Las flechas venían como balas, prácticamente a una velocidad levemente inferior a la del sonido. Y con ello, un muy distinguible silbido se aproximaba. Probablemente la intención era el espantar al resto de las cosas que habitaban la noche. Pero no esperaban que en medio de esa semi oscuridad, manos de magia agarren las flechas en medio del vuelo.
Tuve por unos instantes una rabia asesina y unos crecientes sentimientos de lucha. Cómo si el no tener a Besta para calmar mi furia le dijese a mi cerebro que la mejor forma de conseguir dopamina era luchar. Aún así, todavía podía sentir como si todas las luces estuvieran moviéndose más rápido, mis párpados pesados y como si mi pulso se bajó por cuenta propia.
Lo que veía de la ciudad no era tan impactante, pero quizá y con suerte... Mis pasos se hacían más rápidos, en mi cabeza sonaba un pequeño pitido y mientras me acercaba otra y otra oleada de flechas vinieron en mi dirección. Ya no parecía que eran contra el gusano de arena. Perfectamente su trayectoria coincidía con mi paso y hacia donde podría ir.
Mientras avanzaba me di cuenta de como las flechas cambiaban de dirección con mis movimientos.
Estaban algo cerca de mi. Por lo que decidí dar un pequeño espectáculo.
Puse mis palmas juntas, apuntando hacia el cielo, con mis dedos hacia las fechas. Símbolos de fuego se formaban con mis palabras y cuando estaban a unos 30m. Si fuese en cámara lenta, podría verse como la boca de un dragón saldría de entre mis palmas por un pequeño agujero, con su boca sacada tragó las flechas y logró iluminar la noche con sus colores azules.
Mientras giraba poco a poco mis brazos el dragón imitaba el movimiento y cuando terminé de despegar mis palmas este desapareció. Hubo suficiente luz como para que pudiesen verme. Y por ello los ataques lograron cesar por unos instantes. Solo unos instantes mientras que la arena empezaba a temblar. Bajo la luz de la luna, una figura majestuosa y de proporciones enormes se elevaba desde el horizonte con un aspecto casi que infinito. Podía verse que era una serpiente o algo alargado, mi primera conjetura solo fue en base a qué eran lamias. De todos modos, me encontré con que estaba en lo cierto.
Mi sonrisa era más y más grande, y cuando se acercaba pude sentir como si mi cuerpo empezó a hervir. Nuevamente fue como ver una ilusión. Los astros se alineaban y empecé a dar pequeños saltitos en el lugar para prepararme para un combate mano a mano con esa criatura.
Su cabeza bajaba en dirección hacia el suelo, como preparada para zambullirse en un charco de arena. Podía creer que era una criatura que los nórdicos dirían era la serpiente que rodeaba el mundo.
Quizá no era tan sorprendente como lo fue "ver" a Rem por primera vez, que era prácticamente de un tamaño inconmensurable pero devorable.
Abrí mis brazos y me lancé a recibir el impacto de la serpiente, sólo por vista podía más o menos ver en qué zona lograría impactar. Mis pasos se hacían más largos, porque mientras más velocidad ganaba menos tiempo en el suelo quería estar. Fue casi como tomar vuelo y cuando salté propulsado... Fue una ilusión, mi cuerpo atravesó lo que parecía ser una nube de gas y magia. Aunque se encontró algo maravilloso y sorprendente. Una lamia... Una lamia reina! y quién antes era una maga de los sueños, encargada y que solo ví dos veces en clases. Ahora se mostraba con un cuerpo que llegaba solo su torso a los 2m. Y cuya cola parecía poder envolver una casa. La punta se movía poco a poco y al lanzarse ella, su velocidad era impresionante. Casi de 0 a 100 en un instante. Su cuerpo era frío, pero en el frío de este desierto era predecible. Su sonrisa llegaba casi de oreja a oreja.
N: "Gabriel! soy yo, Nubia!... n-no... cierto... N-no nos hablamos taaanto~ p-pero Viola me contó, que eras bueno... o que... Algo extraño. Me dijo que si había un 'tu' sin heridas y dos brazos, era de confiar"
"Oh, si... eras la chica lamia. Te recuerdo un poco. Estabas de fondo, pero lo hiciste bien cuando te ví pelear"
N: "S-sí... la mayoría de nosotras evolucionó, algo parecido, es como una mejora a un 'estatus'. Cómo Viola, soy una reina. Aunque queda una evolución más... Es medio extraño. Debes estar cansado. A DORMIR"
Sus últimas palabras me hicieron desmayarme. Fue un hechizo y no logré hacer nada para detenerlo. Aunque no fue del todo desagradable. Me dió paz, como una pastilla para dormir.