Los humanos lo llamaban el Gran Bosque del Sur, pero en realidad no conocían el verdadero tamaño de este bosque, si lo supieran llamarlo "gran bosque" seria quedarse muy corto. Su tamaño es absurdamente grande y en el viven seres tan poderosos que podrían acaban con la humanidad en un suspiro, pero para la suerte de los humanos esas criaturas viven demasiado profundo en el bosque y todavía no están consientes de su existencia, aun…
En el cielo de este gran bosque, dos de estas poderosas existencias estaban teniendo una feroz batalla.
Una parecía un enorme perezoso con las extremidades colgando en el aire mientras se desplazaba a gran velocidad. La otra tenia forma humanoide y llevaba una túnica de cuerpo completo con una capucha que dejaba su rostro completamente cubierto.
El que tenia forma humanoide tenía ambos brazos levantados y estaba lanzando jabalinas de una sustancia trasparente que se formaban de la nada. Por su parte el perezoso volador, esquivaba como podía dichas jabalinas, cuando no podía esquivar una jabalina, con el dedo de un brazo tocaba el espacio, generando ondas como si hubiera molestado con ese dedo un manantial tranquilo y si no podía esquivar o bloquear se teletrasportaba a otra ubicación. Mientras que agitaba el otro brazo haciendo zarpazos con sus garras que dejaban cortes en el mismo espacio.
La batalla era increíblemente encarnizada, pero era claro que la criatura humanoide tenía la ventaja, si bien no podía golpear al perezoso, cada vez que éste se teletransportaba era obvio que se cansaba mucho, mientras que los zarpazos espaciales eran poderos pero fáciles de esquivar, dando que si esto seguía el perezoso gigante moriría.
***
Arconte había estado cazando durante una semana y había conseguido juntar 150.000 estrellas, dejándolo a un solo paso de conseguir la meta para el curandero, todo iba viento en popa.
Incluso, durante este tiempo, había descubierto que su habilidad tenía muchas más funciones de lo que pensaba inicialmente, no solo estaba la maniobra de volver a permitir el contacto con aire y frenarse, la cual había estado practicando. Además de eso descubrió que la razón porque las criaturas no lo detectaban no era la suerte, era debido a que la habilidad al generar un pequeño vacío, apenas dejaba salir ningún olor o ruido, haciéndolo casi invisible a todos los sentidos excepto la vista.
Gracias a eso pudo cazar de manera mucho más cómoda. O al menos hasta ahora.
Hoy, su día 8 como modificador, había ido a cazar como de costumbre, pero hubo 2 grandes diferencias. La primera fue mientras estaba rastreando algunas criaturas mas para cazar, detecto un pequeño ruido, el sonido que hacía no parecía humano, así que suponiendo que era una criatura no dudo y le arroje la lanza. Luego se escucho un agudo chillido de dolor, y después silencio. Arconte supuso que la criatura había muerto y fue a buscar a la criatura.
Pero estuvo un rato buscándolo y no lo pudo encontrar. Eso le mantuvo confuso hasta que una forma hecha de luz apareció de la nada, está tenia la figura de un camaleón un poco grande, luego la figura dejo salir una esfera rota de manera irregular, cuando el orbe roto termino de formarse, la figura desapareció. Pocos segundos más tarde apareció un camaleón normal del lugar donde había estaba la figura de luz.
Estaba muy sorprendido, supuso que no había podido encontrar a la criatura porque era una que tenía el elemento de invisibilidad, si no la hubiera escuchado jamás la hubiera encontrado. Además de eso la criatura había dejado caer su fragmento de alma, él no dudo y lo recogió, seguía teniendo la misma forma, pero ahora era transparente, tanto que si no se mirara bien podría pasarse por alto. Arconte estaba saltando de la felicidad. Si decían que encontrar un alma era 1 entre 1000, él no había matado ni 50 criaturas y ya había conseguido una, la dama de la suerte le estaba sonriendo mucho últimamente. Eso le asusto un poco, el karma siempre es implacable y justo, la mala suerte se recompensara con suerte y viceversa. Esa fue la primera frase de varias que su familia trasmitió durante varias generaciones.
La segunda diferencia del día se dio 20 minutos después mientras volvía para salir del bosque. Los días anteriores había hecho muchos malabares para poder esquivar a las criaturas de rango bajo y lo había logrado con un rotundo éxito gracias a su habilidad, pero hoy se había topado de frente con una criatura de rango medio-bajo de frente, el escalón superior a las criaturas de rango bajo.
Fui detectado rápidamente y me persiguió de tal manera que fue obligándolo a ir cada vez más profundo en el bosque. La criatura era un toro del elemento fuego, sus pasos dejaban huellas en el pasto quemaba y cada vez que largaba aire por sus nariz dejaba salir un poco de fuego, esta especie de rango medio-bajo se conocía como Toro Ígneo Superior, su nombre venia simplemente de una versión en rango en rango bajo conocido como Toro Ígneo.
