué?
—¡Porque está mal!
—¿Ese es tu argumento? Ah, eres un llorón. Mejor sigo durmiendo.
Ignoré lo que otros estaban murmurando sobre mí y me dormí.
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Ah, fue un buen sueño. Debo admitir que me siento muy relajado. Los dolores musculares desaparecieron. Me siento bastante relajado.
—Saik, debemos hablar.
Levanté la mirada y miré a las dos personas que intentan arruinar mi día tranquilo. Ram y Saoto.
—No dejaré de apostar. No regalaré puntos. No me cambiaré de grupo, no se preocupen. ¿Es todo?
—Tus acciones ponen en peligro a nuestro grupo.
—Llamar demasiado la atención es peligroso.
Ah, realmente no quiero hablar más con ellos. No arruinarán mi vida tranquila.
—Ya veo... Pero no me gusta que me den órdenes.
Me levanté de mi asiento y me alejé caminando.
—No es una órden, es un favor.
—Entonces no quiero hacerles ese favor.
Salí del salón de clases y Yuki se sentó en mis hombros. Espero que no comience a... Ah, ya comenzó a oler mi cabello.
—Yuki, estoy sospechando de que desarrollaste un fetiche con mi cabello.
—Lo siento, ¡pero huele delicioso! Cambiando de tema, creo que te ganaste más enemigos.
—No me importa realmente.
•
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Me senté debajo de un árbol. La ubicación es perfecta, lejos de todos. Aquí puedo comer tranquilo con Yuki. Me aseguré de alejarme a tiempo de Sylphie y los demás. Hoy quiero comer sin otros a mi alrededor. Solo Yuki.
Abrí mi almuerzo y Yuki abrió el suyo. Podemos comer sin preocupaciones.
—Ha pasado tiempo desde la última vez que comimos juntos de esta forma.
—Pues no mucho realmente. Pero considerando que eres un raro que le gusta alejarse de las personas, ha pasado mucho tiempo para ti.
—¡Hola, Saik!
Ah... ¿Debería estar sorprendido? Estaba tan tranquilo que no sentí su presencia. Realmente quería este momento a solas con Yuki.
Esta chica es... la Tomboy.
—Hola, chica que no deja de molestarme. ¿Te gusto? Lo siento, no estoy interesado en tener una relación en estos momentos. Y tampoco me interesa tener amigos... Ni mucho menos con alguien como tú, que sospecho que me espías.
—Fufu. Solo te seguí para presumir esto.
Me mostró la pantalla de su teléfono. Vaya, realmente consiguió muchos puntos. 10,083 puntos.
—Fufu. ¿No me vas a felicitar?
—Pobre chica, te dije que tu cuerpo es más valioso que unos simples puntos.
—¡N-no vendí mi cuerpo, idiota!
—Lo sé, pero te ves más linda enojada.
Saqué una paleta de mi bolsillo y se la ofrecí.
—Felicidades.
Sonrió e infló el pecho con orgullo.
—Hmmh. Gracias.
Tomó la paleta y se sentó al lado de mí.
—Entonces...
Le quitó el almuerzo a Yuki.
—¿Te unirás a mi grupo?
—¡Saik, no permitas que se coma mi comida!
—No lo sé. ¿Tú te unirías al grupo de una chica que se roba tu comida?
—Debes mantener ese lindo cuerpo que tienes en perfecta forma. No debes comer tanto o engordarás.
—Mi cuerpo nunca engorda, no te preocupes... ¿Cuántos estudiantes expulsaste?
—Solo uno de segundo año, pero tenía muchos puntos. Si quieres saber cómo lo convencí de apostar, únete a mi grupo.
—No necesito unirme para saberlo. Encontraste algo sobre él, un secreto vergonzoso o tienes pruebas de que él hizo algo malo. Lo amenazaste con mostrarle eso a los demás si no apostaba.
—Fufu. Por eso me agradas, Saik. Inteligente, misterioso y genial. Eres el paquete completo.
—Eso es algo que yo haría si quiero expulsar a alguien... Lo siento, pero no me cambiaré de grupo... No por ahora. Tal vez después. Mis compañeros de clases se están volviendo un dolor de cabeza para mí, en especial el presidente de la clase. A él no le gusta mi forma de ganar puntos.
—Únete a mi grupo, Saik. Nosotros...
