Chereads / Solo Quiero Volver / Chapter 123 - 123: Un espejo.

Chapter 123 - 123: Un espejo.

Agaché mi cabeza, mis brazos aunque flácidos como un fideo se movieron en una sincronía y función impresionantes. Tres golpes a puntos de presión, uno directamente a la articulación y un extra en su espalda para intentar reventar una de sus vértebras.

Una patada así era capaz de cortar cualquier ambiente, y de no ser por quienes eran los otros 26 elementos que se encontraban rodeando podría haber causado un daño mucho mayor a la ciudad en si misma.

En mi cabeza solamente estaba el pensamiento de la lucha. Los movimientos entre artes marciales y un animal salvaje que era aquello que me caracterizaba, la posibilidad de confiar en los movimientos automáticos de los lentes y mi control innato de los elementos sin magia.

Aunque si usé un poco de ésta para curar mi pulgar. Sentía algo en mi interior quemando y como un recuerdo apareció que todavía estaba envenenado. El vacío me dió una idea. Separé una gota de sangre de mi cuerpo, una total y completamente limpia. Ésto era un acto de suicidio, pero eliminar toda mi sangre y restaurarla antes de un efecto grave fue únicamente posible por las velocidades increíbles a las que se manejaba este universo. Ya no me sentía inmovilizado, y aunque fue como un golpe mayor de consciencia y de recuperación. No fue poco lo que tardé en sentir como si mi cuerpo quisiera fallar totalmente.

27 enemigos, ninguno lanzó un ataque y podían ver cómo me desplomaba enfrente de ellos. Al poner un pie y arrodillado intentar levantarme, en el ambiente podía olerse la pelea. Casi como un grito al unisono, como una declaración de su poder y de las intenciones de las 27 personas que me estaban rodeando.

— ¡Despertar divino!"

Si el universo hiciera un sonido era ese. No tanto por como se escuchaba el poder de los 27 despertando, o al ser invocado. Un poder tan basto y tan concentrado era ominoso. En mi espalda recorría una sensación de muerte, en mi frente una gota de mi sudor caía y en mi mano dominante un poco de sangre era signo de no encontrarme totalmente curado.

Algo que nunca mencioné fue el poder que existía en algunas compañeras. Parecido a lo que es un "dominio" en un manga muy popular, los dominios de todos ellos estaban peleando por crecer y por aplastar. Por lo que parecía no solo era una declaración de guerra hacia mi persona. Las miradas que se daban entre ellos hacían de ésto parecer el apocalipsis encarnado en un combate.

Antes de elegir mi contrincante, antes de fijar mi mirada en uno de ellos. Antes de todo eso, desaparecí unos instantes, en lo que un símbolo de transporte era recién visible. En mi posición anterior dos individuos habían chocado como lo que parecía una revancha entre ellos. Charles y mi otro "yo" se interceptaron entre ellos con una patada. El aspecto del rubio representaba al caos, parecía formado de pequeñas piezas inconexas, sus ojos constantemente cambiando del color estaban clavados en quién era mi mejor versión. El cabello oscuro se había acordado un poco, alas blancas como la pureza absoluta estaban en su espalda y su mano perdida se había logrado recuperar.

Los sonidos del combate eran, de una forma armoniosa, increíblemente ensordecedores. Si no fuese por la existencia de dos campeonas del espacio y el tiempo probablemente sería imposible que la arena pudiera contener los golpes que ocurrían allí. Una destrucción imposible de evitar por otros medios. Especialmente porque entre ellas dos también estaban combatiendo. Aún así, sabía que tampoco podría escapar de aquí mientras las dos estuvieran haciendo sus trucos. Solamente podía participar en el combate y esperar sobrevivir. Y hablando de supervivencia. En un cuerpo humano, con el aspecto más joven y con una musculatura considerable se encontró alguien que requería un combate a la altura.

Mi altura es de 1.68, no soy nada alto e incluso comparado con mi mejor yo, también soy pequeño, así que ver hacia arriba no es tan anormal. Menos por esa enorme bestia enfrente mío.

Un ente cubierto de ira. Irá pura, y que aún peor, la estaba canalizando para poder lograr escapar de este espacio totalmente distorsionado. Su cabeza poseía cuernos se cabra y el aspecto demoníaco en si mismo era imposible de negar. Besta. Ira.

Estaba mirando en mi dirección, me había reconocido desde el momento en el que puse un pie. Y desde ese momento había jurado darme un combate en condiciones normales.

Mi esquive era envidiable, porque mientras evitaba que mi cuerpo sea totalmente destrozado, tenía que evitar agarres, parecía que tenía un par extra de brazos por su velocidad.

— Vaci!

— Nunca.

En el único instante donde mi mente tenía que hacer algo más además de esquivar, en ese mismo instante un golpe interceptó mi cabeza. La podría haber volado, la debería haber volado, de no ser porque logré girarla en dirección del golpe, tomando algo de momento para poder con una patada interceptar un golpe que venía desde arriba. Me habría enterrado de no ser porque mi capacidad de controlar la arena me permitió moldearla de forma que logré atravesar ésta.

Era yo contra la Ira.