Este toro era mejor que él en todos los aspectos excepto la inteligencia, que eso, junto a su espada era lo que lo había salvado hacen esta persecución a máxima velocidad que ya llevaba 30 minuto hasta ahora.
Mientras escapaba Arconte tropezó y para no caer, tuvo que reducir la velocidad, aprovechándose de esto, el toro acelero y lo envistió. Para intentar salvarse rápidamente realizo un corte hacia el toro.
Aun que la espada era de rango medio, él no tenía la suficiente fuerza para cortar a una criatura de rango medio-bajo, entonces cuando la espada se enfrento a los cuernos del toro, apenas si dejo una marca, mientras que Arconte salió volando. Él aprovecho el impulso y con su maniobra para reducir su velocidad gracias a su habilidad, controlo la caída y se alejo rápidamente de la bestia hasta que cayó al suelo y empezó a correr nuevamente. El proceso se repitió varias veces, el generaba distancia, el toro lo alcanzaba y lo envestía, el se empujaba y generaba distancia una vez más.
Esto siguió por otra hora, hasta que el toro paro la persecución de golpe. Arconte estaba extrañado, además de cansado tanto física como mentalmente así que también se freno, pero sin bajar la guardia. Se detuvo y miro que le había pasado al toro, por su respiración no parecía cansado.
Pero mientras estaba pensando que pasaba, sintió un temblor casi imperceptible que venía desde atrás, una gota de sudor frió recorrió su espalda.
Cuando estaba por empezar a girarse lentamente para ver que era, noto que el Toro Ígneo, estaba dando pequeños hacía atrás con cara de terror. Si antes tenía una solo gota de sudor frío, ahora era un mar heleado le recorría la espalda ¿Qué clase de criatura podía hacer que un monstruo de rango medio-bajo empezara a huir de manera aterrada?
En el momento en el que Arconte se dio la vuelta noto que no que era algo mucho peor de lo que sospechaba no era una criatura de lo que estaba huyendo. Era de una estampida de criaturas.
Cientos bestias de todos los tipos y especies, corrían a toda velocidad en su dirección, eran tan rápidos y llegaron de manera tan inesperada que aun que Arconte quisiera huir sería demasiado tarde. Simplemente se resigno, no tenia escapatoria.
Tenso el agarre en su espada y tomo la posición más firme que pudo, esta estampida iba en dirección a Gran Diamante, con el tamaño y las criaturas que había probablemente sea una gran masacre, si por casualidad salían del bosque y aún se dirigieran a la ciudad, mataría a todas las que pudiera antes de morir. No porque fuera alguien noble dispuesto a sacrificarse, simplemente no podía hacer nada por salvarse y al menos ayudaría todo lo que pudiera a la gente que él quería.
Mientras la estampida se acercaba y el temblor casi imperceptible se transformaba en uno muy perceptible, pensó en Dovi y su madre, les había dejado casi todo el dinero que fue consiguiendo durante estos 8 días, en caso de que muriera, como estaba por hacerlo. Resulto que fue una buena idea. Así al menos ayudaría en todo lo que pudiera a comprar al curandero, pero ahora espero que puedan usar el dinero para poder escapar y sobrevivir. Con suerte, si escapan, un curandero los atienda como refugiados y de paso le cure la enfermedad, aun que ese era el mejor de los casos.
Mientras Arconte divagaba en su mente, la estampida ya casi estaba enfrente de él. Se centro y preparo para hacer un ataque en el momento justo.
Cuando estaba en frente de la muerte y esta le miraba directamente le vino una frase a su mente "No le temas a la muerte porque no estarás ahí para sufrirla, témele a la muerte por las consecuencias que esta puede dejar a los que te rodean". Esta frase fue la que le dijo mi madre a mi padre el día que se conocieron, según me contaba él.
Aun que tuviera que arrastrarse no iba a morir ahí. Arconte estaba decidido a hacer lo imposible si tenía que sobrevivir, tenia personas que no podía abandonar, aún les debía mucho y no se iba a ir de este mundo sin pagarlas.
Pero esa resolución se fue al carajo cuando las criaturas que lo estaban por arrollar, hicieron un rodeo y lo esquivaron. Ahora que estaban más cerca Arconte pudo notar algo, todas las criaturas, en menor o mayor grado, tenían una expresión de temor parecida a la del Toro Ígneo que le había perseguido.
Tal vez una criatura de rango alto especialmente poderosa podría haber hecho huir a una criatura de rango medio-bajo como su ex-perseguidor, pero ahora pudo ver a varias criaturas de por lo menos rango medio-alto huyendo despavoridos, un monstruo de rango alto solo haría que se alejaran, no que huyeran como ratas de un gato, esto hacia que Arconte se preguntara de nuevo ¿Qué clase de criatura podía hacer que varios monstruos de rango medio-alto empezaran a huir de manera aterrada?
Pero Arconte no se movió, temía que si hacia el mas mínimo movimiento las criaturas dejaran de simplemente rodearle y le pasaran por encima.