—No. No por ahora, ya te lo dije.
Ella se levantó.
—Te estaré esperando, Saik.
Con una sonrisa en su rostro, se despidió de mí y se fue.
—¡Se comió las salchichas! ¡Maldita!
—Toma las mías, Yuki.
—¡Por eso te quiero, Saik!
Ella tomó mis salchichas sin dudarlo.
Ram y Saoto se están volviendo un dolor de cabeza. Si esto sigue así, terminaré aceptando la oferta de esa chica y me llevaré a Sylphie conmigo. Sylphie es la única razón por la que sigo en ese grupo.
•
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Regresé a mi salón de clases y todos voltearon a verme... Literalmente todos.
Vaya, me volví famoso.
—S-Saik.
Sylphie dijo mi nombre es voz baja, nadie pudo ser capaz de escucharla, solo yo. Ese tono de preocupación. ¿Qué pasa?
Ignorando lo que esté pasando, estaba dispuesto a sentarme, pero alguien lo evitó.
—Saik, debes acompañarnos.
Estudiantes, probablemente de tercer año. El capitán del club de fútbol está entre ellos.
—Oficial, debe mostrarme una orden de arresto.
—No te hagas el gracioso y ven.
—No quiero. Ya leí las reglas de la escuela, ustedes no tienen la autoridad para obligarme. Con su permiso, dormiré un rato.
El capitán del club de fútbol se acercó a mí y me miró a los ojos. Ojos llenos de furia.
—Ven con nosotros.
—¿En serio sigues enojado porque soy mejor que tú en el fútbol? Vamos, señor capitán, siempre habrá alguien mejor que tú en el mundo. Nadie es el mejor en nada.
Me tomó de la camisa y levantó su puño.
—Ya fue suficiente, Akito.
Con elegantes pasos, una chica se acercó a nosotros. Una larga cabellera tan roja... Ojos rojos llenos de vida. Vaya... Esta chica emite una sensación de... peligro y autoridad. Me agrada eso.
—Saik, queremos hablar contigo sobre algo importante. Ven con nosotros.
—Ah... Qué flojera.
Miré a Ram a los ojos.
—Ram, si desaparezco y me encuentran muerto, denuncia a esta chica.
—Fufu. Eres gracioso, chico. Vamos.
Salí del salón de clases con ellos y suspiré.
5 personas. 3 hombres y 2 mujeres. El consejo estudiantil. Ellos no tienen el poder para hacer esto, pero controlan a los grupos de tercero y segundo. Al menos eso me dijo Yuki. Supongo que, como expulsé a alguien de tercero y humillé a uno de sus miembros, me tienen como enemigo.
Entramos al salón del consejo estudiantil y me senté frente al escritorio de la presidenta.
—¿Y bien? ¿Qué quieren de...?
Uno de ellos intentó golpearme y detuve su puño con mi mano izquierda.
—Ah, ya veo, intentan golpearme para darme una lección.
Me levanté de mi asiento y golpeé a ese chico en la entrepierna.
Pateé sus piernas y él cayó al suelo.
Este chico, sin exagerar, es enorme. Creo que mide un metro con 90 centímetros. Un maldito fenómeno... Bueno, no soy apto para decirle fenómenos a otras personas.
—¿Todos contra uno?
—Fufu. Los rumores son ciertos, eres raro, Saik.
—Lo sé, lo sé.
Miré a la presidenta a los ojos... Wow, con razón sentía peligro.
—¿Puedes verme? Quiero ser vista... Quiero ser vista.
El fantasma de una mujer de larga cabellera negra está en sus hombros. Maldad... Amor... Tantas emociones dentro de ese fantasma. ¿Quién es realmente la presidenta?
—¿Entonces solo estoy aquí para ser golpeado? Les advierto que soy igualitario. Golpearé tanto a hombres como mujeres.
—Escuché que eres fuerte, inteligente e increíble. Calificaciones perfectas, lograste ganarle a los capitanes de los clubes de fútbol y baloncesto, y lograste ganar una gran cantidad de puntos. Simplemente increíble.
—Ah... Ya veo... ¿Entonces? ¿Qué quieren de mí? Me quiero ir a dormir.
—Simplemente te daremos una advertencia y una oportunidad. La advertencia es sencilla, simplemente no te metas con nadie de tercer año ni con ningún miembro del consejo estudiantil. Y tu oportunidad es la siguiente. Devuelve los puntos que le ganaste a Akito o te arrepentirás.
