En el esplendor cielo color azul como el agua, las personas observaban como normalmente naves grandes y plateadas subían en dirección al cielo después de que una persona querida falleciera, ya que las catacumbas en si son laberintos que en conjunto alcanzaban a medir varios kilómetros. Habían dejado de usar en ese tiempo las catacumbas formadas por galerías subterráneas. Había personas curiosas que querían saber lo que realmente había sobre el cielo, un día estaba en su rutina diaria una chica llamada Julia, una chica que con solo ver demostraba su ruda apariencia así como su valentía, con una piel clara, cabello brillante color cobrizo, una mirada extremadamente ligera y aparentemente demostrando ser una persona muy débil.