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Chapter 131 - 131: Cuerdo

Esa última palabra golpeó mi cabeza, la golpeó desde dentro y la sacudió un poco... ¿Estaba cuerdo? El estrés del combate, las peleas constantes, el dolor y la picazón de usar magia de curación, los momentos de inconsciencia... Era posible estar cuerdo luego de tanto. Luego de tanto y sin haber hecho un solo lazo constante en mi trayectoria... Mis piernas empezaron a sentirse más débiles, al levantar mi cabeza para verlos a todos era penoso. Sentía una mezcla entre asco y miedo. ¿Acaso no vivieron nada parecido a ésto? Mis años no podían haber sido los más complicados, cada uno de ellos era el protagonista de una única historia. Y quizá mi vida no era la mejor en casa.

— Cómo... Cómo vivi antes...

Una lágrima recorrió mi mejilla al darme cuenta de algo penoso. No lo recordaba, esa sensación cálida de un abrazo de mi familia, la comida de mi abuela que me preparaba con tanto amor y las historias de mi abuelo el cual me había enseñado a jugar a las cartas... Todo era lejano. Todo era difuso... ¿Cuánto tiempo llevaba aquí? Cuantos años tenía realmente... Más de diez años, quizá hasta 15 o 20... No. Más. Recordé el abismo enfrente mío, todos los abismos. El lugar donde Rem se encontraba y donde aprendí de la soledad por primera vez. El escalofrío que sintió mi cuerpo al recordar esa sensación casi cercana al cero absoluto. El lugar donde Besta me dió una paliza, en el cual no podía mover ningún centímetro de mi cuerpo, dónde únicamente debía mantener mi cuerpo relajado para tener un piso donde caer y luego el vacío... Desprenderme de mi todo menos mi conciencia.

Toqué con algo de dolor mi abdomen, la parte izquierda. De niño había tenido 2 cirugías que me marcaron y ahora... No. No había nada. Sin cicatrices, miré mi cuerpo buscando los lunares que recordaba tener y no existían. El pánico, la ansiedad y el estrés. ¿Todavía era yo mismo? Mi nombre es Gabriel, pero estaba totalmente seguro de qué no había un lugar al que "volver". Por lo menos no para mí y al levantar mi mirada los que todavía estaban allí, tenían una mirada de preocupación.

El deseo de vivir, el deseo de volver a lo que era antes empezaba a ser consumido poco a poco. El fuego de esa pasión y esa necesidad parecía que se volvió una brasa, algo caliente pero que era cuestión de tiempo que se apague. Caí rendido... Era un frío enorme el que me estaba envolviendo y también recuerdos más vividos de lo que era la vida de todos esos otros yo que pude ver en el vacío absoluto... Cada uno de ellos tenía un grupo de gente que los apoyaba, que les daba una mano cuando estuvieran de rodillas y solo pude empezar una pequeña magia. En mi mano empecé con pequeñas runas de vacío. El campeón más alejado de mi estaba solo a unos metros y aquellos que podrían llegar a haberse alejado volvieron solo para estar más seguros de que iba a suceder aquí.

Solo fueron segundos antes de que un sonido de estruendo nos consuma a todos.