Chereads / Natsu de Hage [Natsu en Black Clover] / Chapter 2 - Capítulo 2. Un encuentro entre hermanos

Chapter 2 - Capítulo 2. Un encuentro entre hermanos

En un lugar desconocido

POV Natsu

¿Dónde estoy? ¿Qué es este lugar? No hay nada. ¿Estoy flotando en el aire? Pero es cálido. Espera. Ahora que lo recuerdo yo había derrotado a Zeref. Y luego estaba hablando con Lucy. ¡Lucy! Es verdad yo... he muerto. Morí por haber matado a Zeref.

-Entonces, ¿esto es el cielo? No es como me lo imagine, pensé que me encontraria con Igneel, Mavis o con cualquier otro. Y que habrian ángeles volando, y nubes por todas partes y otras cosas. -Pensaba en voz alta con lo ojos cerrados.

-Esto no es el cielo Natsu. -Dijo una voz demasiado familiar para Natsu, una que no deseaba volver a escuchar peor que a la vez queria oir.

POV Normal

Tras escuchar esa voz que penso no volver a oir en su vida Natsu abrio los ojos de par en par, sorprendido de escuchar a esa persona.

En frente suyo estaba una persona de pie en el aire como si estuviera parado en un camino invisible mirando al peli-rosa con una pequeña sonrisa cariñosa.

-Zeref. -Dijo aun sorprendido de su presencia en aquel lugar que parecia ser la nada y que definitivamente no era el Cielo.

-Hola hermanito. Me alegra verte y que podamos hablar sin tener que estar en medio de una pelea. -Dijo Zeref.

-¿Qué haces aquí? -Preguntó Natsu intentando ponerse en postura de pelea pero incapaz porque estaba flotando en el aire y eso le dificultaba moverse pero por alguna razon no se mareaba.

-No se que habra pasado entre nosotros, pero yo, solo soy un hechizo.

-¿Un... hechizo? -Preguntó Natsu confuso.

-Sí. Soy un hechizo hecho por el Zeref real.

-¿Entonces no eres Zeref? -Dijo Natsu intentabdo procesar la información ya que a el no le iba bien con las cosas de pensar.

-En realidad sí soy Zeref. -Dijó con una sonrisa y los ojos cerrados confundiendo más al Dragon Slayer.

-¿Eh?

-...

-Entonces eres Zeref o no. -Pregunto Natsu mientras humo salia de sus orejas al haber hecho funcionar demasiado su cerebro y no encontrar respuesta.

-Sí y no. -Eso confundio aún más a Natsu que ya parecía una maquina a punto de estallar por su exagerado uso.

Natsu se mantuvo en silencio pensando mientras que Zeref lo observaba aun con su pequeña sonrisa en su cara.

-No entiendo.

-Verás, yo fui creado por Zeref. Solo soy un hechizo el cual le fue implantado los recuerdos y personalidad de tu hermano. -Empezo a explicar de la mejor forma posible para que alguien tonto como Natsu entendiera.

-¿Entonces para que te creo mi hermano? -Pregunto con curiosidad el peli-rosa.

-Fui creado para que cuando mueras, porque Zeref murio y los libros desaparecieron, que pudieras vivir tu vida y continuarla.

-¿Eh?

-Sí que eres tonto hermano mio. Te lo explicare de forma más fácil. Puedes volver a vivir.

-¿¡En serio!? -Pregunto sorprendido Natsu.

-Sí, pero hay un problema.

-¿Qué problema?

-Tu amiga, al haber editado tu libro el hechizo ha sido alterado y no funcionara correctamente.

-¿Entonces no podre volver a vivir y volver al gremio? -Pregunto algo triste Natsu.

-Pues al ser tu amiga una maga celestial su magia ha intervenido en el hechizo haciendo que continues tu vida en otro mundo. -Dijo ignorando a Natsu.

-¿Otro mundo?

-Ya sabes que el mundo celestial es un mundo distinto conectado a varios. Por lo que acabaras en un mundo al azar.

-¿¡Y qué pasara!? ¿¡Podre volver a verlos a todos!?

-Me temo que no, hermanito. Aunque los demás mundos esten conectados al reino celestial es imposible viajar a ellos.

-¿¡Entonces cómo es que acabare en otro si no se puede ir a ellos!?

-Eso es por la magia negra de Zeref, tu parte demoniaca y la magia espiritual. Todo eso intervino e hizo que te sea posible ir a otro mundo distinto.

-¿No hay forma de vol...? -Preguntó Natsu siendo interrumpido.

-Lo siento Natsu, se acabo el tiempo que podia hablar contigo, adiós hermanito.

Natsu empezó a brillar, un aura amarilla lo rodeaba y empezaba a cubrirlo.

-Espe... -Natsu no pudo terminar de hablar porque Zeref y todo lo demás había desaparecido, mejor dicho, él desapareció.

Una nueva vida le esperaba.