Su estado de inmovilidad fueron 7 u 8 minutos de ver a criaturas que desprendían poderosas auras, pasar a una increíble velocidad. Cuando la estampida termino y las bestias se estaban alejando por su espalda, aún así no se movió, estaba demasiado estupefacto como para comprender que había pasado. El temblor seguía alejándose y disminuyendo mientras la estampida se alejaba más y mas.
Arconte estaba por suspirar de alivio hasta que sintió un ruido. No eran las criaturas volviendo, que fue lo primero que pensó, era algo más parecido a como si un meteorito estuviera cayendo en su dirección, miro hacia arriba para ver y noto que no estaba del todo errado, si bien no parecía un meteorito, había algo que venía desde el cielo hacía él a una velocidad vertiginosa. Su primer instinto fue huir, pero solo alcanzo a dar un paso cuando el objeto no identificado golpeo el suelo tras de él y la onda expansiva lo mando a volar, choco contra un árbol, ni siquiera tuvo tiempo de realizar su maniobra de parar frenar en el aire, aun que dudaba mucho si hubiera hecho alguna diferencia.
El choque le dejo sin oxigeno en los pulmones y probablemente con muchos huesos rotos, pero al menos no podía sentir el dolor por ahora. Aun que no sintiera el dolor, no significaba que pudiera moverse, su cuerpo estaba demasiado dañado, apenas si podía mover los brazos.
Con las vueltas que había dado mientras volaba hacia el árbol contra el que choco, quedo mirando en dirección al lugar de donde venia la explosión.
Mientras el humo se dispersaba, Arconte pensó en como esto parecía el fin del mundo, cientos de criaturas corrían despavoridas, como si anunciaran el fin de los tiempo y meteoritos caían de la nada, este pensamiento paso fugaz por su mente antes de irse.
El polvo tardo solo unos segundos más en volver a asentarse, dándose a revelaba la figura de un perezoso del tamaño de un edificio, aun que tenía una cara muy amigable y pacífica. La criatura tenía la cabeza girada en su dirección, tenía los ojos desenfocados. Parecía como si hubiera muerto.
El perezoso empezó brillar de un color blanco intenso, mientras de su pecho salió una esfera, estaba dejando salir su fragmento de alma. Eso le sorprendió, pero había algo diferente a lo que había escuchado y visto, cuando cualquier criatura moría y dejaba su fragmento de alma siempre parecía una esfera rota, aun que menos dañada según cual era el rango de la criatura, pero incluso la única criatura de rango muy alto, la bestia de mayor rango que la humanidad había podido cazar, casualmente dejo su fragmento de alma, solo tenía el 70% del tamaño que tendría si la esfera estuviera completa, según decía las historias. Pero el orbe que estaba dejando salir el perezoso ahora mismo estaba completo, jamás había oído nada similar.
Pero cuando estaba mirando la increíble escena, los ojos del perezoso se enfocaron de repente y miraron en su dirección, eso asusto demasiado a Arconte, si una criatura dejaba salir su fragmento de alma significaba que estaba muerta, pero esta criatura estaba consciente mientras lo dejaba salir ¿Qué clase de monstruo absurdamente poderoso era este? que aun estaba consiente cuando se suponía que ya estaba muerto. Esto le hiso preguntarse si era realmente su fragmento de alma u otra cosa, pero la escena parecía demasiado a la del camaleón de hoy, solo que en proporciones mucho más grandes.
Mientras pensaba en eso, el perezoso le dejo de mirar y dirigió sus ojos a su propio fragmento de alma y lo agarro. Antes de que Arconte pudiera asimilar la situación, y por si la escena no era lo suficientemente absurda hasta ahora, la criatura rompió la esfera con sus manos en dos pedazos, uno tenía el 75% de la esfera y el otro el 25% que le faltaba. Después de hacer eso, miro a su alrededor mientras buscaba algo, pareció no encontrarlo, así que volvió sus ojos hacia él. La mirada no parecía hostil pero el inmenso poder que desprendía la criatura mientras se estaba muriendo era aun lo suficientemente poderosos como para ponerle muy nervios. Los ojos de la criatura destellaron, entonces se escucho el sonido de cómo algo se desgarraba en su espalda.
Cuando Arconte miro pudo ver como lo que se estaba desgarrando era el mismo espacio, como si alguien hubiera roto la tela de la realidad. Mientras miraba del otro lado de esa especie de portal, pudo ver de manera borrosa un hermoso jardín.
Cuando intento acercarse para ver mejor, aun que con su cuerpo dañado el proceso era un poco lento, pero de repente sintió como algo le golpeaba la espalda y lo empujaba hacia el portal. Justo cuando estaba por atravesarlo, pudo ver hacia atrás como el perezoso aún sostenía el pequeño fragmento, mientras el grande no estaba a la vista. El pequeño fragmento se torno aún más brillante. Cuando todo exploto.
¡BOOOM!
La explosión se pudo escucharse desde miles de kilómetros, como una trompeta que anunciaba el apocalipsis, pero después de que el portal se cerrase Arconte no escucho nada más.
Simplemente estaba en el centro de un hermoso y calmo jardín, enfrente de un cartel que tenia escrito "Jardín de [Conexión]".