Chereads / Solo Quiero Volver / Chapter 124 - 124: Besta, Rem y Luxis

Chapter 124 - 124: Besta, Rem y Luxis

El primero que nació fue la Ira. Hermano mayor, primero en ser creado por el vacío, le fue imposible destrozarse a si mismo por haber nacido, le fue imposible conseguir algo que hacer por lo que se sintieron milenios. Ante ello el vacío creó a la Lujuria, no con la intención de pervertir a su primer hijo, si no con la intención de darle paz, de evitar que sus pensamientos se nublen. Pero en ese vacío, en ese lugar desprovisto de todo, allí no podrían crecer ni enfocarse en desarrollarse. Aún así, un tercero fue creado. Gula. El hambre que sentirían todos y que sería la principal fuente de todo. Entre los 3 estaban en los primeros momentos, antes del lenguaje, antes de la luz, la idea del sonido, de la atracción. En sus aspectos más primordiales.

Se conocían, eran entes, conceptos, seres absolutos lejos de todo universo y toda creación. Estos 3, los 3 originales, enfrente de mi. Uno que quiere destrozarlo todo, uno que quiere devorarlo todo y el último, que quiere sentirlo todo.

Los cuerpos de Besta y Rem no me eran familiares en lo absoluto, pero de Luxis, ese rostro sonriente, esa belleza increíble que se destacaba de los otros aspectos. Un incubo era basura a su lado, en términos de belleza era la perfección, imposible de distinguir por lo androgino. Su capacidad de manipular y usar ilusiones se habían hecho más fuertes con el tiempo, por lo que sería un problema luchar contra él.

Besta tenía un cuerpo enorme, lo que se mostró como un anciano ante mi ahora era un coloso, absoluto en su presencia, sus ojos mostraban algo de melancolía al verme. Aunque decirle "algo" era como igualar una mancha de una gota de tinta con el océano. Podía sentir que me recordaba. Y mientras el ambiente cambiaba, todo alrededor nuestro se estiraba y se comprimía.

Rem era el más difícil de definir. Su cuerpo estaba flácido, lo imaginé como alguien corpulento, pero todo lo contrario, parecía más pequeño que yo y buscando guardar todas sus energías para el evento principal. Devorar. Consumir.

— Tres contra uno... Y yo sin un... ¡DESPERTAR DIVINO!

Estaba seguro de que no sería tan fácil como eso. Pero si pude escuchar que se detuvo el combate y respiraciones por unos instantes. Las miradas habían caído en mi y cuando no sucedió nada las luchas siguieron.

Si tuviera que poner un lugar en el que estábamos peleando, podría decir que era un grano de arena de nuestro antiguo escenario. Nuestra percepción espacial había cambiado para ser lo menos destructivos con el lugar.

— No respirar. Golpear. Enviarlos.

Pensé que Besta sería el primero, pero Rem actuó antes, lo poco tenso de sus músculos, parecía que al haber decidido tomar la iniciativa fue una fuerza explosiva la que se desató. Dónde anteriormente estaba apoyado ahora el suelo era inexistente. Usé maná puro para crear una lanza así defenderme, era una bestia que venía con la boca abierta y lanzándose como un tigre en mi dirección. Podía sentir como se estaba devorando mi energía con solo acercarse. E incluso aunque duró un único contacto todo aquella capacidad mágica que estaba en la lanza fue consumida al máximo. Sentí dolor. Un dolor inexplicable, como si me hubiera mordido y arrandado un pedazo de mi cuerpo con solamente acercarse. Esa mierda estaba sonriendo... Esa mierda tenía más bocas. Bocas extra aparecían en su cuerpo, una enorme en su abdomen, en sus manos, brazos, incluso dientes salían y tentáculos se mostraban, creía que ya era monstruoso el hecho de haberlo consumido una vez de forma literal. Ahora parecía que quería su venganza. Y lo declaró usando un hechizo divino, claro, sus hermanos lo contrarrestaron con los suyos propios.

R — "Festín eterno"

B — "Flegetonte"

L — "Segundo círculo"

Lo siguiente fue el silencio absoluto del resto de voces, no como si se hubieran callado. Frente a mi estaban ahora los 3, nuevamente. Era un festín de carne, un festín de sangre, de violencia, y aún así, mi cuerpo se sentía incapaz de reaccionar. Mi mente estaba dolida y ante mi era una presentación aceptable de lo que uno puede considerar el infierno. Mi cuerpo no cayó porque simplemente no podía hacerlo, y en cuanto los 3 se acercaron pude reaccionar. Besta intentaba empalarme con sus tentáculos, apareciendo desde distintos ángulos con estos, cubriendo todo lo que podía ver, toda la sangre, toda la carne y los cuerpos, parecía estar alimentándose, no era un ataque. Era consumir. Podía sentir como si estuviera recibiendo mordidas en mi cuerpo, como si mi carne se estuviera cayendo poco a poco... Era mí carne, mi sangre la que estaba allí.

Besta no paraba con sus ataques, golpes, fijos, fuertes. Mientras menos lograba golpearme más podía sentir como la temperatura estaba aumentando. Y como disfrutando del espectáculo, Luxis simplemente miraba al par que estaba luchando con cuerpo y alma por destrozarme. Sin sudar ni un poco, pero aún así, podía sentir, podía ver, oler y saborear. Algo estaba logrando. Una sobrecarga sensorial, el calor que la ira largaba cocinaba la carne y hervía la sangre. Ahora estaba siendo quemado vivo, las mordidas me causaban un dolor increíble, y mis ojos no podían separarse de los de Luxis.

Lo único que me mantenía vivo era mi capacidad de esquive, los anteojos. Aquellos que sabía que me estaban permitiendo ver a Luxis directamente sin volverme loco. Los que hacían mis movimientos lo más seguros posibles como para poder evitar los ataques.

R — Gracias por darme ésta idea.

Si anteriormente estaba sudando por esquivar, sentía como los tres incrementaron sus intentos. Los puños de Besta ardían, no formando llamas. Eran calor, calor absoluto, la forma en que se movía era capaz de incinerar lo que toquen. Y mientras esquivaba lograron los lentes hacer que uno de los tentáculos sea golpeado por uno de los puños. El silencio fue absoluto.

Una sonrisa aparecía en mi rostro.