Chereads / Solo Quiero Volver / Chapter 127 - 127: Nueva normalidad.

Chapter 127 - 127: Nueva normalidad.

Sentía un extraño calor en mi pecho. Cómo si la llama de la ira estuviera creciendo. Cómo si mi magia me estuviera devolviendo algunas de mis facultades como pecado y como este cuerpo tan debilucho que tenía empezaba a conseguir un poco más de utilidad. Mis piernas se sentían más resistentes y fuertes. Mis brazos crecieron un poco y una sonrisa sincera apareció. Era una sonrisa de emoción, una que demostraba mis ganas de luchar. Mucho más cuando el aparatito este demostraba una ilusión sobre cómo estaba ocurriendo el combate en ese lado del mundo. Parecía que mi poder en este plano crecía a cada instante.

Una única cosa buena. Con el crecimiento constante de mi poder podía entonces volar hacia allí y encontrar a mis objetivos para regresar. Para volver.

Tenía que moverme atravesando un océano, por lo que necesitaba un barco lo suficientemente grande como para combatir con lo que me encuentre entre mi objetivo y yo. Quizá en esta dimensión existían los kraken, ninfas corruptas u otros demonios del mar profundo que únicamente podían existir en las aguas abandonadas por la mano del hombre. Era sin duda el territorio más basto que había, y por ello el más peligroso. Si tuviera la mayoría o aunque sea un pequeño porcentaje de mi poder podría incluso saltar directamente. Quizá necesitaba dar un pequeño empujón a mis poderes... Conseguir experiencia para aumentar mis estadísticas. Aunque estás parecían no aparecer en mi cabeza directamente.

Agarré el suelo enterrando mis manos en la sustancia dura que lo cubría. Mis piernas podrían atravesar el basto océano. Mis pulmones se llenaron de oxígeno. Mi corazón humano latía más y más rápido. Y al dar el primer impulso todo quedó en el oscuro. Podía verme a mi mismo. Podía verme dando este mismo salto una y otra y otra y otra y otra vez. No eran infinitas. Pero en mi interior podía sentir lo erróneo que era ésto. Y al ver hacia arriba. Luxis. Rem. Los 2 también atrapados en este círculo vicioso. Nos miramos directamente a nuestros rostros. No era la cara de Gabriel. Los miraba como lo que eran. Mis hermanos. Y enfrente de nosotros. Nuestra madre. El vacío que simplemente nos abrazaba fuertemente en un reencuentro no solo inoportuno, si no indeseado.

— Adiós. Besta.

Fue lo que Gabriel me dijo. Estábamos en el combate. O por lo menos en el final de éste. La información me volvió a golpear como un martillo que no podía creer. Mis brazos. Mis piernas. En el vacío. Poco a poco se acercaba con una gota para enviarnos de nuevo con nuestra creadora. El silencio que provenía de mis hermanos me indicaba que era el último, aunque el área de combate en general estaba todavía disputada entre las chicas tiempo/espaciales. Aunque a mí caída, y sin siquiera poder dar un último sonido de dolor o desesperación me abrazó el vacío. Ese frío lugar, ese momento en el que nada importa. Dónde volví a encontrarme con los dos pequeñajos que reconocía eran las formas primordiales de mis hermanos. La belleza de la inexistencia nos afectaba a los 3 en formas distintas. Podía sentir mi ira desapareciendo con mi cuerpo. Quizá podía ser calma. Quizá podía cumplir aquí la pena que me colocaron en mi captura.

— Hijos míos... Los extrañé. Pasó mucho tiempo, ¿se lograron divertir allí?

Esa "voz" que lágrimas sacó mientras dejaba de ser un fragmento de mi mismo y me volvía parte del todo. Parte de una ira aún más grande. Parecía que éramos millones, aunque todavía incompletos.

— Hola... Madre. No los protegí.

— No digas eso mi pequeño. Lo hiciste lo mejor que pudiste. Únicamente que quiero que estén juntos para mí. Juntos conmigo. Porque en esos espacios nadie los trató bien.

— Extrañaré a Gabriel... Su destino es cruel, madre.

— El destino no es cruel, es el fin. Lo cruel o piadoso que sea es solo responsabilidad del trayecto. Pero sí, su infinito trayecto es cruel.

——————

En el plano de lo existente. Mi mirada fue hacia los pecados que todavía quedaban por "expiar". El orgullo se encontraba luchando contra Charles. La envidia únicamente miraba el combate de otros. Espectante para conseguir un logro. Claro. Algo le hizo sonar sus oídos que le llamó la atención. Alguien logró derrotar a sus hermanos mayores. Alguien que no era él. Alguien quien se quedó con un logro así, una persona indigna. Ahora era su momento de pelear.

— Envidia. No?

— Qué comes que adivinas.

— No... Únicamente te reconozco. Esos ojos nerviosos, esa forma de apretar tu puño con incredulidad... Lucha con tus mayores fuerzas. Porque desde hace mucho que quiero hacer ésto. Es una pena que tú usuario no sea mi hermana. Realmente la odio.

Un intercambio así de extraño hasta hizo repensar al pecado un poco el luchar. Pero no iba a retroceder contra alguien a quien podía superar. Contra alguien como Gabriel. Una persona que tenía un logro así, uno que le correspondía.

Podía sentir como mis manos temblaban un poco. Y esa sonrisa de su portador se volvía más grande. Mis capacidades mágicas. Estaban cercanas a 0. Ahora podía ver porque era un dolor en los huevos luchar contra él. Y porque nadie tomó la iniciativa.