—¡Saik, Saik, no lo hagas, no lo hagas!
Por supuesto que no lo haré, Yuki.
—¿Puedo decir algo?
—Claro, te escuchamos.
Me acerqué a ella e intentaron detenerme.
—¡Oye!
—No, Akito, no lo detengas.
Ella se levantó de su asiento y me paré frente a ella. La miré a los ojos y ese fantasma comenzó a temblar.
—¡Tú! ¡Tú no eres normal!
Cállate, fantasma, no tengo tiempo.
—Cuando era un niño pequeño, tenía amigos imaginarios.
—¿Amigos imaginarios?
—Me la pasaba hablando solo, incluso me decían que estaba loco. Ese es uno de los momentos más vergonzosos de mi vida, pero no me importa que todos se enteren de eso. Después de todo, creo que es normal que un pequeño niño tenga amigos imaginarios.
—¿Qué tratas de decir con eso?
—Creo que sé lo que está pasando. Se sienten humillados porque yo, un estudiante de primer año, en sus primeros días de clases, se volvió un peligro para los estudiantes de tercer año y humillé a uno de sus miembros. Y no cualquier miembro, humillé a su vicepresidente. Tal vez ustedes sean personas con dinero. Personas que se sienten superiores a los demás por tener esta posición. No lo sé, tal vez tú te sientes como el líder de una mafia, pero en lugar de manejar una organización criminal, controlas a los estudiantes de una escuela. Eso suena ridículo, pero es bastante convincente cuando se trata de una escuela que le garantiza a los estudiantes tener una beca completa y estudiar en cualquier universidad que quieran. Ricos o no, la oportunidad de estudiar en cualquier universidad que quieran es una gran ventaja y oportunidad. Ahora bien, ¿debería tener miedo? ¿Debería respetarlos y obedecerlos? No, y tampoco hay nada que puedan hacer. ¿Amenazar a mi familia? No importa lo ricos que sean, no pueden amenzarme con hacerle daño a mi familia, porque todos están muertos, estoy solo. ¿Amenazar a mis amigos? Tampoco me importa. ¿Amenazarme a mí? Créanme, si se meten conmigo, terminarán muy mal. Estás diciendo que le devuelva los puntos que le gané, pero no lo haré. ¿Quieres que no me meta con estudiantes de tercer año? No me importa, lo seguiré haciendo, y si tengo la oportunidad de expulsar a uno de ellos, lo haré. Por cierto...
Volteé a ver a Akito.
—Oye, llorón, ¿sigues enojado porque soy mejor que tú en el fútbol? Dime, ¿qué se siente ser superado por mí, un chico que nunca ha jugado fútbol? Debes sentirte un fracasado. Tanto tiempo entrenando, para que venga alguien sin experiencia y te supere.
—¡Cállate!
—Akito, tranquilo. Saik, no sabes lo que estás diciendo.
—Ah... Akito, tal vez te sientas el mejor de la escuela por tu posición como vicepresidente, como capitán del club de fútbol y ser un chico popular. ¿Has tenido muchas novias? ¿Ya no eres virgen? ¿Tienes sexo con muchas mujeres? No me importa. El sexo, los amigos, la diversión... Esos conceptos no me importan en lo más mínimo, yo solo quiero estudiar y graduarme, no estoy aquí para perder el tiempo en eso. Lo diré solo una vez más. Si se meten conmigo, se arrepentirán. Solo intenten una sola cosa, y me aseguraré de que ustedes, los estudiantes del grupo 3-A, bajen y sean del grupo 3-B... O tal vez del 3-C. Incluso del 3-D.
—Una cosa es ser inteligente, y otra muy diferente es ser un estúpido. Nunca podrías hacerlo.- Dijo la segunda chica de este lugar.
—Si quieren comprobarlo, simplemente digan las siguientes palabras: "Saik, te seguiremos molestando". Solo digan eso y verán de lo que soy capaz de hacer.
—Fufu... ¡Hahaha! Eres más interesante de lo que imaginaba. Dime, Saik, ¿no te interesa unirte al consejo estudiantil?
—¡¿Estás loca?! ¡No permitiré que...!
—Cállate, Akito.
—Tsk.
—¿Y bien? ¿Qué dices, Saik?
Ah... Esta situación ya se alargó demasiado.
—No, pero agradezco la oferta. Me retiro... Yo no tengo secretos que me avergüencen o intente ocultar, no pueden usar eso en mi contra, pero si quieren revelar mis secretos, háganlo, no me importa. Ustedes me amenzaron primero, así que haré lo mismo. Les daré una advertencia y una oportunidad también. La advertencia será la siguiente: Si intentan meterse conmigo otra vez, se arrepentirán. Y la oportunidad es la siguiente: Si se disculpan conmigo por hacerme perder mi tiempo, no haré que expulsen a Akito.
—¿Expulsarme? Grandes palabras para un idiota.
—Vaya. ¿Eso significa que un idiota logró ganarte tantos puntos? Eres más patético de lo que pensé. ¿En serio eres el vicepresidente?
—Silencio, ambos. Saik, puedes retirarte.
—Eso significa que no aprovecharon la oportunidad. Bien. Akito, aprovecha el tiempo que te queda.
—Como si pudieras expulsarme.
—No es una posibilidad, es una realidad. Pronto dejarás la escuela.
Salí del salón del consejo estudiantil y comencé a caminar al lado de Yuki.
—¡Te viste genial, Saik! ¡Bien hecho, no dejaste que esos idiotas te amenazaran! Pero, ¿estás seguro de que podrás expulsar a ese chico? Es el vicepresidente y el capitán de un importante club. Tiene premios y trofeos de fútbol. Es muy importante para la escuela. Alguien como él debe tener muchos puntos, y no creo que quiera apostarlos.
—Todos tienen secretos, Yuki. Y descubrirlos debilitan a las personas.
Puedo expulsarlo, y lo haré.
•
•
Entré a mi salón de clases.
—¿Puedo entrar?
—Ya me explicaron la situación. Pasa.
Me senté en mi asiento y saqué mis materiales para tomar la clase.
Ah, realmente quería dormir, pero me gané molestos enemigos. Debo humillarlos para que dejen de molestarme.
•
•
Las clases terminaron y estaba dispuesto a irme a casa... Pero no, no puedo irme, tengo algo importante que debo hacer primero.
Me levanté de mi asiento y tomé mi mochila.
—¿Te regañaron por dormir en clases o por qué no te dormiste esta vez?- Dijo Ram.
—Simplemente no tenía sueño.
—¿Y qué te dijeron?
—Lo siento, no tengo tiempo. Tengo un asunto pendiente.
Ignorando a Ram, salí del salón de clases. Debo expulsar a esa persona.
—¡Saik!
Sylphie comenzó a caminar a mi lado.
—¿Estás bien? ¿No te dijeron nada?
—Me gané enemigos molestos. Están enojados porque humillé al vicepresidente y expulsé a un estudiante de tercer año. Pero no te preocupes, estaré bien.
—Y-ya veo... P-por cierto, toma, ya lo dije una vez, pero lo repetiré. Feliz cumpleaños.
Sylphie me dio un libro. Oh, una novela ligera. No tengo esta novela.
—Gracias. ¿De qué trata? ¿Es de comedia?
—Es de fantasía y comedia. Me di cuenta que te gustaba mucho ese género.
Prefiero el misterio, pero la comedia también me gusta.
—Vaya... Muchas gracias, Sylphie. Es un lindo gesto de tu parte. ¿Cuándo es tu cumpleaños? Me gustaría darte un regalo también.
—¡Me alegro que te haya gustado! M-mi cumpleaños es el 8 de diciembre.
—Tendré un regalo preparado para ti... Bueno, iré a expulsar a un estudiante de tercer año. Hasta mañana, Sylphie.
—Hasta mañana, Saik... ¿Eh?
Bien, tengo al chico perfecto para lo que haré. Espero que no me dé tantos problemas.
—¡E-espera, Saik!
Sylphie me tomó del brazo y volteé a verla.
—¿Qué pasa?
—¡¿E-en serio vas a expulsar a otro estudiante?!
—El consejo estudiantil me declaró la guerra, debo enviarles un mensaje. Si quiero mantener mi vida escolar, debo hacerlo.
—... Iré contigo... ¡T-te ayudaré!
—No necesito ayuda, pero puedes acompañarme si quieres. Gracias por el apoyo, Sylphie.
Bien, es hora de mostrar de lo que soy capaz.